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miércoles, 31 de octubre de 2018

LOS CRÍMENES DE MITFORD, de Jessica Fellowes


DATOS TÉCNICOS:

Título: LOS CRÍMENES DE MITFORD
Autora: Jessica Fellowes
Traductora: Rosa Sanz
Editorial: Roca
Colección: Novela
ISBN: 978-84-17167-81-3
Páginas: 400
Presentación: Tapa dura con sobrecubierta






Corría el mes de junio cuando Andrea Tommasini, editor de Roca Internacional, me habló de esta novela y me propuso el llevar a cabo una Lectura Simultánea de la misma en Twitter. He de decir que, desde el primer momento, sentí un flechazo por ella. Y es que ¿quien es capaz de resistirse a un crimen envuelto en el misterio que se desarrolla en un tren en el Londres de 1920? Yo, desde luego que no. Y lo mejor vino después, cuando me habló de la autora y su relación con Downton Abbey, serie que he seguido durante temporadas y que me impresionó desde su estreno. Así que ya me diréis quien se iba a negar. Si a ello le añadímos que será la primera de una serie basada en las hermanas Mitford, personajes reales pertenecientes a una familia aristocrática emparentada con Winston Churchill y que fueron famosas, además de por su belleza, por muchas otras cualidades y no por este orden; de hecho, llegaron a decir de ellas que eran "las mujeres más bellas y enloquecidas de Inglaterra", así que imaginaos mi sorpresa, porque sin conocerlas de antemano, enseguida busqué información sobre sus biografías, que os aseguro que son de lo más fascinantes, en cualquiera de los casos.


Jessica Fellowes es escritora, periodista y conferenciante.

Conocida por ser la autora de cinco libros oficiales de Downton Abbey, gracias a ellas se consolidó como autora best seller de The New York Times y del Sunday Times. Anteriormente fue editora de Country Life y columnista para Mail on Sunday. Ha escrito numerosos artículos para medios como Daily Telegraph, The Guardian, The Sunday Times y The Lady. Como conferenciante ha asistido a numerosos eventos tanto en Inglaterra como en Estados Unidos, así como varias apariciones en radio y en televisión. Vive en Londres y en Oxfordshire con su familia.

(Datos facilitados por la editorial).




Seis hermanas. Toda una vida de misterio. Una familia incomparable.

Estamos en 1919, y Louisa Cannon sueña con escapar de su vida de pobreza en Londres y, sobre todo, de su peligroso y opresivo tío.

La única salvación para Louisa es una posición dentro de la casa de los Mitford en Asthall Manor, en el campo de Oxfordshire. Allí se convertirá en institutriz, acompañante y confidente de las hermanas Mitford, especialmente de Nancy, de dieciséis años, una chica joven y mordaz, fantasiosa e imaginativa.

Sin embargo, una enfermera de nombre Florence Nightingale Shore, será asesinada en un tren a plena luz del día, y Louisa y Nancy se encontrarán envueltas en los crímenes de un asesino que hará cualquier cosa para ocultar su secreto.





Comienza el prólogo de la novela con una cita indispensable: la del 12 de enero de 1920. No es baladí, dado que ese día se produce un hecho relevante, hasta el punto de que casi toda la trama de la novela gira en torno a él.

Resulta que Florence Nightingale Shore, recién jubilada como enfermera de guerra y con cincuenta y cinco años recién cumplidos, tiene intención de retirarse e irse a vivir a la costa inglesa, pero antes de eso y para hacerse una composición de lugar, ha dedidido hacerle una visita de unos días a una vieja amiga -Rosa Peal-, que regenta un salón de té en Saint Leonards-on-Sea. Es por ello que se dirige a la estación Victoria para tormar un tren que la llevará, en principio, a Lewes, para continuar después hasta la localidad costera en la que vive su amiga. Sin embargo, nunca llegará a su destino. Será asesinada.


Y, a continuación, la autora nos mete en harina y nos traslada a unas semanas antes, justo a la víspera de navidad de 1919. Conoceremos a Louisa Cannon, una joven de dieciocho años que vive con su madre, lavandera de profesión, que desde que se quedó viuda se está dejando la vida en tales menesteres y de su tío Stephen Cannon, que se instaló en la casa tras el funeral del hermano y vive a costa de la precaria economía de las mujeres. Decir de él que es un botarate es quedarme corta, pero como lo único que se me ocurre para definirle  son los exabruptos más fuertes del diccionario, así que casi que os pongo un ejemplo para que os hagáis una idea de lo que es el presente de Louisa y el futuro que la espera a su lado.


Aprovechando que con las fiestas que se avencinan la gente sale a la calle a realizar sus compras navideñas, Louisa, coaccionada por su tío, se dedica mezclarse con la multitud y robar pequeñas cantidades de dinero a los más descuidados para dárselo a él. Lleva bastante tiempo haciéndolo y es incapaz de decírselo a su madre. Pero intentará salir del paso cuando descubre que su tío pretende ofrecérsela a distintos tipos para saldar de ese modo las deudas que tiene contraídas con ellos.



La salida se la brinda una vieja amiga de la infancia -Jennie- a quien la vida parece sonreirle. Se encuentra con ella, que va acompañada de Nancy Mitford, esa víspera de navidad a la que antes aludía, mientras pasea por el centro de Londres. Su amiga le cuenta que los padres de la chica andan buscando una niñera con urgencia y a Louisa se le abre el cielo, por lo que decide escribir a la residencia de los Mitford para ver si tiene una posibilidad.

Pero pasan los días y no obtiene respuesta. Y su tío decide poner en marcha su repugnante plan, hasta el punto de meterla en un taxi y de ahí en un tren con destino a Hastings, para que se acueste con un acreedor. En un forcejeo en el taxi descubre que del bolsillo del abrigo de su tío aflora una carta y como buena descuidera aprovecha la ocasión para hacerse con ella, pues teme que sea la respuesta largamente esperada. Claro que lo conseguirá una vez dentro del tren. No obstante, una vez que la tiene consigo, no duda es lanzarse a las vías del tren.


Unos agentes de la policía ferroviaria la ayudan a que se asee un poco y, aunque es un poco tarde para la entrevista fijada por los Mitford, acude igualmente a la mansión. Nancy la reconoce y consigue el empleo.


Al día siguiente, al leer el periódico, descubre que ella cogió el mismo tren que Florence Nightingale Shore. Y una serie de casualidades e imprevistos a lis que se añadirán la curiosidad innata de Nancy y la perseverancia de Louisa, harán que se disparen sus alarmas y decidan investigar.


Pues bien, esto sería a grandes rasgos la base del relato. Sin embargo, no vayáis a pensar que es la típica novela de misterio que busca como única opción descubrir un asesinato. No. Los crímenes de Mitford es mucho más que eso, porque en ella se dan cita unas características especiales; por un lado, podríamos hablar de novela costumbrista al estilo inglés. Es decir, podría poner la etiqueta que define este tipo de historia, pero me da pereza. Para que os hagáis una idea los amantes de las seríes, se correspondería con las del tipo Downton Abbey, Arriba y abajo o The Crown. O lo que es lo mismo, historias en las que el lector (o espectador) conoce todos los entresijos de lo que ocurre en una mansión aristocrática, tanto la parte que corresponde a los señores como a los miembros del servicio, siendo Louise el hilo conductor entre unos y otros.


Y, para rizar el rizo, el libro se ampara en personajes de carne y hueso para darle visos de realidad. Por un lado, tenemos a Florence Nightingale Shore, que realmente existió. Nació el  10 de enero de 1865 en Stamford, (condado de Lincolnshire, Inglaterra) y murió, tal y como se relata en la novela, el 12 de enero de 1920, después de ser hallada inconsciente en el compartimento de un tren que viajaba con destino a Sussex. Aunque fue trasladada a un hospital, no pudo sobrevivir a las violentas heridas que le propinó su asesino en la cabeza. Dedicó su vida a sanar enfermos, al igual que su tía, madrina y tocaya al heredar su nombre, la famosa Florence Nightingale, que transformó y modernizó el mundo de la enfermería. También es real tanto la situación en el andén que protagonizan Florence y Mabel Rogers que se describe en la novela. La segunda fue a despedir a la primera y eran amigas desde hace años.


Y, lógicamente, estarían las hermanas Mitford (o toda la familia), como ya adelanté al principio.




 

No sé si he sido lo suficientemente clara a la hora de explicar los motivos por los que me ha gustado tanto esta novela, pero intentaré concretarlos.

Es verdad que siempre me han gustado este tipo de relatos, tan british ellos y que tanto echo de menos a menudo. Esta novela, no podría ser de otro modo, es un firme exponente de lo que durante muchos años leía con fruición y, en alguna época, devoraba.


He de admitir que la autora consigue estar a la altura de los mejores en el género. Y lo hace por su esmero en las descripciones, ya sean de lugares o personajes (y los hay de todos los gustos, de todos los estratos sociales y de todas las condiciones) la ambientación es una delicia. Da igual que te describa un paisaje, una forma de vivir o los usos y costumbres de la época. Jessica Fellowes te hace soñar porque no repara en ningún detalle. De hecho, enseguida te pone en situación, te obliga a transitar por esas calles de Londres de 1920 donde se daban cita todas las clases sociales; o te lleva a la campiña inglesa, donde tienen su residencia los Mitford. 


Por no hablar de los temas que trata la novela, que son también muchos y variados. A fin de cuentas, estamos en un periodo de entre guerras, donde la sociedad sufre un cambio radical y no precisamente por la crisis económica que la situación conlleva y que Jessica Fellowes retrata a la perfección.


En definitiva, si la palabra crimen te altera las neuronas y esperas encontrar una novela de ritmo vertiginoso, no te acerques a ella. Sin embargo, si quieres recrearte con buenas descripciones, conocer una época y un entorno además de resolver un crimen, este es tu libro.
 



 



lunes, 22 de octubre de 2018

TRES MIL NOCHES CON MARGA, de Pedro Ramos



DATOS TÉCNICOS:

Título: TRES MIL NOCHES CON MARGA
Autor: Pedro Ramos
Editorial: Destino
Colección: Áncora & Delfín
ISBN: 978-84-233-5429-0
Páginas: 304
Presentación: Rústica con solapas



Cuando Alba Fité, editora de Destino, me escribió para hablarme de esta novela, solo me bastó una frase para enamorarme de ella a simple vista. Me decía: "...Para mí ha sido todo un descubrimiento. Tanto, que Marga me acompañará durante largo tiempo en mi particular lista de libros con alma". Porque eso es lo que siempre ando buscando y pocas veces encuentro, como cualquier lector. Libros con alma que te marquen de algún modo, libros que te remuevan de alguna manera, que te hagan sentir y te transmitan un poco de lo mucho que esta novela en particular lo ha hecho. Historias aparentemente corrientes, en las que reconoces a los personajes como persona de carne y hueso, como viejos conocidos o, quien sabe, como miembros de tu propia familia.

Sin embargo, cuando leí en título de la novela, sentí un run run muy particular, pues me sonaba a algo muy conocido y, enseguida, vino la explicación en el mismo correo, donde Alba explicaba que hacía referencia a una canción de Antonio Vega, de igual nombre, y las razones de tal elección por parte del autor:

"Me transportaba a aquella Galicia que yo estaba intentando recrear a más de 1000 kilómetros de distancia, bajo un cielo completamente despejado. Curiosamente, la forma final se la di durante mi primer año en Málaga. Es curioso como funciona el cerebro."

Para, a continuación, a modo de banda sonora de la novela, ofrecernos la play list de Spotify con la música que sirvió de lazarillo a Pedro Ramos mientras la escribía.





Pedro Ramos (Madrid, 1973). Escritor y profesor de escritura creativa, es miembro de la European Association of Creative Writing Programmes, ha colaborado con los talleres Clara Obligado y Fuentetaja de Madrid y dirigió la escuela Polisemias en A Coruña.

Además de guionistas, también ha escrito una obra de teatro y una serie para smartphones, del mismo modo que ha realizado algunos espectáculos multidisciplinares y codirigido un documental.

Novela:
- El coleccionista de besos (Edebé, 2018).
- La playa de los cristales (Edebé, 2017).
- Todo es mentira (Trifolium, 2014).
- Masculino singular (Edaf, 2006)

Poesía:
- Enelpaísdelosméritos (Noroeste, 2010).






Marga es una joven bióloga gallega, brillante en su profesión, que trabaja como investigadora en Alaska desde hace seis años. Desde entonces nunca ha vuelto a A Coruña para visitar a su familia, y el vínculo se reduce a las pocas llamadas telefónicas con su madre.

Pero en su última conversación recibirá la noticia de la enfermedad de su padre y, a pesar del miedo a enfrentarse a los fantasmas de su pasado, decidirá regresar de inmediato. El rencuentro familiar abrirá inevitablemente heridas mal curadas, y Marga se debatirá entre contar aquello que la hizo alejarse de todos sin dar más explicaciones o mantenerlo en secreto, y seguir viviendo en un extraño equilibro entre el sentimiento de culpa y la responsabilidad de amparar a los suyos.


Una novela cautivadora que nos sumergirá en la vida de Marga, sus veranos de juventud y el primer amor, y reconstruirá con la complicidad del lector los años de una familia que tuvo que bregar con el cambio de mentalidad de un país desde finales de los ochenta hasta la actualidad.


Un sorprendente hallazgo literario.





En mayo de 2009 murió Antonio Vega, el que fuera compositor de una de las canciones más emblemáticas del pop español -Chica de ayer- en la década de los '80 y que se incluyó en el primer álbum de Nacha Pop, uno de los máximos exponentes de lo que se conoció como la Movida Madrileña. Sin embargo, no me quiero referir a este trabajo, sino a otro que vió la luz años después, cinco años antes de que el cantante nos dejara: "Tres mil noches con Marga", un LP compuesto, grabado y editado íntegramente por el autor madrileño, con el que rendía homenaje a su compañera Margarita del Río, que murió un año antes.

¿Y por qué digo todo esto? No hay que ser un lince para darse cuenta que tanto el trabajo de Antonio Vega como el libro del que hoy os hablo comparten el mismo título. Si a ello le añadimos que el autor ha facilitado una play list de Spotify que comienza con esta canción, aunque luego serán otras distintas a las del disco las que le sirvan de banda sonora de la novela, se diría que se entienden muchas cosas. Según el autor, la canción de Antonio Vega consiguió trasladarle a la Galicia que él pretendía reproducir durante el proceso de escritura. Y vaya si lo ha conseguido, porque ha sido capaz tanto de trasladarnos a esa Ribeira Sacra donde transcurre la acción como al momento histórico donde la emplaza. Y lo ha hecho con nota.

No obstante, hay un matiz que no quiero que se me escape. Posiblemente no tenga importancia; de hecho, puede que sea la típica ida de olla que a veces tengo cuando me da por hacer asociaciones de ideas. Y es que resulta que, precisamente, he recordado una entrevista que le hicieron a Antonio Vega cuando publicó este trabajo y hablaba de esta canción en concreto, así que me he ido a buscarla y no he podido evitar hacer ciertos paralelismos cuando decía: "Es la síntesis, el resumen de los ocho pasajes de nuestra vida, que van de lo naif, a lo dramático o lo enigmático.", porque precisamente la novela también es la síntesis de la vida de Marga, solo que los ocho pasajes, que en el disco serían las canciones, en el libro serían las tres épocas que recoge el relato, esos momentos tan determinantes de la existencia de la protagonista que marcaron un punto de inflexión en cada uno de ellos, un reinventarse cíclicamente, para seguir viviendo. El punto naif lo encontraríamos en la primera etapa, en aquellos veranos apacibles en el pueblo de su padre, hasta que la adolescencia se truncó por culpa de la heroína; lo dramático vendría once años después cuando acude a la boda de su hermano y lo enigmático llega en la tercera etapa, cuando es capaz de regresar de nuevo a encontrarse con su familia dispuesta a desvelar el secreto que lleva guardando durante años.

Pero vayamos al grano, que me disperso con una facilidad pasmosa. Tres mil noches con Marga es la historia de un secreto. O la historia de una familia rota por un secreto. O la de un secreto que marca la vida de su protagonista y por extensión la de toda su familia. O cualquier definición en el que esa palabra esté presente.

Para conocerlo, tendremos que viajar en el tiempo, a lo largo de tres décadas, porque la novela, como decía anteriormente, está estructurada en tres etapas distintas en la vida de su protagonista y que distinguiremos perfectamente porque están muy bien definidas e independientemente de que estas se vayan simultaneando en cada capítulo, estos siempre van titulados del mismo modo según el momento y contados en tercera persona por un narrador omnisciente de manera lineal:


- Primera etapa: Heroína. Transcurre en el verano de 1986. Margarita, una adolescente de fuerte carácter a sus apenas quince años, se ha trasladado junto con su familia, como todos los años, al pueblo de su padre. Allí se enamora de un amigo de la infancia y cae, como muchos jóvenes de la época en el abismo de las drogas, concretamente la heroína, ante la impotencia de sus padres que pudieron rescatarla, in extremis, de un mal viaje. Ese momento trastocó su vida y la de toda su familia.
 


- Segunda etapa: Matrimonio. Vuelve a ser verano, en este caso el de 1997 y Marga regresa a Galicia recién doctorada para asistir a la boda de su hermano. Su madre es la única que ha asistido a la ceremonia y en los postres de la celebración le propone que asista a los preparativos y enlace de su hermano que, curiosamente, coincide con el secuestro y ejecución de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA. Allí vuelve a reencontrarse con su primer amor, con quien ha mantenido una relación intermitente a lo largo de los años que se ha ido desvaneciendo en el tiempo. Pero, sobre todo, vuelve a tomarle el pulso a su familia, de la que se había desvinculado a lo largo de los años. Sin embargo, la relación con su padre, un machista de manual que siempre ha mostrado interés cero por las inquietudes de su hija, sigue siendo distante. Y será en ese momento cuando se produzca el origen de ese secreto que Marga guarda celosamente y que a ti te irá devorando a lo largo de la trama.

- Tercera etapa: Navidad. Marga ahora es M., una brillante investigadora en la Universidad de Alaska Fairbanks. Han sido muchos años de esfuerzo y dedicación los que le han costado llegar allí y se siente satisfecha de su éxito y de su suerte en el terreno sentimental junto a Allan. Hasta que una inesperada llamada de su madre le recuerda que a miles de kilómetros tiene una familia. Y que su padre se encuentra en las postrimerías de su vida víctima de un cáncer incurable. Y decide regresar a sus orígenes con la intención de poner las cartas sobre la mesa y desvelar su secreto. El mismo que la alejó de su familia y que la condenó al ostracismo. Pero no será fácil, porque nada lo es en la familia Durán.
 

Pues bien, llegados a este punto, solo puedo contar bondades de esta novela que, a priori, me pareció sencilla porque parecía una trama sin grandes pretensiones. ¡Qué equivocada estaba!. Y es que el eterno dilema entre las formas y el fondo aquí juega una baza fundamental y lo elevan al nivel de lo sublime. Porque con una prosa sencilla, sin grandes complicaciones, las metáforas te sorprenden, la narración te engancha en las primeras páginas con una llamada que presagia que nos encontramos ante una gran historia y desde ese momento te envuelve. Y te sorprende, porque la protagonista es dura como el mármol, porque a medida que pasas páginas, te resulta difícil empatizar con ella y, sin embargo, intuyes que hay razones de peso para que sea de esa manera y no de otra.

Y, efectivamente, es ese secreto que se guarda sigilosamente el que te mantiene y te desquicia. Porque nada te cuadra, porque no encuentras las razones para determinados comportamientos y, cuando lo descubres, juras en arameo y todo aquello que no te encajaba, armoniza a la perfección. Y sientes que le debes una ovación al autor por todo lo que te ha regalado. Porque hay historias que te llegan al alma.


¿Y sabes qué? Que esta vez ni siquiera voy a escribir el apartado de conclusiones, porque si no las tienes claras, alma de cántaro, es que esta no es tu historia y tu gusto literario está un poco oxidado.


Sin embargo, no me voy sin valorarla... ¡hasta ahí podíamos llegar!