DATOS PRÁCTICOS:
Título: LAS APARIENCIAS NO ENGAÑAN
Autor: Juan Madrid
Editorial: Ediciones B – Zeta Bolsillo
ISBN: 978-84-9872-104-1
Páginas: 192
Presentación: Rústica con solapas
Os comentaba la semana
pasada cuando reseñaba Un beso de amigo que una de las alegrías que me va a dar
esta Yincana Criminal es la de abordar la serie de novelas que Juan Madrid
publicó teniendo como protagonista a Toni Romano, un investigador privado de lo
más atípico por su honradez, hasta el punto de dejar la policía asqueado de los
tejemanejes que mantenían sus compañeros con el hampa y con los que era difícil
comulgar. Eso sí, sus maneras y sus costumbres son de lo más particulares y en
ocasiones me ha recordado al mítico Marlowe, pero en plan castizo.
Hoy, que quiero
homenajear a Juan Madrid aún sabiendo que no le haré justicia, quiero haceros
llegar mis impresiones con la segunda novela de esta colección que bien parece
una crónica de la transición, que me ha gustado tanto o más que la anterior
porque poco a poco, caso a caso, vamos descubriendo a un personaje digno de admiración
por lo fácil que resulta empatizar con él.
EL AUTOR:
Juan Madrid
(Málaga, 1947). Licenciado en Historia Contemporánea por la Universidad de
Salamanca, es uno de los más prestigiosos exponentes de la novela negra española
e internacional. A lo largo de su vida ha cultivado diversos géneros, como el
periodismo, la novela, el ensayo, el cuento y el guión –tanto cinematográfico
como el televisivo-. Cuenta en su haber con más de cuarenta títulos, traducidos
a más de una quincena idiomas, entre los que habría que incluir la saga
protagonizada por Toni Romano.
Algunas de ellas se han adaptado al cine y al teatro. Además, ha sido el
guionista único de la serie de televisión Brigada Central y director de dos
películas, una de ellas basada en una de sus novelas.
En la
actualidad se dedica a impartir clases en la Escuela Internacional de Cine y
Televisión de San Antonio de los Baños (Cuba) en la disciplina de Teoría del
relato y en la Escuela de Escritura Creativa Fuentetaja de Madrid.
Obras:
Novelas
- Las apariencias no engañan, 1982 (Serie Toni Romano, libro 2)
- Nada que
hacer (1984)
- Regalo de la
casa, 1986 (Serie Toni Romano, libro 3)
- Flores, el
gitano, 1989 (Serie Brigada Central, libro 1), reeditada en 2011, sin censura
- Sólo para los
amigos, 1989 (Serie Brigada Central, libro 2)
- Vistas al
mar, 1989 (Serie Brigada Central, libro 3)
- Último
modelo, 1989 (Serie Brigada Central, libro 4)
- Pies de
plomo, 1989 (Serie Brigada Central, libro 5)
- Asuntos de
rutina, 1989 (Serie Brigada Central, libro 6), reeditada en 2011, sin censura
- Noche sin
final, 1989 (Serie Brigada Central, libro 7)
- El ángel de
la muerte, 1989 (Serie Brigada Central, libro 8)
- El cebo, 1989
(Serie Brigada Central, libro 9)
- Antigüedades,
1989 (Serie Brigada Central, libro 10)
- Desde el
pasado, 1989 (Serie Brigada Central, libro 11)
- Potitos, 1989
(Serie Brigada Central, libro 12)
- El hombre del
reloj, 1989 (Brigada Central, libro 13), reeditada en 2011, sin censura
- Turno de
noche, 1990 (Serie Brigada Central, libro 14)
- Días contados (1993)
- Viejos
amores, Ediciones B, Barcelona, 1993
- Mujeres &
Mujeres, 1996 (Serie Toni Romano, libro 4)
- Cuentas
pendientes, 1995 (Serie Toni Romano, libro 5)
- Malos tiempos (1995)
- Tánger,
Acento, Madrid, 1997)
- Restos de
carmín (1999)
- Gente
bastante extraña (2001)
- Grupo de
noche, 2003 (Serie Toni Romano, libro 6)
- Pájaro en
mano (2007)
- Adiós,
princesa, 2008 (Serie Toni Romano, libro 7)
- Bares
nocturnos, 2009
Los hombres mojados no temen la lluvia, Alianza Editorial, Madrid, 2013
Literatura juvenil y de aventuras
- Hotel
paraíso, 1985
- Cuartos
oscuros, 1993
- Los cañones
de Durango, 1996
- Los piratas
del Ranghum, 1996
- En el mar de
China, 1997
- El fugitivo
de Borneo, 1998
- El hijo de
Sandokán, 2003
- Los senderos
del tigre, 2005
- Huida al sur,
2008
- El rey del
mar, 2010
Cuento
- Un trabajo fácil, 1984
- Jungla, 1988
- Crónicas del Madrid oscuro, 1994
- Malos tiempos, 1995
- Cuentos completos, 2009
- Cuentos del asfalto
- Inspección de guardia
Ensayo y reportaje
- La mano negra, 1998
- Amazonas: Un viaje imposible, 2001
ARGUMENTO:
Toni Romano
ha dejado de trabajar como investigador para hacerlo como vigilante en una
discoteca de la calle Jardines, cercana a la Puerta del Sol. Con un sueldo
escaso, aunque con la posibilidad de beber lo que quiera mientras no se
produzcan riñas en el local, puede pasar las seis horas escasas que dura su
jornada laboral al lado de su novia que se encarga del guardarropa o echando un
sueño en el sofá del despacho de su jefe.
Una noche se
organiza un jaleo en el local que acaba en pelea y Toni por los suelos, hundido
en su amor propio. Lo que no sabía entonces era que en breve se encontraría con
uno de ellos. Ocurrió unas cuantos noches más tarde, cuando acudió como casi
todos los miércoles al Gavilán, un garito propiedad de un viejo amigo. Apenas
acababan de abrir, por lo que en la sala sólo había un par de hombres en una
mesa apartada y Baldomero, el dueño. En un momento dado, los hombres discuten y
uno de ellos saca una pistola automática y dispara al otro. Inmediatamente huye
del local y aunque Toni intenta seguirlo
mientras Baldomero llama a la policía, se tropieza con otro hombre que entra en
ese momento en el bar, por lo que cuando llega a la calle ya no hay rastro del
asesino.
Después de un
montón de interrogatorios la policía no se cree su versión, pero él decide
investigar por su cuenta…
IMPRESIONES:
Las apariencias no engañan se publicó por primera vez en
1982, aunque años después Ediciones B, para su sello Zeta Bolsillo, volvió a
reeditarla en octubre de 2008, junto con Un beso de amigo y Regalo de
la casa, para después continuar con el resto de la saga, siguiendo este
orden:
- Un beso de amigo, octubre 2008.
- Las
apariencias no engañan, octubre 2008.
- Regalo de
la casa, octubre 2008
- Mujeres
& Mujeres, marzo 2009
- Cuentas
pendientes, abril 2009
- Grupo de
noche, mayo 2009
- Adiós,
princesa, junio 2011
Toni Romano
ha dejado de trabajar como investigador de medio pelo, rescatando ovejas
descarriadas a las que llevar al redil, para hacerlo como vigilante en una
discoteca de la calle Jardines con capacidad para cuatrocientas personas y
atendida por dos enormes barras a cada lado de la pista, en plena almendra
madrileña por su proximidad a la Puerta del Sol. Aunque su sueldo y categoría
es la misma que la de los camareros, aunque sin el aliciente de las propinas,
siempre tiene que llevar encima su Gabilondo –el famoso revolver- y cuidar que
no se produzcan robos en el local ni que los borrachos se propasen. Lo normal
en ese puesto.
Una noche, se
organiza un jaleo en la sala y Blas, el encargado, corre a su encuentro
mientras él, ajeno a todo, pela la pava con su novia, la chica del guardarropa,
mientras apura un gintonic. Acude al encuentro del grupo que está montando la
trifulca (dos tipos con ganas de jarana, una mujer y otro con un acordeón) y
les aconseja parar la música ya que pretenden que el acordeonista hiciera honor
a su oficio. La discusión llega a las manos y Toni herido con el orgullo por
los suelos.
Días más
tarde el expolicía acude al garito de un viejo amigo al que suele visitar
cuando libra. Prácticamente acaba de abrir y únicamente, excepto el dueño, hay
un par de hombres discutiendo en una mesa al fondo. En un momento dado, se
levantan, se dan de bofetadas y uno de ellos dispara al otro con una
automática. En su huída Toni reconoce al rubio con el que unas noche se peleó
en La Luna de Medianoche y decide perseguirlo, hasta que la mala fortuna en
forma de armario se tropieza con él mientras el otro se escabulle.
Cuando llega
la policía, descubren que la víctima es un eminente empresario metido a
político y bastante mediático a tenor de las soflamas que acostumbra a defender
en los medios de comunicación, especialmente en televisión. Sus compañeros no
se creen la versión que tanto el dueño del local como Toni les ofrecen y les
someten a unos cuantos interrogatorios. Aún así, el protagonista decide
investigar por su cuenta cuando descubre que el chófer ha desaparecido y su
amigo Baldomero Silva, el dueño de El Gavilán, aparece muerto tras lanzarse
desde su vivienda por una ventana y siendo considerada su muerte como un
suicidio por parte de la policía. Descubrirá que tanto el primer a asesinato
como el de su colega no es nada más que la punta del iceberg de una trama de
corrupción que afecta a todas las instituciones, incluida la policía y
comprenderemos mejor los motivos por los que cinco años atrás dejó el cuerpo.
Como en todas
las novelas protagonizadas por Toni Romano el escenario en el que transcurre la
acción es Madrid y la ciudad se nos muestra con todo lujo de detalles, pues nadie
como él para guiarnos por sus calles más emblemáticas y esos submundos
marginales que tan bien conoce:
“No sé si ustedes conocen mi barrio por las mañanas, cuando las mujeres van a la compra, los vagos se deciden a pasar el día recostados en las arcadas de la Plaza Mayor y los vendedores ambulantes se mezclan con los niños que han faltado al colegio. Por las mañanas mi barrio es más alegre, ruidoso y distinto al que habrá por las tardes y por las noches. Si no se vive en un barrio como el mío, no se sabe de lo que estoy hablando. En primavera, cuando no hace ni frío ni calor, se puede pasear sin hacer nada, el único privilegio del pobre en Madrid”. (Página 47).
La novela se escribió en
el momento en el que suceden los hechos, por lo que el lenguaje utilizado,
junto con la jerga típica madrileña, son palpables.
Narrada en primera persona por el protagonista, el estilo es conciso, directo
y no da lugar a interrupciones ni paréntesis. Los adornos brillan por su
ausencia. Abundan los diálogos, lo
suficientemente dinámicos como para que en ningún momento perdamos el ritmo y
fundamentales para conocer a los personajes en todos sus matices.
LOS
PERSONAJES:
Del mismo modo que os comenté en la reseña de Un
beso de amigo, en Las apariencias no engañan nos encontramos con un
largo elenco de personajes, la mayoría de ellos pertenecientes a clases
marginales, trileros de medio pelo que navegan al margen de la legalidad, claro
que preferibles a esos policías, excompañeros del protagonista, que tentados
por la pasta son capaces de vender su alma al mejor postor. No puedo hablaros
de todos ellos, aunque todos
No encontraremos en esta novela, principalmente por
su extensión, grandes análisis psicológicos de los personajes. Sin embargo, por
el modo de comportarse, por sus hechos o precisamente por lo que se puede
intuir de lo que son capaces de hacer, podemos reconocerlos y entenderlos
perfectamente. Aunque voy a intentar citar a los imprescindibles, he tenido que
dejarme en el tintero a algunos otros que me han parecido más que interesantes,
por miedo a extenderme demasiado:
-
Tony Romano: Es el alias al que responde Antonio Carpintero, expolicía,
excobrador de morosos, exinvestigador y en la actualidad vigilante de una sala
de bail3, “La Luna de Medianoche” en plena “movida madrileña”. Desde hace años
vive en un pequeño apartamento en la calle Esparteros, en pleno centro de
Madrid. Tiene un gran sentido del humor y mucho desparpajo a la hora de hablar.
-
Lidia: Es la novia de Toni Romano, a la que conoció en la
discoteca donde ahora trabaja. Es la encargada del guardarropa. Vive con su
madre.
-
Valeriano Cazzo: Víctima de asesinato. Un político mediático
conocido como “el defensor de la familia” por sus discursos televisivos en
contra del aborto, el divorcio o la violencia y un gran empresario. Obeso y cabezón.
Casado con Lucía Bustamante, tiene una hija, Katia.
-
Zacarías Sánchez: Chófer de Valeriano Cazzo. Alto, grande y obeso. De
andares y actitud parsimoniosa, es ancho de hombros y rostro cuadrado. Ojos
negros y poco expresivos.
-
Baldomero Silva: Dueño de El Gavilán, fue testigo junto con Toni
Romano de la muerte de Valeriano Cazzo. Estaba pasando un mal momento económico
y el cierre de su local no ayudó mucho en su ruina manifiesta, dado su carácter
depresivo. No tenía ni familia ni amigos, por lo que la policía consideró que
su muerte repentina obedecía a un suicidio.
-
Rogelio Cruz: Alias el Dedos, es el asesino de Valeriano Cazzo.
También le busca la Interpol por varios delitos. Es de origen cubano y responde
a distintos alias. Tiene veintinueve años. El pelo rubio liso peinado hacia
atrás, no muy largo. Rostro alargado y picado de viruela. El día de la bronca
en el club donde Toni trabajaba como vigilante, iba acompañado de otro cubano de
mediana edad, alto, moreno y fuerte y con el pelo ondulado.
-
Consuelo Quiñones: Alias la Colombiana, ejerce de prostituta en la
calle Valverde, trabajo que simultanea con el de camarera y masajista en una
sauna. Alta, pelo negro azabache, mulata.
-
Zazá Gabor: Alias El acordeonista. Flaco, de pelo ralo, es
hermano de El Rey Mago, un bujarrón que abusa de cualquier niño que se le ponga
a tiro y que tiene una tienda de ropa usada en su propio domicilio de la Cava
Alta. Normalmente, a la hora de comer, toca el acordeón en El Danubio, un bar
amplio, tranquilo y limpio situado en el callejón de Cádiz esquina a Espoz y
Mina, por la comida
-
Frutos: Es un policía honrado que trabaja en la DGS, lleva
cuarenta años trabajando y su único afán es llegar a ser comisario.
- Santos el Calvo: Antiguo policía, fue compañero de Toni en su
etapa en la que prestaba servicios en el cuerpo. Ahora trabaja como jefe de
seguridad para Carlos Céspedes, socio de Valeriano Cazzo. El alias le viene al
pelo ya que siempre ha sido calvo. De cara ancha, tiene pómulos altos y
marcados y los labios gruesos. Elegante en el vestir, le gusta usar trajes de
buen corte y zapatos italianos de diseño.
CONCLUSIONES:
Está claro que el género
negro goza de muy buena salud en la actualidad en España, porque son muchos y
muy buenos los escritores que lo representan, pero no olvidéis que todavía
contamos con muchos otros con un oficio impresionante, que sentaron las bases
para que el género tuviese el reconocimiento que hoy ostenta. Uno de los
grandes es Juan Madrid y desde aquí me gustaría recomendaros cualquiera de sus
novelas. Si eliges esta misma, o cualquiera de las que ha escrito a lo largo de
su dilatada carrera (son muchas y todas con una calidad envidiable),
disfrutarás una barbaridad, seas aficionado al género o no, porque su prosa es
notable, su conocimiento cristalino y siempre, siempre, pasaras unas cuantas horas
deseando que la historia no se acabe nunca por lo que de entretenimiento tiene
o mordiéndote las uñas intentando adelantarte al final porque no puedes con la
intriga. En cualquiera de los casos, ten siempre en cuenta a Juan Madrid, nunca
decepciona.
Esta novela
participa en la iniciativa:
Requisito: Homenaje a Juan Madrid
Yo pensaba publicar hoy la reseña sobre un beso de amigo de Juan Madrid para su homenaje pero no me ha dado tiempo. Tendra q esperar al mes q viene. Me alegro q te gustara. A mi la serie me esta descolocando un poco pero intentare leerla entera. Besinos.
ResponderEliminarVoy a tener que ir a la biblio y buscar ya el primer libro de este autor. Que tengo que participar en su homenaje. Que las reseñas que estoy viendo me están dejando con ganas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es la segunda reseña de uno de sus libros que leo hoy- la yincana está teniendo mucho éxito- enhorabuena! Y voy a decirte lo mismo que le dije a Irunesa: tiene que ser muy interesante andar por las calles de Madrid de los principios de los 80, sin internet, sin móviles, antes de la llegada del dinero de la UE para reformar la ciudad. Tomo nota.
ResponderEliminarbesos
No he leído al autor, y tengo que hacerlo, porque me encanta el género. Muy cierto lo que dice, la novela negra en España es un género muy concurrido y con muestras de gran calidad.
ResponderEliminarBesooss!!
Me pasa como a casi todos, las reseñas de los libros de este autor son muy buenas, aún tengo que decidir cuál leo para el homenaje, pero ya le tengo ganas.
ResponderEliminarUn beso!
A mí lo que cuentas del estilo del libro me basta para saber que probablemente me guste. A ver cuándo me pongo con Tony Romano :)
ResponderEliminarBesoss
Tengo pendiente al autor, a ver si me pongo con él =)
ResponderEliminarBesotes