DATOS TÉCNICOS:
Título: CÍRCULOS
Autor: Manuel
Ríos San Martín
Editorial: Suma
de Letras
ISBN: 978-84-9129-059-9
Páginas: 494
Presentación: Rústica con solapas
Llegué a Círculos
de la mejor manera posible o, al menos, la más coherente entre las que se podían
dar: a través de un conocido experto en realitys que la recomendaba desde su
perfil en Twitter. Fue el primer aviso de una intuición.
Me llamó la atención la sugerencia y enseguida
me puse a buscar información. Primero: ¿de qué podía ir la historia?. Aunque la
pregunta a priori pueda resultar ridícula, si algo me han enseñado las redes es
que mucha gente (incluso personas que a simple vista parecen normales) se crean
un personaje con el que intentan transmitir una imagen determinada. Y el que
alguien que solo hable de un determinado producto televisivo me llevó a pensar
que cuando el río suena, agua lleva. Llegué entonces a la sinopsis, que me dejó
las cosas más o menos claras. Fue el segundo aviso de que la intuición empezaba
a tomar forma y no era descabellada.
El tercer aviso me vino al leer la biografía
del autor: saber que había sido el guionista de una serie (Sin identidad) que
me había tenido pegada a la pantalla sin desfallecer durante tres temporadas
(las que duró), porque yo soy mucho de aficionarme a cualquier cosa y luego
abandonar a la primera de cambio, me convenció de que tenía que leer esta
novela. Y no solo eso: tenía que estar en la Yincana Criminal, porque quería disfrutarla especialmente con los
participantes mediante una Lectura Simultánea. Y aquí estoy, intentando
convencer a quien todavía no la ha leído de que no sabe lo que se está
perdiendo (¡Que sí, que sois unos inconscientes!) y deseando compartir
impresiones con quienes ya lo hayáis hecho.
EL AUTOR:
Manuel Ríos San Martín (Madrid, 1965), tiene
un curriculum impresionante. Licenciado en Ciencias de la Información en la
rama de imagen, ha trabajado tanto como guionista, en cine y televisión,
también como director. Su palmarés es impresionante, aunque yo me quedo con su
faceta literaria, a pesar de que solo haya escrito una novela: Círculos,
esperando que no sea la única.
SINOPSIS:
En Londres, en una sociedad hiperconectada en la que la
gente vive obsesionada por la pequeña pantalla, la violencia y las redes
sociales, un concursante muere en directo en un programa de televisión.
Inmediatamente se convierte en trending
topic mundial. ¿Podría ser
intencionado?
El inspector Jellineck, un policía desencantado, áspero
y harto de la vida se hace cargo de la investigación. Es el único que piensa
que el incidente puede ser algo más serio de lo que parece.
Patrizia, una chica en guerra con el mundo, está
convencida de que es necesario hacer algo rotundo y se vincula a un grupo de
jóvenes activistas que quieren cambiar el rumbo de la sociedad.
Y entonces, una interferencia en la señal de televisión
anuncia:
«Os voy a joder la vida. A todos.»
Círculos es una novela interactiva en la que el lector tendrá la
oportunidad no solo de leer el texto, sino de completar la experiencia lectora
con acceso a redes sociales y documentación online.
IMPRESIONES:
Anteanoche jueves, 6 de abril, Manuel Ríos San
Martín, @fantasma en la red social
del pajarito, convocó un “encuentro tuitero” entre quienes habían publicado una
reseña de la novela y quienes la habían leído. Unas cuantas yincaneras nos
unimos a la fiesta y además de darles las gracias desde aquí porque donde van
lo petan, voy a intentar unir a mis impresiones sobre la novela algunos de los
tuits que publiqué con este motivo y que tienen relación con el argumento de la
novela:
Nos encontramos en un Londres futuro, aunque
no tanto –no vayáis a pensar que esta novela es ciencia-ficción, ni mucho
menos-, una ciudad que en nada se parece a la metrópoli cosmopolita y atractiva
que nos brindan en las guías turísticas y a la que estamos acostumbrados.
Londres languidece por una lluvia pertinaz que no es capaz de limpiar la pátina
de inmundicia que está dejando una huelga de basuras que se mantiene en el
tiempo. Ya son cinco semanas y los servicios mínimos ni están si les espera.
Las ratas, junto con los vagabundos, campan a sus anchas. El tremendo hedor que
ha generado imposibilita que nadie abra las ventanas, la gente vive entre la
angustia y el asco por miedo al incremento de infecciones que se están
registrando.
Por si fuera poco, de unos meses a esta parte
las mascotas están empezando a desaparecer, mueren sin causa aparente: desde
perros que se suicidan arrojándose al vacío; simios que se ahorcan; pájaros que
se estrangulan con los barrotes de sus jaulas. Es un desmadre colectivo al que
la comunidad científica no encuentra explicación.
La ciudad y por ende, la sociedad, ha sufrido
una crisis tanto económica como de valores. Desde el Brexit no levanta cabeza y
los niveles de paro superan todo lo recomendable. La población vive prácticamente
alienada, pendiente de sus distintos televisores (rara es la casa en que no
haya docenas de ellos), así como tablets y móviles con los que estar al tanto
de las redes sociales.
Los realitys se han convertido en el nicho
donde purgar tanta frustración y Ondaseven, una cadena de televisión, lo sabe.
Por ello se ha especializado en ellos. Los tiene de todo tipo: desde Darkestetic, en el que los concursantes
se tienen que someter a diversas intervenciones de estética para acabar
convertidos en monstruitos con patas por un puñado de libras; o Plaisir, donde se hace una exhibición obscena de la intimidad
en estado puro y sin sonrojos para convertirla en espectáculo. Sin embargo, el
que más audiencias consigue es El
especialista, conducido por Patrick Shultheiss. Y nosotros vamos a ser
testigos de la final, en la que Paul Nipkow tendrá derecho a ganar un
apartamento en Miami si es capaz de introducirse en una pecera gigante para
recoger la llave del mismo que se encuentra en unos de los cofres que se han
repartido por el fondo del acuario… solo que estos están custodiados por dos
tiburones: dos hembras que miden tres metros y medio. Cada una.
Este tipo de
final del reality suele ser el habitual. A los tiburones se les sobrealimenta
antes de empezar para que no haya contratiempos. Aún así, el concursante está
nervioso, a pesar de estar acompañado de dos buzos dispuestos a ayudarle ante
el más mínimo problema. Cuando salta a la pecera el público asistente en plató
le ovaciona y los escualos no le prestan atención. Consigue llegar a los cofres
y encuentra la llave. Cuando inicia la ascensión, uno de los tiburones arremete
contra él. El agua se tiñe de rojo y el otro tiburón secunda al primero.
Juan Mendes, uno de los auxiliares de
producción del concurso, aprovecha su posición dentro del control de
realización para hacer fotos del momento y subirlas a la cuenta anónima que se
ha creado en Twitter y en la que ya tiene más de veintitrés mil seguidores porque
en su día no le dejaron administrar las companion apps (una aplicación concebida para integrar la Second Screen y la programación de la cadena) y este es su modo de
vengarse. También lo
suele hacer de cualquier famoso con el que se cruza. Es un pobre infeliz comido
por la envidia y sabe que esta va a ser su gran noche gracias a la tragedia.
En el plató la gente grita horrorizada y
empieza a abandonar las gradas para salir de las instalaciones, entre
empujones. En el estudio la situación también es caótica, no saben manejar la
situación porque los nervios están desatados. Cortan a publicidad y a la vuelta
de la misma sigue el mismo revuelo, algo más leve, aunque son incapaces de
controlar la situación. Enseguida se percatan de que el presentador ha
desaparecido.
Patrizia, desde su casa y como cualquiera de
los millones de telespectadores que han conectado con el programa a esa hora está
atónita ante las imágenes que acaba de presenciar. Y Juan Mendes sigue a lo
suyo: subiendo tuits que comparte con miles de usuarios de toda Europa que
quieren saber qué está sucediendo. Solo la foto de uno de los tiburones antes
del ataque ha sido retuiteada quince mil cuatrocientas veintidós veces en un
minuto y ha conseguido más de cien mil seguidores. Rápidamente el hashtag #muerteendirecto se ha
convertido en trending topics a nivel
mundial.
En las inmediaciones de Ondaseven, en
Westminster, la gente está abarrotando la entrada y se mezcla con quienes
acaban de abandonar el plató. Periodistas, espectadores y curiosos se mezclan
entre sí porque todos quieren acceder al lugar donde se ha producido la
tragedia. La policía intenta poner orden cuando el inspector jefe de la policía
metropolitana de Londres, Jellineck se persona en la cadena de televisión
acompañado de Fesser, su segundo de a bordo.
Y entonces, una interferencia en la señal de televisión
anuncia:
«Os voy a joder la vida. A todos.»
A partir de este sospechoso accidente y una
más que obvia declaración de intenciones tras la interferencia de Patrick
Shultheiss en la programación de la cadena, seremos testigos de una apasionante
historia en la que nada es lo que parece, porque hay demasiados intereses. Por
si fuera poco, contaremos con la inestimable ayuda de un grupo antisistema que
ha decidido dar la cara en ese preciso momento, para complicar las cosas. Si
eso es posible.
Como podéis deducir después de todo lo dicho,
la trama es espectacular. El aperitivo está servido, pero esto no es más que la
punta de un iceberg y semejante historia solo es posible porque en ella se dan
cita un elenco de personajes a cual más interesante, con los que, aunque
parezca increíble, no empatizaremos en ningún momento. Sin embargo, la mayoría
de ellos, sobre todo la tríada protagonista, tienen un magnetismo tal que
consiguen atraparte. Os los presento:
- Patrizia: Una joven
aparentemente dura en cuanto a que posee un fuerte carácter y una apariencia tan
atlética como nervuda, sin una pizca de grasa, por lo que podría hacerse pasar
por una quinceañera si se lo propusiera. Pero nada es gratis y su aspecto
responde a su autodisciplina en cuanto al deporte, a base de seguir de unas
tablas de ejercicios diarias bastante severas que practica en su propio
domicilio. Es guapa, lleva el pelo cortado al uno y siempre lleva escritas con
rotulador por todo su cuerpo expresiones del tipo “special girl”, o “fuck yo”.
Esta última, casi siempre.
Pero todo es una coraza que se ha ido
construyendo a lo largo de los años, para sobrevivir. Porque la realidad es que
en el fondo Patrizia es muy básica, en
todos los sentidos y en particular en el plano sentimental. Guarda muchos
secretos y descubrirlos es parte del encanto de esta novela.
Vive en un garaje reconvertido en loft donde
las vigas, viejas y descuidadas forman parte del mobiliario, a juego con un
decorado intencionadamente anárquico. Es una apasionada del mundo de la
televisión, las redes sociales y el mundo tecnológico que le permite disfrutar
de ambas aficiones. Sus conocimientos como ingeniera industrial y su
inconformismo la han llevado a “militar”
en Attack, un grupo antisistema, algo de lo que su novio no tiene ni idea.
- Patrick
Shultheiss:
Cuarentón, aunque ciertamente atractivo, es todo un showman, el más famoso de
la televisión y el perfecto comunicador. Pelo rubio, con flequillo. Elegante en
su indumentaria y brillante en sus maneras, es además simpático e irónico en su
justa medida. Nada más comenzar la historia, aparece su otro yo y nos muestra a
una persona que no conoce la conmiseración, porque es incapaz de sentir
compasión por nadie ni por nada. Su actitud en la final del reality que
presentaba es más que sospechosa.
- Jellineck: Inspector
jefe de la policía metropolitana de Londres. Es un hombre arisco, que odia todo
lo que le rodea: desde su trabajo en la policía hasta a los poderosos, entre
los que se encuentran los magnates del mundo de la comunicación, con los que
tiene que bregar en este caso. Su sentido de humor es bastante ácido, es
grosero por sistema y eso desconcierta a todo aquel con quien trate. Sin
embargo, todo esto es producto de la frustración desde que siendo joven, su
padre murió y tuvo que hacerse cargo de una familia de cinco hermanos. Todos
sus sueños se volatizaron y su situación personal actual, con una esposa
gravemente enferma y a la que cuida con total dedicación, no ayuda mucho a que
su carácter se aplaque.
Como podéis comprobar, los mimbres de esta
novela, dividida en cinco partes (cada una de las cuales va acompañada de
imágenes y citas que juegan un papel importante, ya que también se trata de una
obra interactiva) pintan bien. Es original en todos los sentidos: desde la
aparición de tuits dentro del texto, similar en cuanto a su aspecto a como
aparecen en la red social y entre los que podemos ver al propio autor
interactuando con su nick, @fantasma, hasta
el modo en que es relatada por dos tipos de narradores en primera y tercera
persona. Y si a ello le añadimos un final memorable… ¿qué más os puedo contar…?
CONCLUSIONES:
Después de todo lo comentado, solo me cabe
decir que Manuel Ríos San Martín se ha lucido, porque no es fácil estrenarse en
este mundo tan particular y triunfar con la primera novela. También es verdad
que nos ha ofrecido un producto ciertamente novedoso, con aires de distopía y,
sin embargo, con demasiados visos de realidad. No es nada fácil salir airoso de
esta prueba y él lo ha conseguido. Y es que con semejantes ingredientes, el
autor nos ha elaborado un suculento caldo a fuego lento, potenciado con una
agilidad en la trama como para quitarse el sombrero y en donde la acción está garantizada
en cada página, en cada párrafo, en su justa medida, dominando los tempos para
mantenernos en vilo y desesperándonos en una lenta agonía. Lógicamente, de
semejante maridaje solo podía salir la receta perfecta.
Esta reseña participa en la Yincana Criminal en el apartado “Es un psicothriller o en la novela se menciona alguna red social".
Archí, a ti sí que te quedó una reseña perfecta «maridando» tuits. ¿Acaso dudabas de que lo íbamos a petar? Si lo has pensado, «fuck you». Y no te vengas arriba porque también ouedo ser como mi amigo y joderte la vida.
ResponderEliminarBesis, guapi.
Voy en coche, hacia Paris y no puedo leer la reseña, me marearia, pero tiene una pinta genial, cuando la lea te dare mi opinión. Besos
ResponderEliminarYa pare a comer y he aprovechado para leer la reseña,que me parece estupenda, pues, y lodigo por experiencia, es muy dificil reseñarla sin mostrar mas de lo que se debe... comparto totalmente tu opinión, es una novela que no se debe dejar pasar y en el encuentro twitero lo pasamos genial, esta yincana no tiene igual. Besos
ResponderEliminarLo de las redes sociales me da tantísima pereza... Lo de la muerte en directo sí que me llama la atención y por ahí me parece interesante pero lo otro me echa para atrás.
ResponderEliminarBesos
Querida Yincanera jefa, debería usted prodigarse más en reseñar, porque cuando lo hace es un placer leerla, de acuerdo con todas sus impresiones y en especial con el tema de las yincaneras que lo petan donde aterrizan, yo también les quiero dar las gracias, en cuanto al encuentro tuitero que para variar le he cambiado el nombre, ya sabes que se me da de lujo estas cosas, lo pasé genial y tus tuits fueron una pasada. Gracias por haberme animado tanto a leerlo, ya sabes que por mi misma no lo hubiera hecho nunca, y además intente escaquerarme como bien sabes
ResponderEliminarUna reseña que desde luego invita a leer el libro. Que ya venía convencida después de leeros por las redes sociales el otro día...
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola
ResponderEliminarAunque no suelo leer este género con tu reseña invita totalmente a hacerlo. A mi me recuerda un poco, creo por lo que te he leído a la serie Black Mirror, el problema tan importante que hay de redes sociales, Internet y toda la vida tan moderna que nos rodea hoy en día.
Así que muchas gracias por tu reseña.
Besos
Me parece muy interesante el hecho de ambientar la novela en un programa, mezcándola con las redes sociales. Apuntada queda.
ResponderEliminarUn besito.
Ahora mismo no me apetece este tipo de historias, pero no dudo que en otro momento la leeré. Las redes y la televisión son muy falsos, prima el morbo a la calidad.
ResponderEliminarBesos
Es un libro que sin duda hemos disfrutado mucho, y hemos tenido la oportunidad de compartir impresiones con el autor y uno de sus protagonistas, que seguía de cerca nuestros comentarios. Intenté hacer la reseña para esta pasada semana, pero aunque está más o menos perfilada, no pude publicarla. Una lástima. Es una reseña difícil porque no quieres contar más de la cuenta pero a la vez lo quieres contar todo. La tuya ha quedado genial.
ResponderEliminarBesos.
Pues nada, que no me va a quedar mas remedio que leerlo... Magnífica reseña!. Besinos.
ResponderEliminarTe ha quedado una reseña de lujo chiquilla. Es un libro de los que no se olvidan y lo tengo presente cada vez que abro twitter. Me estremezco solo de pensarlo.
ResponderEliminarBesos
Esta reseña es espectacular. ¡Estoy atónita! ¿Qué comentar de la novela? Una ficción demasiado real. Lectura imperdible, de las que deja poso y hace pensar, pensar y pensar. Un abrazo
ResponderEliminarMuy buena reseña, ahora quiero leer sí o sí el libro.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias por la reseña. Para más info www.circuloslanovela.com
ResponderEliminarSi esta novela la veo en un escaparate seguramente que ni habría leído la sinopsis, pero después de leer tu reseña, en la primera librería que vea la compraré. Besos
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