DATOS
TÉCNICOS:
Título: LA VIEJA ESCUELA
Título original: The Old School
Autora: Pamela Newton
Traductora: Inés Belaustegui
Editorial: Pàmies
Colección: La Huella
ISBN: 978-84-16331-00-0
Páginas: 400
Presentación: Rústica con solapas
Cuando
todavía estaba en plena vorágine buscando títulos para encajarlos en los
casilleros de la Yincana Criminal, veía que la semana correspondiente a Asia,
África y Oceanía se me estaba complicando en exceso. No encontraba novelas lo
suficientemente atractivas cuya acción transcurriese en esos continentes,
porque otra de mis premisas con este juego era la de que mis elegidas fuesen a
la vez grandes novelas que de alguna manera me resultasen imprescindibles o, en
el peor de los casos, dignas de recomendación. Hasta que la noticia de que
Pamíes acababa de publicar una novela para su colección La Huella (la cual os
recomiendo encarecidamente porque todos los títulos que he leído hasta la fecha
me han gustado muchísimo) me salvó por los pelos con el escenario australiano.
La novela en cuestión es ésta de la que hoy os quiero hablar y transcurre en
Sidney.
NOTAS BIOGRÁFICAS SOBRE LA AUTORA:
Poca información puedo ofrecer
sobre la autora de esta novela, a fin de cuentas, es su primera incursión en el
mundo de la literatura y las referencias que he encontrado se refieren
únicamente a su carrera en el Cuerpo de Policía de Nueva Gales del Sur, donde ingresó
en 1982 y trabajó durante trece años, primero de uniforme y luego como
detective en distintos departamentos, como antidroga, delitos sexuales u
homicidios.
ARGUMENTO:
Bajo los cimientos de un edificio
de pisos que va a ser demolido aparecen los cuerpos sepultados de dos mujeres brutalmente
asesinadas que en su día, al parecer, no dejaron rastro sobre su desaparición,
en un bloque de cemento. El bloque, ubicado en la esquina de Stacey Street con
Rickard Road, se construyó a mediados de los años setenta y el inspector Trevor
Charlton, y la agente Ned Kelly serán los encargados de la investigación. Ella
pondrá todo su anhelo en la tarea, a fin de cuentas, es su primer caso de
asesinato, aunque para ello tenga que enfrentarse a sus compañeros de la vieja
escuela, que se inclinan por dejar las cosas como están.
Cuando comienzan las
pesquisas descubren que el edificio se levantó en 1976 y la empresa encargada
de llevar a cabo las obras, a instancias de otra denominada Erimar S.L., se
llamaba Bushrangers, de la que el padre de Ned era socio fundador hasta el día
de su muerte junto con Brian Hall, que ahora trabaja para otra compañía.
Poco a poco, a medida que
la investigación sigue su curso, aflorarán las incógnitas más tenebrosas del pasado
de la ciudad, en donde la corrupción y la injusticia caminan de la mano y que siguen
vigentes en la actualidad. A su vez, rivalizarán con los secretos enquistados
de la propia protagonista ya que afectan a su familia y su turbio pasado,
amenazando con salir a la luz. Y por si todo esto fuera poco, Ned tendrá que
enfrentarse a sus compañeros, todos ellos miembros de la vieja escuela, conocida
como uno de los Cuerpos de Policía más corruptos del país, hasta conseguir
averiguar una verdad cada vez más esquiva.
IMPRESIONES:
La vieja escuela es la ópera prima de
Pamela Newton, ex agente del Cuerpo de Policía de Nueva Gales del Sur, de la
que sólo me cabe decir que me ha impresionado tanto su madurez narrativa al
ofrecernos una novela que, sin lugar a dudas, está a la altura de las mejores
en el género y la tensión que ha sabido imprimir a lo largo de las páginas.
Ambientada en Sidney en
1992 y más concretamente en Bankstown, un barrio situado a veinte kilómetros al
suroeste de la capital, en ella se refleja desde una óptica crítica y desabrida
la historia reciente y la problemática social de parte de la sociedad
australiana. La misma que durante muchos años ha sido desoída y ocultada por
todos los estamentos de la sociedad. Y es que precisamente 1992 fue un año esencial
para el reconocimiento de los derechos de los aborígenes australianos al dictar
la Corte Suprema de Australia una sentencia de gran significación jurídica en
el Caso Mabo, al declarar como no
válido el concepto de Terra Nullius (tierra de nadie), por el que los aborígenes
exigían la propiedad de sus tierras robadas por parte de los colonizadores y
sus descendientes.
Asimismo, la trama nos
llevará a conocer los entresijos de la intervención del ejército australiano en
la Guerra de Vietnam, de las atrocidades por las que pasaron unos soldados que
una vez de vuelta a casa lo hicieron trastornados por el espanto al que fueron
sometidos sin encontrar después una reparación a la altura, así como las
condiciones en que vivieron y viven el resto de inmigrantes de origen asiático
que llegaron a Australia después de la guerra de Vietnam.
Y es que en la novela se
dan cita, además de la resolución del asesinato de las dos mujeres, dos enigmas
paralelos que al final encajan en uno sólo. Historia e intrahistoria se dan la
mano para alimentar el suspense en cada una de las páginas a medida que vamos
leyendo. También seremos conscientes del conflicto que la investigadora mantiene
respecto a los sucesos acaecidos en su propia familia tras el asesinato de sus
padres que todavía está sin resolver, ya que a pesar de los años transcurridos
nunca ha podido restañar la herida y la depuración de los hechos en la actualidad
tiene graves secuelas en su entorno familiar.
Las descripciones son
exquisitas. Al principio de la novela aparecen dos mapas: uno de Sidney con
respecto a Bankstown y otro del propio barrio, a modo de callejero, donde
transcurre la acción. En ocasiones, aprovechando los incómodos atascos que Ned
tiene que soportar para llegar al centro, descubrimos mil y un detalles porque
es lo suficientemente gráfico:
“El área urbana de Cumberland Plain se extendía hacia el suroeste como una alfombra de calles, barrios residenciales y cubiertas de tejas rojas diseccionada por una velluda línea verde que serpenteaba a media distancia…” “Había pasos elevados, pasos subterráneos, calles de sentido único, zonas peatonales y vías de tren justo por la mediana, pero todos los caminos que entraban en Bankstown parecían haber sido diseñados con el fin de hacer llegar coches a la cada vez más grande meca comercial que había en su centro: Bankstown Square. Cada año se comía un trocito más de sus alrededores”. (Página 26).
Y si llegamos a conocer
perfectamente el entorno donde transcurren los hechos, más descriptiva es la
parte en la que la autora nos detalla la praxis policíaca utilizada en la época
de la vieja escuela, tan aficionada a resolver las situaciones utilizando la crueldad
y conocida por su impericia a la hora de tratar con delincuentes, la
impasibilidad de los políticos ante tanta corrupción que dió lugar a un
desenfreno salvaje a la hora de castigar a la población aborigen,
convirtiéndose en meros sicarios al servicio de los poderosos, hasta el punto
de que se ha tenido que habilitar una Comisión Anticorrupción para restaurar el
orden y la rectitud de la policía en el ejercicio de sus funciones. En este
sentido, cuando leía estas escenas no dejaba de meditar sobre lo incisiva que
podía llegar a ser la autora al transmitirnos esa realidad, para la que me imagino
que no tuvo que hacer ningún esfuerzo de imaginación dada su veteranía en este
colectivo que tan bien retrata.
Personajes:
Sin lugar a dudas, la
protagonista de la novela es la joven agente de policía Ned Nhu Kelly. Se
enfrenta a su primer caso de asesinato y, lo que en principio no sabe, es que
en un momento dado la aparición de estas dos mujeres, asesinadas brutalmente en
1976, estarán ligadas a su propia historia y la investigación la trasladará de
nuevo a su infancia y a reencontrarse con sentimientos que creía ocultos en lo
más recóndito de su corazón. Para colmo, su necesidad de encontrar la verdad
tanto en su historia como en la de las mujeres asesinadas que investiga la
llevarán a enfrentarse a sus colegas de la vieja escuela que a continuación os
presento y entre los que se siente una nota discordante.
- Ned Kelly: Protagonista de la
novela, su nombre real es Nhu. De madre vietnamita y padre irlandés, ambos
murieron asesinados cuando ella tenía siete años de edad. Vive con su tía
paterna y su hermana en Greenwich, junto al puerto. Agente de policía, hasta la
fecha suele ocuparse de temas relacionados con la violencia de género. En la
actualidad tiene veinticuatro años, mantiene una relación esporádica con un
subinspector de la Policía Secreta y formará parte de la investigación por el
asesinato de dos mujeres aparecidas en una de las obras realizadas por su padre.
Es baja de estatura pero fuerte de carácter.
- Trevor Charlton: Inspector de policía, es
el jefe de la brigada de Bankstown. Compañero y mentor de Ned cuando llegó como
aspirante a oficial, es más conocido como Top Cat o directamente como TC. Casado
con Lorraine y padre de dos hijos ya independizados, también es abuelo. Ojos
castaños, gran envergadura y una calvicie evidente, es amable, seguro y ha
sabido granjearse el respeto de todos sus compañeros y superiores.
- Vik Urganchich: Alias El Feo es en la actualidad Subinspector de
policía, aunque años atrás había tenido un rango superior hasta su caída en
desgracia. Nunca se divulgaron los motivos de tal contratiempo. Racista en
exceso, ronda la cincuentena y su apariencia simiesca y sus grandes orejas aturden
a cualquiera. Casado con Erika, que se dedica a la cría de pastores alemanes.
- James Mathews: Responde al alias de
Figgy, una derivación de las siglas de “Gigjam”, “Fuck I’m Good, Just Ask Me”
(Soy la hostia de bueno. Pregúnteme), apodo que le puso el propio TC cuando
llegó a la comisaría de Bankstown como un joven y ambicioso oficial. En la
actualidad está próximo a cumplir los treinta.
- Sean Murph: Subinspector de la
Policía Secreta, conoció a Ned en un simulacro realizado en un cursillo y a
raíz de aquello iniciaron un romance. Está casado y tiene hijos.
Por otro lado, estaría su
única familia y un viejo “amigo” de la calle:
- Mary Margaret Kelly: Familiarmente MM, es tía
de Ned. En tiempos fue cantante de ópera hasta que tuvo que hacerse cargo de
sus sobrinas tras el asesinato de sus padres. En la actualidad tiene serios
problemas de demencia senil o alzheimer, ya que todavía está sin
clasificar.
- Linh: Hermana de Ned, tiene veintidós años.
Nunca se han llevado especialmente bien, pues tienen serios problemas de
comunicación y ven el mundo de distinta manera. Además, el trabajo que Ned ha elegido
para buscarse la vida no es precisamente el que su hermana hubiese deseado para
ella.
- Mabo: Su nombre real es Patrick Arthur
Murray, pero es conocido bajo este apodo en honor al largo proceso judicial
sobre los derechos de los indígenas a sus tierras o por el de Black Charlie por
los policías de la vieja escuela. Indigente y alcohólico crónico, aunque ronda
los cuarenta años, el tipo de vida que siempre había llevado le ha envejecido
prematuramente. Será víctima de asesinato mientras se resuelve otro.
CONCLUSIONES:
La vieja escuela es un buen libro, cargado
de acción, excesos y sentimientos a flor de piel, que a su vez te incita a
querer conocer la historia más o menos reciente de Australia, un continente del
que tenía una idea imagen más poética de la que me he encontrado por los abusos
de los que he sido testigo a nivel general y en particular con todo lo
referente a la opresión y erradicación de su población aborigen, de las
prácticas policiales para que se diesen esas circunstancias y la nula
importancia que el poder político prestaba a semejantes abusos. Todo ello
narrado de manera impecable para conseguir una novela con altas dosis de
intriga.
Esta novela participa en la
iniciativa:
Requisito: La
acción transcurre en Australia o el escritor/a es australiano.