DATOS TÉCNICOS:
Título: LA CIUDAD DE LA LLUVIA
Autor: Alfonso del Río
Editorial: Ediciones Destino
Colección: Áncora & Delfín
ISBN: 978-84-233-5342-2
Páginas: 624
Presentación: Tapa dura con sobrecubierta
Necesité poco más de diez páginas para saber que La ciudad de la lluvia era una novela no solo reseñable, sino posteable, tuiteable y simultaneable... y todos los "-ables" que se os puedan ocurrir. Vale, posiblemente esté inventando términos, pero es que tanto a Carmina como a mi nos encanta encontrar novelas para compartir en Twitter y no siempre es fácil. Son necesarios una serie de ingredientes para que tantos blogueros como los que participamos en #SoyYincanera nos divirtamos como lo hemos hecho y esta novela los aglutina todos.
Así que enseguida nos pusimos manos a la obra y comenzamos una nueva Lectura Simultánea que, a día de hoy, figurará como una de las más atractivas de cuantas hemos realizado. También en eso ha tenido mucho que ver Alfonso del Río con su apoyo y seguimiento a esta iniciativa. ¿Queréis saber los motivos?.
Alfonso del Río (Bilbao, 1980). Licenciado en Derecho, en 2017 fue galardonado por Iberian Lawyers como uno de los cuarenta mejores abogados jóvenes de España y Portugal por medio del premio bianual Forty under Forty. Asimismo, trabaja en un bufete internacional y es profesor en la Universidad del País Vasco.
Aunque ha sido coautor de varios libros especializados, estos no saciaron su necesidad de escribir, motivo por el cual, hace diez años, comenzó a escribir La ciudad de la lluvia en ratos perdidos, aunque fue hace tres años cuando la retomó con más ímpetu y le dió el impulso definitivo.
En el Bilbao de principios de los años ochenta, tres misteriosas muertes unirán los destinos de varios personajes sin conexión aparente. Alain Lara, un joven y prometedor jugador del Athletic, descubre una vieja fotografía de los años cuarenta que su abuelo Rodrigo había mantenido siempre oculta. De todos los personajes que aparecen en ella Alain reconoce a su abuelo, junto a un también joven Ignacio Aberasturi, el gran empresario bilbaíno y actual candidato a la presidencia del Banco del Norte. La repentina y extraña coincidente desaparición de ambos, junto con otros sucesos, lo llevará a una investigación que se remontará a un pasado oculto.
En un intento por entender lo que sucede, Alain contactará con María, la hija y heredera del imperio Aberasturi, y junto a ella tejerán los hilos del pasado que unieron a sus familias en los años del Berlín nazi, en busca de respuestas. Pero lo que obtendrán serán más preguntas, más dudas, más sospechas.
¿Qué pudo unir hace más de cuarenta años a estos dos hombres cuyas vidas nunca más volvieron a cruzarse? ¿Quiénes son los demás personajes que aparecen retratados junto a ellos? ¿Quién y por qué anda detrás de ellos?
La ciudad de la lluvia es un thriller que reúne lo mejor y lo peor que anida en el ser humano. Es una historia sobre el poder magnético de la ambición, el amor y la complicidad entre las personas, y que nos muestra que la cara oculta que todos tenemos no puede permanecer indefinidamente en la sombra.
Un misterio sin resolver.
Un oscuro secreto del pasado.
Nadie puede esconder la verdad para siempre
Bilbao, 1983 – Berlín 1941.
Nadie puede esconder la verdad para siempre
Bilbao, 1983 – Berlín 1941.
Cuando Alain Lara descubre entre los restos de una mudanza una vieja fotografía en tonos sepia no puede dar crédito a lo que la imagen muestra, ya que se remonta al Berlín nazi y uno de los integrantes de esos tres hombres que miran a la cámara, acompañados de un niño, es su abuelo. Desplazado a la izquierda de la imagen y observando un avión hay otro hombre, vestido de uniforme y de espaldas al objetivo. Sin embargo, otras urgencias y otras circunstancias hacen que olvide momentáneamente la enigmática fotografía.
Nos encontramos en Bilbao, en 1983, y Alain acaba de regresar a su tierra natal como un auténtico campeón, procedente de Valencia. Es futbolista de primera división, toda una estrella y profeta en su tierra gracias a la gloria conseguida en otros lares. Precisamente, y gracias a la proeza realizada con su anterior equipo en la última jornada, su actual equipo, el Athletic Club de Bilbao acaba de arrebatarle la Copa de la Liga al Real Madrid, en una de esas finales llamadas de infarto porque al equipo merengue le bastaba con un simple empate para alzarse con el título mientras que el equipo rival, además de ganar, necesitaba que los astros se confabularan con él porque otros equipos tenían que perder. Parecida suerte corría el Athletic, ya que tenía que ganar a la Unión Deportiva las Palmas que también se jugaba el descenso y también tenían que darse una serie de circunstancias para alzarse con el preciado trofeo. Y ocurrió lo impensable gracias a un gol de Alain Lara. Y Bilbao fue una fiesta.
Y de la mano de Alain y de su abuelo asistiremos a una de las jornadas más emotivas que a lo largo de su historia vivió el Botxo: el 3 de mayo de 1983 una gabarra (un bote dedicado al transporte de hierro, la principal fuente de riqueza vizcaína) navegó por la ría, desde su desembocadura en Getxo hasta el Ayuntamiento de Bilbao, llevando a los jugadores del Athletic Club y su trofeo, mientras más de un millón de personas vitoreaban al equipo a ambos lados de la ría.
Sin embargo, a pesar de la alegría manifestada por el anciano ante lo vivido, a partir de ese día una sombra parece haberse instalado en su ánimo. Su nieto lo nota, pero ambos, a pesar del gran cariño que se profesan, son demasiado introvertidos como para compartir sus preocupaciones. Y pasa el tiempo y ni siquiera el debut de su nieto en el equipo de su alma es capaz de alegrarle.
Hasta que tres meses después, a finales de agosto del mismo año, una gota fría arrasa la ciudad y provoca unas inundaciones como jamás se han conocido. Una tragedia sin parangón, que se tradujo en treinta y nueve muertos, infinidad de heridos y que asoló no solo Bilbao, sino más de cien municipios. Uno de esos muertos fue Rodrigo Lezo, abuelo de Alain.
Sin embargo, el futbolista siempre desconfió de que la muerte de su abuelo fuese consecuencia de semejante catástrofe y no fue hasta días después cuando, viendo un reportaje de televisión que hacía un repaso por la biografía de Ignacio Aberasturi, un empresario bilbaino que acababa de morir en extrañas circunstancias y que en esos momentos pugnaba como candidato a la presidencia del Banco del Norte, saltaron las alertas y las sospechas empezaron a convertirse en evidencias, ya que reconoció en las fotos de archivo a uno de los acompañantes de su abuelo en aquella imagen antigua.
Alain comenzará, entonces, una investigación por su cuenta, que le llevará a establecer contacto con María Aberasturi, hija del empresario que aparece en la foto y que también sospecha que la muerte de su padre no fue todo lo accidental que estima la policía. Juntos intentarán descubrir qué motivos llevaron a sus familiares a Berlín en 1941.
Pero esta no será la única trama que nos encontramos en La ciudad de la lluvia, dado que la novela transcurre en tres líneas narrativas y con dos escenarios diferentes. De ese modo, también nos trasladaremos al Berlín de 1941 e iremos conociendo de antemano lo que allí acaeció y que Alain y María buscan con encono.
Y quizás sea en este momento cuando tenga que mencionar a los personajes con los que nos vamos a encontrar en la novela. No hacerlo sería un pecado, porque son ellos quienes sostienen esta fantástica novela. Aparte de Alain o María, cobran especial relevancia las figuras de David Schaffer, un ambicioso abogado bilbaino que en el inicio de su carrera tuvo una pseudo-relación con María, que nunca se materializó a pesar de que ambos llegaron a enamorarse y El Extranjero.
A David Schaffer le conoceremos a través de su propio testimonio, dado que nada más comenzar esta historia se dirige al lector en primera persona. Se encuentra recluído en algún lugar y está amenazado de muerte. Eso sí, su trama transcurre en el Bilbao de 1983. La narración es tan directa, tan "identificable", que en los capítulos que él protagoniza cambia incluso la tipografía del texto, emulando a las de aquellas máquinas de escribir antiguas. Iremos conociéndole poco a poco, viajaremos con él desde su presente más inmediato hasta su pasado más remoto, siguiendo el orden que él impone, que no es precisamente el más lineal, ya que la cronología, para él, es ciencia infusa.
En en Berlín de 1941 conoceremos a El Extranjero, el hombre de los tres errores y también el más misterioso, por no citar un montón de epítetos que le describirían perfectamente pero que os ahorraría el placer de descubrirle. Todo un personaje. De diez.
Y, lógicamente, junto a estos personajes de ficción, hallaremos otros reales. Ambos conviven y se relacionan de forma magistral, es una singular mezcla de imaginación cuyo resultado es un magnífico fresco en el que se puede leer la historia y la intrahistoria de estos momentos esenciales en la historia de una ciudad o en otra, pero que ambas marcaron en cierto modo el devenir de muchas personas. Para que os hagáis una idea, nos encontraremos con Gooebels, Hitler o Hess en la trama alemana y Vicente del Bosque o Segurola en la trama española.
No obstante, también quiero mencionar a Maruska Dvorak, porque su aparición en las páginas de esta novela, junto con la del policía Lucas Bieda, es impagable.
Por todo ello y por mucho más que me dejo en el tintero, creo que deberías acercarte a esta novela. Te seducirá en las primeras páginas y, si te parece tan seductora como a mi, te agradecería me lo dijeras.
La ciudad de la lluvia es una novela donde la intriga se sirve en las primeras páginas y no te abandona nunca. Con un estilo fresco y fluído y un ritmo ágil y convulso, cumple todos los requisitos que ha de tener cualquier buen thriller, de esos que responden al esquema clásico y dejan un buen sabor de boca. Posee, además, unos excelentes personajes que te roban el alma en el primer momento, porque conocerlos es amarlos u odiarlos y porque más allá de que estén más o menos bien construidos -que lo están- son una orgía de reflexiones galopantes en sí mismos y en la mente del lector. Si a ello añadimos unas tramas fascinantes, que transcurren en dos momentos históricos muy determinantes -una a nivel mundial y otra a nivel local- que se conectan perfectamente gracias al buen saber y entender por parte del autor que consigue pergeñar un puzle sensacional en el que los giros argumentales son admirables, no me queda otro remedio que recomendártela, porque te aseguro que disfrutarás con esta novela como no lo harás en mucho tiempo.