DATOS TÉCNICOS:
Título: EL
ASESINO ENTRE LOS ESCOMBROS
Título original: Der Trümmermórder
Autor: Cay
Rademacher
Traductora: Laura Manero Jiménez
Editorial: Maeva
Colección:
Mistery Plus
ISBN: 978-84-15532-80-4
Páginas: 355
Presentación: Rústica
con solapas
El pasado 9 de septiembre salió a la venta El
asesino entre los escombros, ópera prima de Cay Rademacher, un autor que va
a dar mucho que hablar de ahora en adelante entre los aficionados bien a la
novela policíaca o al género histórico, ya que combina con maestría ambos
palos. Y lo bueno es que, además, en su país ya ha publicado dos novelas más
–que espero lleguen pronto a estas latitudes-, ya que en las tres concurren los
mismos protagonistas y presumo que muchos de sus secundarios.
El caso es que cuando leí la sinopsis y la
información facilitada por la editorial, no pude resistirme por varias razones
de las que os hablaré más adelante. De momento, vayamos por orden.
EL AUTOR:
Ya os he comentado que El
asesino entre los escombros es la primera novela de Cay Rademacher (Alemania, 1965), aunque en su
país ya se han publicado la segunda y tercera entrega de la misma: Der Schieber
(El traficante) y Der Fälscher (El falsificador). El éxito de su primera novela
ha sido más que evidente, llegando a vender más de 80.000 ejemplares y todas ellas
tienen como protagonistas al mismo detective (Frank Stave) y el mismo
escenario: el Hamburgo de la postguerra.
Del autor, sólo puedo
transcribir la información que aparece en la solapa del libro:
Cay Rademacher estudió
historia angloamericana, historia antigua y filosofía en Colonia y Washington.
Desde 1999 es redactor de la revista Geo, donde inició el magazine Geo Época,
que dirige actualmente. Vive con su familia entre la Provenza y Hamburgo.
ARGUMENTO:
En el desolado Hamburgo de 1947, al inspector
jefe Frank Stave parece que se le va a complicar la existencia tras la confirmación
de un peliagudo asesinato dadas las circunstancias en las que ha aparecido el
cadáver de una joven degollada entre los escombros de uno de los edificios
bombardeados durante la guerra aérea. El cuerpo aparece desnudo y la
posibilidad de identificar a la víctima es prácticamente nula. Nadie ha visto
nada, no aparece ninguna huella, ningún indicio y tampoco existe una denuncia
de desaparición de la cual tirar del hilo. Pocos días después aparece el
cadáver de un anciano, también desnudo y al que igualmente han cortado el
cuello con un alambre, dándose las mismas circunstancias en cuanto a
imposibilidad de identificación. Y como no hay dos sin tres, o cuatro, no es
uno, sino dos nuevos cadáveres los que vuelven a descubrir, en distintos
lugares pero siempre entre escombros y en las mismas condiciones, sólo que esta
vez se trata de una mujer y una niña.
IMPRESIONES:
Os
comentaba al principio que, además de la atractiva sinopsis, el libro me llamó
la atención de inmediato por varias razones, siendo la más sugerente el que se
trataba de un homenaje a un tipo de literatura que llegó a convertirse en todo
un movimiento literario bastante particular, que tuvo su origen y su punto de
inflexión en la Alemania de la postguerra: la “Trümmerliteratur”
o “Literatura de los escombros”, cuando un grupo de escritores entre los que
destacaron los Premios Nobel Heinrich Böll y Günter Grass decidieron unirse en
1947 y formar un grupo compacto para reflejar en sus novelas la realidad de la
guerra aérea que sufrió la población civil y las terribles consecuencias en la
conciencia colectiva. Y es que el ejército aliado, durante tres aciagos años en
los que su única premisa era la de acabar con el régimen del Führer, bombardeó
sin piedad y sin descanso todas las ciudades alemanas, reduciéndolas a
escombros.
Otra de las razones que me atrajeron de esta
novela es que estaba basada en hechos reales; es decir: realmente existió un
asesino en serie al que denominaron “El asesino de los escombros”que segó la
vida de cuatro personas por aquel entonces, utilizando el modus operandi que se
describe en el libro excepto que mientras que en realidad nunca se halló al
culpable por falta de pistas e indicios, en la historia de Rademacher el
inspector jefe Stave, con la
participación del oficial británico James McDonald, consiguen descubrir al
culpable y dar con el móvil que originó semejante barbaridad.
Y
una vez leída la novela, tengo que decir que ambas cuestiones han sido
resueltas con indudable habilidad. De hecho el autor, con un estilo muy
gráfico y reflexivo, me ha convencido totalmente por el modo con el
que es capaz de evidenciar el sentir de los alemanes en aquel entonces; su
necesidad de olvidar lo ocurrido para seguir subsistiendo y resurgir de sus
cenizas en medio de la precariedad más absoluta en aquel largo invierno sin
esperanzas. Porque las descripciones, no sólo en lo concerniente al modo de
vida de la sociedad civil, las penurias por las que pasaron o esa necesidad de
buscarse la vida de cualquier modo, sino las de la propia ciudad, son
impecables. Me llamó la atención, en particular, el hecho de que dos años
después de finalizar la guerra, los habitantes de Hamburgo siguiesen viviendo
en las torres antiaéreas mandadas construir por Hitler a las que además del uso
para el que se levantaron, también se utilizaron como búnkers de superficie
para civiles, algo por otro lado lógico, dado los niveles de desmoronamiento en
que se hallaba la ciudad.
A todo lo dicho, también hay que considerar el
apartado de los personajes, pues es soberbio. En principio, aunque los
secundarios están muy bien perfilados y no se limitan a ser mera comparsa como
suele ocurrir en el género policíaco en muchos de los casos, podría decirse que
hay dos protagonistas claros: el inspector Frank Stave y el teniente James
MacDonald (no olvidemos que Alemania era una nación ocupada donde los ingleses
se movían como por cualquiera de sus colonias). Ambos forman un tándem muy
interesante, pues aunque son como la noche y el día, tienen en común que ambos
han sido conscientes en primera persona de todo el horror que emana de la
guerra. Mientras el primero es un hombre maduro, entrado en la cuarentena, atormentado
y amargado no sólo por la situación de derrumbamiento moral y económico que
sufre el país, sino que, además, perdió a su esposa en un bombardeo y no conoce
el paradero de su único hijo, que se alistó en la contienda en sus
postrimerías. El otro, más joven y espontáneo y sin obligaciones familiares, se
toma la vida con más naturalidad. Mientras el alemán es ordenado y sistemático,
el inglés es más atrevido y lanzado. Pero cuenta con una baza muy importante:
en la alemania ocupada, McDonald tiene unos contactos nada despreciables de
cara a la investigación y Stave lo tiene muy en cuenta.
ENLACES DE INTERÉS:
Puedes leer el primer capítulo en este enlace.
CONCLUSIONES:
El
asesino entre los escombros es una
novela que atrapa, tanto por su aspecto histórico como por el policíaco. Con
una trama muy bien urdida, te sumerge en un momento histórico apasionante, que
no te dejará indiferente.
Por mi
parte, ardo en deseos de conocer las nuevas aventuras de Franz Stave y James
MacDonald. ¿Y tú, a qué esperas para adentrarte en esta historia?
Cuando al principio he leído lo que decías sobre que el autor combinaba género policíaco con histórico, he pensado "por favor, que sea en la misma novela, me apetece mucho". Y sí, resulta que el punto de partida es una chica asesinada en el Hamburgo de 1947, entre los escombros de los bombardeos. Te prometo que estaba pensando en la literatura entre escombros que comentas de Günter Grass. Dicho todo esto, está claro que me lo llevo, ¿verdad?
ResponderEliminarVaya buena pinta que tiene, habrá que tenerlo en cuenta, gracias por la reseña!!besotes
ResponderEliminarYa sabes que este tipo de novela me gusta mucho, o más bien las dos: la histórica y la policiaca, así que mezcladas debe ser apasionante. Lo añado a la lista aunque ya empieza a ser la Espasa, porras.
ResponderEliminarUn besazo.
A mi hermano le gusta mucho Grass. Yo confieso que no he leído nada de él pero me gustaría bastante. En este caso, el libro de por sí me atrae bastante incluso ya desde el titulo y no descarto leerlo. Por cierto, Ana, ¿has recibido un par de mails que te mandé? Besos.
ResponderEliminarSi hubiese sido por su portada, y contra de lo que me suele pasar con las de Maeva, no me hubiese fijado demasiado en esta novela. Después de leerte puedo asegurar que es una novela que me parece de lo más interesante. Un beso.
ResponderEliminarTiene muy buena pinta, me lo apunto. He leído pocas cosas de autores alemanes ( fuera de los clásicos) y creo que ninguna novela negra/ detectives/policíaca, aí que pienso que voy a animarme con esta serie. Me suelen gustar las sagas/series, porque me gusta empatizar con los protagonistas de las novelas y me encanta conocer como son como piensan, que tipo de vida tienen, etc... Besinos.
ResponderEliminarAys, Maeva está descuidando sus portadas.. ;( Me interesa ese momento histórico, los "escombros" de la guerra, cuando la guerra "se va" y quedan las ruinas y el futuro por delante. Y la novela policiaca también me gusta. Así que si se dan la mano, en armonía, con trama bien resuelta y buenos personajes... no hay más que hablar, me lo llevo ;)
ResponderEliminarSaludos!
Siempre siento curiosidad por esa literatura de los escombros, aunque algunas veces no acabe de satisfacerme del todo como me pasó con Tokio Año Cero.
ResponderEliminarPero parece que este sí que me puede gustar. Veré...
Saludos
Me lo apunto sin dudar. Espero que me guste tanto como a ti. Disfruto mucho de la novela policiaca y de la historica así que creo que lo hará
ResponderEliminarBesos
Mmmmmmmmmmmmmmm cuando te leo tiemblo, y lo hago porque pocas son las que descarto y no se como se me dará este autor la verdad pero combina esta novela dos facetas que me apasionan, la policial y la historica y dentro de esta el III Reich y sus consecuencias
ResponderEliminarNo conocía la literatura de los escombros, pero investigaré sobre la misma. El libro me parece una sugerencia muy interesante y el autor, por lo que dices, promete, así que no me queda otra que seguirle la pista. 1beso!
ResponderEliminarPues no sabía de ese movimiento literario, la literatura de los escombros. Una cosita que aprendo hoy y de la que tengo que averiguar más cositas. Y con el libro me has convencido completamente.
ResponderEliminarBesotes!!!
Leo tu reseña de puntillas porque lo tengo pendiente. Me quedo con que te ha gustado tanto la parte policíaca como la histórica y con tu valoración final.
ResponderEliminarBesos
Lo tenía ya apuntado y después de tu reseña tengo que hacerme con él como sea. Un beso
ResponderEliminarNos ha llamado la atención, y tampoco conocíamos este género.
ResponderEliminarNo tiene mala pinta, aunque últimamente no me apetece mucho leer novela negra así que quizá lo deje para más adelante.
ResponderEliminarBesos.
No había oído hablar ni de la novela ni, por supuesto del autor, pero tu reseña me ha llamado mucho la atención, y como el género es uno de mis preferidos en cuanto me pase por a librería preguntaré a ver si la tienen. Para mi, con el otoño, empieza la temporada de lectura.
ResponderEliminarUn beso
Hola Kayena, hace tiempo que no entraba en tu blog, bueno en el mío tampoco..., pero después del largo verano que me he tomado aquí estoy de nuevo. Una magnífica reseña, muchas gracias por darme a conocer esta novela.
ResponderEliminarSaludos,
Bueno, no conocía al autor, pero no creo que me anime, hace mucho que no leo nada de novela negra...
ResponderEliminarMe atrae más la parte policíaca que la histórica.
ResponderEliminarNo sé qué estoy esperando para leerlo, supongo que conseguirlo?
ResponderEliminarBesos
Me lo apunto!!!! Que buena pinta tiene!!!!
ResponderEliminarSaludoss ;-)
Pues la verdad es que parece que no es para dejarla pasar. Tomo nota, tengo muchísimas lecturas pendientes pero nunca se sabe cuando puede cruzarse una novela en tu camino ;-)
ResponderEliminarUn besin
Pues parece una lectura super interesante, no lo conocía =)
ResponderEliminarBesotes
Hola. He leido el libro y me ha gustado mucho. Para comenzar la historia me interesó por varias razones. Vivo en Hamburgo, soy historiador y ¿quién puede resistirse a una buena historia policiaca? Lo leí en dos días. La atmósfera del Hamburgo de postguerra atrapa.
ResponderEliminar