DATOS TÉCNICOS:
Título: EL
INVIERNO DEL MUNDO
Título
original: Winter of the World
Trilogía: The
Century, Tomo II
Autor: Ken Follett
Editorial: Plaza & Janés
ISBN: 978-84-0135-319-2
Páginas: 960
Presentación: Tapa
dura con sobrecubierta
Como lectora, no hay nada más agradable que empezar una trilogía
teniendo la continuación del segundo tomo a mano, del mismo modo que resulta
deprimente saber que tendrán que pasar dos años para terminarla, porque hasta
ese momento no se publicará la tercera parte. Pero bueno, como dice el dicho,
que nos quiten lo “bailao”.
Pues bien, la reseña de hoy corresponde a la novela El invierno del
mundo, la segunda partes de la trilogía The Century y la
continuación de La caída de los gigantes. Es por ello que, si no has
leído el primer tomo y no te gustan los spoilers, deberías abandonar la lectura
de esta reseña, porque es imposible evitarlos, más cuando esta novela, más allá
de considerarla histórica o no, como explicaré a continuación, es una novela de
personajes, integrada por varias sagas familiares que tienen su origen en el
primer libro y evolucionan a lo largo de este segundo, tanto por los conflictos
que viven los personajes como el que ahora es una nueva generación quien los
protagoniza.
Y dada mi objeción anterior acerca de si la novela es histórica o no, aprovecho
la coyuntura de que esta opinión también forma parte de la Lectura Conjunta
organizada por los blogs Libros en el petate y Viaja gracias a loslibros, que Fesaro y Lesincele han planeado (y que todavía sigue abierta),
para que entre todos aquellos que nos hemos apuntado podamos debatir al
respecto, pues considero que, como en los toros, hay división de opiniones, como
lo demuestra el acertado comentario que me dejó Mónica-Serendipia y del
que no puedo evitar hacerme eco. Os lo transcribo esperando me digáis vuestro
punto de vista:
“Indiscutible que Follett es un gran novelista, un maestro del entretenimiento, pero para mí no es exactamente novela histórica, en este caso, lo que está escribiendo. Más bien novela con ambientación histórica, o en un marco cronológico histórico, no sé si me explico. De todas formas, Follett es único y cualquiera de sus novelas te garantizan, como mínimo, una lectura entretenidísima”.
Y es que no puedo estar más de acuerdo con ella, lo que me lleva a
pensar que la trilogía The Century (aunque a
falta de leer el último libro imagino que el estilo narrativo se
mantendrá, utilizando los mismos recursos) es el mejor ejemplo del término
acuñado en su día por Unamuno, recogido por la R.A.E., al referirse a la
intrahistoria, porque como bien dice Mónica, es la vida de los protagonistas,
su relación con los conflictos en los que intervienen, la que sirve de
escenario para mostrarnos lo que la historia nos ha revelado con el discurrir
de los años por distintas vías y formas. Pero también tengo que destacar que si
hay algo grande en esta novela (y en lo que llevamos de Trilogía), es que Ken
Follett ha sabido estructurar el maremágnum de información y documentación
existente sobre nuestro pasado reciente de una manera amena y atractiva.
ARGUMENTO:
Al término de La caída de los gigantes, nos encontramos con una
Alemania que sufre los estragos del Tratado de Versalles, mediante el cual el
país y sus aliados, además de asumir su responsabilidad en la guerra como
agresores, perdiendo su imperio colonial, tendrían que satisfacer una serie de
requerimientos –sociales, laborales y económicos- que llevaron a la población
civil a grados de miseria desconocidos hasta ese momento y que dentro del
estado se convertiría en el caldo de cultivo que generaría el nazismo y el
posterior asalto al poder de su máximo representante, Adolf Hitler. Porque aún
antes de ser firmado el Tratado, el país ya estaba dividido, enfrentándose la
derecha y los nacionalistas, que no aceptaban sus requerimientos bajo ningún
concepto y los socialdemócratas, más interesados en pulir las cláusulas del
mismo, aunque sus intenciones cayeron en saco roto. De ese modo, el nazismo se
hizo hueco aprovechando la fisura creada por la situación.
De ese modo, el relato se inicia en Berlín, en 1933, una ciudad –y por
extensión, un país-, dividido entre la propaganda nazi y el espanto, con un
Hitler ya convertido en canciller. Allí nos encontramos con la familia Von
Ulrich, que vive con estupor estos tiempos de agitación y represión. Mientras
Walter defiende una democracia a punto de extinguirse desde su escaño en el
Reichstag, Maud trabaja para un periódico, publicando artículos que ridiculizan
al mismísimo Hitler.
También viajaremos a un Londres que observa anonadado el panorama
político europeo y que según qué familia (Fitzherbert o Leckwith-Williams), toman partido por según qué opción.
Sin olvidarnos de los Peshkov (rusos o americanos), que han prosperado claramente
con respecto a sus orígenes, aunque unos con mayor conciencia social que otros.
Posiblemente, donde menos cambios veamos sea en la familia Dewar, excepto los
puramente habituales en el discurrir de una estirpe dedicada en cuerpo y alma a
la política.
LAS FAMILIAS CRECEN…
Como en el primer tomo, al inicio de la novela nos encontramos con una
relación de personajes, organizada por las mismas familias y colaterales y sus
países de origen. Aunque no los he contado, creo que son muchos más, porque ya
se sabe que las familias nacen, crecen, se reproducen y, a nada que haya una
guerra, incluso mueren.
◊Familia Fitzherbert
(Ingleses):
●Conde Fitzherbert,
conocido como Fitz. Como en el pasado, sigue militando en el partido
conservador y es miembro de la Cámara de los Lores. Del mismo modo, sigue
residiendo en Londres, aunque de vez en cuando hace alguna escapada a su
segunda residencia, Ty Gwyn, en Aberowen (Gales). Fruto de su matrimonio ha
tenido dos hijos, aunque de un escarceo de juventud con Ethel Leckwith
(Williams en aquel entonces) también tuvo otro hijo.
●Princesa Elizaveta, de
origen ruso, es la esposa del Conde Fitzherbert. Se la conoce como Princesa
Bea.
●●Boy Fitzherbert,
vizconde de Aberowen, primogénito del matrimonio. Casado con Daisy Peshkov, a
la que lleva a militar en la Unión Británica de Fascistas. Tomará parte en la
contienda como piloto de la RAF.
●●Daisy
Fitzherbert (de soltera Daisy Peshkov), esposa de Boy. Nacida
en Buffalo (EE.UU), es la heredera de una gran fortuna de dudoso origen que llega
a Inglaterra en viaje de placer tras sufrir un desplante amoroso al que se une
la mofa de lo más granado de la sociedad en la que se mueve, para acabar
recalando definitivamente allí tras su matrimonio.
●●Andy Fitzherbert, hijo
menor
●Lady Maud Fitzherbert, hermana
del conde, ahora es la esposa de Walter von Ulrich.
◊Familia
Leckwith-Williams (Ingleses):
●David Williams, minero
del carbón y sindicalista de arraigadas convicciones religiosas. Padre de Ethel
Leckwith (de soltera Williams) y de Billy.
●Cara Williams, esposa
de David. Madre de Ethel y Billy.
●●Ethel Leckwith (de
soltera Williams), hija de David y Cara. Madre soltera, como consecuencia de
una aventura con el conde Fitzherbert, años después se casa con Bernie
Leckwith. Es parlamentaria por la circunscripción de Aldgate.
●●Bernie
Leckwith, esposo de Ethel.
●●●Lloyd Williams, hijo
de Ethel y el conde Fitzherbert, hijastro de Bernie. Al comienzo de la historia
es estudiante de Lenguas Modernas en Cambridge, donde coincide con Boy Fitzherbert
y Daisy Peshkov en una fiesta. Participará en los tumultos que se denominarían más
tarde como Batalla de Cable Street, donde al grito de ¡No pasarán!, acuñado por
los madrileños en la guerra civil, los anti-fascistas londinenses apoyaron a la
comunidad judía del East End de Londres. Meses después se alistará en las
Brigadas Internacionales y viajará a España para participar en la Batalla de
Belchite, además de otras misiones como soldado al servicio del ejército británico.
●●●Millie
Leckwith, hija de Ethel y Bernie
●●Billy Williams, hijo
de David y Cara y, por tanto, hermano de Ethel. Es miembro del Parlamento de
Aberowen.
●●●Dave
Williams, hijo de Billy
●●●Keir
Williams, hijo de Billy
◊Familia Von Ulrich
(Alemanes):
●Walter von Ulrich, Parlamentario
en el Reichstag por el Partido Socialdemócrata.
●Maud
von Ulrich, esposa de Walter (de soltera Lady Maud Fitzherbert). Fiel a sus principios, sigue
siendo liberal en esencia y trabaja en un periódico –Der Demokrat- afín a sus
ideales, hasta su clausura por el partido nazi.
●●Erik von Ulrich, hijo de Walter y Maud. Es el
tonto necesario de toda novela que se precie. Mientras su familia pasa las de
Caín por culpa de los nazis, él se afilia a las Juventudes Hitlerianas para no
convertirse en la nota discordante de su escuela. Participará activamente en la
guerra, como médico en prácticas.
●●Carla von Ulrich, digna hija de Walter y Maud. Tendrá un peso específico
en la historia, ya que las mareas que le faltan a su hermano, parece que a ella
le sobran. Pero lo más destacable de su carácter es su valentía y su nobleza.
●●Werner Franck, esposo de Carla.
●●●Rebecca Rosen, hija adoptiva de Carla y Werner.
●Conde Robert von Ulrich,
de origen austriaco, es primo de Walter. Al inicio de la novela trabaja en Berlín,
en un restaurante Bristo, donde actúa como socio junto a Jörg Schleicher. Más
tarde se trasladará a Inglaterra, como consecuencia de la abominable situación
vivida junto con su socio y Lloyd tras la irregular detención consumada por el
Comisario Thomas Macke en su local, mediante la cual primero son trasladados al
cuartel de Friedrichstrasse y después a un almacén en ruinas en las afueras de
una localidad cercana a Berlín, con aciagas secuelas.
●Ada Hempel, criada de los von Ulrich, termina por ser un miembro más
de la familia.
●●Kurt Hempel, hijo de Ada.
◊Familia Peshkov: En principio la componen dos hermanos: el mayor
vive en Rusia, el menor, en su juventud emigró a Estados Unidos.
●Grigori Peshkov, el
mayor de los hermanos, en la actualidad es comandante del Ejército Rojo.
●Katerina Peshkov, esposa
de Grigori, en su juventud mantuvo un romance con Lev, de quien tuvo un hijo.
●●Volodia Peshkov, hijo
de Katerina, aunque al casarse ésta con Grigori antes de su nacimiento, a todos
los efectos siempre ha sido considerado hijo de éste. Desde el principio del
relato su actitud tiene una importancia fundamental en los acontecimientos, al
estar vinculado a los servicios secretos rusos.
●●Zoya Vorotsintsev,
esposa de Volodia.
●●Ania Peshkov, hija
de Grigori y Katerina.
●●Ilia Dvorkin,
esposo de Ania, es agente de la policía secreta rusa.
●Lev Peshkov, hermano de
Grigori, en su juventud emigró a Estados Unidos, llegándose a convertir en un
magnate del cine, con inclinaciones mafiosas.
●Olga Peshkov, esposa de Lev.
●●Daisy Peshkov, hija de Lev y
Olga, se convertirá en la esposa de Boy Fitzherbert.
●Marga, amante de Lev,
madre de Greg.
●●Greg Peshkov, hijo de Lev y
Marga.
◊Familia Dewar (Americanos):
●Úrsula Dewar, esposa de Cameron Dewar, ya fallecido,
es madre de Gus.
●●Senador Gus
Dewar, hijo de Cameron y Úrsula, en su juventud fue asesor del presidente
Woodrow Wilson, como después haría con Roosevelt y Truman.
●●Rosa
Dewar, esposa de
Gus.
●●●Woody Dewar, hijo mayor de Gus y Rosa.
Trabaja como ayudante de su padre, aunque al final su vida tomará otros
derroteros.
●●●Chuck Dewar, hijo menor de Gus y Rosa, nunca
le han apasionado los estudios, por lo que decidirá alistarse en la Armada,
siendo destinado a la Base Naval de Pearl Harbor (Hawai).
IMPRESIONES:
El relato se divide en tres partes: “La otra mejilla”, “Los años
sangrientos” y “La paz fría” (creo que los títulos son lo suficientemente
alusivos como para saber que, teniendo en cuenta que la historia se inicia en
1933 y concluye en 1949, los períodos están perfectamente delimitados, más
cuando la descripción lineal en tercera persona de los acontecimientos corre a
cargo de un narrador omnisciente, con un estilo lo suficientemente directo como
para permitirnos presenciar cada escena que se nos detalla. Cada capítulo, a su
vez, se divide en distintas partes enumeradas y en cada una de ellas, la acción
nos va trasladando a los distintos escenarios.
Aunque esta novela es una continuación en donde en teoría volvemos a
retomar a los mismos personajes y sus descendientes unos años después, he
encontrado unas diferencias entre ambas historias que me gustaría recalcar. Por
ejemplo, a simple vista es obvio que incluso el tipo de guerra es diferente:
mientras en la primera el combate era lo más parecido al cuerpo a cuerpo y se
daba prioridad a la infantería y a la lucha en las trincheras, en la segunda
intervienen otros elementos (portaviones, bombarderos…), apreciándose la prioridad que en el período de
entre guerras han prestado los estados a la investigación y desarrollo tecnológico
armamentístico, llegando al summum con la invención de la bomba atómica por
parte de Estados Unidos. Pero también he observado que el tratamiento dado a las
“familias” por parte del autor es distinto. En la primera parte, parecía que
cada una de ellas tenía la misma relevancia (quizás algo menos la
norteamericana, al tratarse de un único personaje el que realmente tenía
relación con el resto de la trama), pero en esta parte, si hay una familia
clave es la alemana, con el apoyo incondicional de los Franck (Frieda y Werner).
No voy a quitarle importancia al resto, pero los hechos ocurridos, no sólo en
la Alemania nazi, sino en la postguerra, son tan impresionantes, que es lógico
pensar en el papelón que nos ofrecen sus personajes.
Es un lujo, por ejemplo, la narración del incendio del Reichstag, así
como todo el proceso del que son testigos tanto los von Ulrich como los
Williams (Ethel y Lloyd) basado en las artimañas empleadas por Hitler para
acceder al poder de forma ilegítima. De cómo acusaron a los comunistas de lo
que ellos mismos habían urdido y de cómo consiguieron suspender la Constitución
de Weimar, cargándose de golpe como un efecto carambola la libertad de prensa,
la de reunión, actuando como quienes haciendo gala de su patente de corso,
pueden intervenir las comunicaciones, suprimir los sindicatos o entrar en
cualquier domicilio con el método de la patada en la puerta. Pero estos hechos,
como todos sabemos, son sólo la punta del iceberg de lo que se nos irá narrando
a lo largo de sus más de novecientas páginas.
Tampoco los rusos son precisamente hermanitas de la caridad, porque si
no hubiese sido por los espías alemanes, otro gallo le hubiese cantado a Stalin,
que parecía que no se enteraba de nada. Por ejemplo, ¿cómo era posible que
Rusia firmase un Pacto de No Agresión con Alemania cuando lo que perseguía
Hitler –independientemente de su obsesión por la pureza de la raza- era el
expansionismo soviético? Osea, que más bien temprano que tarde acabaría siendo
su objetivo. En ese sentido, Volodia es el hilo conductor que nos permite
entender qué sucedía en Rusia, como funcionaba y como se formó la red de espías
y colaboradores entre la población civil alemana, haciéndonos partícipes, a su
vez, de sus luchas interiores durante la Guerra Fría y mucho antes, de su
aversión hacia Stalin y su Policía Secreta.
Y hablando de personajes y “papelones”, el que menos me ha convencido
es el de Daisy. No me acaba de entusiasmar su evolución en la novela, quizás
porque no la vea, claro. Y es que eso de la pobrecitaniñarica a la que la
rancia sociedad de Buffalo hace el vacío por las actividades más o menos
mafiosillas de su padre y que en un alarde al más puro estilo O’Hara dice
aquello de “A Dios pongo por testigo que jamás volverán a humillarme y bailaré
con el rey de Inglaterra”, para acto seguido recoger los bártulos y marcharse a
Inglaterra con su madre y su mejor amiga, para rematar conociendo
al primogénito de los Fitzherbert y convertirse en Vizcondesa por un afortunado
golpe de bragueta, pues oye, como que me parece que Follett nos ha metido un
gol por la escuadra y de paso se ha buscado una excusa absurda para marcarse un
culebrón innecesario. ¿O realmente esta chica, además de conducir ambulancias
durante el Blitz como cualquier hija de vecino ha hecho algo más? Bueno, si,
algún escarceo amoroso más tan eludible como su afición a las fiestas.
Los escenarios vuelven a ser prácticamente los mismos que en la
primera guerra, aunque al final –con la inclusión de Japón, China y Estados
Unidos-, se libran batallas en sitios tan remotos como el Frente del Pacífico,
como Pearl Harbor o el Mar del Coral. Tampoco hay que olvidar, por las
consecuencias que tuvo, el lanzamiento en agosto de 1945 de la primera bomba
atómica en Hiroshima, repetido tres días después en Nagasaki, donde murieron
más de cien mil japoneses, hecho que provocó la rendición de Japón.
Sin embargo, ya que de escenarios bélicos hablamos, resulta
significativo que uno de los marcos elegidos por el autor sea el pueblo
aragonés de Belchite, arrasado por la Luftwaffe
(Fuerza aérea alemana) en plena
Guerra Civil española (1937), donde acuden Lloyd y Dave Williams como miembros
de las Brigadas Internaciones, cuando áun la II Guerra Mundial no había
comenzado. Obviamente, esto ocurre al principio del relato.
CONCLUSIONES:
Como decía al principio, no hay mejor manera de abordar una trilogía
que teniendo los diferentes ejemplares a mano. Ese fue el motivo por el que una
vez leído el primero, sólo tardase un par de semanas en comenzar el segundo. De
ese modo, los personajes, que son muchos, todavía te resultan familiares y ver
como las diferentes familias crecen, te hace ilusión incluso. ¿Cuántas veces nos
enamoramos de determinados personajes y nos gustaría que se hiciese una secuela
para saber qué ha sido de sus vidas? Novelas como esta te dan esa oportunidad
de lujo.
Pero además, es una historia con una trama que te envuelve, que no te da tregua y que merece ser leída, ya que en vez de recrearse en los momentos más duros o morbosos, te permite reflexionar sobre uno de los períodos más duros vividos por la humanidad.
este hombre es un genio, tengo ganas de leerlo.
ResponderEliminarMe apunto tu reseña para un futuro, pero no he querido ahondar porque aún no me he leido la primera parte y me lo estáis destripando todo demasiado.
ResponderEliminarUn saludo.
Estupenda reseña, y por lo que veo te ha gustado más que la anterior.
ResponderEliminarSobre lo de novela histórica o no, para mí lo es, aunque no sea pura, porque hay que agradecerle como acerca la Historia y lo amena que resulta leyéndole.
Un beso enorme.
Pues sí, la verdad es que estoy de acuerdo con eso de que es mejor tener toda la serie a mano, que eso de las esperas se hace muy pesado. A ver si me pongo con esta trilogía, que estoy un poco enfadada con Ken Follett y le tengo algo abandonado...
ResponderEliminarComo has dicho que puede haber algunos spoilers para aquellos que no hemos leído la primera parte, he pasado un poco por encima de tu reseña, que no dudo que es bastante exhaustiva, como siempre. Pero me quedo con tu positivísima conclusión y con la convicción de que mi decisión de leer los tres libros juntos cuando salga la última parte es acertada: me pegaré un empacho de Follet, pero seguro que paso algunas horas de lo más entretenidas. 1beso!
ResponderEliminarHola guapa, menuda reseña más completa, me ha encantado. Si llego a leer estos libros, lo primero que haré es ir a tu blog. Un besote.
ResponderEliminarBuenas tardes, Kayena. Siguiendo tu recomendación, me veo obligada a saltar esta reseña. Sé que algún día me acercaré a la obra del autor. Además todas las críticas que he leído indican que es una novela entretenida con un trama muy bien construida. Besos.
ResponderEliminarEstupenda y completísima tu reseña, me ha encantado. Leí La caída de los gigantes hace unos meses, que me gustó mucho y muy pronto empezaré a leer El invierno del mundo, desde luego después de leer tu opinión no pienso dejarlo pasar mucho tiempo.
ResponderEliminarUn beso
Gracias por avisar de los spoilers, ¡ojalá lo hicieran muchos! porque no he leído todavía ninguno de los dos libros y sí que quiero hacerlo. No he leído la reseña entera por ese motivo pero sí algunos párrafos que no he podido resistir, y como siempre has hecho un reseñón. A mí no me importa que sea intrahistoria, en absoluto, de hecho muchos libros que me han encantado son de este tipo, de la mano de los personajes conocemos el marco histórico y a mí eso me encanta. ¡Y que te quiten lo bailao, jaja!
ResponderEliminarMe tengo k poner todavía con el primero.
ResponderEliminarTe has currado la reseña muchísimo O_O y la verdad es que coincido bastante con tus impresiones. No me extraña que hayas rescatado el comentario que te hizo esa chica, pues es muy acertado y resume a la perfección lo que el lector se encontrará si lee a Follett.
ResponderEliminarLo de Belchite no me gustó: la Guerra Civil no pinta mucho en esta historia, y o bien podría haberse detenido más en ella o bien no mencionarla, es mi opinión... :)
Un beso.
Después de esto, estoy a punto de no terminarme el libro... ¡Es broma! ¡Pedazo de reseña! Como siempre, muy por encima de la media... Besos.
ResponderEliminarHola Kayena, estupenda reseña. Después de leerla dan ganas de abordar el libro.
ResponderEliminarY es lo que haré porque con el primero te quedas con ganas de más.
Un abrazo.
No leo la reseña esta vez, que tengo este y le anterior pendientes =P
ResponderEliminarBesotes
Muy buena reseña Kayena, me leí a principios de año el primero y me gustó bastante, así que creo que éste también me entretendrá, aunque más adelante luego no me gusta esperar tanto tiempo para poder leer el siguiente.
ResponderEliminarBesos
Tu reseña es fantástica, coincidimos en la mayoría de impresiones. Yo también he leído los dos seguidos y me han encantado, tienen puntos diferentes pero ambos son muy recomendables, ahora a esperar que llegue el tercero
ResponderEliminarbesos
Los tengo esperando desde hace tiempo solo espero tener hueco y así leer los dos seguidos,tal vez en vacaciones los empiece.
ResponderEliminarBesos
A mí también me gustó mucho el libro, creo que el autor sabe construir historias que atrapen al lector. Una reseña muy completa, Kayena. Un beso
ResponderEliminarNo he leído ninguna de las dos partes pero sí la reseña de principio a fin y parece una trilogía más que interesante. De todos modos esperaré a que esté publicada la última parte a ver si así leo antes varias novelas suyas que aún están esperando a ser leídas.
ResponderEliminarMusus.
Pues yo tengo los personajes de un olvidado... Acaba de llegarme el aviso de la biblioteca, así que el viernes recogeré el libro, aunque aún tardaré algo más de una semana en empezar a leerlo
ResponderEliminarYo hasta que no salga en 2014 el tercer libro de la trilogía no me voy a leer los dos anteriores, porque luego no me acuerdo de lo que me he leído anteriormente, me pierdo cosas... Besos.
ResponderEliminarBueno yo como no leí todavía el primero puedo hacer estos dos de un tirón, lo malo es esperar por el otro pero como no se le puede hacer nada toca aguantar.......
ResponderEliminarUn saludo.
Pues mira no había yo pensado en esa corriente de la que habla Unamuno y ahora reflexionando creo que yo me apunto a esa corriente con respecto a este libro.
ResponderEliminarA ver si consigo ponerme con ellos antes de que acabe el año. Besos
ResponderEliminarPues la he leído por encimita que quiero leer este libro prontito, pero hay párrafos que no he podido evitar leer, que la curiosidad siempre puede... Y me parece que voy a disfrutar de esta novela más incluso que con La caída de los gigantes.
ResponderEliminarBesotes!!!
No la he leído (aún) pero sí la anterior y yo diría que es novela histórica en un sentido muy muy amplio: historias individuales y personajes no reales en un marco histórico y mezclados con historias y personajes secundarios reales.
ResponderEliminarPor cierto, esta reseña te hubiese servido para el diciembre histórico que organizo!
Besos
Ah, qué sabias palabras las de esta Serendipia ;-) Bueno, es que me puede la vena de historiadora, no lo puedo evitar. De todas formas, soy fanS de Follett, eh? Que conste. Me encantó "La clave está en Rebeca" y "Una fortuna peligrosa", por supuesto. Por cierto, que una vez vi una entrevista que le hacían a este hombre en la tele y le preguntaban qué novela, que no fuera suya, le parecía la más entretenida que había leído nunca. Dijo, "La saga de los Otori", y ya os digo que fui de cabeza a leerlas y estaban genial!! Besos (y gracias por la cita).
ResponderEliminar¡Hola! Yo también participé en la lectura conjunta, y ahora estoy viendo las otras reseñas. Por cierto, la tuya es genial. La intrahistoria de esta novela es genial, y hace que los datos históricos sean muy llevaderos. Follett cada vez se supera a sí mismo, y espero aún más de su próxima novela.
ResponderEliminarUn beso :)
El Invierno del Mundo, es una obra apasionante, especialmente por su detallada perspectiva militar que te atrapa desde el inicio. Si te fascina el tema, complementa la experiencia con ropa o accesorios militares. ¡Ideal!
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