PRESENTACIÓN DEL LIBRO "LES VOY A CONTAR", de José Bono

Cuando la Editorial Planeta me envió la invitación para asistir a la Presentación del libro Les voy a contar, de José Bono, me tuve que plantear si asistir o no. Últimamente ando falta de tiempo y aunque siempre me ha gustado acudir a este tipo de actos, ello implicaría seguir acumulando libros de una temática que hoy en día procuro leer con cuentagotas.

Pero está claro que hay personajes más o menos mediáticos y José Bono lo es por excelencia. De hecho, en los últimos días, rara era la cadena de televisión en la que no era entrevistado, a propósito de su libro, y acabé picando el anzuelo por una serie de detalles que llamaron mi atención.

Así que decidí concurrir. La cita fue ayer, 4 de octubre, en el Hotel Intercontinental, situado en el número 49 del madrileño Paseo de la Castellana.

Llegué al hotel treinta minutos antes. Tanto en la puerta principal como en el hall del hotel, las cámaras de televisión y un gran número de fotógrafos acampaban a sus anchas. Fue un corte intentar salir del taxi y que las cámaras se metiesen dentro, sin preocuparse si el ocupante era un simple anónimo que sólo acudía allí por el motivo que fuese.

Acreditarme no fue fácil, a pesar de haber cruzado varios correos con la editorial, precisamente porque no dejaban muy claro al principio a qué hora debíamos personarnos. Por un lado, se pedía una hora de anticipación de cara a esta tarea, pero al mandar mis datos por e-mail, me dijeron que podía hacerlo un poco antes de la hora prevista. Tengo que reconocer un cierto descontrol, pues mi nombre no figuraba en las listas, aunque luego aparecí en la correspondiente a prensa.

El caso es que salvando estas molestias, pasé al salón donde se iba a celebrar el evento, el cual se hallaba prácticamente lleno, tanto de personajes del mundo de la política –la inmensa mayoría del PSOE-, como familiares y amigos. En la primera fila, en la zona de la izquierda, pude distinguir a Natalia Figueroa (consuegra de Bono), a su hija Amelia con Manuel Martos y María Zurita (a quien aludió contando una anécdota del Rey y su madre, la infanta Margarita de Borbón).

Poco después de la hora prevista, hizo acto de presencia en el salón José Bono, arropado por José Luis Rodríguez Zapatero, Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba, ante una nube de fotógrafos, comenzando el evento a continuación.

El discurso fue muy ameno, cuajado de anécdotas ante las cuales era difícil no sonreir o soltar una carcajada llegado el caso, como cuando comentó lo sucedido el día en que los Príncipes de Gales visitaron Toledo, siendo Bono Presidente de la Comunidad Autónoma; pero también las hubo emotivas, en particular cuando se refirió a Adolfo Suárez y Felipe Gónzalez.

Desde mi punto de vista, lo más interesante nos lo descubrió narrando la manera en que se afrontó la realización de este libro (y los dos que continuarán esta trilogía) en forma de Diario Político, la manera en que se seleccionaron los titulares que dan pie a la inclusión del día a día que comienza el 8 de abril de 1992 y termina el 25 de mayo de 1999. Es así como nos enteramos que José Bono, a lo largo de veinte años y animado por Ramón Rubial a quien había hecho una confidencia y éste le indicó que debería dejar constancia de ella por escrito, decidió trasladar a papel en un bloc de notas –más tarde una moleskine- que siempre llevaba consigo sus experiencias diarias. Por la noche, grababa la información en un magnetófono para que más adelante su secretaria la volcase en un ordenador. ¿El resultado? 17.000 folios.

Pero sobre todo, me pareció muy interesante su necesidad de difundir una certeza y una reivindicación que quería transmitirnos: la primera es que no se trata de un libro de memorias; de hecho, comentó los estragos que ésta es capaz de hacer cuando uno puede releerse a si mismo. La segunda, convencernos de que el ejercicio de la política es un digno menester y por tanto, a los políticos, habría que considerarlos un colectivo como otro cualquiera, dotándoles de una humanidad que no siempre se les confiere.

En definitiva, una tarde de lo más interesante que quería compartir con vosotr@s.