DATOS PRÁCTICOS:
Título: MIENTRAS PUEDA PENSARTE
Autora: Inma Chacón
Editorial: Planeta
ISBN: 978-84-08-11989-0
Páginas: 352
Colección: Autores Españoles e Iberoamericanos
Presentación: Tapa dura con sobrecubierta
Siempre me ha gustado ir a la Feria del Libro de Madrid, solo que desde que tengo el blog soy más
organizada y en vez de ir a ver qué me encuentro, acostumbro a visitar la web
oficial del evento y consulto previamente a que día y hora estarán los
escritores a los que deseo visitar en sus casetas correspondientes. Por eso,
desde hace tres años, siempre acudo a la Planeta a visitar a Inma Chacón, a la
que tengo un cariño especial.
Y este año, como no podía ser de otro modo, estuve
charlando con ella y me explicó que estaba rematando su última novela. Cuando
me contó el argumento me quedé de piedra, pues el tema de fondo en el que se
basa la novela no me atraía nada, no por las víctimas –no vayáis a pensar que
soy una desalmada- ni porque el hecho de que se hubiesen dado las circunstancias
proclives para que esta aberración se produjese en nuestro país hasta hace bien
poco, sino que me parecía a priori un asunto muy trillado –especialmente en la
televisión- con unas intenciones poco ortodoxas, aprovechándose de las víctimas
para hacer caja vía publicidad gracias a la audiencia que generan temas de este
calado.
Después reparé, camino a casa, en que la autora ya
había tocado este asunto, de pasada, en su novela anterior, Tiempo de arena, en la que a una joven –hija
de una de las protagonistas- le quitan a sus hijos nada más nacer, ya que
socialmente estaría mal visto que una mujer de buena familia fuese madre
soltera. Ella se pasará toda su vida buscándolos, como la protagonista del eje
central de esta historia.
Pero Inma Chacón es una escritora maravillosa con un
estilo impecable, capaz de hacer que me replantee cualquier prejuicio y desde
la primera página pude disfrutar de una historia muy emotiva que me ha hecho
reflexionar en muchas ocasiones, a pesar de tener como telón de fondo un auténtico
espanto.
LA AUTORA:
Inma Chacón
(Zafra, Badajoz, 1954). Es doctora en Ciencias de la Información por la
Universidad Complutense de Madrid y profesora de Documentación en la
Universidad Rey Juan Carlos. Ha sido decana de la facultad de Comunicación y
Humanidades en la Universidad Europea. Fundó y dirigió la revista digital Binaria:
Revista de Comunicación, Cultura y Tecnología. La princesa india fue
su primera incursión en el mundo de la narrativa, a la que siguieron Las
filipinianas, Nick, (una
novela juvenil donde se cuenta una historia de amor a través de la red), y Tiempo
de arena. También ha publicado los poemarios Alas, Urdimbres y Antología
de la herida.
ARGUMENTO:
Año 1965. María
Dolores, una adolescente de apenas diecisiete años, da a luz en el Hogar Cuna
de Valladolid. Sólo su abuela, con la que vive, conoce esta circunstancia. Ni
siquiera ha podido verle la cara cuando, a las pocas horas del alumbramiento, la
monja y el médico que le atendieron en el parto le comunican que el bebé ha
muerto de una infección de oídos. El hospital se hará cargo de los trámites
para su entierro. Pero ella está convencida de todo lo contrario y esa
intuición persistirá a lo largo de los años. Después, la historia seguirá su
curso y empezará a trabajar como limpiadora en un colegio. Allí conocerá a Santiago, un ferretero viudo, con una hija y con el que se casará para formar una familia.
Carlos, a sus
cuarenta años, es un ejecutivo de éxito del mundo de la publicidad. Vive en
Valencia. Desde niño, por distintas anécdotas, empezó a sospechar sobre sus
orígenes, convencido de que no era hijo de quienes decían ser sus padres, pero cuando
llega el momento en que la evidencia empieza a asomarse en su vida y la
trastoca, huye de la verdad.
En la misma
situación se encuentra José Luis, su íntimo amigo, al que su madre antes de
morir confiesa que no fue un hijo natural, sino que fue comprado días después
de nacer. La diferencia entre ambos es que mientras José Luis ha sido siempre
un niño querido y mimado por sus padres, Carlos siempre ha sentido el rechazo
de su madre. Y ahora no entiende que su amigo no quiera unirse a la búsqueda de
sus padres biológicos.
IMPRESIONES:
Como os comentaba al principio, cuando Inma Chacón
me comentó de qué iba a girar su próxima novela, me quedé de piedra. No es
que evite los temas engorrosos en literatura, pero este tema está tan manido
últimamente en televisión, con un objetivo tan claramente crematístico (sólo
hay que ver las audiencias que hacen determinados programas que juegan con este
asunto) que me hierve la sangre. Otra cosa es que a nivel periodístico se
hallan escrito artículos absolutamente reveladores; de hecho, todavía recuerdo
un artículo que María Antonia Iglesias publicó en la revista Interviú, allá por
los años ochenta que me puso los pelos de punta y esa es la diferencia.
El hilo conductor del argumento es prácticamente
lineal, con la única salvedad de que son los narradores los que se van alternando
para mostrarnos su experiencia vital. Si encontramos, por tanto, distintos
planos narrativos que se van entretejiendo entre sí, para acabar ensamblándose
al final. Y del mismo modo que se relevan los narradores, también lo hacen
pasado y presente, plasmando fielmente en cada momento el ambiente, el
pensamiento y las peculiaridades de cada época. En este sentido, me ha
sorprendido el uso de los registros lingüísticos de los que hace gala la
autora.
Son varios los temas que aborda la novela en
diferentes planos narrativos (desde el concepto de maternidad o el de la
búsqueda de la identidad) al más obvio con el que podemos encontrarnos en esta
historia, que no es otro que el de las adopciones ilegales que desde el franquismo hasta hace bien poco se han venido permitiendo en España, por ello voy a explayarme en él más que en
ningún otro. Y digo que se ha venido permitiendo porque ya era una costumbre en
las cárceles republicanas el quitarles los niños a las madres al nacer por una
cuestión ideológica, apoyándose en las teorías de algún psiquiatra de triste
remembranza. Después llegaría el apogeo del franquismo, donde con la anuencia
de un médico y la monja que asistía en los partos se atribuían el derecho a
decidir sobre la vida y la muerte de los demás y utilizando a los recién
nacidos como artículos en venta al mejor postor. También contaban con ayuda
externa (en este caso un taxista) y toda una organización que tramitaba,
ejecutaba e incluso creaba modos de financiación para poder llevar a éxito los
intercambios, por una cuestión puramente pecunaria.
Con todos esos obstáculos se encontró Maria Dolores, cuando
siendo ya viuda un joven se presentó en la ferretería de su esposo preguntando
por ella. La pena es que se encontraba de vacaciones y no pudo verle. Una
corazonada le hizo ver que podría tratarse de su hijo, pues poco tiempo antes había
ido a un programa de televisión a dar su testimonio. Por ello, decidió poner en
manos de un juez su situación, sin encontrar las pruebas que la corroboraran,
porque en la mayoría de los casos, la maquinaria es tan sofisticada que jóvenes
como María Dolores en la época en que le ocurrió esto, no pueden salvar los
escollos con los que se encuentran, sin contar con la falta de medios. Sólo la perseverancia
y la ayuda de sus hijos harán el resto.
Y tan desagradable como la historia de María Dolores
es la de los padres adoptivos de Carlos, en particular la de la madre. Resulta
que tras un viaje de placer, se le adelantó el parto y el niño nacido
prematuramente murió en la incubadora. En la misma clínica le ofrecieron otro
niño, asegurándole que era huérfano ya que la madre había muerto en el
paritorio. La mujer, todavía abrumada por la pena, no quiere llevar a cabo la
operación, pero tras soportar una serie de intimidaciones por parte de la monja, se hacen cargo del
bebé, pagando por él una cantidad mensual a lo largo de los años.
Ya en Valencia, su ciudad de residencia, contarán a
los padres de José Luis lo ocurrido. Ellos tampoco han podido tener
descendencia y ven como una solución lo que han hecho sus amigos. No obstante, os
aseguro que esto es sólo la punta del iceberg porque la trastienda en la que se
aglutinan una serie de personajes sin corazón es todavía más sórdida de lo que
os podéis imaginar. Pero eso tenéis que comprobarlo vosotros.
Con respecto a los personajes, en un principio
pretendía presentarlos uno a uno, pero al final he decidido no alargar más la
reseña. Si os puedo asegurar que Mientras pueda pensarte es una novela
coral, donde todos ellos –tanto hombres como mujeres- están perfectamente
caracterizados y pocos son los que tienen más peso que otros. Se trata del
relato de unas vidas paralelas que luchan por encontrar la verdad. Retratados
tanto en lo físico como en lo psicológico, todos son muy humanos, nadie podría
decir que son personajes imaginarios.
ENLACES DE INTERÉS:
Web oficial de Inma Chacón.
Facebook de Inma Chacón.
Twitter de Inma Chacón.
Si
quieres leer un fragmento de su novela, pincha en este enlace.
CONCLUSIONES:
Inma Chacón
conseguirá transmitirnos las dos caras de una misma moneda, difundiendo con
maestría el funcionamiento de una de las muchas mafias que durante décadas se
han dedicado a la compra-venta de niños con total impunidad, todo ello con
ternura, delicadeza y ofreciendo a las víctimas la dignidad que les
corresponde. También pasearemos gracias a su prosa por los momentos históricos
que han marcado nuestra historia más reciente, desde principios del siglo
pasado hasta nuestros días.
Por ello, te recomiendo la lectura de esta novela, porque
parece tan real como la vida misma. La lástima es que no podemos ser ajenos a la
gran cantidad de testimonios –a cual más dramático e impresionante- de los que
de un tiempo a esta parte hemos sido testigos y, todavía, hay jueces que los
desestiman. Tampoco las instituciones hacen mucho al respecto.