Título: EL
CEMENTERIO VACÍO
Autor: Ramiro Pinilla
Editorial: Tusquets Editores
Colección: Andanzas
ISBN: 978-84-8383-459-6
Páginas: 277
Presentación: Rústica
con solapas
Una de las grandes alegrías que me reportó el celebrar la II Edición de la Novela Negra, Policíaca y de Misterio es la de haber conocido
al escritor Ramiro Pinilla a través de esta novela. La leí hace cuatro meses, en
junio, pero hasta la fecha no he podido reseñarla no por falta de tiempo, sino
porque dadas las continuas alusiones del protagonista a las novelas de dos de los
grandes maestros de la novela negra internacional como fueron Hammet y
Chandler, mi intención primigenia era la de haber (re)leído -para después
reseñar- alguna novela de cada uno de ellos a modo de homenaje. Pero no me fue
posible en su día, -ahí si que tengo que admitir que me faltó tiempo- y en
vista de la cantidad de novelas que tengo pendientes, tanto por leer como
reseñar, he decidido empezar a ponerle remedio so pena de que me coman los
libros, que algún día pasará a no ser que decidan vengarse de mi de otro modo.
EL AUTOR:
Quizás Ramiro Pinilla (Bilbao, 1923) sea uno de los autores
más peculiares de cuantos he conocido. No sólo por su estilo tan
característico, sino por el modo en que, desde muy joven, decidió llevar su
carrera literaria. Para que os hagáis una idea, empezó a escribir a los
dieciocho años (breves relatos para una colección de cromos) y no fue hasta los
años sesenta cuando publicó su primera novela, Las ciegas hormigas, con
la que consiguió el Premio Nadal y el de la Crítica. Una década después quedó
finalista en el Premio Planeta con Seno y fundó su propia editorial –Libropueblo-
en la que los libros salían al mercado al precio de coste, pero que le llevó a
apartarse durante tres décadas de los circuitos comerciales porque sólo
distribuían los ejemplares en Bilbao. De aquella época son sus novelas:
- El salto (1975)
- Recuerda, oh, recuerda (1975)
- Antonio B. “el ruso”, ciudadano de tercera (1977)
- Primeras historias de la guerra interminable (1977)
- La gran guerra de Doña Toda (1978)
- Andanzas de Txiki Baskardo (1979)
- Quince años (1980)
- Huesos (1997)
- La estación de Getxo (1998)
En 2004 vuelve a retomar su relación con la Editorial
Tusquets y publica la trilogía Verdes valles, colinas rojas, compuesta por los
títulos:
- La tierra convulsa (2004), con el que consegue el Premio
Euskadi.
- Los cuerpos desnudos (2005)
- Las cenizas del hierro
(2005), con el que consigue el Premio de la Crítica y el Premio Nacional de
Narrativa.
A las que seguirían:
- La higuera (2006)
- Sólo un muerto más (2009) Primer caso del detective Samuel
Esparta
- Los cuentos (2011)
- Aquella edad inolvidable (2012)
- El cementerio vacío (2013) Segundo caso de Samuel Esparta.
ARGUMENTO:
No hubo testigos, a pesar de la cercanía en que se hallaba
el cadáver de la multitud y precisamente los ruidos de la fiesta ahogaron los
demás. Pero hay cosas que no le cuadran a nuestro protagonista, Sancho
Bordaberri, un librero con vocación de escritor que en alguna ocasión ha
colgado el cartel de “cerrado” y no ha dudado en caracterizarse a la vieja
usanza del detective clásico y buscar las pistas que puedan ayudar a esclarecer
los acontecimientos, más si al día siguiente llegan a su establecimiento unos
mocosos que no dudan en empeñar sus ahorros para demostrar la inocencia del
maketo, con quien, al parecer, se iba a fugar la joven.
Comenzará entonces una investigación en la que Sancho
Bordaberri, ahora Samuel Esparta, tendrá que colaborar con el comisario de la
policía Político-Social encargado del caso y nos hará partícipes de una antigua
leyenda según la cual, las tumbas de los cementerios instalados en el litoral
se desocupan por sus cimientos echando los cadáveres al mar, donde los
enamorados que han sido enterrados juntos, vivirán de igual modo eternamente.
IMPRESIONES:
El
cementerio vacío
es la segunda novela en la que Sancho Bordaberri y su ayudante Koldobike
intervienen para esclarecer un asesinato cometido en Getxo, la ciudad natal de
ambos. No leí la primera, Solo un muerto más, pero las referencias a
ella en esta novela son similares y los recursos utilizados y el modo de
proceder del protagonista y su empleada son los mismos.
La acción
se sitúa en el Getxo de 1947, cuando Anari, una joven que apenas cuenta con
dieciocho años aparece asesinada durante el transcurso de una verbena.
Curiosamente, al día siguiente fusilan a su hermano Toribio en la cárcel donde
cumple condena desde que finalizó la guerra civil y ello es motivo para que el
velatorio de ambos se celebre a la vez en el caserío familiar, aunque este
hecho en particular no aporta nada a intriga, sino que pone de manifiesto el
ambiente de opresión que reinaba en el momento.
Aunque los
personajes están perfilados pulcramente (hay un gran elenco: desde los
familiares de la víctima, amigos y otros como el coadjutor o el policía
encargado de resolver el crimen), el protagonista indiscutible es Sancho
Bordaberri, un librero de la localidad, aficionado a la novela negra desde la
adolescencia que, cuando la ocasión lo merece, no duda en vestirse de detective
a la usanza clásica y reconvertirse en Sam Esparza (emulando al clásico Sam Spade de Hammett), así como Koldobike, que se convierte
en su rubia secretaria y la única persona capaz de ofrecerle el único resquicio
de sentido común cuando se transforma en detective. Del mismo modo, convierten
la estrecha y alargada librería en cuyo fondo han instalado un
rincón para que los niños puedan leer en su centro de operación, donde instalan
un despacho cuando la ocasión lo requiere.
Imagino
que a estas alturas los amantes de la metaliteratura os estaréis frotando las
manos, ya que en la novela abundan referencias a otras novelas, en particular a
aquellas de género negro que tanto gustan al protagonista. Pero además, hay que
añadir una particularidad más: el protagonista no sólo narra sus pesquisas en
primera persona, sino que además y sobre la marcha va escribiendo su novela
donde vuelca todo lo que hace, dice y oye. Eso, unido a la fina ironía que
destila es, con mucho, el recurso que más me ha gustado de la novela, porque
hay pasajes y diálogos que os puedo asegurar merecen ser leídos y disfrutados.
En vuestras manos está, pues opino que no puedo desvelarlos porque entiendo que
os merecéis disfrutar de esta sorpresa.
Aunque la
ironía está muy presente en la novela, hasta el punto de parecerse a un vodevil
con ciertos aires cervantinos (por un lado, el protagonista es un escritor
frustrado que ha escrito más de una docena de novelas que ningún editor ha
querido publicar en las que bebe de los clásicos, aunque sin caer en el
pastiche, de la novela negra y, por otro, el protagonista bien puede compararse
con el héroe de Cervantes en el sentido de que también goza de ese punto de
locura que le lleva a meterse en cualquier charco sin saber cómo saldrá de él),
también lo está la crítica social. Esta viene dada gracias a la “contribución”
del sospechoso del crimen de Anari, un maketo, (denominación despectiva que los
lugareños dan a los obreros emigrados desde otros puntos del país), sin ser
conscientes de su contribución e influencia para el bienestar industrial del
País Vasco.
Como único
escenario nos encontramos con Getxo, una pequeña localidad vizcaína situada en
la margen derecha de la ría de Bilbao y a tan sólo catorce kilómetros de la
capital. Un pueblo que aunque en la actualidad tiene una considerable
población, en aquella época apenas se conformaba en un grupo de caseríos
levantados alrededor de la iglesia. Las descripciones del entorno son precisas
y lo más llamativo es la leyenda que da título a la novela y que guarda
relación con la trama.
Excepto
algún error impropio del momento en el que transcurre la acción como puede ser
el hecho de la utilización de alguna locución que en aquella época no se
utilizaba, pero perfectamente perdonable porque desde mi punto de vista se ha
recurrido a ellas para dar a los diálogos un cariz más coloquial y algún
detalle más que carecen de importancia a la hora de valorar el estilo de
Pinilla.
ENLACES DE INTERÉS:
Puedes leer el primer capítulo en este enlace.
CONCLUSIONES:
El cementerio
vacío es la clásica novela que te agrada leer (a pesar de que el argumento no
es precisamente agradable) y en la que, a medida que pasas páginas, imaginas
que el autor ha tenido que divertirse escribiendo. Aunque por su extensión
puede parecer una obra menor, está muy bien escrita, con una prosa impecable y donde
destaca una imaginación envidiable, algo digno de elogio en un autor que a sus
noventa años puede considerarse uno de los más interesantes no solo de este
siglo, sino del anterior y que, posiblemente, no haya obtenido el lugar que le
corresponde por méritos propios.
Un autor que tendré que conocer
ResponderEliminarPues no la conocía y me ha llamado la atención. Cada vez disfruto más con este género.
ResponderEliminarQue buena memoria y pundonor hacer una reseña 4 meses después de leída. A mi ya me cuesta una semana después o quizás me da palo, jejej
ResponderEliminarParece una lectura interesante por los datos metaliterarios que hacen abrir otras puertas.
Y a mí, como a todos creo, los libros están intrigando para aplastarnos.
Saludos
Pues no sé qué decirte Kayena. Mira que el argumento promete, el tema metaliterario es un plus de lo más agradable y tú siempre convences, pero mi primera y única tentativa con este autor no fue muy positiva. Me dejaron el primer volumen de la trilogía y me aburrió tanto que lo dejé (y eso que a mi amiga le había encantado). Quizás ésta, al ser novela negra, me gustaría más.... Pero no sé, no creo que me anime
ResponderEliminarBesos
No conocía a este autor pero este libro por lo que cuentas sí me resulta atractivo tanto por el escenario como por el género y las referencias a la literatura, no me importaría darle una oportunidad
ResponderEliminarbesos
Desde luego que tienes la cabeza muy bien amueblada y organizada. Yo cuatro meses después de haber leído un libro y habiendo leído varios más por medio perdería mucha precisión y detalles de la lectura como para poder comentarla. También es verdad que no tomo nota, pero vamos, que seguro que ni aún con esas. Y bueno, sobre el libro, no he leído nada de Ramiro Pinilla y ahí está, entre los futuribles, empezaré por el primero y espero que no me pase como a Laky ;)
ResponderEliminarBesos!
No conocía al autor y su obra, pero parece que tendré que hacerlo
ResponderEliminarBesos
Tengo muchísima novela negra pendiente, pero supongo que un libro más no le hará daño a mi lista. El argumento de la novela me ha gustado mucho, al igual que tu reseña. 1beso!
ResponderEliminarEste autor lo tengo en el punto de mira desde hace muchisimo tiempo, sin embargo no se porque siempre se me queda pendiente, habrá que remediarlo, pero primero bajaré la pila de los que no he leído y la de los que no he reseñado, porque creo que conmigo también tomarán represalias...
ResponderEliminarPues tiene muy buena pinta, así que lo tendremos en cuenta.
ResponderEliminarAún no he leído nada de este autor.
ResponderEliminarYa había oído hablar de este señor. Me gustaría leer algo de él a ver qué tal. Creo que la novela negra patria me empieza a llamar muchísimo más que la escandinava.
ResponderEliminarBesos.
Qué bien, estoy un poco huérfana de buenas lecturas y me gusta retomar un estilo y una temática que me apasionan. Me gusta.
ResponderEliminarUn besazo.
Lo cierto es que Tusquets editores empieza a tener una colección muy buena en cuanto a novela negra se refiere, ya es casi referente de calidad en este género, ¿verdad? Besos.
ResponderEliminarDel autor sólo he leído "Antonio B. El ruso" y me gustó mucho, y ahora me has animado a leer más de sus obras. Tomo nota.
ResponderEliminarUn beso.
Acepto mi ignorancia, para mi es un autor desconocido a pesar de su larga trayectoria.
ResponderEliminarBesos
No he leído nada de este autor. Pero desde luego tu reseña invita a descubrir su obra pronto. Y más,siendo la novela negra un género que me gusta mucho.
ResponderEliminarBesotes!!!
Otra que no conocía nada del autor, y que con tu reseña ve que tiene que poner remedio.
ResponderEliminarSaludos
Tengo ganas de hincarle el diente a algo de este hombre, la verdad. En lo que a novela negra se refiere y por lo que voy leyendo, tiene los ingredientes para gustarme, creo.
ResponderEliminarUn besote! :)
No conocía al autor pero me ha gustado mucho tu reseña. Lo buscaré porque me encanta el argumento de este libro y sus personajes.
ResponderEliminarBesos!
Un autor del que aún no había leído nada, a lo que pienso poner pronto remedio. Me ha gustado mucho el argumento y creo que esta novela puede ser un buen punto de arranque, miraré a ver a ver que encuentro.
ResponderEliminarBesos
Otro nuevo enlace ilustrativo que nos brindas. Muy bueno. Aunque confieso que he sido bastante mezquino en comentar los ricos materiales que nos envías, quiero expresarte mi reconocimiento por la labor que despliegas. Ojalá siempre mantengas este alto nivel y mil gracias por enviarnos estas páginas tan completas.
ResponderEliminarSaludos desde Los Llanos de Cojedes, Venezuela
No conocía ni al autor ni a la obra pero has conseguido que apunté su nombre. Buena reseña.
ResponderEliminarVaya reseña. Has hecho que me apunte esta novela del tirón. Es curioso que la historia ocurra tan cerca de mi lugar de nacimiento, y yo sin saber nada....
ResponderEliminarEsto hay que remediarlo.
Gracias por la reseña.
Un saludo.
Pues me has convencido del todo!! =)
ResponderEliminarBesotes
Tus meses temáticos de novela negra nos han aportado a todos muchos magníficos descubrimientos del género.
ResponderEliminarEstoy deseando la siguiente edición.
Besitos.