DATOS TÉCNICOS:
Título: La última paloma
Autora: Men Marías
Editorial: Planeta
Colección: Autores Españoles e Iberoamericanos
ISBN: 978-84- 08-24230-7
Páginas: 544
Presentación: Tapa dura con sobrecubierta
Men Marías (Granada, 1989), seudónimo con el que
firma sus libros Carmen Salinas, se licenció en Derecho para especializarse en
el sector mercantil. En la actualidad trabaja como tutora de técnica literaria,
novela negra y poesía en su ciudad de nacimiento y anteriormente fue columnista
literaria en el periódico Granada Digital. Ha escrito numerosos cuentos, muchos
de los cuales han sido premiados en distintos certámenes literarios, tanto
nacionales como internacionales. Debutó en la novela hace tres años con Putaka,
pescados y mariscos (Traspiés, 2018) galardonada con el Premio de
Novela Carmen Martín Gaite 2017 y un accésit en el Premio Torrente Ballester
2017. La última paloma, publicada el 12 de mayo de 2021 es su segunda
y hasta ahora su última novela.
¿Y qué puedo decir
de La
última paloma que no se haya dicho ya? Es complicado, por no decir
imposible. De hecho, llevo días preguntándomelo y no he encontrado la fórmula adecuada
con la que plasmar todas las sensaciones que he ido recabando no solo durante
la lectura de esta colosal novela, sino en los días sucesivos en los que he
intentado reseñarla, sin éxito. Así que voy a tomar el camino más fácil, intentando
comprobar que los “consejos” que la autora da a otros escritores, los ha
aplicado en esta novela:
- Con la «h» de humildad:
Dice Men Marías que
el escritor debe olvidarse de escribir para sí mismo, porque ha de hacerlo para
el lector, para que este se sienta recompensado por el dinero gastado en su
obra.
No voy a negar que
el consejo es formidable, porque son unas cuantas las ocasiones, por no decir
que muchas, en las que nos hemos sentido estafados después de leer un libro, si
no lo hemos abandonado antes. Unas veces porque nos venden humo en las contraportadas;
otras porque las tramas son infumables y la mayor parte de las veces porque la
figura del corrector brilla por su ausencia. O lo parece. En La
última paloma, te puedo asegurar que cada euro invertido estará más que
amortizado. Es más, si te digo que la novela vale su peso en oro, por todo lo
que es capaz de aportarte, no te engaño. Y pesa lo suyo.
Porque tiene una trama espectacular. Bueno, quien dice
una, también puede decir media docena…; de hecho, los amantes de las etiquetas,
deberían acuñar una nueva para sustituir a las típicas de “novela negra”,
“thriller”, etc., que no es otra que la de “novela de tramas”, casi tantas como
palomas, si no más, porque el título no es gratuito, a pesar de que la autora,
en primera instancia, quiso llamarla de otra manera que no os contaré, pero que
si hubieseis estado al tanto de la Lectura Simultánea que hicimos en Twitter
desde #SoyYincanera, lo sabríais.
La primera de
ellas, sobrecogedora como pocas, transcurre en la actualidad y gira en torno a
la resolución de un crimen atroz y la amenaza de que el responsable sea un
asesino en serie, con lo que ello implicaría: el de Diana Buffet, una joven de
diecinueve años, estudiante de periodismo, cuyo cadáver ha aparecido tendido y
con unas enormes alas cosidas a su espalda en la entrada de una casa de veraneo,
ahora abandonada, que se halla junto a la verja de la Base Naval de Rota. Esto,
en principio, puede sonar baladí, pero no es tal, toda vez que dada su
proximidad a la verja, el lugar está vigilado por cámaras y por un helicóptero
de vigilancia y, sin embargo, estas no han grabado ningún movimiento en las
inmediaciones. Al mando de la investigación estará la sargento de la Guardia
Civil Patria Santiago, apoyada en todo momento por el Cabo Mayor Sacha Santos.
Claro que baladí
sería la explicación que algunos quieren dar a este crimen, que no es otra que
achacárselo al novio de la víctima y dar carpetazo al asunto. También es cierto
que el joven tiene todas las papeletas para resultar sospechoso, pero desde que
el médico forense obligado a realizar el examen previo in situ del cadáver observa que no es obra de un aficionado, a
tenor de lo que se ve a simple vista, a Patria no le cuadra lo que otros tienen
tan claro y se percata de que la tragedia, definitivamente, se ha instalado en
Rota. Y ella en eso tiene un máster. Y la realidad se materializa cuando la
autopsia se hace oficial: Diana ha sufrido todo tipo de horrores siendo
consciente de todo. No se trata solo de que la joven haya sido infibulada (para
lo cual se requiere cierta destreza), sino de que le han extirpado los senos
con un instrumento cortante y tanto los cortes como las suturas practicadas son
muy precisas, propio de alguien con conocimientos quirúrgicos y mucho tiempo
libre por el tiempo que ha tardado en disponer la escena.
Y por más que se
empeña en convencer a su superior que todo apunta a que se encuentran ante un
asesino en serie que en cuanto se dé cuenta de que ese crimen no le ha
proporcionado el placer que esperaba, volverá a matar, este hace oídos sordos. Y
no será el único que no la crea, nadie lo hará. No obstante, dado que la
brújula racional de todos parece que ha perdido el norte y ha dejado de ser una
herramienta eficaz, habrá que aprender a interpretar los mapas y encontrar las
pistas que la ayuden a no perder el rumbo.
Esto dará lugar, a
su vez, a dos tramas distintas: una, la de la relación sentimental que ambos picoletos
mantuvieron dos años atrás -que por parte de él parece que todavía no está
resuelta- y otra, que podría considerarse una investigación por sí misma, que
trata sobre el inquietante pasado de Patria Santiago.
Y como ya os dije
que esta era una novela de tramas,
todavía quedan cabos sueltos por desenredar en esta compleja madeja que es La
última paloma. Por ello, surge una nueva trama a raíz de la única pista
que los investigadores pueden seguir, proporcionada por la propia víctima, que
estaba investigando la extraña desaparición de una joven en la década de los
cincuenta, poco después de que se construyera la Base Naval de Rota. Y, para
rizar el rizo, esporádicamente asistiremos a un escalofriante relato que tiene
como protagonista a un niño.
Pero también vale su peso en oro porque los personajes son canelita en rama. Y
no es que sean cuatro, ni siete, ni diez. Son cantidad de ellos, hasta el punto
en que yo, tan aficionada como soy a hacer amagos de dramatis personae de la mayoría de las novelas que reseño, con esta
me he sentido incapaz, para no morir en el intento. Por tantos como son, por el
peso que tienen en la historia que se nos narra y por el esmero y la pulcritud
con que están descritos cada uno de ellos, hasta el punto de que los crees
reales, casi viejos conocidos. Es cierto que el peso de la trama, por razones
obvias, recae sobre los dos guardias civiles responsables de la investigación y
quienes, a pesar de sus diferencias, parecen formar el binomio perfecto sobre
todo porque nos urge, como si nos fuese la vida en ello, resolver ese crimen
inicial que nos desquicia, ayudando a ello el modo en que está narrada la
novela (en primera persona, cada uno desde su perspectiva para de esa manera
hacernos partícipes de cómo sienten y perciben lo que ocurre a su alrededor, de
los derroteros, avances y obstáculos a los que se ve sometida la investigación
y de sus sentimientos y preocupaciones en el ámbito personal).
Y aunque ese
binomio puede resultar perfecto para mantener la intriga por sí mismo, hay un
trío que resulta ciertamente elocuente en sus silencios y por el modo en que
abordan su propia existencia, cargada de aflicción e incertidumbre: el
protagonizado por Inés, Diana y Patria (que repite como pareja de baile), tres
mujeres de distintas generaciones con un nexo común: cada una de ellas, a su
modo, utilizan el dolor físico como revulsivo para soportar el que provoca la
mente, porque este último, imposible de gobernar, es insufrible. Porque La
última paloma es una novela inmensa, que trata temas como el
desconsuelo, el miedo, el estoicismo, el abuso en todas sus acepciones y un
largo etcétera.
Aunque tampoco me
quiero olvidar de algunos, como Berta y William Buffett, abuelos de la víctima.
Él fue uno de los primeros marines de la Sexta Flota Americana que arribaron en
la costa de Rota. Son los dueños de una pizzería, la mejor de la comarca, donde
Diana echaba una mano siempre que sus estudios se lo permitían. Junto a ellos
se encuentran Elsa y Curtis Black, así como su nieta Maddie. Vinieron a pasar
unos días con ellos desde Prescott Valley, Arizona. Tanto Elsa, como Berta son
roteñas y Curtis, como William, también era marine y amigos desde que ambos
empezaron su carrera militar.
O el teniente
Quintana, alias El Viejo, que perdió
a su hija Belén, de tan solo seis años, en un accidente de tráfico como consecuencia de la pérdida del líquido de
frenos que sufrió su coche cuando iban camino de Madrid a una exposición canina
con su cocker spaniel. La niña murió en el acto, él salió ileso, sin apenas
rasguños. Desde entonces, Quintana, que poco después se divorció de su mujer, lleva
a Macarrón a todas las que se celebran.
Por no hablar de
Olimpia Piernavieja, una mujer instalada en unos tacones de infarto, quizás por
una primigenia necesidad de hacerlo en las alturas del poder. Es la alcaldesa
de Rota, aunque su prestigio le viene de cuna, ya que su padre fue un médico
eminente de fama mundial. La ambición no sabemos de dónde.
Sin embargo, los
personajes más emotivos serán dos hermanas: Inés y Piti, a las que conoceremos
más en la línea temporal que transcurre a partir de 1953. Y junto a ellas, a
sus padres, Pepe el Mayeto, una persona digamos que indescriptible, y Rosario.
Y lógicamente, esta novela vale su peso en oro por los
escenarios donde transcurre la acción. Un escenario con banda sonora:
-¿Qué van a hacer
de tu mar?
¿Qué en tus campos
van a hacerte?
-Un camino militar,
Un puerto para la
muerte.
En ella, Men Marías
nos acerca a Rota, la preciosa localidad gaditana en la que se desarrolla la trama.
La conoceremos en dos épocas distintas: la actualidad, que transcurre a lo
largo de dieciséis días (del 2 al 18 de mayo de 1019, aunque al final
asistiremos a un epílogo que transcurre dos meses después) y seis décadas
antes, concretamente a partir de 1953, cuando descubrimos a una Inés niña, a
sus padres y hermana y, a su vez, a una ciudad que da un giro de ciento ocho
grados cuando la Base Naval, construida a tenor de los Pactos de Madrid (Acuerdos
de Amistad Hispano-Norteamericanos firmados en abril de ese mismo año) se
materializa tres años después con la llegada de los primeros marines de la
Sexta Flota de los Estados Unidos.
Y la impresión nos
dejará perplejos, más allá del oficio de la autora por describirnos estos
lugares, me gustaría destacar el modo en que contextualiza el momento histórico,
recogido la mayoría de las veces de anécdotas que le han ido contando a la
autora muchos de los roteños a los que ha podido entrevistar para acercarnos una
realidad prácticamente desconocida para la gran mayoría y, en particular, esa
extraña convivencia hispano-norteamericana que, aparentemente, dotaba a la
localidad de cierta pátina de cosmopolitismo, pero que realmente distaba mucho
de lo que nos pretendían hacer ver. Si acaso, la parte más “benévola” del
asunto radicó en la economía de la zona, hasta entonces paupérrima (sin diferir
gran cosa con la del resto del país), pero que con el trasiego de marines con
las billeteras llenas, más el trabajo adicional que se generó en la zona, primero
con la construcción de la Base Naval y después con los puestos de trabajo que
se crearon, creció exponencialmente.
- Con la «h» de honestidad:
Dice Men Marías que
lo que escribes no deja de ser un borrador y que el escritor tiene que seguir
puliéndolo, hasta que sienta que lo escrito es justo y le ha hecho daño.
Yo no tengo dudas
en que esto ha ocurrido con La última paloma porque, si algo he
tenido claro como lectora es que el proceso escritural de esta novela ha debido
ser arduo y ese deleite intelectual de escribir trasciende al lector, teniendo
en cuenta que la trama es fascinante y sin fisuras, que los personajes son una
delicia en su construcción y el escenario una metáfora en sí mismo, porque
nunca la Costa de la Luz se nos ofreció de una forma tan oscura y sombría.
Y ese pulimento también
es obvio en el estilo de la novela, complejo e innovador en muchos sentidos, con
un lenguaje sencillo y a la vez depurado, elaborado cuidadosamente, porque
todas las palabras tienen su razón de ser y de estar, están deliciosamente
elegidas tanto cuando se persigue una situación intensa como otra distendida,
porque la prosa, armónica y precisa, parece actuar como ese mar que baña la
costa gaditana, trasladando olas de placentera belleza al lector.
Destaca, sobre todo,
la narración coral en primera persona. Sacha y Patria se irán turnando para
relatarnos los acontecimientos que se desarrollan en la actualidad, pero cuando
nos trasladamos al pasado, tomarán el relevo otros. Entenderemos entonces que la sombra del pasado es alargada, pero también la mejor herramienta para descubrir la propia identidad y dar
verosimilitud al presente.
Y mientras,
disfrutarás de una novela sublime que cuando llega al desenlace te cogerá
prácticamente levitando. Palabrita de yincanera.
Esta reseña
participa en la iniciativa:
Apartado: Made in
Spain
La acción
transcurre en un ambiente rural
Kayena, no me extraña que te tomes más tiempo que el resto de yincaneras en reseñar, pero el resultado lo compensa, al leerla me he sentido muy orgullosa de ser yincanera. De la novela no digo nada porque ya lo dices tu todo. Un beso
ResponderEliminarAdemás cuenta la historia de Rota como nadie
ResponderEliminarHola, me estáis poniendo los dientes largos con esta novela que veo que os ha gustado mucho. Estupenda reseña!.y apuntada la tengo ya. Besos.
ResponderEliminarUna reseña exquisita de una novela que se mañana mismo llegará a mi casa porque no puedo resistirme a leerla después de lo que has contado. S2.
ResponderEliminarMuy buena reseña de un libro inolvidable, por todo eso que nos ha mostrado, una Rota tangible que te dan ganas de salir corriendo a visitarla, unos personajes llenos de dolor y de aristas que han sabido seguir adelante pese a todo y una narrativa envolvente que me ha fascinado. Un acierto total.
ResponderEliminarBesos
Has resumido de manera exquisita la novela, me ha gustado y sorprendido porque iba totalmente a ciegas y l he disfrutado y sufrido. Una historia interesante en un lugar que desconozco y que me ha gustado, creo que la autora ha hecho un trabajo maravilloso. Recomendable
ResponderEliminarLeí la novela hace un par de semanas, cuando vi que la estabais comentando por twitter y me entraron ganas de leerla. Ha sido la mejor novela que recuerdo en mucho tiempo y todo lo que comentas lo suscribo 100%. No pienso perderme ninguna novela de Men Marías en adelante y buscaré la primera. Besos!!
ResponderEliminarVaya pedazo de reseña te has marcado Ana. Menos mal que yo también la he leído, si no tendría que salir corriendo a comprarla. Suscribo palabra por palabra todo lo que has dicho. Tomo nota de la nueva etiqueta de novela de tramas, que me ha gustado la idea. A partir de ahora hay que seguir muy de cerca a Men Marías... Un beso.
ResponderEliminar¡Qué pedazo de reseña! Y qué bien has recogido todos los grandes aciertos que tiene esta novela, que son muchos. Una grandísima lectura y desde luego, a partir de ahora, voy a seguir muy de cerca a esta autora.
ResponderEliminarBesotes!!!
Veo que me estoy perdiendo una gran novela, así que le pondré remedio. Besos.
ResponderEliminarEn verdad parece inmensa y espectacular como tu reseña.
ResponderEliminarEs genial todo lo que nos cuentas asi que veré de conseguirlo.abrazosbuhos 😀📚💜
Parece un libro interesante gracias por la reseña . Lo tendré en cuenta. Te mando un beso
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarDespués de una reseña así cómo no llevársela anotada.
Un saludo.
¡Hola!
ResponderEliminarmadre mía, que pedazo de reseña, con banda sonora y consejos escritores incluidos :D Los consejos están muy bien, tanto para escribir como para cualquier otra labor que desempeñemos en la vida y el libro ha sido espectacular; yo me he dejado cosas y cosas en el tintero porque me daba para escribir otro libro comentando este de lo maravilloso que ha sido.
Besos :)
Has hecho una reseña de 10 a la altura de una novela que ha sido de lo mejor que he leído en lo que va de año. Una novela sólida, llena de personajes sólidos y en un escenario creíble tanto en el pasado como en el presente. Que maravilla poder compartir tan buenas lecturas con vosotras. Mil besos.
ResponderEliminarCon esta reseña tan buena como para no hacerse la boca agua...jajaja. Me lo anoto sin dudarlo. ;))
ResponderEliminarUn beso,
¡Hola!
ResponderEliminarUna reseña que enamora, la verdad es que da gusto leerte, una entrada que se disfruta de principio a fin y por supuesto uno termina apuntando el libro para poder leerlo.
No conozco la prosa de Men Marías, pero por todo lo que nos comentas, estoy segura de que disfrutaré leyéndola, así que tomo nota de tu sugerencia.
Un besote y gracias de corazón por la entrada ;)
Hola. Desde luego que los escenario de la novela vale su peso en oro, son fascinante. Ha sido una gratificante lectura por todo; sus personajes, su trama, su ambientación... Un libro para recomendar siempre. Besos.
ResponderEliminarPues como siempre, Ana, menuda reseña te has marcado. Suscribo al 100% todo lo que has dicho, y agradezco los consejos de humildad y honestidad que aportas en esta fantástica reseña. Ha sido una estupenda lectura, entre las mejores del año sin duda, y un placer haber disfrutado de unos personajes potentes, ambientación creíble y una espectacular trama. La autora ha sido todo un descubrimiento, habrá que seguir su pista sí o sí. Buena recomendación para estas fechas que se acercan.
ResponderEliminarBesos.
artroposfera.es
ResponderEliminarLos libros son puertas a la información y a las historias, como los libros de reptiles, que ofrecen conocimientos fascinantes sobre estas criaturas y sus hábitats, ampliando nuestro entendimiento del mundo natural.