BLANCANIEVES DEBE MORIR, de Nele Neuhaus

DATOS TÉCNICOS:

Título: BLANCANIEVES DEBE MORIR

Autora: Nele Neuhaus

Traductora: María José Díez Pérez

Editorial: Maeva

Colección: Embolsillo

ISBN: 978-84-15120-87-2

Páginas: 432

Presentación: Rústica sin solapas

He leído varias reseñas de esta novela, sobre todo a lo largo de estas dos últimas semanas largas en las que estamos celebrando el Mes de la novela Negra, Policíaca y de Misterio, motivo por el cual, a la vista de las impresiones que se han ido volcando, no me he podido resistir a sumergirme entre sus páginas y dados los resultados, no me queda otra que agradecer su elección a quienes me la recomendaron, pues ha sido un gran descubrimiento.

         

Porque precisamente, los lectores tendemos a movernos en círculos concéntricos como un vaso cónico, lo cual nos convierte en estrechos de miras en muchas ocasiones y tal es así que tendemos a tener autores de referencia o editoriales de cabecera, por lo que a veces no nos enteramos de otras tantas grandes historias que nos pasan inadvertidas por no poder llegar a todo. Y no sé si a vosotros os pasará lo mismo, pero yo estoy comprobando que este mes temático me está dando la oportunidad de descubrir nuevos nombres, nuevas historias y mucho que leer. Más de lo que puedo o me gustaría, pero esa ese es otro cantar.

             

LA AUTORA:

En la contraportada del libro he encontrado la siguiente información sobre la autora, que se puede ampliar en su web oficial.

Nele Neuhaus (1967, Westfalia, Alemania) vive en la cordillera del Taunus, cerca de Frankfurt desde niña. La serie de misterio protagonizada por Oliver von Bodenstein y Pía Kirchhoff, que en un principio se autopublicó con un éxito inesperado, ha hecho que su fama traspase las fronteras del Taunus y que los crímenes locales adquieran dimensión universal.

ARGUMENTO:

Nos encontramos en Altenhain, una pequeña localidad de no más de cuatrocientos habitantes, cercana a Frankfurt. Tobías Sartorius acaba de salir del centro penitenciario de Rockenberg, tras cumplir diez años de condena por el asesinato de dos jóvenes (una de ellas su novia), once años antes. Las pruebas que le culpabilizaron fueron circunstanciales, pero sus vecinos han decidido no perdonarle, no habrá reinserción posible.

Tras llegar a su domicilio, la realidad le da el primero de los muchos bofetotes que seguirán, reales o imaginarios: sus padres se han divorciado, pues ella no pudo soportar la presión ejercida por sus convecinos y él vive prácticamente en la indigencia moral, abandonado a su antojo. El restaurante y la granja que poseían están cerrados desde hace años y subsiste gracias a un empleo precario facilitado por Claudius Terlinden, quien además les prestó su apoyo desde el primer momento, contratando a los mejores abogados penalistas para que se ocuparan de su defensa.

Simultáneamente, en la antigua base aérea de Eschborn y durante unos trabajos de demolición, en uno de los hangares ha aparecido el esqueleto completo de una mujer. Lo encargados de la investigación son Oliver von Bodestein y Pía Kirchttoff, junto con el equipo de Criminalística.

IMPRESIONES:

Como decía al principio, conocí esta novela tras leer distintas reseñas. Aún así, cuando vi su portada por primera vez, el título actuó como un imán: no hay cosa más sugerente que recurrir a un viejo protagonista que genere un cierto desconcierto para conquistar a los lectores. Y Blancanieves, como cualquier personaje de cuento infantil, lleva sobre sus hombros una gran leyenda. Eso, unido a una orden categórica, puede hacer estragos, más tratándose de novela negra. Y el título, que además viene avalado por un subtítulo contundente: “Dos asesinatos, una condena y un muro de silencio”, no es un simple señuelo, porque queda perfectamente explicado a lo largo de la narración el motivo de semejante mandato.

Pero efectivamente, como dice el subtítulo, esta es la historia de dos asesinatos (que se cometieron), una condena (que se cumplió) y un muro de silencio, absurdo, a tenor de lo que realmente ocurrió y que el equipo de policías, encabezado por Oliver von Bodestein y Pía Kirchttoff tendrán que esclarecer. Y no va a ser fácil.

La acción transcurre en una pequeña localidad cercana a Frankfurt, en la cordillera del Taunus y durante los diecinueve días (comienza un jueves 6 de noviembre y termina un martes 25 del mismo mes, pues son esas fechas las que sirven como título de cada capítulo) que discurren hasta que los hechos se aclaran, no habrá tregua ni respiro, ni para los intervinientes ni para el lector. Tras un prólogo ciertamente angustioso, comienza la narración con la llegada de Tobías Sartorius al lugar que le vió nacer y del que salió, veinte años después con destino a una prisión. En su casa encontrará únicamente a su padre y descubrirá que durante su condena no ha sido el único que ha sufrido, sino que su familia ha tenido que cargar con el peso del desprecio, llevándoles a la ruina moral y económica más absoluta. De hecho, la madre no soportó la situación, por lo que decidió divorciarse y empezar una vida nueva en Frankfurt, alejada del muro de incomprensión que les separó de sus vecinos y antiguos amigos.

Con respecto a los personajes, hay varios protagonistas claros: Oliver von Bodestein, inspector jefe de la Brigada de Homicidios y jefe de la Brigada Central de Delitos Contra las Personas de la Policía Judicial Regional de Holheim, que no pasa por su mejor momento a nivel personal, ya que su situación familiar se tambalea al descubrir de manera accidental que su esposa mantiene una aventura con un viejo conocido; o Pía Kirchttoff, su ayudante, una mujer intuitiva, trabajadora y obstinada incapaz de dejar nada al azar. Pero también lo es Tobías Sartorius, un joven con el que me ha resultado muy fácil empatizar, no sólo por la gran injusticia que tuvo que soportar, sino por su carácter y su modo de abordar los problemas que le se plantean tras su excarcelación. O su padre, Hartmut, que aguanta estoicamente el papel que le ha tocado en suerte asumir desde que su hijo fue condenado y que en ningún momento dejó de prestarle todo su apoyo.

Aparte de los protagonistas, hay una gran cantidad de personajes secundarios, pero no por ello te sientes abrumado (a pesar de esos nombres alemanes que te traen de cabeza), pues uno de los grandes aciertos de la autora es que es capaz de ofrecernos unos perfiles psicológicos bastante completos, con los que poder hacernos una semblanza bastante cabal de cada uno de ellos. Y repito que son muchos: desde los habitantes del pueblo, que se podrían clasificar en amigos de las víctimas o del presunto asesino, familiares de los tres, vecinos, etc., hasta el equipo humano que acompañan a los policías que llevan la investigación o sus familiares.

                                                      

Del mismo modo que Nele Neuhaus ha sabido mantener el clima de tensión que se vive en el pueblo, donde se puede cortar el aire con un cuchillo, no puedo decir lo mismo con respecto al ritmo de la investigación, donde no ha sabido (o podido) prolongar la intriga, con frecuentes altibajos. Quizás, desde mi punto de vista, ha enrevesado demasiado las cosas sin necesidad, porque llegado el momento en el que los hechos acaecidos aquella fatídica noche de 1997 estaban claros y probados, ¿para qué mantener la película, enredándola más y más? O como decía Tomás de Iriarte en la fábula de La ardilla y el caballo: Tantas idas y venidas, tantas vueltas y revueltas, (quiero, amiga, que me diga) ¿son de alguna utilidad?

Sin embargo, debo admitir que me ha subyugado ese clima de tensión del que hablaba anteriormente. En ocasiones, tendemos a quejarnos de muchas de las masacres con las que en ocasiones nos hemos levantado en este país como si quienes las han provocado llevasen impreso en su ADN el vestigio del crimen como algo típicamente español, ¿cuántas veces no nos hemos asombrado ante determinados sucesos a los que hemos tildado, por ejemplo, como propios de la Andalucía profunda, esa que se desangra parapetada en la ignorancia? Y es que tenemos la costumbre de creer que todo lo malo nos sucede a nosotros, cuando el vecino puede superarnos. Pues bien, por poner otro ejemplo conocido, dejando a Andalucía tranquila, que bastante mala prensa tiene en según qué cosas y qué casos, Altenhain podría considerarse el Puerto Hurraco teutón, con la diferencia que aquí no se trata del enfrentamiento de dos familias en igualdad de oportunidades, sino que es el de todo un pueblo contra una familia que además no opone resistencia. Y resulta espeluznante ver que les da igual la verdad, porque ellos han condenado a un pobre chaval con unas pruebas que no son contundentes, sino circunstanciales y lo han hecho de por vida. Incluso el único que parece que puede tener la razón de su parte, en el sentido de que es lógico no poder soportar la presencia de quien cree que es el asesino de su hija, cuando le toca mover ficha, lo hace contra la vida de uno de los Sartorius y el pueblo le protege. Un pueblo que sabe más de lo que aparenta y toma partido de una manera intolerable.

Para terminar, quiero incidir en algo que también me ha sorprendido mucho (y eso que yo con respecto a las series suelo ser bastante caótica y casi nunca las leo por orden), es el hecho de que esta novela, que forma parte de una serie policíaca, se haya publicado en nuestro país antes de las otras tres que la precedieron. Si tengo que advertir que esto no afecta a la trama principal, que nace y muere en este libro, pero si lo es en cuanto a los investigadores, dado que sus problemas personales se van dirimiendo a lo largo de la narración. Para que os hagáis una idea: Oliver von Bodestein está viviendo los últimos coletazos de su matrimonio y Pía Kirchttoff acaba de iniciar una relación que viene de otro caso anterior. Sin embargo, en la siguiente entrega, Amigos hasta la muerte, que acaba de salir al mercado, nos encontraremos a Bodestein casado felizmente con la mujer de la que ahora estamos viendo que se va a separar, ¿no es un poco absurdo?

  

CONCLUSIONES:

He disfrutado mucho con esta novela. Es verdad que mis expectativas eran altas y temía por ello, pero no me ha decepcionado, ya que me ha parecido una historia original y bien narrada, así que espero ver pronto en las librerías el resto de la serie, tanto las anteriores como las siguientes entregas.

Esta reseña participa en la iniciativa:

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