DATOS TÉCNICOS:
Título: EL LECTOR FIEL
Título original: Uskollinen lukija
Autor: Max Seeck
Traductora: Luisa Gutiérrez Ruiz
Editorial: Maeva
ISBN: 978-84-18184-83-3
Páginas: 440
Presentación: Rústica con solapas
Max Seeck
(Helsinki, 1985) ha trabajado en el mundo del marketing y las ventas, aunque
sus verdaderas pasiones son la escritura y la literatura, en particular la
novela negra. Aunque ya ha escrito otros libros, que no han sido traducidas del
finés, su lengua materna, el éxito internacional le ha llegado con la
publicación, en cuarenta países y otros tantos idiomas, de El lector fiel, el libro del que hoy os quiero hablar. Una historia
que transcurre en Finlandia en su trama principal, pero a la que no le faltan
algunos escarceos, breves, pero intensos, a Venecia, para de ese modo darnos un
respiro y que podamos sacudirnos de vez en cuando esa capa de frialdad que
rezuma la novela en cada una de sus páginas y que se nos queda adherida en la
piel.
Todo comienza una desapacible noche de febrero cuando la policía se persona en la lujosa mansión con vistas al mar que los Koponen tienen en Kulosaari, (una isla que se fusionó en 1942 a Helsinki para convertirse en un distrito más de la capital), tras ser advertidos de un probable suicidio, percatándose enseguida que no era tal, al descubrir que María Koponen ha sido asesinada y que el modo en que han hallado el cadáver implica que ha habido una puesta en escena previa: la víctima está sentada en una silla, prácticamente erguida. Lleva puesto un vestido de fiesta, negro y con un pronunciado escote. Sin embargo, lo que más desconcierta a los policías es el extraño rictus que perciben en su rostro, donde una sonrisa convulsa resulta de lo más extraña y espeluznante. Tampoco presenta heridas externas que puedan determinar la causa de su muerte.
En un análisis
preliminar de la escena del crimen, Jessica Niemi, la responsable de la investigación, descubre una estantería donde se
exponen todos los libros escritos por Roger Koponen, marido de la víctima, así como las correspondientes
versiones editadas en las distintas lenguas en que ha sido traducido. Al
observar y comparar las portadas, percibe que en la mayoría de los países los
editores se han decantado por representar el martirio de una bruja. A fin de
cuentas, el subtítulo de la trilogía es de lo más obvio: “Un asesino en serie…
que se dedica a cazar brujas”. Lo que ya le rechina más es que esas brujas son
el fiel retrato de una joven hermosa, vestida de negro y con una sonrisa
espeluznante. Está claro que el asesino ha leído esos libros.
Asimismo, se
percatan enseguida, que el marido, un afamado escritor de bestsellers, se
encuentra presentando la última de sus novelas en Savonlinna, a cuatrocientos
kilómetros de distancia. Y es precisamente allí, en el auditorio principal del centro
de conferencias donde se entabla después un coloquio cuando un lector de rostro
enjuto, sentado en el centro de la sala, le interpela con una serie de
preguntas ciertamente inquietantes que consiguen crear una atmósfera incómoda:
Durante la cena
posterior al evento, Roger es convocado por la policía para que se persone en
la comisaría de la localidad. Allí le informan de lo sucedido con su mujer y, tras
un interrogatorio liviano efectuado por Erne Mikson por videollamada, este le envía
una fotografía de la escena de crimen, para ver si la intuición de Jessica,
cuando observó las portadas de los libros, puede ser refrendada por el
escritor. Obviamente, la respuesta es un sí rotundo, claro que lo que no se
esperan es que este les de una pista del siguiente asesinato, porque en sus
libros murieron dos brujas a la vez y la segunda fue enterrada bajo el hielo,
claro que a ellas les seguirán, según la serie Caza de brujas, cinco asesinatos
más.
Comienza así una
carrera contrarreloj por encontrar al asesino que solo tiene sus momentos de respiro
cuando el autor nos traslada a Venecia, para dar paso a otra trama secundaria
que nos acerca un poco más a la verdadera protagonista de esta historia: la
inspectora del Departamento de Homicidios de Helsinki Jessica Niemi, quince años atrás.
Porque Jessica Niemi,
a sus treinta y tres años, es una hermosa mujer de rostro anguloso y expresión
grave, pero además de ello, en esta novela, se postula como una auténtica Andrómaca
del siglo XXI y, como tal, es capaz de ganar a los criminales en la guerra, aun
perdiendo alguna batalla. Para ello se pone en la piel de un líder del ciclismo
sin permitirse una sola debilidad. Es disciplinada, constante e intuitiva. También
es verdad que tiene un equipo de gregarios dispuestos a suministrarle todo lo
que precise y por eso no tiene inconveniente en pedalear junto a ellos cuando
la ocasión lo requiere:
- Erne Mikson: Tiene
cincuenta años y es el comisario jefe de la Policía Criminal de Helsinki y
responsable de la investigación. Es el jefe de Jessica y más que amigo, para él
es como su hija, a pesar de tener dos biológicos de los que se siente muy
orgulloso. Se conocen desde hace quince años. Tiene una necesidad enfermiza de
sermonear a su equipo; sin embargo, se lo perdonan todo porque tiene un gran
corazón. Al inicio de la novela, lleva dos semanas con una gripe persistente,
de ahí la fijación que tiene con tomarse la temperatura continuamente. La
enfermedad no remitirá en ningún momento, derivando en otra más seria.
- Jussuf Pepple, Subinspector
del equipo de investigación. De origen etíope, nació y creció en Söderkulla, un
barrio de una localidad cercana a Helsinki. Es guapo, tiene los ojos y grandes
y es atlético. Tiene dos años menos que Jessica.
- Mikael
Kaariniemi: Cuarenta años y con problemas de calvicie. Es un hombre con una
confianza en sí mismo a prueba de bombas. Le gusta vestir bien. Es soltero,
aunque siente que hay química con su superiora.
- Rasmus Susikoski:
Tiene treinta y tres años y es pareja de Nina, aunque no lo admitirán nunca. Es
el muy agudo en sus análisis, debido en gran parte a sus grandes conocimientos
enciclopédicos, claro que también tiene problemas de sudoración, en la misma
proporción. Estudió Derecho, aunque nunca ha ejercido como abogado.
- Nina: Cuarenta
años y guapa. Suele vestir siempre de manera desenfada, con sudaderas y
vaqueros. Junto con Rasmus, están considerados los cerebritos del departamento,
ya que tienen un ojo infalible para localizar los detalles más trascendentales
de cada investigación.
Sin embargo, cuando
llega el momento de la verdad, está sola cuando se trata de escalar las cimas
más escarpadas. Para ello echará mano del estoicismo como combustible para
alcanzar la meta. Lo veremos en Venecia, donde vivirá un romance que la marcará
para siempre. Y gracias a esa entereza será capaz de recorrer las perpetuas llanuras de hielo de Helsinki en las
que se esparce la sinrazón de unos crímenes cometidos en nombre del sinsentido
y soportando vendavales de incertidumbre mientras una sombra parece acecharla,
porque aguantar es vencer.
Porque ambos escenarios
están perfectamente plasmados. No ha incurrido el autor en cometer el error de
ofrecernos extensas descripciones de esas ciudades tan antagónicas y dispares,
sino que nos deja que seamos nosotros quienes percibamos las diferencias,
quienes exploremos esos ambientes llenos de oquedades a un ritmo frenético que,
en muchas ocasiones, te deja sin respiro, porque sus poco más de cuatrocientas
páginas, relatadas por un narrador omnisciente, están divididas en ciento diez
capítulos, lógicamente de corta extensión.
El lector fiel
lleva como subtítulo la siguiente frase:
¿Por
qué un autor debería tener miedo de lo que escribe?
Si no te suscita
curiosidad, háztelo mirar. Para mí fue el mejor de los reclamos y, francamente,
he encontrado la respuesta servida en forma de una trama tan perversa como
adictiva, tan desquiciante como hipnótica, como una danza salvaje e irracional en
la que el sadismo lleva la batuta. Porque Max Seeck ha urdido una historia bien
narrada a la que no le faltan aditivos, entre los que destacan un buen número
de asesinatos rituales a cual más escabroso y una investigación enloquecedora
en la que la necesidad de ir uniendo detalles relevantes con los que poder
descifrar el imponente puzle diseñado por alguna mente diabólica es más que perentoria,
hasta el punto de que una vez llegado el desenlace, casi que te quedas frío,
helado como un témpano escandinavo, quizás porque no queda muy claro el destino
de algunos personajes, algo que, imagino, se explicará en entregas posteriores,
pues nos encontramos con el primer libro de una serie.
Esta reseña participa en el reto:
Escenarios de Novela Negra - Nivel "LiteCultureta"
Helsinki: Capital Europea de la Cultura, año 2000