DATOS TÉCNICOS:
Título: LA MIRADA DE LA AUSENCIA
Autora: Ana Iturgaiz
Editorial: Roca
Colección: Histórica
ISBN: 978-84-17305-00-0
Páginas: 384
Presentación: Tapa dura con sobrecubierta
Desde que #SoyYincanera comenzase a caminar hace justo un año con la Lectura Simultánea de Por encima de la lluvia, de Víctor del Árbol, pocas han sido las novelas que hemos leído en esta iniciativa que nos hayan decepcionado; de hecho, se podrían contar con los dedos de una mano y nos sobrarían algunos. Es verdad que cualquier libro de Víctor del Árbol es siempre una apuesta segura, pero cuando se comienza algo poniendo un listón tan alto, os podéis imaginar lo mal que lo pasamos Carmina y yo cada vez que nos planteamos elegir autores a los que todavía no conocemos porque todavía no los hemos leído... ¡temblamos!, hasta el punto de que, en bastantes ocasiones, preferimos leer sus novelas antes de plantear una Lectura Simultánea a nuestros compañeros para no errar el tiro. No es fácil arrastrar a otros a leer lo que tu eliges, aunque, cuando se ha dado el caso, nos han perdonado el "fallo" porque otra cosa no será, pero somos un buen equipo y nos llevamos a las mil maravillas. Es lo que tiene leer juntos: se estrechan unos lazos, invisibles pero sólidos, de camaradería que poco a poco se ha ido convirtiendo en amistad.
Y ahora que ha pasado un año desde que comenzó esta aventura, doce meses en los que nos hemos divertido tanto gracias a una afición compartida que solo da alegrías, iniciamos una nueva temporada con las mismas ganas de entonces, si no más. Y por ello, solo nos bastaba encontrar una novela especial, que gustase a todos, que tuviese de todo, incluso ese "puntito" dulce que nos hiciera más llevadero el momento de volver a reencontrarnos con lo sórdido, con los bajos fondos, con esos escenarios que ya forman parte del ADN de #SoyYincanera, porque nos pone mucho lo criminal, dado que es lo mejor define este grupo de amantes de la novela negra que siempre en busca del asesinato perfecto.
Y la ocasión nos la brindó Roca Editorial con una novela que ha hecho las delicias de la mayoría y, de paso, aprovechamos la ocasión para acompañar a su autora desde el primer momento en que su novela empieza a rodar, pues hoy sale a la venta La mirada de la ausencia, de Ana Iturgaiz.
Ana Iturgaiz (1965, Getxo, Vizcaya). Licenciada en Historia por la Universidad de Deusto, su carrera profesional está supeditada al ámbito de las bibliotecas y los archivos.
Ha editado varios cuentos en distintas antologías, así como cinco novelas y numerosos relatos.
Novelas:
- Bajo las estrellas, (Vergara, 2012). Finalista del Premio de Novela Romántica 2010, organizado por Ediciones B y El Rincón de la Novela Romántica.
- Es por ti (2012).
- Acordes de seda (2013), Premio al mejor romance histórico 2013 otorgado por la revista Romántica’s. También quedó finalista del I Concurso de Relato Corto Rincón de la Novela Romántica y del IV Certamen de Relatos Breves de RENFE. La editorial Rubeo ha incluido dos de sus relatos en sendas antologías.
- Tu nombre al trasluz (2014).
- Arriésgate por mí (2014).
- La mirada de la ausencia (2018).
El 21 de febrero de 1874 el ejército carlista pone cerco a la ciudad de Bilbao. En la ciudad asediada se encuentran Javier Garay, un fotógrafo de postales eróticas, e Inés Otaola, una planchadora sin trabajo, a la que el hambre obliga a ejercer de modelo para Javier.
Sin embargo, las aspiraciones de Javier no pasan por quedarse encerrado en la ciudad sitiada sino en ejercer de reportero de guerra para los periódicos más importantes del país y conseguir el éxito que siempre ha deseado. La ocasión le llega cuando el gobierno liberal le propone la posibilidad de infiltrase tras las líneas enemigas y él la aprovecha sin dudarlo. Lo que no se imagina es que Inés lo arrastrará al campo de batalla con él.
Por su parte, Inés, que fue expulsada hace cinco años del caserío familiar junto a su abuela y su hermano, nunca imaginó que regresaría a su hogar y mucho menos sin ellos. Tampoco sospechó que el fotógrafo sería su oportunidad para huir de la ciudad destruida para volver al lugar en el que nació.
En medio de la destrucción, ambos se convierten en el refugio del otro. Sin embargo, la guerra y las sospechas de los militares conseguirán separarlos.
Ana Iturgaiz (1965, Getxo, Vizcaya). Licenciada en Historia por la Universidad de Deusto, su carrera profesional está supeditada al ámbito de las bibliotecas y los archivos.
Ha editado varios cuentos en distintas antologías, así como cinco novelas y numerosos relatos.
Novelas:
- Bajo las estrellas, (Vergara, 2012). Finalista del Premio de Novela Romántica 2010, organizado por Ediciones B y El Rincón de la Novela Romántica.
- Es por ti (2012).
- Acordes de seda (2013), Premio al mejor romance histórico 2013 otorgado por la revista Romántica’s. También quedó finalista del I Concurso de Relato Corto Rincón de la Novela Romántica y del IV Certamen de Relatos Breves de RENFE. La editorial Rubeo ha incluido dos de sus relatos en sendas antologías.
- Tu nombre al trasluz (2014).
- Arriésgate por mí (2014).
- La mirada de la ausencia (2018).
El 21 de febrero de 1874 el ejército carlista pone cerco a la ciudad de Bilbao. En la ciudad asediada se encuentran Javier Garay, un fotógrafo de postales eróticas, e Inés Otaola, una planchadora sin trabajo, a la que el hambre obliga a ejercer de modelo para Javier.
Sin embargo, las aspiraciones de Javier no pasan por quedarse encerrado en la ciudad sitiada sino en ejercer de reportero de guerra para los periódicos más importantes del país y conseguir el éxito que siempre ha deseado. La ocasión le llega cuando el gobierno liberal le propone la posibilidad de infiltrase tras las líneas enemigas y él la aprovecha sin dudarlo. Lo que no se imagina es que Inés lo arrastrará al campo de batalla con él.
Por su parte, Inés, que fue expulsada hace cinco años del caserío familiar junto a su abuela y su hermano, nunca imaginó que regresaría a su hogar y mucho menos sin ellos. Tampoco sospechó que el fotógrafo sería su oportunidad para huir de la ciudad destruida para volver al lugar en el que nació.
En medio de la destrucción, ambos se convierten en el refugio del otro. Sin embargo, la guerra y las sospechas de los militares conseguirán separarlos.
Febrero de 1874: Los carlistas acechan Bilbao, pero, para Inés Otaola, ese es el menor de sus problemas, ya que ha perdido su trabajo como planchadora en la casa de los Allendesalazar. Dicen que la curiosidad mató al gato, aunque en su caso, fue la casualidad quien hizo que reparara en unas fotografías que el dueño de la casa guardaba en el cajón de la cómoda donde ella tenía que guardar las prendas que le planchaba. Y las vió, claro, y mientras las ojeaba entre el arrobo y la perplejidad, dado que se trataba de postales eróticas, la descubrió su señora y la puso de patitas en la calle como si con eso pudiese tapar de un tirón sus miserias y su propia vergüenza.
Como consecuencia de ello, el miedo le atenazó el estómago dada su precaria economía y se ve obligada a mendigar un empleo de casa en casa y de puerta en puerta, solo que la suerte le es esquiva. De ella dependen las personas que más quiere en esta vida: su abuela, que ya se encuentra en las postrimerías de su vida y es víctima de un alzheimer galopante y su hermano pequeño, todavía un adolescente y como tal visceral y rebelde, que está viviendo ese momento de febril ebullición, donde las hormonas se confabulan con los ideales en vez de pensar en el futuro basado en los estudios que su hermana le está proporcionando a costa de esfuerzo y penurias, ya que desde que años atrás dejaran el caserío familiar, cuando el hermano mayor los echó tras la muerte del padre, apenas han levantado cabeza. Y es por ello que, agobiada por la situación, cederá ante la posibilidad de convertirse en modelo de Javier, un joven que trabaja como fotógrafo en el estudio de su futuro suegro aunque, para sacarse un sobresueldo, vende ese tipo de fotografías eróticas que Inés encontró a los prohombres de Bilbao.
Sin embargo, las pretensiones del fotógrafo no van por ese palo, sino que su auténtica vocación es la de convertirse en reportero gráfico y no quedarse anquilosado como su futuro suegro. Para ello, ante la inminencia de los acontecimientos, se ofrece como espía a Ignacio María del Castillo, gobernador militar de Bilbao del Ejército gubernamental y pasar información falsa al ejército contrario. Será la llave que le posibilitará el trabajar en un periódico donde poder estampar con su cámara lo que ocurra en el frente, plasmar los acontecimientos más diversos, la cotidianidad en movimiento, la realidad. A fin de cuentas, ese fue el motivo por el que un día abandonó a su familia, siendo todavía un niño de poco más de diez años, impactado por la magia desplegada ante sus ojos por un fotógrafo ambulante y le hizo soñar con una vida distinta.
Pero el conflicto avanza, sinuoso como una serpiente y alentado por el heredero que jalea a los suyos. En el casco urbano de Bilbao las bombas se suceden y una de las afectadas de la artillería carlista es, precisamente, la abuela de Inés, que muere en el acto tras un bombardeo al derrumbarse parte del edificio en el que viven. Para alimentar su soledad, se entera de que su hermano Ignacio se ha alistado junto a los carlista, quedándose sola ante la adversidad. O quizás no tanto, porque en ese momento emerge la figura del señor Francisco, un vecino del mismo edificio en el que vivían los Otaola. Un hombre preparado y económicamente solvente. Que sabe leer y escribir, algo que para el pueblo llano de la época era prácticamente una utopía; de hecho, había trabajado media vida como secretario personal de un notario, lo que le permitió amasar unos ahorros de los que disfrutaba en su vejez y, aunque tenían con él algunas diferencias, para Inés era lo más parecido a un abuelo, aunque su hermano no pensase lo mismo por sus discrepancias políticas, pero que sin embargo, trataba a su abuela con mucha delicadeza y siempre estaba dispuesto a ayudarles en todo. Por eso, cuando ambos se encuentran sin hogar, Javier se presta a darles cobijo en su caso y, en el caso de Inés, en sus brazos.
Los jóvenes descubren entonces que igual que el temor a un futuro incierto crece por momentos, su amor lo hace al mismo ritmo y cuando el anciano decide volver a su lugar de nacimiento, ambos inician un camino en común, aunque con intenciones diferentes: mientras él quiere adentrarse en el frente para cumplir su objetivo, ella, invadida por el miedo, busca recibir noticias de su hermano. Y asistiremos, como testigos mudos, al desmoronamiento de la ciudad en un retrato fidedigno y fascinante, porque si algo hay que agradecerle a Ana Iturgáiz no es solo su trabajo de documentación en este sentido, que es impresionante, sino el modo tan sutil en que lo plasma en la novela. Gracias a su exquisita prosa, consigue que nos enamoremos en cada pasaje en el que nos habla de cómo eran los habitantes en aquella época, a pesar de los continuos ataques bélicos que soportaban y a los que habría que sumar las privaciones que el cerco continuado provocó y, sin embargo, la solidaridad se afianzó y se mantuvo hasta el final del conflicto.
Y mientras todo se derrumba, los protagonistas evolucionan, porque Javier, en particular, pasa por diferentes fases y va creciendo exponencialmente, no sé si gracias al influjo de Inés, o de lo vivido día a día, o de la suma de ambas cosas. El caso es que cambia de piel y de alma y deja de ser el joven ambicioso que era poco tiempo atrás para convertirse en un personaje deslumbrante y profundo. El cambio de Inés es más lento, porque además de una fuerte personalidad, es como si durante todo el tiempo hubiese llevado una coraza que imposibilitara el paso de la maldad. Es una chica sencilla, humilde, volcada en su familia y que reune todos los valores que nos gustaría encontrar en aquellos a quienes queremos.
Quizás te preguntes ahora qué tipo de novela es La mirada de la ausencia. Quizás te debatas en si es una historia bélica o una historia romántica. Pues bien, es una mezcla de ambas cosas: es una novela histórica que refleja vehementemente, pero con una rigurosidad exquisita, el cerco a Bilbao durante la tercera guerra carlista, sin escatimar detalles, pero también es una novela romántica, aunque no al uso, porque en ella asistimos a una historia de amor sublime sin necesidad de limitarse al profesado por la pareja protagonista, sino que este sentimiento se aborda desde todos los sentidos: porque en La mirada de la ausencia también se da cita el amor fraternal entre dos hermanos que son capaces de dar la vida el uno por el otro; el amor hacia aquellos que nos ayudan cuando más lo necesitamos, que no es otra cosa que el principio de la amistad; el amor por una ciudad o por un terruño; el amor por una profesión o por una vocación al servicio del prójimo, el amor por la familia o, simplemente, el amor por el género humano, porque la filantropía nunca está de más.
En definitiva, no te preocupes por el género, porque en esta novela lo importante está en el interior.
Ana Iturgaiz confirma su indudable talento recreando el cerco a Bilbao en 1874. La tercera guerra carlista es el telón de fondo de una narración emotiva y profunda que nos habla de ideales, anhelos, luchas fratricidas y amor, mucho amor, en cualquiera de sus acepciones. Porque Ana Iturgaiz lleva a sus personajes hasta el límite, porque son supervivientes que mueren un poco cada noche para resucitar a la mañana siguiente y lo hace extensivo a aquellos habitantes de Bilbao que vivieron cada día, mientras duró el asedio, como un milagro, poniendo en valor su coraje. Pero también nos ofrece una mirada ausente y, con ello, nos sumerge en una doble intimidad, junto con los que cayeron en el conflicto por la ambición de unos pocos.
Una reseña impresionante de una novela impresionante, me han encantado ambas. Besos
ResponderEliminarNo te pongo palmas aplaudiendo, porque no sé cómo rayos ponerlas en blogger. Me ha encantado la reseña y tu visión sobre la novela, porque coincido contigo plenamente. Tal como tu misma dices, es difícil dar con una novela tan completa o que, no sea como esas negras que tanto nos gustan. Creo que en el fondo, con la exposición del conflicto bélico de Bilbao, hasta cierto punto, tenemos ese trasfondo negro, no obstante, Ana y su prosa, hacen que todo se dulcifique a pesar de dolor.
ResponderEliminarQué maravilla de novela, y desde luego qué diferente de las de género negro que acostumbráis a leer en otras ocasiones. La he disfrutado un montón, y leer tu reseña ha sido como disfrutar la novela de nuevo.
ResponderEliminarGuauuuu que linda reseña !!! La compro seguro cuando la pille por mis pagos. No leí nada de la autora así que vendrá muy bien. Cariños!!!
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado pero lo voy a dejar pasar. No me termina de convencer.
ResponderEliminarSaludos
Lo mío es fuerte, tengo "Bajo las estrellas" esperando turno en la estantería desde hace mucho, y creo que no la lei en su momento por estar etiquetada como romántica. Con "La mirada de la ausencia" me he llevado una grata sorpresa: he aprendido del momento histórico que relata y he descubierto unos personajes fuertes con los que he disfrutado, y lo mas importante, ahora sé que la autora escribe muy bien y que sorprende. Ha sido un acierto que hayáis elegido este título para disfrutarlo con el resto del grupo. Ha sido un gran acierto para esta nueva temporada, y la lectura de tu reseña me ha hecho rememorar de nuevo la lectura, con lo que la he disfrutado doblemente. Besos.
ResponderEliminarMira, pues comencé hace meses "Por encima de la lluvia" y ni habiendo llegado a la mitad, lo tengo parado porque no me está enganchando nada. Y eso que he leído otros títulos de Del Árbol que sí me han gustado, pero.. no sé.... esta vez, no.
ResponderEliminarSObre Iturgaiz, paisana, no he leído nada. Sé que su registro era más romántico hasta esta novela, de corte histórico, así que no digo que no, porque esta sí me atrae.
Besos.
Bueno, tengo que decir que en este caso Carmina y tú podéis estar muy tranquilas porque habéis acertado por todo lo alto. Como dices, más allá de etiquetas, es una historia maravillosa, bien documentada, con personajes creíbles y que se lee con ganas. ¿Qué mas se le puede pedir a un libro que entretiene, enseña y te hace disfrutar? Por cierto, hasta ahora vuestro índice de aciertos es extratosférico ;) Seguiré a la autora, que para mí ha sido un descubrimiento. Un beso.
ResponderEliminarMe alegra que os haya gustado tanto. Yo no he leído nada de la autora ni ambientado en las guerras carlistas, por lo que me apunto vuestra recomendación.
ResponderEliminarBesos
👏👏👏👏👏👏👏. No encuentro el emoji de hacer reverencias 😉. Me has dejado sin palabras. La novela me ha sobrecogido y tu reseña aún más. Gran elección, sin duda, por vuestra parte, desde que estoy en yincanera no habéis errado el tiro y os agradezco todos los esfuerzos fervientemente. Un beso fuerte.
ResponderEliminarQué preciosa reseña!! Tanto como lo es la novela. Tu introducción a la nueva temporada yincanera me ha emocionado. A por muchas lecturas más, y si son como ésta.... de cabeza. Besos.
ResponderEliminarLo primero que voy a decir, es que me siento feliz de pertenecer al grupo de las Yincaneras y que disfrutemos de muchas temporadas. En cuanto a la reseña, solo puedo ponerme a tus pies, es magnifica, tanto como es la novela. Gracias por la labor que realizáis. Besazos
ResponderEliminarDespués de leer varios comentarios de esta novela ya no sé qué más añadir, simplemente me ha encantado, he disfrutado mucho con su lectura y que me siento afortunada de que me hayáis hecho llegar a mis manos este libro de una autora que desconocía y que desde ya voy a recomendar a todos. Buena reseña!!!
ResponderEliminarVengo de leer otra reseña y pinta muy muy bien =)
ResponderEliminarBesotes
Ole reseña!!¡Es fantástica¡ Y ahora ¿qué digo?
ResponderEliminarLa verdad es que no había leído nada de Ana Iturgaiz y con la lectura de "La mirada de la ausencia", he quedado encantada, ha sido un descubrimiento. Cómo describe el horror y la destrucción de la guerra y como el amor, en el más amplio sentido de la palabra, se convierte en protagonista a través de sus personajes. Una novela muy recomendable. Besooss!!!
Pedazo de reseñón, campeona. Muchísimas gracias por presentarme una novela tan sumamente preciosa y por haberme "obligado" a leerla. Te debo una.
ResponderEliminarSe nota que la has disfrutado un montón. Una reseña muy completa y una novela llena de momentos mágicos.
ResponderEliminarHola. Es una novela con una mezcla perfecta: amor y guerra, Sin guerra no se hubisen conocido Ines y Javier. Una lectura intesa con cada página. He disfurtado mucho con la historia y sus personajes. Besos.
ResponderEliminarNo he podido compartir lectura esta vez, pero me queda muy claro que es una novela que tengo qeu leer. Qué gran reseña!
ResponderEliminarBesotes!!!