DATOS TÉCNICOS:
Título:
NENÚFARES NEGROS
Título
original: Nymphéas noirs
Autor: Michel
Bussi
Traductora:
Ana Romeral
Editorial: HarperCollins
Colección:
Noir
ISBN:
978-84-9139-614-7
Páginas: 400
Presentación:
Rústica con solapas
Michel Bussi (1965) es politólogo
y profesor de geografía en la Universidad de Rouen. Su primera novela, Nenúfares negros, se convirtió en la
novela negra francesa más vendida en su país en 2011 (en España ha sido
publicada en mayo de este mismo año), y obtuvo los premios Prix du Polar
Méditerranéen, Prix Polar Michel Lebrun de la 25e Heure du Livre du Mans, Prix
des Lecteurs du Festival Polar de Cognac, Grand Prix Gustave Flaubert y el Prix
Goutte de Sang d’Encre de Vienne. Un avión sin ella, su segunda
novela, ha sido galardonada con el Prix de la Presse 2012. También ha publicado
en español No lo olvides jamás y Mamá no dice la verdad.
Resulta curioso,
como poco, una vez visto el palmarés literario de Michel Bussi, pensar que una
novela como la que hoy quiero reseñar, se haya publicado en nuestro país once
años después de haberlo sido en el suyo propio once años antes, sobre todo
cuando viene avalada por cinco premios a cual más prestigioso. No lo entiendo,
os lo aseguro… y mucho menos después de haberla leído. Una novela que ya solo
por el título llama la atención de cualquiera, pero que si el añades el
subtítulo, ¿Qué se oculta en Giverny, el
pueblo de Monet? Te remata. Y, por si fuera poco, con una portada de esas
que te desarman.
Entonces, ¡ay de ti!
como se te ocurra darle la vuelta al libro y leer la contraportada, porque,
como seas un poco aficionado a la novela de misterio, policíaca o criminal,
caerás rendido, porque es un reclamo perfecto. Para que te hagas una idea, este
es un extracto de la sinopsis:
Esta es una
historia de trece días que empieza con un asesinato y termina con otro. Jérôme
Morval, un hombre cuya pasión por el arte solo es superada por su pasión por
las mujeres, ha aparecido muerto en el arroyo que corre por los jardines. En su
bolsillo encuentran una postal de los Nenúfares de Monet con las siguientes
palabras escritas:
«Once años,
¡felicidades!».
Y entonces ya solo
te queda empezar a leer. Y no parar de hacerlo, sin tregua, sin descanso, hasta
llegar a uno de los desenlaces más memorables e intensos que hayas leído en
mucho tiempo. En serio, porque ya en la primera página la trama te enganchará,
sin indulgencia. Porque, ¿Quién dijo aquello de que si un libro no te seduce en
las treinta primeras páginas mejor dejarlo pasar e intentarlo con otro? No lo
sé, pero no es un dilema que te vayas a plantear con este, ya que no es que te
seduzca en la primera página, sino que lo hace nada más acabar la segunda frase.
Y no podrás soltarlo.
El relato se inicia
con la presentación de tres mujeres que no se parecen en nada, excepto que
comparten el mismo lugar de nacimiento y residencia –Giverny- y un secreto que
las une: la necesidad imperiosa de marcharse lejos del pueblo al que consideran
una jaula con barrotes de oro, por distintos motivos, aunque con un denominador
común: la pintura, pues, mientras que una posee un cuadro precioso, otra es una
gran aficionada al arte y los artistas, mientras que la tercera tiene un
talento especial con los pinceles:
- La primera es
mala y discreta. Tiene ochenta y cuatro años, es viuda y viste siempre de negro.
Vive en el Chemin du Roy, en el Moulin des Chennevieres, a orillas del Epte.
- La segunda es
mentirosa y muy hermosa. Tiene treinta y seis años y está casada. Vive en un
apartamento abuhardillado encima de la escuela donde ejerce como maestra en la
Rue Blanche-Hoschedé-Monet.
- La tercera es egoísta,
a pesar de tener apenas once años. Vive con su madre en una casa muy humilde en
la Rue Château-d’Eau.
Y una vez hechas estas presentaciones, que al autor le llevan prácticamente dos páginas, arranca una historia que durará trece días, aunque quizás, para explicarlo mejor, deba hablarte de la estructura de esta novela, que podría entenderse como una singular galería pictórica:
- Primer cuadro: Impresiones.
80 capítulos que
abarcan los trece días en los que se desarrolla la trama y prácticamente la
totalidad de ella.
Comienza el día 13
de mayo de 2010 cuando, a las seis de la mañana, la primera de las mujeres de
las que os he hablado antes descubre, mientras pasea, el cadáver de Jérôme
Morval cerca de su casa. Tiene un corte profundo en la parte alta de la cabeza,
que se encuentra sumergida en el arroyo del Epte, y otro en el corazón.
Prosigue su camino, de vuelta a casa, pues sabe que, más temprano que tarde,
algún turista de los miles que visitan a diario la casa y los jardines de Monet
lo encontrará y avisará a la policía. Y, efectivamente, pasan unos pocos cuando
se personan en el lugar el inspector Laurenç Sérénac junto a tres compañeros de
la comisaría de Vernon en la que prestan servicio. Mientras el agente Louvel
intenta mantener a raya a los mirones que en poco tiempo parecen haberse
reproducido como setas en otoño, otro agente especialista de la Científica, Ludovic
Maury, está buscando y señalizando las huellas que encuentran al lado del
cadáver y sacando moldes de escayola de las mismas, mientras que el inspector Sylvio
Bénavides ya está camino al pueblo para intentar recabar información sobre la
víctima. Enseguida constatan que se trata de un prohombre de la ciudad, un
reputado cirujano oftalmólogo con consulta en el distrito XVI de París y con
residencia en una de las mejores casas de Giverny, en la Rue Claude-Monet.
Obviamente,
asistiremos a una investigación más o menos formal, prácticamente hasta un
falso desenlace. Y digo más o menos porque, en esta novela, el impresionismo
cobra vida propia y emana tanto en el fondo como en las formas, así como en su
puesta en escena y todo ello aderezado con una sensación de angustia increíble,
de peligro inminente en cada página que pasas, con la certeza de que te encontrarás
con lo peor en la siguiente. Ayuda a ello la narración en primera persona por
parte de la primera mujer, que parece mimitizarse con el entorno y que lo sabe
todo, porque todo lo ve.
- Segundo cuadro: Exposición
Desde el capítulo
81 al 85, apenas cincuenta páginas. Comienza el 25 de mayo de 2010, decimotercer
día desde que comienza la trama, en una escena distinta con la que abandonamos
la primera parte para terminar al día siguiente. Es el momento de hacer
balance, de atar cabos, de recapitular, pero también de asistir asombrados a un
desenlace que no imaginarías ni en sueños.
Porque solo cuando
llegamos a esta parte, somos conscientes de que hemos estado metidos dentro de
un cuadro impresionista en el prevalece el momento sobre la perseverancia en un
instante único e irrepetible que apenas dura trece días, donde la caducidad del
tiempo es decisiva y concluyente y en el que destacan sus formas imprecisas,
ciertamente ambiguas, como si la idiosincrasia de los personajes, la naturaleza
fortuita de la acción en la que la investigación del asesinato se lleva a
puerta cerrada y una estructura desprovista aparentemente de andamiaje, conviven en admirable concierto.
Y ya solo te queda
admirar un relato fascinante por la facilidad con la que el autor ha conseguido despertar
tus emociones con un desenlace final totalmente inesperado.
Por una trama
absolutamente original, en la que el amor a la pintura y la admiración a Monet
es incuestionable, así como por el modo en que ha sabido recrear el ambiente de
Giverny y el ingenio demostrado en la manera en que, indirectamente, los personajes
se involucran con la obra del genio.
Esta reseña
participa en la iniciativa:
Apartado: Ocurrió
en Europa
Una novela de un
escritor/a francés o que la acción transcurra en Francia.
Hola.
ResponderEliminarAsesinatos y arte no es una mala combinación, echaré un vistazo a ver si lo encuentro.
Un saludo.
Estuve hace unos años en París e hicimos una excursión a Giverny para ver la casa de Monet. Voy a ver si encuentro este libro para revivir aquella experiencia de nuevo. Saludos!
ResponderEliminarNo te lo creerás pero leí la sinopsis cuando buscaba nuevas novelas que leer y la tengo ya anotada.
ResponderEliminarUn beso,
Me lo creo porque cuando yo leí la sinopsis, ya no pude resistirme. Gracias por comentar.
EliminarYa leí esta novela y me encantó. Tenías razón es un libro maravilloso.
EliminarUn beso,
No conocía al autor (aunque ya veo que tiene dos novelas publicadas en español) pero con una reseña tan estupenda como la tuya es imposible no desear leerla. Apuntada me la llevo, desde luego. Besos.
ResponderEliminarNo conocía el libro y me ha gustado mucho todo lo que has contado, creo que encajaría en mis gustos perfectamente, además esa casilla la tengo pendiente
ResponderEliminarMe gusta ese genero lo tendré en cuenta. Gracias por la reseña . Te mando un beso
ResponderEliminarVi el libro en novedades y me llamó la atención, veo que tuve buen ojo. Asesinatos y arte es una buena combinación. Además esas tres protagonistas tal como lo cuentas parece un cuento clásico.
ResponderEliminarBesos
Arte y crímenes, una combinación perfecta. Besos!!
ResponderEliminarJolines, pues este es uno de los libros que pueden ganarse en Masa Crítica y acabo de dejarlo pasar. :( Pues me lo llevo apuntado, porque me acabas de crear una necesidad.
ResponderEliminar¡esotes!
Una historia muy atractiva, además de original, me ha gustado mucho lo que cuentas, voy a ver si lo encuentro. Besos
ResponderEliminarQue bien que tenga una trama original ❤
ResponderEliminarCrímenes y arte es una muy buena combinación. Y por lo que cuentas, parece que el autor lo borda. Tomo muy buena nota.
ResponderEliminarBesotes!!!