DATOS TÉCNICOS:
Título: MISIÓN OLVIDO
Autora: María Dueñas
Editorial: Temas de Hoy (Grupo Planeta)
Colección: TH Novela
ISBN: 978-84-9998-178-9
Páginas: 512
Presentación: Tapa dura con sobrecubierta
Cuando a mediados de 2009 se
publicó El tiempo entre costuras, no dudé en comprarme la novela. Sabía
que tenía que leerla y a la vista de las muchas reseñas que iban apareciendo en
prensa y en algún blog, supe que había acertado de pleno. Después, con el
tiempo, comprobaría que cuando una novela vende más de dos millones de
ejemplares, es por algo. Pero como cuando de libros se trata soy compradora
compulsiva, enseguida pasó a formar parte del grupo de libros que duermen en la
estantería a la espera de un futuro lector más prometedor. Así, me vi con que en
el verano de 2012 me encontré con una nueva novela de la autora y tampoco pude obviarla
y aprovechando que Carmina, del blog De tinta en vena, me ha dado
no una, sino doce razones para quitarle el polvo a esos libros que guardo con
especial cariño, para leerlos y comentarlos, creo que ha llegado el momento de
darle su sitio a María Dueñas. Eso si, el orden de lectura lo tuve claro desde
el principio: empezaría por el final (muy acorde con mi naturaleza caótica),
aunque en este caso tenía un par de razones: la primera, que había leído
bastantes reseñas de Misión Olvido y muchas de ellas no la dejaban
especialmente bien, comparándola continuamente con la primera y mostrando la
decepción por las altas expectativas forjadas tras la lectura de la anterior; y
la segunda es que tras seguir la serie producida por Antena 3 basada en El
tiempo entre costuras, la cual me ha impresionado no sólo por su
personajes, o por la manera en que ha sabido mantener la intriga hasta el
último momento, sino por sus magníficos escenarios, quería dejarla un tiempo en
reposo. Si creo, no obstante, que quizás aquellos que se enamoraron de Sira
Quiroga (y el resto del elenco, porque hasta los secundarios tienen enjundia)
como personaje no pueden esperar que el resto de historias que María Dueñas nos
quiera ofrecer se tienen que parecer a ella o a ellos. Cada novela es un mundo
y la calidad de la autora es más que palpable, escriba sobre lo que escriba.
LA AUTORA:
María Dueñas
Vinuesa (Puertollano, 1964)
es una escritora española. Doctorada en Filología Inglesa, es profesora titular
de lengua y literatura inglesa en
la Universidad de Murcia, aunque en la
actualidad se encuentra en excedencia. Vive en Cartagena. También ha impartido
docencia en distintas universidades norteamericanas.
En 2009 publicó su primera novela, El tiempo entre
costuras, con la que consiguió un gran éxito de ventas en España. Sus
derechos han sido cedidos para traducciones a más de veinticinco lenguas. Ha
recibido diversos premios literarios, como el Premio Ciudad de Cartagena de
Novela Histórica o el Premio de Cultura 2011, en la categoría de Literatura.
El 2012 vuelve a publicar novela, en este caso Misión
Olvido, repitiendo éxito de ventas.
ARGUMENTO:
A la profesora universitaria Blanca
Perea el mundo se le ha venido encima. Por ello, ha decidido aceptar una beca
para desarrollar un proyecto de investigación en una universidad californiana.
Podría haber elegido otras opciones, pero estaban más cerca. Y es que después
de veinticinco años de matrimonio, que ella consideraba felices y con dos hijos
que ya han levantado el vuelo, su marido la ha abandonado por una compañera de
trabajo, mucho más joven. El mazazo definitivo ha sido el enterarse que está
esperando un hijo. Por ello, incapaz de sobreponerse a la situación, decide
poner un océano y tierra de por medio.
Una vez ubicada en la
Universidad de Santa Cecilia, descubre que lo que presumía un trabajo tedioso -la
clasificación del legado de Andrés Fontana, un compatriota llegado a tierras
americanas el año anterior a la Guerra Civil y que como consecuencia de la
contienda decidió establecerse allí definitivamente- resulta más atractivo de
lo que sospechaba. Por ello, día a día su esfuerzo y dedicación le permiten dar
consistencia y cohesión a los papeles que durante treinta años durmieron el
sueño de los justos en el triste sótano de la universidad, aunque no las tiene
todas consigo. En sus ratos de ocio irá estableciendo relaciones con sus
compañeros, más o menos amistosas. De ese modo, conocerá a Daniel Carter, quien
en su día fuese alumno de Fontana y con el que poco a poco irá estrechando
lazos.
Por otro lado, en Santa Cecilia
ha ido tomando forma un movimiento ciudadano, empeñado en que no se construya
un centro comercial que acabaría con el paraje donde se piensa emplazar.
Y las dudas acaban haciendo
mella en Blanca Perea que no entiende el por qué ciertas lagunas en el legado
del viejo profesor, en particular en lo referente a su última investigación
sobre el Camino Real y las Misiones que fueron fundando los franciscanos
comandados por Fray Junípero Serra, del mismo modo que es incapaz de comprender
qué intereses ocultos hay en su contratación al cabo de tanto tiempo…
IMPRESIONES:
Si tuviese que definir de
alguna manera la novela, diría que por encima de todo es muy humana, ya que
saca a la palestra temas tan universales como el proceso de reconstrucción y
posterior reconciliación personal tras una ruptura sentimental y la importancia
de las segundas oportunidades, incluso a uno mismo, vitales para quien ha
bajado a los infiernos y necesita resurgir cual Ave Fénix.
Pero si buscas una novela de
intriga, donde la protagonista se vea expuesta todo tipo peligros, como sucedía
con su novela anterior, no te la recomiendo, ya que aunque ambas protagonistas
son mujeres que se lanzan a un futuro incierto como consecuencia de una
traición, Blanca Perea se nos presenta como una mujer reflexiva, fría y
envuelta en un halo de tristeza que se nos antoja previsible por su modo de
proceder: entrada en la cuarentena, sus hijos han abandonado el nido y creyendo
que su relación sentimental era de lo más estable, su marido la abandona por
una compañera de trabajo, mucho más joven, que además está embarazada. Su
opción, o la única que es capaz de asumir, es la de huir y poner tierra de por
medio.
En la novela, narrada a dos voces, hay tres tramas principales: la
primera, sería la historia vital de Blanca Perea, que obviamente es la más
personal. Relatada en primera persona, transcurre en el tercer trimestre de 1999.
Las otras transcurren tres décadas antes y las conoceremos a través de un
narrador omnisciente que nos transmite la semblanza personal y profesional de
Andrés Fontana y su discípulo Daniel Carter, aunque este último período en el
que coincide con Blanca Perea, su aportación será decisiva tanto en la
evolución profesional y personal de la investigadora.
Y si tres son las tramas, también son tres los escenarios:
Madrid: Comprenderemos la idiosincrasia del
Madrid de los años cincuenta que nadaba entre la represión política, la
mojigatería y la escasez, de la mano de Daniel Carter, quien llega a España
gracias a una beca, dispuesto a recabar información y conocer los escenarios
donde transcurrió la vida y obra de Ramón J. Sender hasta su exilio a los EE.UU,
sobre quien versará su tesis doctoral. Es su profesor, Andrés Fontana quien se
lo recomienda y también será él quien le organice el viaje, indicándole ante
quien presentarse en la Universidad Complutense y donde alojarse durante su
estancia en la capital, que no es otro sitio que la portería en la que él vivió
mientras estudiaba una vez que abandonó su pueblo y a su familia.
Cartagena: Esta localidad también será
uno de los destinos de Daniel Carter, que viaja allí intentando conocer el
lugar en el que Sender basó su novela Mr. Witt en el Cantón.
Precisamente, en la época en la que viaja Carter a Cartagena, en ella habita
una colonia norteamericana que da apoyo y depende de las bases navales de Rota
y Morón que tras el Tratado de Madrid, firmado en 1953, con los americanos
mediante el cual éstos ayudaron al país económicamente y apoyaron al régimen
franquista para salir del bloqueo, a cambio, ellos instalaron sus bases en
puntos estratégicos de cara a la Guerra Fría frente a la Unión Soviética. Bien
es cierto que Carter no consigue gran cosa de cara a su tesina, pero encuentra
a la mujer de su vida, que no es poco.
California: por un lado, conoceremos a la
perfección el campus de la Universidad de Santa Cecilia, lugar en el que
trabaja Blanca Perea como investigadora visitante, su día a día, las
afinidades, roces y comportamientos de todos los que trabajan en el
Departamento de Lenguas Modernas. También conoceremos -gracias al legado de
Andrés Fontana- el entorno, en particular el Camino Real, creado a partir de
las Misiones que los franciscanos liderados por Fray Junípero Serra fueron
levantando a partir de 1789 durante cinco décadas.
Aunque tengo que admitir que
las primera páginas se me hicieron un poco cuesta arriba, enseguida empaticé
con la protagonista, llegando a impresionarme por su espíritu de lucha y el
sentido de la responsabilidad, así como su vulnerabilidad, capaz de volcarse en
su nuevo objetivo –bastante tedioso, por cierto- sin desfallecer. Pero donde
más me gustó es cuando pasadas estas primeras páginas la historia avanza en los
pasajes en el que viajamos en el tiempo y la autora nos lleva al pasado, tres
décadas antes donde conoceremos al Fontana profesor y a su alumno Carter, que
visita la España de la década de los cincuenta para recabar información para su
tesis doctoral que basará en la figura de Ramón J. Sender.
De la parte que transcurre en
la actualidad, me quedo con la lección que Andrés Fontana y su legado ofrece a
quienes le han conocido, que no es otra que el que no se puede relegar lo que
nos duele al olvido, porque Blanca Perea no es la única atenazada a la pena,
sino que todos sus compañeros y amigos, en distintas circunstancias, sufren del
mismo mal y todos han hecho de su actitud ante la vida un leitmotiv compartido,
dejando anidar en el fondo de su alma sus heridas y su dolor.
Es obvio que el proceso de
documentación ha debido ser riguroso y minuncioso, algo que se podemos
comprobar al leer el apartado de “agradecimientos” y su biografía, dada su
experiencia como profesora universitaria, no sólo en España, sino en EEUU.
CONCLUSIONES:
Misión Olvido es una novela valiente y honesta con una trama muy bien urdida, de ritmo lento que hay que leer y disfrutar sin prisas. Excepto lo que comentaba anteriormente, en el sentido de que me costó entrar en la historia, sólo fueron unas pocas páginas y después la historia empezó a interesarme más y más, hasta el punto que me duró su lectura tan sólo tres días. Está claro que esta misión, no pasará al olvido, pues es de lo más interesante.