EL ESPÍRITU DEL LINCE: IBERIA CONTRA CARTAGO, de Javier Pellicer

DATOS TÉCNICOS:

Título: El espíritu del lince

Autor: Javier Pellicer

Editorial: Ediciones Pàmies

ISBN: 978-84-96952-98-0

Páginas: 336

Presentación: Rústica con solapas

Conocí a Javier Pellicer de una manera un tanto peculiar -no puedo decir que original pues, hoy en día, cada vez se va haciendo más habitual-, acababa de reseñar la novela de Darío Vilas, Instinto de superviviente y no pude eludir hablar del espléndido prólogo, fruto de su impecable trabajo. Es verdad que no suele ser habitual reparar en este detalle cuando analizamos una novela, pero me pareció tan atractivo, por su forma y fondo, que no pude evitarlo. De ahí surgieron unas cuantas conversaciones en Facebook entre Darío, Javier y yo y de esa manera pude constatar que Javier todavía no se había “estrenado” en este mundo de la literatura por la vía tradicional (es decir, en papel, porque si que tiene una novela online cuyos beneficios dona íntegramente a una ONG), aunque estaba en ello. Mientras, reseñaba novelas de otros en su blog personal y en una página especializada.

Así que una vez enterada de que por fin había sacado al mercado su primera novela, me faltó tiempo para hacerme con ella. Con lo que no contaba era con la sorpresa que me llevaría, que ya os comentaré más adelante, que nada tenía que ver con su estilo, ya que como intuía, sigue siendo admirable.

EL AUTOR:

(1978, Benigánim, Valencia). Ganador del I Premio Cryptshow Festival de Relato Fantástico 2008 y finalista de la edición del año siguiente del mismo certamen, en la categoría de ciencia-ficción. También ha sido finalista en el "Monstruos de la razón" 2009, en la sección de terror. Su trabajo La ciudad de los monstruos obtuvo un premio finalista, accésit y mención especial en el I Premio de Novela Corta Katharsis 2008.

Ha participado en diversas antologías, entre ellas varias relacionadas con la web H-Horror, así como en "Su universo a través" (DH) y Crónicas de la Marca del Este, vol. 1 y 2 (Holocubierta). Su novela La Sombra de la Luna se ofrece gratis desde la plataforma solidaria de Save the Children “1libro1euro”. El espíritu del lince (Ediciones Pàmies, 2012), ambientada en la cultura íbera y la invasión cartaginesa del siglo III a. C., y que ha cosechado excelentes críticas, es su primera novela publicada.

ARGUMENTO:

Comienza la historia con un Icorbeles ya anciano que, en clave de crónica, nos relata su historia, la de sus antepasados y la de su patria: Iberia.

Nos trasladamos así a Etemiltir, un señorío agrícola dependiente de Edeta, donado por el rey Irbeles, a su hija Aretaunin tras su matrimonio con Icorbas. Un año después de los esponsales vendría al mundo Icorbeles, rodeado de un aura de indicios portentosos, como una lluvia de estrellas en el momento de su nacimiento que, tras ser refrendados por una hechicera que le somete a una prueba, marcarían su destino como El Elegido.  

Es por ello que tras la llegada de su padre de la I Guerra Púnica, cuando apenas es un niño, empieza a entrenarlo para que se transforme en el mejor guerrero y el líder de la incipiente nación que en un futuro próximo tendrán que convertirse las tribus que pueblan el territorio hispano. Será una infancia solitaria, pues el resto de los niños de la aldea le ignoran, en la que su único amigo será su perro Carbón, hasta que llegan a su vida Alorco y Nistan junto con sus padres. Vivirán en su casa hasta que años más tarde vuelvan a Cartago, su tierra. Y la amistad se perpetuará como consecuencia del pacto al que llegan los adultos para que cada uno de los varones visite a cada familia en el futuro. De ese modo, cuando el edetano visita Cartago, conoce a Amilcar Barca y a su hijo Aníbal. Y los acontecimientos se precipitan cuando el padre de Alorco se percata que Cartago pretende invadir Iberia, por lo que el hispano tiene que salir apresuradamente del país y volver a su tierra. Sin querer, el destino convierte a sus amigos, a los que considera su familia, en sus enemigos cuando el ejército cartaginés invade Iberia y conquista Arse.

Pero también será el momento en que los vaticinios que persiguen a Icorbeles desde su nacimiento se materialicen, aunque encontrará multitud de obstáculos en el camino, ya que sus anhelos colisionarán con el desprecio y la aprensión de las distintas tribus íberas incapaces de aliarse contra un adversario común.

IMPRESIONES:

Comentaba al principio que conocí hace unos meses al autor de esta novela. No dije que, además, le admiro profundamente. Los motivos son particulares, claro está. Cada escritor es un mundo y llega a nosotros, o a nuestro corazón, por distintas razones. Pero en este caso particular, os diré que Javier llegó al mío desde la modestia. Pero no esa modestia pusilánime a la que a veces estamos acostumbrados de la que se jactan los insignificantes, sino aquella hermanada con la sencillez, con esa falta de vanidad que tanto extraño en estos tiempos en los que unos cuantos, por el simple hecho de contar una historia cualquiera, se consideran escritores, como si el hecho de juntar letras y publicar en Amazón les convirtiera en los reyes del mambo. Bueno, eso y que el clásico grupo de incondicionales añadan los típicos comentarios –más o menos extensos- publicitando la novela como el Quijote del siglo XXI.

Pero bueno, este no es el momento de hablar de Amazon, ni falta que nos hace. Es el momento de hablar de El espíritu del lince, una novela fascinante que debería ser de lectura obligada para empezar, para cualquier aficionado a la novela en general y al género histórico en particular, no estaría de más que figurase entre los libros recomendados en colegios e institutos. Obviamente, digo esto último porque independientemente de que el autor se haya tomado sus licencias para recrear un relato de estás características cuando, en realidad, hay muy poca documentación al respecto y, contando con semejante obstáculo, lo ha solventado con mucha dignidad. Pero abundando en la idea, si afirmo tan categóricamente esto es porque últimamente la etiqueta de “juvenil” parece un cajón de sastre donde meter cualquier novela independientemente de su argumento, con que los protagonistas sean adolescentes, ya puede destilar sangre y violencia en abundancia, que poco importa.

No obstante, hablaba al principio de la sorpresa que me llevé al tener la novela entre mis manos y leer su sinopsis. Por motivos personales, que no viene al caso relatar, si hay un período de la historia que me atrae por encima de muchos otros es precisamente éste, así que imaginaros lo que he disfrutado. Porque además de lo bien perfilados que puedan estar los personajes o de su trama adictiva como pocas, si hay algo que me ha encantado es la ambientación de la novela. No sé si habéis estado alguna vez en algún yacimiento (romano, celta, íbero, etc); algunos se muestran tal cual, pero en otros podemos observar alguna reconstrucción de cómo podía ser la vida allí. Pues bien, Javier Pellicer, nos acerca a uno de ellos: El poblado ibérico del Castellet de Bernabé y sitúa allí a Etemiltir, que según la novela, se encuentra a unos pocos kilómetros de Edeta (la actual Lliria), como sucede en la actualidad. Y conoceremos el sitio como si fuese nuestro pueblo o ciudad: su arquitectura: tanto sus casas como la muralla y otras edificaciones –fragua, almazara, granero, etc-, su calle central y su plaza, sus alrededores, sus lindes y sus costumbres. En definitiva, su cultura, con una profusión de detalles que admira al más pintado.

Con respecto al estilo, he de decir que es ágil y ameno, por lo que irremediablemente te atrapa y envuelve desde la primera línea hasta el final. Está narrado en primera persona, algo lógico al tratarse de las memorias del protagonista.

Los personajes están muy bien perfilados. Y no son pocos. Es fácil empatizar con todos ellos, porque incluso el temido enemigo (Amilcar o Aníbal Barsa) es retratado con mucha humanidad. Eso si, no nos vayamos a engañar, la mayoría son ficticios, incluido el propio Icorbeles. Aunque la guerra sobrevuela durante toda la trama (o están inmersos en ella o se están preparando para la misma), ya que a fin de cuentas hablamos de las memorias de un guerrero nato, no es una guerra buscada ni provocada, sino que parte desde un sentimiento de autodefensa ante el poderoso. Afloran en el relato los grandes ideales: la amistad, la lealtad y el compromiso.

Tampoco vayáis a pensar que lo bélico lo empaña todo, porque no es así. También encontraremos amor, tragedia, dicha, y aventura, sobre todo aventura. En todo momento tienes esa sensación de estar leyendo más que una novela histórica al uso, una de aventuras enriquecida con una vasta documentación, que la convierten en un relato único.

También tengo que mencionar que al final de la novela, Javier Pellicer además de los agradecimientos, ha incluido una nota en la que explica los aspectos históricos desarrollados en la novela y las licencias que se ha tomado, así como la lista de personajes que aparecen en la misma, indicando si son ficticios o reales, así como un glosario de topónimos y gentilicios soberbio.

Por razones técnicas, en el libro no se ha incluido la extensa bibliografía consultada, pero si quieres echarle un vistazo, pincha en este enlace.

ENLACES DE INTERÉS:

Web oficial del autor
Blog del autor
Facebook del autor

CONCLUSIONES:

Yo no sé si te gusta la novela histórica o no; si tus inclinaciones van por el género fantástico, el épico o, simplemente, por una novela donde los personajes, independientemente de la historia de fondo, estén perfilados con sumo cuidado. Pero si hay algo que tengo absolutamente claro: te puedo asegurar que, durante unas horas, tanto el protagonista como los secundarios de esta novela conseguirán hacerte vibrar y conmoverte; porque son unos personajes capaces de despertar en ti la sensación de quererlos acompañar en su aventura, que desde el primer capítulo será la tuya, porque sufres por ellos y los quieres como si fueran tus hijos, tus hermanos o tus amigos, porque sientes lo mismo que ellos. Esta novela, escrita con un estilo intachable es, sin lugar a dudas, El espíritu del lince. Palabra.

Si os apetece saber algo más acerca de cómo vivían los íberos, este vídeo es un buen ejemplo de ello: