CONTRA LAS CUERDAS, de Susana Hernández

DATOS PRÁCTICOS:

Título: CONTRA LAS CUERDAS

Autora: Susana Hernández

Editorial: Alrevés

ISBN: 978-84-15098-64-5

Páginas: 284

Presentación: Rústica con solapas

Conocí esta novela gracias a David Gómez (Bolzano), del blog Cruce de caminos. La presentó además a la iniciativa La reseña del mes, donde quedó en segundo lugar, así que ya os podéis imaginar la calidad que tiene el bloguero a la hora de vender un libro. El caso es que según iba leyendo sus impresiones, supe que la tenía que leer y dado que coincido bastante en gustos con él, las expectativas que me despertó fueron saciadas, con la satisfacción que ello implica, ya que si por algo valoro el efecto blogosfera es precisamente por el poder que algunos espacios tienen sobre mis  intereses y necesidades a la hora de descubrirme nuevos libros que por mi misma sería incapaz de destapar, independientemente o no de la capacidad de algunos para convertir un libro en todo un boom literario.

LA AUTORA:

De la web de la editorial, he sacado la siguiente información:

Nació en Barcelona. Estudió Imagen y Sonido e Integración Social y compagina estudios de Investigación Privada y de Psicología en la Universidad de Barcelona. Ha colaborado en varios medios de comunicación escritos, ejerciendo como crítico musical y redactora de deportes, así como en medios radiofónicos, y, actualmente, imparte cursos literarios y colabora en distintos medios como crítica literaria y redactora.

Ha publicado las siguientes novelas:

- La Casa Roja (Premio Ciudad de Sant Adrià 2005),

- La puta que leía a Jack Kerouac (Lesrain 2007)

- Curvas Peligrosas (Odisea Editorial 2010),

- Enamórate (Odisea Editorial 2012) junto a otros autores.

Asimismo, sus relatos y poemas han sido incluidos en diferentes antologías y publicaciones literarias.

En su haber cuentan diversos premios de novela, relato y poesía: I Premio Poesía Lésbica Versales 2009, Finalista Premio de novela Katharsis 2009, I Premio Ciudad de Sant Adrià de Besòs de Novela 2005, Premio Contradiction 2003, Premio Villa San Esteban de Gormaz 2002, y Premio de relato «Mujeres» de Santa Cruz de Tenerife 2001, entre otros.

ARGUMENTO:

Desde hace años, en la Costa Dorada, un asesino en serie ha estado actuando con total impunidad. Ahora su carrera se ha embalado y la prensa ha bautizado el caso como el del “Violador del cuchillo”, ya que su modus operandi no puede ser más horrible: viola a sus víctimas con ese utensilio y después las estrangula. Las policías responsables del caso son las subinspectoras Santana y Vázquez, porque el delincuente se ha trasladado a Barcelona. El tiempo apremia, pues la sexta víctima acaba de ser raptada y en esta ocasión es del entorno íntimo de Santana.

Pero Rebeca Santana no pasa por su mejor momento: su vida sentimental le trae por la calle de la amargura, pues recientemente se ha separado de Malena al enfrentarse ambas por un tema laboral y no consigue olvidarla, un acosador secreto la está acorralando y su madre, que cumple condena por asesinato, ha enfermado. Tampoco la de Miriam Vázquez es que vaya como la seda, pero ambas intentarán esclarecer un caso en el que los obstáculos son muchos y van contra el reloj. ¿Lo lograrán?

IMPRESIONES:

Contra las cuerdas es la segunda entrega en la que aparece esta pareja de policías. El anterior, fue publicado por Odisea Editorial en 2010 y se tituló Curvas peligrosas. Para que os hagáis una idea, de esta novela dijo Lorenzo Silva que era una de las tres mejores novelas negras publicadas ese año. Las novelas se pueden leer por separado, pues son autoconclusivas; de hecho, este es mi estreno con Susana Hernández como autora y no he tenido problemas ni he sentido que me haya perdido algo, aunque no dudo que puede que haya detalles del primer libro que siempre guste conocer, más que nada porque desde ya me he convertido en fiel seguidora de la escritora, ya que la novela me ha encantado y prometo repetir.

Sin lugar a dudas, una de las grandes bazas de esta novela son los personajes. Están cuidados y perfectamente construidos, por lo que resultan verosímiles. Y no es que se centre en unos pocos, sino que son bastante: desde la “extraña” pareja de policías, y digo extraña porque es la primera en el panorama hispano de mujeres policías, que además son como la noche y el día en cuanto a carácter, clase social y otras muchas diferencias: Rebeca Santana (que se alzó con el galardón al mejor personaje femenino del año en los premios Leemisterio 2012) y Miriam Vázquez, hasta el último de los secundarios. Intentaré describiros a grosso modo, determinados rasgos de algunas de ellas, aunque aviso que, curiosamente, esta es una novela de mujeres (que no para mujeres):

Rebeca Santana: Nacida en el barrio del Carmel, ahora vive en el Raval. Licenciada en psicología, Es lesbiana y arrastra un trauma familiar.

Miriam Vázquez: Es una mujer madura, entrada en la cincuentena a quien sus compañeros rebautizaron como “La marquesa”, por el alto nivel adquisitivo del que hace gala y sus gustos refinados. Desde que se divorció, tiende a frivolizar en sus idilios y prefiere el sexo sin complicaciones a una relación estable. Su carácter arisco sólo es una máscara bajo la que se esconde una persona generosa y sensible.

Malena Montero: Ex novia de Rebeca, es una abogada criminalista de éxito. Fue precisamente, el verse enfrentadas en un caso, lo que acabó con su relación sentimental.

Puri: Madre de Rebeca, está cumpliendo una pena en la cárcel por doble asesinato: el de su amante y su hijo menor de edad. La relación madre-hija es prácticamente nula.

Los diálogos son brillantes, también las descripciones, lo que unido a un lenguaje fresco y coloquial consigue que nos resulte sorprendente ver como pasamos y pasamos páginas con voracidad lectora, porque el ritmo es muy intenso y es muy fácil de leer a pesar de la cantidad de frentes abiertos contra los que tiene que luchar la protagonista. No se trata ya de que tiene que encontrar a un violador y asesino en serie, sin tiempo para respirar puesto que acaba de raptar a otra mujer, sino que además un acosador merodea por su vida y el tema parece serio; o que acaba de romper la relación sentimental con su novia y todavía está profundamente enamorada, mientras que ella parece encontrarse cómoda en el camino del olvido; o que su madre, con la que mantiene una relación complicada se encuentra enferma mientras sufre condena por haber asesinado a su amante y su hijo… en definitiva, está acorralada contra las cuerdas y, continuando con el símil, no puede tirar la toalla.

Pero además de todo lo dicho, la estructura de la novela me ha parecido fascinante. Intentaré explicarlo: Está dividida en dos partes y un epílogo. En la primera, la acción se desarrolla como en una cuenta atrás; de hecho, es la manera en que se titula: “14 días antes”, “9 días antes”, “36 horas antes”… para llegar a una segunda parte donde se han sentado las bases para dar con el asesino y resolver el enigma. En el epílogo, las piezas casan. Son tantas como frentes abiertos que habrá que zigzaguear entre ellos, pero al final convergen de forma soberbia. Porque a todo esto hay que añadir que la autora no sólo le ha limitado a crear un caso criminal y resolverlo de manera notable, sino que además las distintas subtramas nos llevan a conocer los sentimientos más íntimos de los distintos personajes que en ella aparecen.

Está narrada en tercera persona por un narrador omnisciente, aunque centrada en la protagonista, pero, esporádicamente, aparecen una serie de capítulos cortos (de una página escasa) en donde se nos trasladan los pensamientos y sensaciones de un personaje anónimo. Se trata de la sexta víctima y esas sensaciones nos crean una incertidumbre añadida porque cada vez van a más:

“Todo estaba a oscuras y en silencio. No había forma de calcular cuánto tiempo había pasado inconsciente. La sexta víctima se tomó el pulso. Palpó su cuerpo tratando de detectar los focos del dolor y contabilizar los daños. Probablemente tenía la nariz rota. La mandíbula tampoco encajaba del todo y escupía sangre. ¿Era de noche o de día? ¿Por qué no estaba atada ni amordazada? Muy sencillo: porque no tenía escapatoria ni nadie que la pudiera socorrer. Caminó por la estancia a ciegas, para hacerse una idea de las dimensiones. Era pequeñísima. Tardó un rato en aceptar que el hedor provenía de su propio cuerpo…”.

ENLACES DE INTERÉS:

Blog de Susana Hernández:

                         

CONCLUSIONES:

Poco más os puedo decir sobre esta novela de trama adictiva y con mucha acción, donde el suspense te invita a pasar muy buenos ratos: sufrirás, te emocionarás e incluso te divertirás, te lo aseguro. La estructura es perfecta, los personajes impecables en cuanto a caracterización y a los que se coge cariño con facilidad (bueno, al asesino, no, porque como en aquella frase de Mae West: “Cuando soy buena soy buena, cuando soy mala soy mejor”, podríamos quedarnos con la segunda parte. La ambientación también es excelente (al final Barcelona se va a llevar la palma como “territorio negro” por aclamación). Así que ¿qué más se puede pedir? Pues una tercera entrega que, por lo que he podido saber, ya está en proceso.

Esta reseña participa en la iniciativa:

RETOS:
CRUCE DE CAMINOS: NEGRO Y CRIMINAL (2/15)

AUTORES DE LA A a la Z (Por la H)

75 LIBROS EN 2013 (8/75)

25 ESPAÑOLES EN 2013 (6/25)
RETO: NO ME OLVIDES (Novela policíaca)