DATOS
TÉCNICOS:
Título: INVIERNO EN PARÍS
Título original: The Paris Winter
Autora: Imogen Robertson
Traductora: Paloma Tejada Caller
Editorial: Alianza Editorial
ISBN: 978-84-206-9068-1
Páginas: 480
Presentación: Rústica con solapa
Cuando
Carmina, del blog De tinta en vena, me avisó de que iba a
organizar una Lectura Simultánea en Twitter sobre esta novela, el alma
(en caso de tenerla) se me vino a los pies. No era usuaria de esta red social
y hasta ese momento pensé que ni falta que me hacía, ya que mi tiempo es escaso
y prefiero dedicarlo a mi familia, a mis amigos reales y físicos, a la lectura
y en última instancia a internet y por ese orden. Sin embargo, me apetecía
participar de este tipo de eventos por lo menos una vez, para saber a qué
atenerme en el futuro y lógicamente quería estrenarme de la mano de la mejor
maestra de ceremonias que he conocido en la red. Así que ni corta aunque
perezosa me abrí un perfil, a la espera de tener la suerte de ser una de las
ganadoras en el sorteo que Carmina organizó al efecto como así sucedió.
LA AUTORA:
Imogen
Robertson, escritora y periodista británica, cursó estudios de Filología rusa y
alemana en Cambridge. Antes de dedicarse a la literatura, trabajo en distintos
medios de comunicación (radio, cine y televisión). En el mundo de la narrativa
ha conseguido distintos premios y ha sido seleccionada por dos asociaciones de
escritores de novela negra en su país, siendo elogiada tanto por el público en
general como por la crítica.
ARGUMENTO:
París, finales de 1909.
Maud Heighton, una joven perteneciente a la clase media inglesa, lleva viviendo
un año en París, la ciudad a la que se trasladó haciendo acopio de valor y
energía desde su localidad natal, un pequeño pueblo inglés, para tomar clases
de pintura. Ante todo y a pesar de sus enormes esfuerzos, el poco capital con
el que contaba, producto de una herencia, se le ha ido escapando de las manos
al tenerse que costear sus estudios en la distinguida Academia Lafond, a pesar
de vivir en una lúgubre pensión –aunque respetable- y pasar hambre y
calamidades, porque sabe que en los pinceles y las paletas está la clave de su
futuro y el modo en que abrirse camino.
Gracias a Yvette, la
joven que se presta como modelo en las clases en las que participa y Tanya
Koltsova, una rica heredera rusa que también es alumna en la misma academia,
Maud consigue un empleo bien remunerado que le permitirá seguir con sus
estudios. Trabajará como señorita de compañía de Sylvie Morel, adicta al opio, a
la que además de ayudar a perfeccionar el inglés, iniciará en la pintura.
Y cuando más feliz se sentía
una vez instalada en el hogar de los Morel, disfrutando de todas las
comodidades hasta ahora inimaginables, descubre que estos no son lo que parecen
al ser descubiertos como ladrones e impostores. Claro que, cuando lo hace, ya
es demasiado tarde y una telaraña de mentiras se ha urdido a sus espaldas
implicándola en sus tretas.
IMPRESIONES:
No voy a negar que me ha
gustado Invierno en París porque es
una novela con la que he disfrutado desde el primer momento. Tampoco puedo
decir que sea una novela redonda, de esas que enganchan desde la primera página
o que tiene un desenlace sensacional porque tampoco sería verdad. Lo que sí que
puedo asegurar es que Invierno en París
es una novela atípica, original en cierto modo y para nada previsible. Contada
en tercera persona por un narrador omnisciente, se divide en dos partes, además
de prólogo y epílogo. Los capítulos son cortos para facilitar la lectura y
hacerla más amena, aunque el ritmo es algo lento. La acción transcurre a lo
largo de dos meses, a caballo entre los años 1909 y 1910: comienza un 20 de
noviembre y termina el 27 de enero de 1910 en pleno apogeo de lo que vino a
denominarse la Belle Époque.
Como he visto algún que
otro detalle que no me ha convencido, quiero empezar a hablar de este novela
por aquello que me ha hecho seguir pegada a sus páginas. En primer lugar, es
una historia muy interesante, donde el mundo de la pintura juega una baza consustancial.
Es más, creo que aún teniendo una protagonista indiscutible, con una
personalidad compleja y muy rica en matices, este mundillo le resta importancia
y la deja a su merced ya que la conoceremos más a través de su obra pictórica que
como se nos muestra con relación a sus actos, en donde queda algo desdibujada,
hasta el punto de que en más de una ocasión me ha costado bastante entenderla. Así
que, ¿qué mejor excusa que hablar de sus cuadros?
Las descripciones de los
cuadros son escenas vividas por la protagonista. He de reconocer que con ellas
me pasó lo mismo que cuando leí la novela de Care Santos, Habitaciones cerradas, en que aún intuyendo que se trataba de un
recurso para ambientar la novela, en más de una ocasión me daban ganas de
buscar en Google si realmente existió la exposición “Invierno en París”,
organizada por la Southwark Picture Gallery de Londres un siglo después gracias
a los fondos de la Colección de Civray, por la manera en que se profundiza
sobre los distintos aspectos de cada composición.
- En la Academia Lafond: Se trata de un
óleo en el que se representa una clase de pintura. También se hace una descripción en la reseña
del cuadro de esta academia Lafond para artistas que abrió sus puertas a las
mujeres pocos años antes de que éstas fuesen admitidas en la Academia de Bellas
Artes.
- El vestido: En esta ocasión la
pintora muestra un traje de noche de color rosa con lentejuelas despojado del
elemento humano. Se encuentra en un vestidor blanco con paneles dorados,
colgado al lado de un espejo, apreciándose con nitidez todos los detalles de la
decoración.
- Funeral: En este óleo la artista
consigue imprimir una cierta apariencia de inquietud, tanto en lo material como
en lo anímico que fuerza a quien lo observa a formar parte de él. La tumba
aparece en la parte inferior del lienzo, mientras que un rayo de luz se filtra
a través de las nubes en el ángulo contrario sin que los asistentes se percaten
de ello.
- El borracho: Se trata de un cuadro
inquietante en el que la figura representada esta dibujada con trazos sutiles y
poco definidos, como si se tratase de un simple boceto.
- Interior de una tienda: El lienzo es el
fiel reflejo del interior de un comercio de objetos chinos y japoneses en donde
el lujo oriental está perfectamente representado en una imagen puramente
colorista a la que la figura de la dependienta pone el punto de moderación
preciso.
- Sylvie: En tonos de claroscuros y en un
ambiente de familiaridad, se representa la imagen reclinada de una mujer en su
dormitorio rodeada de los artilugios precisos para la ceremonia del opio.
- La enfermería: En este cuadro se nos
muestra la habitación de lo que pudiera ser una enfermería desde la perspectiva
del enfermo. Un lienzo en el que si se mira con atención se pueden apreciar la
explosión de colores utilizados. En un principio, al ser un cuadro anónimo, se
pensó que bien podría ser obra de Maurice Utrillo.
-La lluvia: Este lienzo es de los más
pequeños de la colección. Apenas mide 35 x 25 cm, aunque no por ello el menos importante.
Dada la disposición del mismo, parece haberse realizado desde el interior del
café Le Rat Mort situado en Montmartre, en la Place Pigalle. Es precisamente
una ventana la que hace de segundo marco de la pieza y en él se pueden apreciar
a las personas que pasan por la calle, protegidas por paraguas o tapándose con
alguna prenda.
- Caveau des Innocents: Al igual que Le
Rat Mort, Caveau des Innocents es un famoso bar de París, situado en Les Halles
donde acuden los fracasados. En esta ocasión, la artista pinta el interior en
un ambiente en el que es difícil confundir a la clientela ya que lo que
predomina es la figura de una cantante en una mesa del fondo del local y el
violinista que la acompaña.
- Inundación: El cuadro hace alusión a
la célebre inundación que anegó París en enero de 1910. La originalidad del
mismo reside en que en vez de ofrecernos una visión de lo que la catástrofe
originó, el motivo central de la obra es el efecto de la luz proyectada por una
farola en el agua. Los trazos son grueso y se puede observar una amplia escala
de colores, partiendo del negro para dar más intensidad.
-La lectora: La artista abandona la
técnica impresionista para ofrecer una imagen más realista. En este óleo el
tema es una joven abstraída, leyendo junto a una ventana. Es significativo el método
utilizado a la hora de jugar con la luz.
- Pont des Arts: El cuadro parece haberse
realizado también durante los días que duró la inundación parisina. Se intuye
un Sena desbordado, aunque el motivo central es la luz que arroja una farola, que
consigue ocultar la línea divisoria de la ciudad así como destacar una ausencia
en el corazón del lienzo.
- Retrato de madame de Civray: En
este caso, la mujer retratada es uno de los personajes de esta historia,
vestida con un traje de noche y enjoyada. Las tonalidades utilizadas son muy
templadas, destacando los tonos arena. Según el catálogo, este óleo ha sido rectificado
zafiamente, pues se observan la utilización de otro color en una parte de la
mesa situada delante de madame de Civray.
Y del mismo modo que las
descripciones de los cuadros son impecables, mucho más lo son las de los
paisajes parisinos. Imogen Robertson consigue transmitirnos a base de narrarnos
las continuas idas y venidas de las protagonistas de esta historia por las
calles de París, de la Rue de Seine a Montmartre, o como la llaman por aquellas
latitudes, la Butte. He disfrutado como nadie acompañándolas hacia esa colina
donde se asienta y las laberínticas calles llenas de contrastes para
encontrarme con la familia de Yvette. He visto a los pintores en la Place du
Terre y más de algún local de mala reputación. Todo está plasmado hasta el más mínimo
detalle, así como el momento histórico en el que transcurre la acción. A la
famosa inundación que sufrieron los parisinos aquel enero de 2010, en la que
tanto la ciudad y los sueños de sus moradoras se anegaron, la autora recrea de
manera pormenorizada los trabajos de evacuación y la transformación sufrida
como consecuencia del desastre en una ciudad donde las calles dejaron de serlo
para convertirse en inmensos canales y el sufrimiento de sus habitantes es más
que palpable.
De la protagonista ya
comenté que me pareció en cierta manera desdibujada. Aunque en un principio me
pareció la típica jovencita inocentona, con un acusado sentido del deber y una
pertinaz necesidad de mantener las buenas formas buscando una respetabilidad
innecesaria, porque cuando el hambre acucia lo demás es secundario, a medida
que las cosas le empezaron a ir bien su carácter me pareció en cierto modo negligente
para no poner en peligro su comodidad. Cuando las cosas se pusieron feas para
ella, me empezó a caer incluso mal, sensación que no conseguí vencer ni al
final por mucho sufrimiento que llevase acarreado la muchacha. Si me gustaron
más Yvette (la modelo de la academia) y Tanya, su compañera en la misma porque
a ambas las vi una clara evolución en sus personalidades y en sus comportamientos,
independientemente de que tomasen las decisiones más acertadas o no. Cuando
comenté en twitter que Maud me parecía un personaje plomo me refería a eso
precisamente, porque mientras la protagonista se hunde en su amargura por no
tener los medios necesarios para vengarse como le gustaría, Yvette y Tanya se
convierten en personajes corcho, capaces de flotar en las aguas más bravas para
conseguir aquello por lo que luchan, independientemente de su condición, ya que
mientras la primera es una chica de la calle, con una situación tan precaria
como la de Maud, la otra es de clase adinerada y con un status que debe mantener.
Junto a ellas o a propósito de ellas están los antagonistas de la historia, una
pareja, los Morel, que también me decepcionaron porque en ningún momento les vi
el carácter canalla que deberían haber sacado a la luz en algún momento en base
a las barbaridades que se les atribuían. También hay alguno más a los que se
podría considerar meras comparsas y con poca entidad en la trama.
Lógicamente, todos ellos
son personajes ficticios, excepto una, Suzanne Valadón, pintora, amante y
modelo de Toulouse-Lautrec. Es en la casa de Suzanne, situada en la Rue
Tourlaque, donde Yvette cobija a Maud tras su particular bajada a los infiernos
y seremos testigos de excepción de la disipada vida que llevaba el mundo de la
bohemia artística parisina.
El estilo de la novela es
visual y fluido y como en una obra pictórica del movimiento expresionista,
predomina lo sentimental sobre la lógica, porque es vital transmitir emociones.
Sin embargo, la autora no siempre lo consigue ya que a descripciones de enorme
carga poética, le siguen otras bastante prosaicas. A una prosa correcta, una
serie de errores pertinaces aderezados con alguna que otra errata del tipo de
no cerrar una interrogación o no abrir una exclamación y viceversa. También he
encontrado alguna que otra incongruencia, sin embargo, no hasta el punto de
desmerecer la lectura. Lo que más me ha decepcionado es el ritmo imprimido en
el desenlace, demasiado precipitado para el que ha imperado a lo largo de la
novela.
CONCLUSIONES:
Invierno en París es un viaje a los primeros años del siglo XX en la
Ciudad de la Luz, una urbe cosmopolita y camaleónica que se nos ofrecerá desde
distintas perspectivas. En su trama se dan la mano el mundo del arte y la
bohemia, los albores del feminismo y lo que París tiene de emblemático en un
momento histórico muy peculiar.
Me ha encantado eso de "personajes plomo y corcho" y expresa muy bien mi impresión al leer la novela.
ResponderEliminarTengo que decir,que yo busque insistentemente los cuadros durante toda la lectura,hasta el final,no caí en que era un recurso literario.
Estupenda reseña.
Un beso.
Tiene muy buena pinta y le tengo muchas ganas.
ResponderEliminarSaludos
Coincido en los puntos positivos y yo también tuve la tentación de ir a google a buscar los cuadros. Con los personajes coincido en parte, Maud me cayó mejor pero no me molestaron tanto. En mi caso no encontré los errores que dices, también me hubiera enfadado de haber sido así. Vuelvo a coincidir en que al final pisa a fondo y pasa todo como a la vez. A pesar de estas cosas a mí me gustó mucho.
ResponderEliminarBesos
Hola guapa!
ResponderEliminarTengo muchas ganas de leerlo, me llama mucho la trama, sé que me tiene que gustar. Besotes
Tengo ganas de leerlo así que me decidiré a comprarlo. Un beso!
ResponderEliminarTampoco me cayó muy bien Maud. Me gustaron más Yvette y Tanya. Y los Morel también me resultaron algo desdibujados. Me esperaba otro final para ellos, más intenso, que se lo pusieran más difícil... Y a pesar de esto, también disfruté de la novela, sobre todo por su magnífica ambientación, lo mejor del libro con diferencia.
ResponderEliminarBesotes!!!
He visto la portada de esta novela en muchos escaparates y me llama la atención, pero hasta ahora no había leído ninguna reseña. A pesar de los "peros" que le has encontrado creo que me gustaría leerla, pues París es una ciudad que me encanta y que poco a poco voy conociendo cada día mejor, por lo que primero le preguntaré a la bibliotecaria si la van a traer, y si no es el caso pasaré por caja.
ResponderEliminarTu reseña me ha encantado. Besos
Besos
Es un libro que me produce curiosidad, gracias por la reseña, besotes!
ResponderEliminarPues a pesar de esos errores de bulto que comentaste, creo que te ha gustado más de lo que pensaba. Con Maud no conecté al principio. A mí también me parecía demasiado difuminada pero cambió la cosa cuando se revuelve. Eso sí, bastante cabezota hasta el punto de no entender por qué se empeñaba en ciertas cosas. Si tengo que elegir entre ella y Tanya, me quedo con la segunda. A mí el ritmo no me ha parecido lento en absoluto. Me bebí la novela pero, como dije en la reseña, hay ciertos aspectos del desenlace que me llegaron a chirriar. Que dos mujeres estén en medio de una inundación, una porte una pistola y un policía ande por ahí y no haga nada al respecto..., muy creíble no es. Y como eso, algunos detalles más. En cuanto a los errores tipográficos, es cierto. A la traductora se le escapó cerrar alguna exclamación o pregunta pero tampoco quise señalarlo porque es algo que noté con cierta frecuencia al principio pero fue en disminución. Un problema de edición que queda fuera del alcance de la autora. Besos
ResponderEliminarMe gustó muchísimo la novela. Destacaría también la ambientación. A pesar de algunas cosas que, como comentas, pueden no acabar de casar, disfruté mucho con su lectura.
ResponderEliminarBesos!
Me apetece bastante leer esta novela.
ResponderEliminarCoincidimos en general en nuestras impresiones. Es un libro que me ha gustado prto me ha dejado cierto sabor agridulce. No he podido empatizar en forma alguna con Maud, su evolución no me pareció para nada lógica y coherente con la Maud del principio y las páginas hasta llegar al desenlace final se me hicieron un poco pesadas.
ResponderEliminarBesos.
A la vista de los comentarios que ha suscitado esta novela, creo que si la encuentro en la biblioteca la leeré, pero comprarla ya se me hace más penoso. Tu reseña como siempre magnífica, tu punto de vista interpretado los cuadros de la pintora muy original.
ResponderEliminarUn beso
Hola :D Hace poco que vi este libro en novedades y tiene una pinta increíble. Lo que más me gusta es su portada y a pesar de que en la librería se ve gordito, espero leerlo pronto :) Un besin. Me quedo por aquí =)
ResponderEliminarPues le tengo ganas a ese libro, aunque de momento tengo unos cuantos pendientes. Besos y buen finde.
ResponderEliminarEstoy, en general, bastante de acuerdo contigo.
ResponderEliminarBesos.
Lo tengo en mi lista. La verdad es que le veo aspectos que me gustan. Y que se trate de un libro visual me encanta.
ResponderEliminarUn besote.
Qué ganas tengo de leerlo! =)
ResponderEliminarBesotes
Hola Kayena, hace unos días deje un comentario diciendo que no tenía intención de comprar esta novela, pero no contaba con que mi mujer, que adora Francia y especialmente París, al verlo en una librería decididamente entró y lo compro. Como no tiene demasiadas hojas lo termine ayer, y coincido totalmente con tu opinión.
ResponderEliminarUn abrazo
Tiene muy buena pinta. Y yo, que soy una enamorada de la ciudad de París creo que estoy tardando en leerla... espero que sea pronto!
ResponderEliminarBesos