DATOS TÉCNICOS:
Título: EL LIBRO DE LOS CRÍMENES
Autor: Santiago Castellanos
Editorial: Ediciones B
ISBN: 978- 84-666-6887-3
Páginas: 464
Presentación: Tapa dura con sobrecubierta
Hace unas semanas,
ojeando noticias sobre libros, me enteré de que La Biblioteca de la Medianoche había ganado el premio Goodreads
2020 a la mejor obra de ficción. Yo no soy mucho de creer que un premio, por
sistema, implique que una novela en particular te pueda gustar o ser mejor que el
resto, sobre todo por lo que tienen de subjetivos (los premios y, en la mayoría
de los casos, los jurados). Pero no fue eso lo que más me llamó la atención de
la novela, sino un párrafo entrecomillado que se ha añadido a la sinopsis del
libro:
Y rápidamente mi
cabeza, que también os anticipo que está peor que la cama de un loco (léase con
humor), extrapoló este párrafo al libro que estaba leyendo en ese momento y que
es del que hoy pretendo hablar y a otro libro
más, El alano, porque ambos transcurren en la misma época, aunque no cuentan
lo mismo, pero que han conseguido que probemos dos tipos de vida diferentes por
la oportunidad que nos han brindado sus autores al enfocar la historia desde distintas perspectivas y, lo que es más importante, que aquel
período tan significativo como fue el del siglo V de nuestra era, cuando el
Imperio Romano agonizaba sin remisión y sin cuidados paliativos, haya dejado de
ser una nebulosa en nuestra memoria para tener una idea más o menos certera de
lo que ocurrió por aquel entonces gracias a las clases magistrales que sus
autores, Santiago Castellanos y José Zoilo Hernández nos han ofrecido.
Santiago Castellanos (Logroño, 1971) es Profesor Titular
de Historia Antigua en la Universidad de León. Doctor en Historia por la
Universidad de Salamanca, ha sido Profesor Invitado en las Universidades de
Oxford (Reino Unido) y de Notre Dame (Estados Unidos). Ha dirigido proyectos de
investigación de programas de los Ministerios de Educación, Ciencia, y
Economía. Ponente en medio centenar de Congresos científicos, ha impartido
además conferencias como invitado en numerosas Universidades españolas, y en Universidades
de Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Argentina, Brasil, Alemania, entre
otros países.
Ha escrito diez
ensayos académicos, entre ellos Los godos y la cruz (Madrid, 2007), o En el
final del Imperio (Madrid, 2013), además de manuales universitarios como Los
Visigodos (Madrid, 2018). El último de ellos, The Visigothic Kingdom in Iberia,
se publicará en breve por University of Pennsylvania Press, Estados Unidos.
En su faceta más
literaria, ha escrito las siguientes novelas:
- Martyrium: El
ocaso de Roma (Ediciones B, 2000).
- Barbarus. La
conquista de Roma (Ediciones B, 2000).
- Gothia. Muerte en
Barcinona (Ediciones B, 2020).
- El libro de los
crímenes (Ediciones B, 2021).
En el siglo V, una
serie de violentos asesinatos y un libro perdido harán tambalearse los
cimientos del Imperio romano.
Año 447 d. C.
"Me quieren matar" es el inquietante mensaje que recibe el joven
Festo desde Asturica, Hispania. Hace unos años que su amigo Eugenio tuvo que
huir de Roma tras ser acusado de apoyar doctrinas diferentes al catolicismo, la
religión oficial de un imperio que se acerca a su fin, pero que hará cualquier
cosa por mantener su poder.
Al llegar a Asturica
para ayudar a Eugenio, la carrera por encontrar un manuscrito prohibido que
recoge las enseñanzas secretas de Jesús une a Festo con un grupo de herejes
llamados los Perfecti, con quienes se verá envuelto en una trama de intriga,
traiciones y violentos crímenes.
Basándose en la
existencia real del libro Memoria
Apostolorum, Santiago Castellanos vuelve a recrear magistralmente en este
thriller histórico el ocaso del Imperio romano, pero esta vez desde un prisma
diferente: el de aquellos primeros herejes que nos demostraron que, tanto
entonces como en la actualidad, el arma más peligrosa que puede empuñar un
hombre contra un imperio son sus ideas.
Roma, año 447: Conocemos
a Festo cuando acude a una cita muy importante con sus amigos maniqueos. El
encuentro tendrá lugar en una cantina de mala muerte, alejada de su casa y de
las de sus amigos, ya que viven en peligro constante desde que el obispo de
Roma ha sembrado la ciudad de espías y les consta que cualquier vecino puede
delatarlos. Ese es el motivo de acudir a ese antro para hablar tranquilos y no a
cualquier otro lugar más cómodo o más íntimo porque tienen que mezclarse con la
gente y disimular haciendo lo que hace cualquier cristiano ortodoxo: beber,
aunque ellos hayan decidido abandonar ciertos hábitos para acercarse a la Luz.
Festo tiene
veinticinco años. Nació en una localidad próxima a Roma, -a tan solo cien
millas de la ciudad eterna- en el seno de una familia adinerada, por lo que
nunca necesitó trabajar y pudo dedicarse a su gran pasión: el estudio de los
astros y de las relaciones entre el Bien y el Mal. En esa época conoció a dos
iniciados que le empezaron a proporcionar fragmentos de algunos libros de
temática variada, como apócrifos de libros cristianos o de las enseñanzas de
Manes. Después, seis años antes del comienzo de esta historia y siguiendo sus
consejos, encaminó sus pasos hacia la capital del imperio, abandonando su vida,
amigos e incluso a la mujer con la que se había prometido, para encomendarse a
la búsqueda de la Verdad.
En Roma conoció a Narciso,
un soltero como él, de cabello oscuro y rizado, que le saca unos pocos años. Es
un burócrata insatisfecho que trabaja para la Administración Imperial, lo que
le permite vivir con desahogo y a Serena, una noble romana, viuda desde hace
ocho años, que heredó una gran fortuna de su esposo, dueño de varias compañías
navieras. Es con ellos con quien va a encontrarse para tratar un asunto muy
delicado: Acaba de recibir una misiva tan inquietante como angustiosa y desea
mostrársela:
Se la envía Eugenio,
un emeritense algo jactancioso y engreído, formado en las grandes escuelas
orientales, -dado que pertenecía a una familia de comerciantes de origen
oriental aunque afincada en Emerita-, que enseguida destacó como uno de los
miembros más activos de la comunidad herética latina, por lo que tuvo que salir
huyendo cuando las persecuciones se recrudecieron en Roma y buscar refugio en
Asturica (Hispania), donde su familia tenía varios negocios que le aseguraban
el sustento.
Durante la reunión
llegan a la conclusión de que Festo debe partir en auxilio de quien reconoce que,
aunque nunca fue un amigo real, sino poco más que un conocido, no puede
resistirse ante semejante petición de ayuda.
El viaje dura
aproximadamente dos meses y, nada más llegar a la ciudad, Eugenio le pone en
antecedentes sobre la situación en la que se encuentra: han atentado contra su
vida y tiene claro que aunque se salvó in
extremis, volverán a intentarlo a la primera oportunidad. Tras mucho
meditar, ha llegado a una conclusión basada en dos supuestos alternativos: por
un lado, desconfía del obispo de Asturica, Toribio, un fanático radical muy
amigo de León de Roma, al que pretende deslumbrar convirtiéndose en el más
brillante perseguidor de los herejes y que además cuenta con la inestimable ayuda
de su diácono Gargilio, un hombre cuyas ansias de poder rozan lo delirante; por
otro lado, la otra opción es que la amenaza provenga de su propio círculo, es
decir, que la ambición de alguno de los integrantes del grupo de haeretici haya alimentado sus ansias de
acabar con él para convertirse en el nuevo líder del grupo, dada la supremacía
de la goza Eugenio entre ellos. Ante esta situación, entienden que la única
opción que les cabe es que Festo se haga pasar por un colega que viene a
analizar la situación en la que se encuentra el grupo para buscar la mejor
solución con la que abordar el acoso al que se ven sometidos por parte del
obispado. Para ello, se tendrá que entrevistar con todos los integrantes,
buscando al culpable, si lo hubiera, entre ellos.
De ese modo, una
vez presentado al resto de los miembros tras una reunión, iremos conociendo a
cada uno de ellos:
- Prócula: Tiene la misma edad que Eugenio, ronda los
cincuenta. Su cabello, de natural oscuro, empieza a blanquear por las canas. En
su juventud poseía una gran belleza que el paso del tiempo ha desmerecido,
aunque no ha podido robarle la elegancia en el porte, dada su altura y empaque.
Es altanera y reservada en el hablar, siempre parece estar enojada. Vive con
sencillez, aunque tiene una fortuna importante.
- Zoilo: Coetáneo de Eugenio y Prócula. Y, al igual
que ella, es un hombre taciturno, parco en palabras y estirado.
- Floro: De la misma edad que los anteriores, su
aspecto físico es endeble y psicológicamente podría decirse que está amargado,
aunque tiene mucho carácter. De baja estatura y hombros caídos, sus ojos
transmiten un dolor intenso, lo cual sumado a unas ojeras extremadamente
oscuras y una piel cetrina, le dan un aspecto de pesadumbre infinita.
- Avita: Natural de Emérita, su familia es
poseedora, de una gran fortuna y tienen negocios en la zona.
Tiene veinte años y vive sola. De gran belleza, tiene los ojos claros y el
cabello rubio, muy claro, al igual que su piel. Es sensible, y en cierto modo
enigmática. También es bastante desprendida y generosa, por lo que acostumbra a
realizar labores de caridad. Sin embargo, siempre parece estar ida. Está
prometida al mejor amigo del heredero del rey suevo, Requila, lo que le concede
una cierta inmunidad.
- Maura: La antítesis de los anteriores, pues es todo
lo contrario, coqueta y sensual a partes iguales, dinámica, ingeniosa, ambiciosa
y guapa hasta la saciedad, de cabellos castaños, tiene una maldad que muy pocos
conocen, focalizada en particular contra los que ella considera traidores o
mediocres. No comparte con el resto de la comunidad los preceptos de castidad,
sino todo lo contrario.
- Silvano: Valiente y audaz, demasiado impulsivo,
rozando la agresividad. Tiene unos veinte años y, precisamente por su edad, sorprende
su hermetismo. Es alto, aunque no excesivamente corpulento, pero con elegancia
natural. De tez pálida, tiene las ojeras demasiado marcadas.
- Lucrecio: De la misma edad que Avita, es un bocazas
de manual, altivo, superficial hasta la extenuación y, en ocasiones, violento.
Delgado, pero de constitución fuerte. Cabello corto y ojos muy redondos.
Y, por si había
poca leña que cortar, a este puzle le falta una pieza fundamental: El Memoria Apostolorum, el libro prohibido
por excelencia, hasta el punto de que ha llegado a convertirse en ese oscuro
objeto de deseo para quienes persiguen a sus hipotéticos tenedores, como es el
caso de Toribio y su inefable diácono, -porque eso implicaría la condena
implícita de sus dueños- y en un mito para quienes discrepan con la autoridad
episcopal, como es el caso de los herejes, sean de la corriente que sean, al
convertirse en una vía de escape única con la que justificar sus apreciaciones acerca
de la doctrina de Jesús sostenida por la Iglesia o bien para agarrarse a ese
clavo ardiendo que para muchos otros supondría la vuelta a la religión
practicada en el imperio antes del catolicismo. En teoría, agrupa las enseñanzas
secretas que Jesucristo impartió a los apóstoles y algunos coloquios muy específicos
que mantuvieron y de los que nunca se dejó constancia ni en los Evangelios
canónicos legítimados por la Iglesia ni en los ilegítimos, como era el caso de
los apócrifos.
Y, con estos
mimbres, comienza la fiesta; es decir, que el asesino se ha puesto las pilas y
ha decidido entrar en acción, mientras que nuestro querido Gargilio, sigue
haciendo de las suyas, que a este pobre infeliz cuando lo buscas en Google te
aparece como sinónimo de jartible y no se le ocurre otra cosa que tender una
trampa con soplón incluido a algunos miembros de la comunidad –Festo, Eugenio,
Floro y Zoilo- y estos son juzgados. Y hasta ahí puedo leer.
Porque a estas
alturas de la novela, esta empieza a tener hechuras de thriller, pero no os
equivoquéis, que no lo es. Simplemente es que no puedes dejar de leer, porque
te absorbe, porque la intriga te puede, porque te involucras de tal modo que te
sientes un personaje más, así que, queridas editoriales, dejáos de etiquetas,
que los lectores sabemos lo que hay. Y a este libro, precisamente, le sobran
atributos como para añadirle otros que no necesita, porque, precisamente, parte de su encanto
reside en su esencia, porque es un plato cocido a fuego lento, bien aderezado,
exquisitamente trabajado y cocinado con mimo y dedicación.
Por ello, no quiero
terminar sin hablaros de un detalle que me ha parecido sublime: al principio
casi se me pasaba inadvertido, hasta que reparé en lo mucho que disfrutaba
cuando el narrador hacía una serie de observaciones que de pronto relacioné con
una técnica teatral: romper la cuarta
pared.
Vale, imagino que
estaréis diciendo que ya está Kayena con sus tontunas, que os conozco, pero es
que me ha fascinado. Quienes hayáis leído la novela, imagino que os habréis
fijado en que el narrador, en muchas ocasiones, relata una situación
determinada y a continuación hace una reflexión que parece dirigida a ti
especialmente. Os pongo un ejemplo:
Este párrafo no
forma parte de un diálogo, no es que un personaje se esté dirigiendo a otro,
sino que es el narrador, tras una discusión entre dos personajes, quien nos
hace esa observación a nosotros.
Pues a esto se le
podría decir que se ha roto la cuarta pared. Imaginaos que esta escena se está
representando en un teatro. El escenario, como sabéis, tiene tres paredes:
izquierda, derecha y fondo. La cuarta es la que separa al público de la escena
y por eso, cuando un personaje se dirige al público para contarle algo o, como
es este caso, el narrador, interactúa con el lector, se dice esto.
Si por el contrario
no has leído la novela, intenta fijarte en este detalle cuando lo hagas y, si quieres, hablamos
al respecto.
Creo que se nota
que me ha gustado este libro y si no es así, os lo digo ya: ¡me ha encantado!.
Me he dejado cosas en el tintero, me habría gustado hablar de la labor de
documentación, claro que viendo la biografía del autor, cualquiera se hace a la
idea de cómo ha debido ser el proceso. Pero no solo eso: me ha fascinado (sé
que me estoy repitiendo, pero esta es la palabra adecuada), saber que hay mucho
de realidad en lo que aparentemente es ficción y el modo en que se ha encajado
me ha impresionado. También me hubiese gustado contar lo mucho que he
disfrutado mientras asistía a esta clase magistral de historia contada con una
naturalidad tal que todo lo complejo que puede resultar ese período, por falta
de información, se ha convertido en algo sencillo gracias al oficio de Santiago
Castellanos. Pero me reservo para la siguiente, que ya tengo fichado al autor.
Esta reseña participa en la iniciativa:
Apartado: Made in Spain
El protagonista es un detective
#SeguiremosBailando
Una reseña completísima, vas a tener que patentar tu método porque no se te escapa ningún detalle. Coincido contigo en todo lo que dices, para mi ha sido una lectura de las que marcan. Besos
ResponderEliminarEstupenda reseña, como siempre. Coincido contigo en todos los puntos, y tampoco creo que haya hecho falta calificar la historia como thriller, porque como bien dices "es un plato cocido a fuego lento, bien aderezado, exquisitamente trabajado y cocinado con mimo y dedicación". Me había dado cuenta de lo que cuentas de los momentos en los que parece que el narrador se dirige al lector, aunque desconocía que a esa técnica en teatro se la conociera como "romper la cuarta pared". A mí me ha gustado que el autor soltara de vez en cuando esas reflexiones de manos del narrador. Besos.
ResponderEliminarBueno bueno una gran reseña en la que no dejas pasar detalle, eso es leerse un libro con detenimiento. Bárbaro! La parte que más me ha gustado ha sido la parte histórica que el autor detalla de forma magistral asi como la ambientación, me he trasladado al siglo V desde mi sofá. Genial!
ResponderEliminarFíjate, me parece muy interesante lo que dices sobre la cuarta pared, es algo de lo que no me he dado cuenta durante la lectura. También de acuerdo en que la novela es como una clase magistral de historia, por todo lo que aporta y por la documentación. Gran reseña. Un beso.
ResponderEliminarAy, las etiquetas. Qué poco me gustan. Aquí no he coincidido con la editorial.
ResponderEliminarUna reseña muy completa con un análisis de personajes y trama acertado.
A mí los personajes me han gustado pero no convencido. Me ha gustado mucho más la ambientación histórica.
Besos
Sí se nota que te ha encantado este libro,jajajaj. Pues a mí también me ha gustado lo que has contado así que a la lista.
ResponderEliminarUn beso,
Tiene un parecido al El Nombre de la Rosa :o me lo apunto a ver que tal me va con esta historia :D
ResponderEliminarUn besote desde Plegarias en la Noche.
Lo tengo apuntado ❤
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarEste libro lo voy a dejar pasar, no me llama mucho y ademas no es un genero que suela leer. Gracias por la reseña.
Nos leemos.
Hola. Pues sí, se nota que te ha gustado mucho la novela. Me has hecho revivir la lectura por momento. Gracias por organizar lecturas simultáneas tan buenas. Besos. Maravillosa reseña.
ResponderEliminarPedazo de reseña!!!!!!! Estoy de acuerdo contigo, una de las cosas que más me ha gustado ha sido la ambientación y la clase de Historia impartida durante la trama tan bien encajada en ella. En cuanto a las reflexiones del narrador me han gustado mucho, tanto que algunas me las he guardado. Besazos!!!!
ResponderEliminarGrandisima reseña. A pesar de mis años de teatro no había caído en lo de la cuarta pared. Un beso.
ResponderEliminarVaya envidia que me has dado con esta reseña. Está claro que me he perdido una novela que merece la pena. Tendré que comprármela porque me apetece leer algo de esta época.
ResponderEliminar¡Hola, Kayena!
ResponderEliminarUna reseña espectacular 👏🏻 Se nota que el libro te ha fascinado.
Me ha llamado la atención todo lo que nos cuentas sobre "El libro de los crímenes" por lo que sin duda apunto tu sugerencia, imposible decir que no a esta lectura tan impresionante.
Gracias por la reseña, me ha encantado leer tu opinión.
Un gran abrazo y feliz semana ;)
Hola wapa! Me ha encantado tu reseña, no conocia este libro y se ve fabuloso!! Por cierto, te acabo de encontrar a través del blog de otra chica y me ha gustado tanto tu blog que te he empezado a seguir. Me gustaría que también pasaras por mi blog para seguirme y darme tu apoyo, vale? Te espero! =)
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarCon esta pedazo reseña queda más que claro que ha sido una lectura que has disfrutado y por mi parte, aunque suelo disfrutar de este tipo de historias, hay algo que no termina de convencerme del todo así por ahora no creo que me anime.
Un saludo.
¡Hola!
ResponderEliminarPues la verdad es que no es un tipo de libro que suela leer la verdad pero me alegro mucho de que tú lo hayas disfrutado.
Gracias por tu opinión, un abrazo.
Se nota que has disfrutado mucho con esta lectura. De lo que dices sobre la técnica de romper la cuarta pared, me había dado cuenta, pero no sabía cómo se llamaba esa técnica. Una cosita que aprendo con tu reseña. El libro me ha gustado también, sobre todo por su gran ambientación histórica.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola! Yo no he leído nada de Santiago Castellanos aunque sí he visto varios de sus libros por aquí y por allá, pero no estoy segura que sean historias para mi... de momento los dejaré pasar pero no los descarto por si en un futuro se me cruzan por el camino jaja
ResponderEliminarMuy bonita y completa tu reseña, me encantó leerte.
¡Un saludo grande!
Hola!
ResponderEliminarVaya si se nota que te ha gustado 😍😍😍😍 estupenda reseña, desde luego tras leerla dan ganas de dejarlo todo e ir a por el libro.
En cuanto a "romper la cuarta pared" alguna vez he notado ese tipo de recurso en algunos libros pero no sabía que tenía nombre.
Besos!!
Acabo de terminar un libro sobre el Imperio romano y oye, me he quedado con ganas de más. Me llevo este apuntado, que hablasteis muy bien de él en la lectura conjunta y, si lo firma un profesor de Historia Antigua, seguro que sabe de lo que habla. ¡Y esa cubierta me encanta!
ResponderEliminarBesos.
Sí que se nota que te ha gustado mucho, como a mí. No conocía eso de la cuarta pared y me fijaré en ese recurso la próxima vez que me lo encuentre.
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