DATOS TÉCNICOS:
Título: LA
VIDA IMAGINARIA
Autora: Mara
Torres
Editorial: Planeta
Colección: Autores Españoles
e Iberoamericanos
ISBN:
978-84-08-03142-0
Páginas: 256
Presentación: Tapa
dura con sobrecubierta
Todos los años, como me imagino que os ocurrirá
a la mayoría de vosotros, disfruto con la expectación que genera la concesión
del Premio Planeta. Otra cosa será que después me gusten más o menos los libros
elegidos, pero no puedo evitar sentir una especie de orgullo patrio al percibir
el esfuerzo realizado por la Editorial al mantener año tras año este premio: el
segundo mejor dotado económicamente del mundo, después del Nobel.
Más que nada, porque no son los únicos que organiza.
Así, también tenemos el Ramón Llull
(dotado con 90.000 euros), el Fernando Lara (dotado con 120.200 euros), el
Azorín (dotado con 68.000 euros), a los que habría que añadir los ofrecidos por
las otras editoriales filiales, como el Nadal (dotado con 18.000 euros) y el
Josep Plá (dotado con 6.000 euros) de Destino; o el Biblioteca Breve (dotado
con 30.000 euros), de Seix Barral; o el Minotauro de Novela (dotado con 10.000
euros), de la Editorial Minotauro; o el Alfonso X el Sabio (dotado con 100.000
euros), de Ediciones Martínez Roca; o el Primavera de Novela (dotado con
200.000 euros), de Espasa Calpe.
El caso es que cada año disfruto con el evento
y en cuanto puedo, leo las novelas premiadas y comparo. En esta ocasión, me
llegaron a la vez y no sabía por cual de ellas decidirme; por un lado, me
apetecía un montón ponerme con el ganador, pues el género en el que se
encuadraba era uno de mis preferidos; por otro, me llamaba mucho la atención la
finalista, pues había escuchado ya alguna entrevista y me resultaba
interesante. Hasta que me puse a ojear (primero las sinopsis de ambas), hasta
que se me ocurrió abrir este libro, con la única intención de leer un par de
páginas para hacerme una idea y ya no pude dejarlo en un par de horas. ¿Sabéis
por qué?
LA AUTORA:
Mara Torres (Madrid, 1974). Licenciada en Periodismo,
además ha cursado estudios de postgrado y doctorado en el Departamento de
Lengua y Literatura de la UCM., así como Literatura Comparada en la Facultad de
Filología de la misma universidad.
Desde que en 1994 dirigiese un programa de
radio universitario, su carrera laboral se ha alimentado prácticamente en este
medio, trabajando en la cadena Ser (en la redacción del programa Hoy por Hoy de
Gabilondo, en Hola Madrid y La Gran Evasión). Más tarde dirigió el programa A
contraluz y después Hablar por hablar, que le ofreció la posibilidad de
escribir un libro, titulado de la misma manera, donde recopiló una sucesión de anécdotas
surgidas a través de las conversaciones
mantenidas en el programa. Después le seguiría un libro de relatos, Sin ti,
con el que se convirtió en finalista del Premio Setenil. En la actualidad
presenta La 2 Noticias, en Televisión Española.
ARGUMENTO:
A veces resulta complicado explicar los
argumentos de algunas novelas; unas veces por temor a decir más de lo debido,
otras, porque la historia que en ellas se nos relata es complicado de volcar,
porque más allá de lo puramente literario, hay factores que cada uno de
nosotros tiene que sopesar porque van más allá de una simple trama. En estas
ocasiones, prefiero optar por añadir la sinopsis facilitada por la editorial,
como es el caso:
¿Qué pasa por tu cabeza
cuando la persona a la que quieres se va? ¿Qué haces con tu vida cuando tienes
que pensarla otra vez? ¿Te la inventas? El mundo de Nata se llena de preguntas
cuando Beto la deja. Pero el tiempo no se detiene, y los episodios que Nata
cuenta de su propia historia la van llevando hacia un lugar donde todo vuelve a
ser posible. Novedosa y contemporánea, esta novela tiene el nervio de un relato
confesional, divertido y emocionante. Pero, por encima de todo, descubre a
Fortunata Fortuna, un personaje fascinante que ha venido al mundo de la ficción
para quedarse.
IMPRESIONES:
Quizás, uno de los temas más recurrentes
en la literatura, a lo largo de los siglos, es el del abandono sentimental, ya
sea por parte del hombre hacia la mujer o viceversa. Y quizás, la diferencia
radicaría en la actitud de cada género hacia ese alejamiento, más si nos
remitimos a otras épocas. Pero si nos ceñimos a la actualidad, creo que todos,
hombres y mujeres, actuamos de la misma manera, cometemos los mismos errores y
albergamos las mismas sensaciones, porque resulta complicado asumir, sobre todo
al principio, que el amor se ha acabado, independientemente de que sólo sea en
una de las partes de la pareja quien así lo entienda (o las dos), porque lo más
habitual es que siempre sea uno de ellos quien tome la iniciativa, mientras el
otro se lame las heridas. Y después, con el paso del tiempo, cuando éste se
haya ocupado de sanar las lesiones producidas, diremos aquello de “no hay mal
que por bien no venga” y refranes similares, pero esa es otra historia.
Y precisamente, al querer comparar
tiempos y formas, mientras leía esta novela se me venía a la cabeza,
insistentemente, otra escrita décadas antes: Crónica del desamor, de
Rosa Montero. Obviamente, es una historia diferente y con un planteamiento
distinto, aunque la protagonista sea una mujer, pero ambas historias lo que
exhalan es un pavor a la soledad, que se materializa en el momento del
abandono, como si quienes lo sufren no supieran estar solas consigo mismas.
Y precisamente, en La vida imaginaria,
es la propia protagonista en primera persona quien se desnuda ante nosotros.
Comienza por explicarnos el origen de su nombre, Fortunata, que sirve de
contrapeso para equilibrar lo presuntuoso de su apellido: Fortuna. Obviamente
visto así, es como para echar a correr, pero en cierto modo me recordaba a otra
protagonista de ficción ciertamente inolvidable: la de Galdós. Está claro que
los (imaginarios) progenitores de ambas no estuvieron muy sembrados el día en
que las inscribieron en el (imaginario) registro civil, porque ambas son
cualquier cosa menos lo que se les presume a tenor de su (imaginaria)
experiencia vital.
Nata es un personaje divertido, con un
sentido del humor que ya lo quisiera para mi. También es metódica, espontánea e
irónica en algunos momentos, pero lo que es indudable es que genera ternura en
el lector. Como todos, en mayor o menor medida, simultanea su vida real con la
imaginaria, algo que aunque en principio suena extraño, según la vamos
conociendo nos parece lo más natural del mundo, pues ¿Quién no ha fantaseado
más de una vez y se ha imaginado en otro lugar, espiando a ese alguien que es
capaz de hacernos perder la cabeza? Lo hacemos más a menudo de lo que estamos
dispuestos a asumir. ¿Y cuántas veces no nos hemos montado una película con
respecto a una cita, dando por hecho que las cosas ocurrirían como nosotros nos
las hemos planteado y la realidad nos pega un bofetón al ser completamente
diferentes? Pues todo eso lo vivimos gracias a la protagonista de esta novela y
la experiencia es muy agradable. Porque Nata escribe como piensa, rociando de
frescura cada una de las páginas de la novela, dando una sensación de cercanía
que pocas veces he sentido.
“Hoy por la noche no podía aguantar más y, antes de dormir, he ido volando con mi cama hasta tu casa y me he presentado allí sin avisar. He entrado por la ventana, he aparcado la cama en tu salón y me he quedado a ver qué hacía. Tú te has levantado del sofá, has puesto música en el iPad, te has encendido un cigarro y has ido a la cocina a ponerte una copa. He sonreído. Se ve que no has cambiado mucho tus hábitos desde que no estás conmigo. Cuando has vuelto de la cocina te has acercado a la mesa del ordenador, has tecleado tu clave, te has sentado en la butaca y has sacado del cajón uno de tus cuadernos. Yo me he quedado muy quieta en mi cama, observándote sin hacer apenas ruido y cuando ya estabas completamente enfrascado en tus dibujos he empezado a hablar”.
Y ella ejerce esa sensación de espejo en
el que cada uno nos vemos en cierto modo reflejados. Quizás porque la manera en
que la han dejado sea torpe o cobarde, según se vea, porque su novio, en vez de
ser claro, recurre a esa excusa tan manida como es la de dejarlo por un tiempo,
hasta aclararse. Y ella prefiere creerle, porque la verdad sería más dolorosa
todavía, a pesar del empeño de su círculo de amigos por abrirle los ojos. Y
ella se deja llevar, aunque tenga que ponerse en manos de una terapeuta para no
perder el norte. Hasta que llega el desencanto, que más allá de resultar
frustrante, actúa como un espaldarazo y la ayuda a levantarse.
Después, ya sólo queda que el estilo de
la autora te guste o no. No voy a negar que es arriesgado, pero a mi en
particular me ha gustado, porque es fresco y actual y coloquial. Está dividida
en tres partes, que se corresponderían con cada momento vital de la
protagonista: el de la ruptura sentimental, el momento duelo y la salida del
pozo.
ENLACES
DE INTERÉS:
Puedes
leer los primeros capítulos en este enlace.
CONCLUSIONES:
No voy
a negar que me llevé una sorpresa con esta novela, más habiéndose convertido en
finalista del Premio Planeta. Porque es muy original. A mi me ha gustado mucho,
por todo lo que he comentado, porque me ha resultado cercana y creíble y porque
cuando la terminas, te da deja satisfecha, a pesar de que se lee en un suspiro.