DATOS TÉCNICOS:
Título: La boda de Leonor
Autora: Mireille Calmel
Editorial: Ediciones Martínez Roca (Grupo Planeta)
ISBN: 978-84-270-2848-7
Páginas: 592
Presentación: Rústica sin solapas
El pasado mes de junio, como ya os comenté, asistí a la Feria del Libro de Madrid. Aunque mi primera intención era la de la contención a la hora de comprar libros, sucumbí a mis deseos, claro. Y que conste que durante las horas que pasé con Pepe y la Reina Roja sólo me compré una novela, pero al final me dejaron sola y ¡craso error!, me desaté. Este libro es uno de los que cayeron, porque no me pude resistir a su sinopsis:
El mosaico de una época donde la magia, las intrigas políticas y la seducción todavía influían a partes iguales en el curso de la Historia. Un mundo de reyes y conspiradores, de fe cristiana y brujería, de amistad y traición en el que la joven duquesa Leonor de Aquitania lucha por forjar su porvenir.
Porque claro: ¿qué hubieseis hecho vosotr@s si uno de vuestros géneros preferidos fuese la novela histórica y os encontraseis con algo así? Pues lo mismo que yo ¿no? Pero vayamos por partes…
LA AUTORA:
En la web oficial de la editorial, encontramos la siguiente información:
Mireille Calmel (1964) empezó a escribir con tan solo ocho años. Como muchos autores, comienza discretamente su carrera con canciones, poemas, piezas de teatro, juegos… En el año 2002 aparece su primera novela, La boda de Leonor, de la que ha vendido más de un millón de ejemplares en Europa y que la consagró inmediatamente como una de las novelistas más admiradas y leídas del panorama literario actual.
Con sus siguientes novelas, El baile de las lobas y La hija del mar, consiguió superar el millón y medio de ventas y la crítica francesa la calificó como «la nueva reina de la novela histórica».
Sus novelas han sido traducidas a quince idiomas.
En la actualidad, Mireille vive en Aquitania con su marido y sus dos hijos.
IMPRESIONES:
Como os comentaba al principio, el argumento pintaba bien: la trama recoge la primera parte del reinado de Leonor de Aquitania, una de las mujeres más emblemáticas del siglo XII; no en vano, fue Duquesa de Aquitania, Condesa de Gascuña y reina consorte de Francia (tras su matrimonio con Luis VII de Francia, celebrado el 25 de julio de 1137, que posteriormente, el 18 de marzo de 1152 fue anulado) e Inglaterra (por su matrimonio el 18 de mayo de 1152 con Enrique II de Plantagenêt, conde de Anjou y rey de Inglaterra en 1154). Además, en la novela comparte protagonismo con Loanna de Grimwald, sacerdotisa de Avalon y descendiente del mismo Merlín e hija de Ginebra.
Y precisamente de eso trata el libro: En Avalon tienen un especial interés en que Leonor, considerada la soltera de oro de las monarquías europeas, contraiga matrimonio con el conde de Anjou, Enrique II de Plantagenêt y de ese modo unir los reinos de Francia e Inglaterra. Es por ello que desde la isla legendaria encomiendan a la druida Loanna de Grimwald la misión de hacer esto posible, aunque Luis VII de Francia se adelanta y les chafa los planes. Asistiremos a los enredos y maquinaciones que se urdían en la Europa medieval y de cómo Loanna conspira hasta convertirse en la mejor amiga de la Duquesa de Aquitania, pero claro, llega un momento en que la historia te empieza a superar, con tanto líos sexuales y esa necesidad absurda de mostrarnos a una mujer promiscua más preocupada por sus amantes que por cualquier otra cosa, que aburren al más pintado.
Lo mismo ocurre cuando se nos intenta presenta a Leonor como una mujer de rompe y rasga, a esa adelantada a su tiempo de la que nos hablan los libros de historia que la autora no consigue reflejar más que un ligero esbozo, como sería el momento en que Leonor llega a la corte de París –austera y religiosa- y se enfrenta a su suegra, al intentar introducir el esplendor y la diversión de la corte de sus progenitores. Por eso, cuando llega el momento en que los monarcas emprenden viaje a Tierra Santa, con objeto de intervenir en la Segunda Cruzada, con el añadido de los continuos intentos de Loanna por destruir el matrimonio, la lectura se convierte en un dislate, más que nada porque en la narración se repite continuamente la misma muletilla “y pasó el tiempo y Leonor seguía casada con Luis”, que se llega a convertir en exasperante.
Pero si hay algo que me ha desmoralizado sobre todo lo demás (¿pensábais que era imposible por todo lo contado?), ha sido el uso del narrador. Creo que es la primera vez que leo un libro de estas características y casi me da reparo las veces que he cuestionado el uso de la primera persona en algunas novelas en vez de la tercera. Pues bien, visto lo visto, se puede hacer peor: se puede hacer como lo hace Mireille Calmel. Intentaré explicarme, aunque es complicado, por absurdo: En principio, la historia se narra en primera persona, desde el punto de vista de Loanna. Pero llega un momento en que el narrador se expresa en tercera persona. Te dices, bueno, vale… es imposible que Loanna sea omnipresente y como lógicamente no está en todos los sitios, ni sabe lo que piensan el resto de los personajes, es normal que se utilice la otra manera. Pero no. Resulta que si, que cuando la narración se efectúa en tercera persona, también Loanna es quien la relata (es que como es druida, lo sabe todo, todo, todo, como el padre del anuncio de Catalana Occidente). Y te ves próxima al parraque, porque no os vayáis a pensar que se hace en diferentes capítulos, sino que en la misma página ¡qué digo página, sino párrafo!, te puedes encontrar las dos formas.
Total, para resumir, que es una historia insustancial, con unos personajes que si levantasen la cabeza, no dudarían en pedir una indemnización por daños y perjuicios a su creadora, en la que más bien parece que partiendo de algunos datos y toques históricos, se ha pergeñado una historia que se centra casi exclusivamente en los devaneos amorosos de una mujer que, por su contexto histórico, tuvo que tener, a la fuerza, una vida de lo más interesante, pero a la que la autora ha convertido en cargante y soporífera, con una ambientación pobre y con el agravante de que teniendo casi 600 páginas se hace insufrible llegar al final.
CONCLUSIONES:
No puedo recomendar la novela por las razones que he explicado anteriormente. Y es una lástima, pues la autora –a juzgar por la bibliografía facilitada al final de la novela- parece que tiene una formación consolidada al respecto. Pero si a una narración ciertamente soporífera en demasiados momentos le unimos una más que evidente alteración histórica, un abuso desmedido a la hora de presentarnos a Leonor de Aquitania como una firme representante de la hipersexualidad femenina, dedicada a revolcarse con cualquier trovador que se cruzase en su camino, en vez de la mujer controvertida y gran estratega que fue, blanco y en botella.
Jolín, pues con lo que prometía la novela menudo chasco... Eso sí, creo que si en lugar de quedarte sola en la Feria del Libro te hubieras quedado conmigo, te lo habrías comprado igual porque yo seguro que te habría animado. Me encanta la ilustración de la portada, por cierto, que es un cuadro de un pintor famoso pero nunca recuerdo quién.
ResponderEliminar¿Por qué crees que me llamó la atención? Por la portada, que es irresistible. Luego miras la sinopsis y te lo tienes que llevar... hasta que empiezas a leer y te llevas un chasco momumental.
EliminarEl libro ya de por si no me llamaba demasiado, pero tras leer tu reseña no creo que me anime. Besos
ResponderEliminarOjalá me lo hubiesen contado a mi, porque he leído reseñas que lo ponen muy bien. El problema está, sin duda, en que se ha etiquetado de histórico y, si tuviese cabida en algún apartado, tendría que ser en el de romántica.
EliminarEs que con la novela histórica bay que llevar muchísimo cuiddo. Me gusta mucho también este género, pero creo que es auizás no de ls que a la hora de elegir, más me cuesta, y el escritor es lo fundamental, lo que más garantía me puede dar.
ResponderEliminarPero genizl, uno menos, uno con el que no hay que dudar.
Lo que sorprende es que haya vendido un millón de ejemplares. En fin, una menos para la lista. Gracias por tu reseña tan bien perfilada.
ResponderEliminarBesos
Qué lastima, que de un personaje histórico tan real, con una vida tan intensa y con tantos y diferentes matices que se podrían escribir muchísimas novelas, te vayas a comprar una que los desaprovecha de esta forma.
ResponderEliminarBesos,
Para Espe, el cuadro es de Edmund Blair Leighton, y se llama "La Investidura"
EliminarQué bueno eso de "unos personajes (...) que no dudarían en pedir una indemnización por daños y perjuicios", jajajaja!! Me ha encantado!! Pues vaya, mala suerte porque tanto la sinopsis como los "antecedentes" de la autora pintaban muy bien. Y si encima de poco respeto a los personajes históricos es soporífera, ya ni te cuento. Me lo apunto para evitarlo como la peste.
ResponderEliminarPor cierto, hablando de la ilustración de la portada, yo tengo un libro buenísimo que se llama "Cordelluna" que tiene la misma portada. Es una novela calificada de juvenil, buenísima, pero no estoy segura de que esté traducida al castellano. Su autora se llama Elia Barceló.
Pues a pesar de que me encanta la novela histórica y el periodo de la Edad Media, después de ver tus impresiones no me voy a animar con esta novela, tiene muchas cosas que no me convencen pero sobre todo lo del narrador
ResponderEliminarbesos
T_T qué pena. Yo ante estas cosas es cuando me pregunto por qué las editoriales en lugar de publicar un libro así no dan más oportunidades a algún autor primerizo nacional.
ResponderEliminarPues no me llamaba mucho esta novela, y después de leer tu reseña me queda clarito que no la voy a leer. Se agradece.
ResponderEliminarBesotes!!!
Que pena que no te haya gustado. La novela encierra muchas características para hacerla estupenda, lástima que no sea así.
ResponderEliminarBesitos.
Esta novela parece tener todos los ingredientes para que me saque de mis casillas, así que, sin ningún remordimiento, paso de ella. Gracias por tu honesta reseña, 1beso!
ResponderEliminarNo me llamaba especialmente, pero ya con lo que nos has contado vamos que ni me acerco..
ResponderEliminar1beso:)
Tenia todas las papeletas para hacerme con ella, pero visto lo visto mejor no... Hay novelas historicas bastante mejores... Me da pena porque de este personaje no había visto nada.
ResponderEliminarBesos
Qué lástima! Yo también me hubiese sentido atraída por ella, sin duda. Es una pena que no haya cubierto tus expectativas. Espero que la próxima novela te satisfaga más.
ResponderEliminarBesos
No me atrae demasiado y viendo lo que te ha parecido...la dejo pasar.
ResponderEliminarUn beso y gracias por la reseña.
Ya sé que me repito, pero no puedo evitarlo. A mí no me van muy bien los libros ambientados en estas épocas. Creo que nunca he leído un libro sobre algún personaje histórico de los regímenes monárquicos. No sé, pero no consigo entusiasmarme. En todo caso, parece que esta vez está bien saltárselo. Besos
ResponderEliminarMe gustan este tipo de ambientaciones, pero este no me llama demasiado...
ResponderEliminarBesotes
Madre mía, que desastre de autora, ¿no? Y pensar que tantos no consiguen ser publicados y semejantes cacaos estén en el mercado... ¡¡no hay color!!
ResponderEliminarPaso totalmente... Y eso que me llamó la atención, pero noooo...
un besazo!
No recuerdo dónde leí algo acerca de Leonor de Aquitania y me pareció un personaje fascinante.
ResponderEliminarLa novela histórica, aunque a mí también me gusta, puede ser bastante traicionera. No todo el mundo puede cultivar el género. No sirve simplemente con tener una buena documentación (indispensable, por supuesto) sino que también hay que ser capaz de fabricar una historia que atrape al lector, y sin faltar al rigor documental. No tiene que ser nada fácil.
Una pena en este caso, porque la verdad es que Leonor de Aquitania, de por sí, seguro que da para una historia más cautivadora.
Besotes.
QUe lastima >---<
ResponderEliminarpues pense que seria mucho mejor!
Me leí de esta autora los dos libros de "El Balle de las Lobas" y me gustó mucho. Por eso cuando ví este en un mercado de segunda mano, no me lo pensé y me lo compré. Lo empecé con mucha gana y me llegó a aburrir hasta el extremo. Estoy totalmente de acuerdo con tu opinión. NO recomendaría jamás este libro a nadie.
ResponderEliminarBesotes
Pues que pena porque la verdad es que me atraía y la época en la que se desarrolla me gusta, pero viendo tu reseña creo que la descarto.
ResponderEliminarUn beso!
¡¡Necesito encontrar una buena lectura de verano!!
ResponderEliminarHe visto el libro en las ventas de liquidaciones y le tenía mala espina a pesar que el tema me interesaba.
ResponderEliminarParece que esta vez, acerté. Besos.
pues yo lo lei una vez, y lo estoy buscando para volverlo a leer
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con la mayor parte de lo apuntado. Frustrante ha sido para mi la lectura de esta novela. Hasta los tres cuartos, mas o menos, confieso que me gustaba, a pesar de que algunos detalles me chirriaban (veo que no fui el único que se dió cuenta del uso y abuso de la primera persona y de la facilidad con que se mezcla con la tercera persona en muchas partes). Pero a partir de la página cuatrocientos y pico cayó para mi hasta la Fosa de las Marianas, empecé a encontrar sin sentido muchos giros argumentales que considero estúpidos y que no aportan nada, que solo sirven para alargar innecesariamente la narración, el sentimentalismo de muchas secuencias me acabó hartando, algunos personajes me terminaron por cargar, incluyendo a la propia protagonista, el sentido de toda la historia ya lo dejé de ver, algunos hechos se ven venir desde kilómetros de distancia... en resumidas cuentas, decepcionante. De hecho, cuando me faltaban sesenta y algo páginas para terminarlas me dije: "¡A la mierda!" Y en vez de tener que pasar un día mas con una lectura que ya me había decepcionado, decidí saltármelo todo y pasar a leer las cuatro o cinco últimas páginas, el final, propiamente dicho, que me confirmó que, bueno, vale, para pasar el rato en vacaciones, si no se tiene nada que hacer, en una piscina o en el campo, para pasar el rato, se puede uno permitir leer esto, pero no es un libro que yo vaya a recomendar especialmente, ya que si bien se lee con comodidad, con el piloto automático puesto, al final tengo la sensación de que no pasa de un entretenimiento estúpido.
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