El pasado 3 de junio, publiqué las bases correspondientes a este sorteo que se celebra con carácter mensual y cuyo ganador sería el que hubiese elegido el número que coincidiese con el del sorteo del último día del mes de la ONCE. Dado que este tipo de sorteo sólo se celebra de lunes a jueves (los otros son extraordinarios), el correspondiente a este mes de junio fue el que se ofició en el día de ayer.
Pues bien, una vez celebrado, este ha sido el resultado:
Por lo tanto, la ganadora ha resultado ser Ángela, del blog Anduriña, que tendrá que elegir uno de los ejemplares que se proponían:
Tenía a este autor en el punto de mira desde hace tiempo, no voy a negarlo, pero nunca encontraba el momento de hacerme con un libro suyo. Desde que Ediciones Martínez Roca publicó su primera novela en España (El invierno de Frankie Machine) lo tuve claro y cuando repitió éxito de ventas con Salvajes, me hice el firme propósito de conocerle como fuese, todo eso sin olvidar la que dicen algunos que ha sido su mejor novela, El poder del perro, publicada por Random House Mondadori. Y la oportunidad se ha materializado con su nuevo libro, aunque visto lo visto, tengo clarísimo que leeré los anteriores. ¡Faltaría más! Intentaré explicaros los motivos:
EL AUTOR:
En la web oficial de la editorial, encontramos la siguiente información:
Don Winslow nació en Nueva York pero creció en Perryville, Rhode Island. Don ha hecho muchas cosas antes de ser novelista: actor, director de cine, guía de safari… y ha trabajado como investigador privado en Londres, Nueva York y casi todo el territorio estadounidense. Asimismo, ha sido consultor para bufetes de abogados y compañías de seguros durante más de quince años.
Su primera novela,A Cool Breeze On The Underground, fue nominada al prestigioso Premio Edgar, y un libro posterior, California Fire and Life, recibió el Premio Shamus.Muerte y vida de Bobby Zfue llevada al cine en 2007, protagonizada por Paul Walker y Laurence Fishburne.El invierno de Frankie Machine, cuyos derechos cinematográficos adquirió Robert De Niro, ySalvajes, cuyo estreno está previsto para el otoño de este año y será dirigida por el oscarizado Oliver Stone, obtuvieron un enorme éxito de ventas y críticas. Ambas novelas editadas por Ediciones Martínez Roca.
Vive con su esposa Jean y su hijo Thomas en California.
ARGUMENTO:
El Club del Amanecer se reúne todos los días, al alba, en la zona de arranque de la playa de Pacific Beach para ver salir el sol. Andan expectantes e ilusionados, pues en cuarenta y ocho horas llegará a la costa de San Diego una marejada que traerá consigo una olas espectaculares. El club está formado por: Boone Daniels, el Doce Dedos, David el Adonis, Johnny Banzai, Marea Alta y Sunny Day. Cada uno tiene una profesión, de la que pueden considerarse fieles arquetipos. En particular, Boone, un ex policía reconvertido en detective privado, que lleva una vida bastante plácida, dedicándose casi en exclusividad a su gran afición: el surf. Pero de vez en cuando hay que pagar las facturas, por lo que no le queda otra que aceptar los trabajos que un bufete de abogados (Burke, Spitz y Culver) le encarga.
Es así como, dos días antes de la gran marejada, se presenta en su oficina Petra Hall, una ambiciosa abogada que le encarga una misión. Resulta que el bufete ha sido designado para llevar la defensa de una compañía de seguros de la que era cliente Dan Silver, propietario de varios clubs de estriptis. En principio, uno de sus almacenes se incendió hace unos meses y según las pesquisas realizadas por la compañía, así como la declaración de Tamara Roddick –una bailarina del Silver Dan’s que mantenía relaciones con su dueño- el fuego fue provocado, por lo que la aseguradora se negó a indemnizar y Silver les ha demandado, exigiendo una cifra millonaria por daños y perjuicios.
El problema es que el juicio es inminente y Tamara ha desaparecido. Daniels contará tan sólo con dos días para encontrar a la testigo y, aunque aparentemente parece un trabajo sencillo, las cosas se complicarán.
IMPRESIONES:
En Pacific Beach hay un club que se reúne al amanecer, dispuesto a contemplar la aurora en la costa californiana.
Pero también hay un club que se reúne al amanecer, buscando olvidar las eternas madrugadas.
En Pacific Beach hay un club que se reúne al amanecer, esperando que el día le ofrezca una ola monumental en la que sumergirse.
Pero también hay un club que se reúne al amanecer, desalentado por no poder salir de su bucle vital, tremendo como una ola.
Como os comenté al principio, esta es la primera novela que leo de Don Winslow y me corroe la sensación de haberme perdido trepidantes historias de intriga de factura intachable, a juzgar por lo leído. Eso si, tengo claro que le pondré remedio a la mayor brevedad. ¿El motivo? Pues que el estilo narrativo de Winslow me ha cautivado. Me ha impresionado esa mezcla de naturalidad y crudeza basada en la brevedad y la concisión. A ese llamarle a las cosas por su nombre, sin paliativos, pero también su carga de humanidad. Narrada con estilo cinematográfico y un ritmo persistente, los diálogos son acerados, las descripciones contundentes y realistas, a lo que hay que añadir unos personajes perfectamente delineados que en ocasiones tienen entidad propia más allá de la historia.
También explicaba al inicio que esta novela me ha permitido estrenarme con Winslow. Una torpeza por mi parte, claro, porque aunque en este blog no se reflejen exactamente mis gustos con respecto a los géneros por los que siento debilidad -ya que no le hago ascos a nada- la novela negra, junto con la histórica, deberían estar en mi particular Olimpo, pero llevo poco tiempo en estos lares y creo que el blog no lo evidencia lo suficiente. Tiempo al tiempo. Pero eso si, esto no significa que no me haya hecho eco del éxito del autor, muy merecido, a tenor de lo mucho que he disfrutado con esta novela.
Dicho lo cual, comentado lo mucho que me ha epatado el estilo Don Winslow, la novela es espectacular por otros motivos, como es su trama perfectamente estructurada, sus descripciones y sus personajes principales, los que conforman el Club del Amanecer, que junto con el protagonista, quiero presentaros:
- Boone Daniels: Ex policía y antiguo compañero de fatigas de Johnny Banzai en el Departamento de Homicidios de San Diego, abandonó el cuerpo tras su actuación en un caso de pederastia, del que aún no ha podido recobrarse. En la actualidad trabaja como detective privado para un bufete de abogados, aunque su verdadera pasión es el surf, al que dedica prácticamente su existencia. Mantuvo una relación sentimental con Sunny Day, pero en la actualidad tan sólo mantienen una amistad sincera.
- El Doce Dedos: es el más joven del grupo. Tiene seis dedos en cada pie, de ahí su alias. Trabaja en una tienda de surf donde el grupo –por extensión- consigue descuentos especiales. Tuvo una infancia complicada en un hogar conflictivo (su padre era drogadicto y su madre alcohólica) en el que prácticamente pasaba inadvertido. Empezó a fumar porros (las pavas que sus padres tiraban directamente al suelo de la vivienda) a los ocho años y se aficionó a ellos porque el efecto que le proporcionaban amortiguaba su existencia. Boone le dio la oportunidad que estaba buscando, le enseñó a surfear y le incorporó al club, donde se sintió alguien por primera vez, así como querido y protegido.
- David el Adonis, es socorrista en Pacific Beach. Su apodo se lo puso Johnny Banzai, quien entre otras aficiones tiene la de resolver los crucigramas del New York Times, un día que se cruzó con esta definición y su máxima referencia es George Freeth, el hijo de un inglés y una hawaiana que recaló en la costa de San Diego, procedente de Honolulu, para trabajar como socorrista. También creó el cuerpo de socorristas de la ciudad. Durante el tiempo que se dedicó a esa actividad, salvó a setenta y ocho personas de morir ahogadas, para terminar muriendo en la indigencia en un albergue de vagabundos. Y precisamente, el triste destino vivido por la persona a la que más ha admirado le lleva a aceptar la propuesta de Eddie el Rojo para conseguir dinero fácil tripulando una zodiac y recogiendo la droga proveniente de Rosarito y, de ese modo, asegurarse el futuro.
- Johnny Banzai: Es policía en el departamento de Homicidios de San Diego. De origen japonés, su apellido real es Kodani. Se lo cambiaron Boone y David el Adonis, en base a su personalidad, un tanto suicida, como la de aquellos pilotos japoneses que durante la 2ª Guerra Mundial estrellaban sus aviones contra la flota norteamericana aún a riesgo de perecer en el intento. Coincide con Boone en este caso, también tiene que localizar a Tammy Roddick y eso puede crearles problema, pero para estas ocasiones tienen un código establecido, similar al que se utiliza en el surf cuando alguien entra en tu misma ola.
- Marea Alta: De origen samoano, es supervisor en el Departamento de Obras públicas de San Diego. Cuando Eddie el Rojo es consciente de que el detective está en el caso, le pide colaboración, para que le localice y traicione a cambio de proteger a un primo suyo, al que no ha podido enderezar pues es adicto a las metanfetaminas. Pero con lo que no cuenta Eddie es que aunque para un samoano la familia es sagrada, para el Marea Alta, Boone es, moralmente, un miembro más de la suya.
- Sunny Day: Es camarera en el The Sundowner, mientras se prepara como surfista profesional (es la mejor del grupo), a la espera de que llegue a la costa de San Diego la anunciada marejada proveniente de las Islas Aleutianas capaz de traer unas olas grandiosas como consecuencia de un oleaje que sólo se produce cada veinte años y que le permitirá convertirse en el centro de atracción del mundo del surf y de ese modo conseguir el patrocinio que le posibilite dedicarse a ello en exclusiva. No tiene el cuerpo ideal para ser surfista (tienen más posibilidades las menudas, por ser más robustas), porque es demasiado alta y sus piernas muy largas, pero lo remedia con mucho esfuerzo: corre, levanta pesas, nada y hace todo tipo de ejercicios de estiramiento, durante horas. En el pasado mantuvo una relación sentimental con Daniels, que se malogró como consecuencia de los estragos psicológicos causados por un caso de pederastia no resuelto en sus tiempos como policía, que le llevó a dejar el cuerpo.
Mención aparte merece Petra Hall, la abogada que contrata al ex policía y que, desde ese momento, se convierte en su sombra. O el Optimista, otro de los amigos incondicionales de Boone, a quien ayudó en su proceso de divorcio y que desde entonces, aún siendo varias veces millonario, se ha convertido en el administrador vocacional de su negocio y su casero, sin olvidar, por supuesto a Dan Silver o Eddie el Rojo, puntales, por su actividad delictiva, en la trama y la larga lista de secundarios, que ayudan a completar una historia en la que se mezcla poder y corrupción, humanidad y amistad.
Pero si grande es Winslow en sus diálogos, sus descripciones no tienen precio. De ese modo, nos detalla de manera pormenorizada el entorno en el que se desarrolla la acción: Pacific Beach se encuentra al noroeste de San Diego. Antiguamente estaba separado de la ciudad por las marismas, las cuales fueron posteriormente drenadas y en la actualidad esa franja es utilizada por un parque temático. A lo largo de la costa se encuentran las tres playas locales: Ocean Beach, Misión Beach y Pacific Beach, conocidas popularmente por sus iniciales: OB, MB y PB.
Asimismo, el autor nos relata la historia del lugar, más bien cercana, porque basta con remontarse a 1887, cuando los inversionistas inmobiliarios decidieron construir una Facultad Universitaria con ánimo de acercar a los habitantes de San Diego a ese paraje, a lo que ayudó mucho la prolongación del ferrocarril desde el centro de la ciudad.
Después Pacific Beach fue superando distintos altibajos, pasando del esplendor urbanístico cuando se convirtió en un destino turístico familar, por el encanto de generaban sus casitas unifamiliares de una planta con vistas al mar, hasta la construcción de grandes moles residenciales y macrohoteles, para llegar a la actualidad, en la que los pandilleros y los clubs nocturnos se han adueñado del lugar, desterrando otras opciones.
Todo eso sin obviar los numerosos flashback en los que se ampara para dibujarnos ese escenario perfecto de tramos de playa extensos y despoblados de la década dorada del surf, capaces de concebir una corriente cultural por si misma.
CONCLUSIONES:
Posiblemente esta novela no sea la mejor de Winslow, no lo puedo asegurar porque no he leído las anteriores, pero si te puedo garantizar que vas a devorarla en cuanto comiences a leer, porque es original y arriesgada. Dicen que las cosas bien hechas, bien parecen y esta es novela negra de la buena, de la que te encara a lo más pérfido de la existencia humana, porque está narrada con un estilo único, rico en matices y cuenta con todos los mimbres necesarios para complacer al lector más exigente.
Hace apenas un mes, os comentaba que había leído la que para mí, podría catalogar como la mejor novela leída en lo que llevaba de año –El sueño de la Montaña del Oro, de Zhang Ling-, pero hoy os vengo a contar mis impresiones sobre otra que fácilmente podría considerar de la misma manera. Lo más curioso es que el tema de fondo y el momento histórico en el que se desarrolla la acción es todo un hándicap para mi, pues suelo huir de todo aquello que me traslade a la Guerra Civil española. Imagino que algun@ se preguntará cómo es que no gustándome un tema en particular lo aborde sin más ¿no? Pues os lo explico: hace unos meses leí una reseña sobre este libro que me dejó maravillada por el entusiasmo que transmitía el autor de la misma (Javierdd, de Ciao.es). Destacaba, sobre todo, que además de estar muy bien narrado y que los personajes estaban muy bien definidos, se trataba a ambos bando de igual manera. Por ello, dado que comparto con Javierdd el mismo afán por conocer algo más sobre cómo estos hechos afectaron a la población civil, estas fueron las razones que bastaron para convencerme. (Después leí otras reseñas, a cual más impresionante, que me remataron, como la de Laky o la de otro usuario de Ciao: Pedroemilio) Y es ahora cuando intentaré hacer lo mismo desde este sitio, porque, francamente, es una novela que nadie debería dejar escapar.
LA AUTORA:
Paloma Sánchez-Garnica(Madrid, 1962), licenciada en Derecho y en Historia, en la actualidad se dedica a escribir. Llegó a este mundo por casualidad, como ella misma afirma, pero lo ha hecho con paso firme y, hasta el momento, son cuatro las novelas que ha publicado: En 2006 publicó la primera,El Gran Arcano con Plaza & Janés. Más tarde, en 2009 publicó con la misma editorial, La brisa de Oriente, para continuar en 2010 con El alma de las piedra, hasta2012, en que ha conseguido un gran éxito con Las tres heridas, editado por Planeta.
ARGUMENTO:
Ernesto Santamaría, un escritor en ciernes que acaba de abandonar su carrera en el mundo de la enseñanza para dedicarse a su verdadera vocación: la literatura, descubre en un paseo por el Rastro una caja de latón que contiene una fotografía y unas cuantas cartas manuscritas. Al fijarse en la imagen, observa a una pareja que posa junto a la Fuente de los Peces, de Móstoles. Al dorso están escritos los nombres de sus dueños y la fecha en que se realizó: 19 de julio de 1936. Será este el punto de partida que le lleve a investigar qué le ocurrió a esta pareja y el acicate para escribir esa gran historia que todo autor desea narrar para conseguir el éxito.
Obviamente, sus investigaciones le llevarán a resolver este puzzle de vidas truncadas, de sueños rotos, de heridas permanentes. Pero el camino no será fácil y en más de una ocasión se sentirá incapaz de discernir entre realidad y ficción, para acabar implicándose en la historia de tal manera que tendrá que ser él mismo quien resuelva la historia.
IMPRESIONES:
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Miguel Hernández
Como os decía al principio, conocí este libro a través de una reseña, que me dejó claro que no podía perderme esta historia. Pero la verdad es que más allá de una excelente crítica, lo que más llamó mi atención fue el título. Enseguida –posiblemente porque uno de los poetas a los que más admiro sea Miguel Hernández- pensé en el poema, que también en su día versionó, con indudable solvencia, Joan Manuel Serrat:
Después está la cubierta, que es preciosa, donde aparece en primer plano la Gran Vía madrileña, justo donde se cruza con la calle Alcalá. Es una fotografía de la época tomada posiblemente desde la Iglesia de San José.
Y del poema, ¿qué contaros del poema excepto que de su aparente simpleza surge la esencia de lo que esta guerra fratricida supuso y las heridas perpetuas que dejó en aquellos que participaron y la soportaron?
Aunque podría decir, sin temor a equivocarme, que estamos hablando de una novela coral en cuanto a personajes, por lo bien definidos que están cada uno de los principales intervinientes en la historia y su relevancia en la misma, no puedo negar que hay dos que sobresalen de entre todos ellos. Me estoy refiriendo a Teresa Cifuentes y Mercedes Manrique. Pero antes de meternos en faena, vamos a situarlos dentro de la historia:
Por un lado, tenemos a Mercedes Manrique Sánchez, casada con Andrés Abad Rodríguez. Viven con la madre de ella, Nicolasa, viuda desde que Mercedes era una niña. En el momento en que se toma la fotografía (19 de julio de 1936) que da origen a esta historia, Mercedes se halla embarazada de siete meses. En realidad son dos fotografías (una, de la pareja, que será la que encuentre años más tarde –en enero de 2010- el escritor Ernesto Santamaría durante un paseo por El Rastro; y otra, sólo de Mercedes, que portará siempre Andrés, hasta su muerte, y que le ayudará a soportar las penalidades por las que pasará durante años).
Comparten una entrañable amistad con sus vecinos, el médico Honorio Torrejón, su esposa Eloísa García y su hija Genoveva, diez años menor que Mercedes. Y será el galeno quien, conocedor de que la desgracia se cierne sobre la más joven de sus vecinas, ya que uno de los cabecillas -un tal Merino- ha sido quien ha denunciado a Andrés y no dudará en hacer lo mismo con ella, la pondrá en contacto con el doctor Cifuentes, padre de Mario, al que acaban de salvar la vida tras escaparse de la prisión donde estaba confinado, para que viva con ellos mientras se resuelve el conflicto.
Por otro lado, tenemos a la familia Cifuentes, cuyos integrantes, excepto Teresa, harían temblar el misterio. El cabeza de familia, Eusebio Cifuentes, es un ser despótico y arisco, un firme representante de la España machista, que considera a la mujer incapaz de pensar por si misma. Su esposa, Brígida Martín, responde a ese arquetipo, pero además es cruel y despiadada, como él. Tienen cinco hijos:
- Mario: Es el primogénito. Fue hecho preso por las tropas milicianas el primer día en que estalló el conflicto, junto con dos amigos. Gracias a la intermediación de Arturo Erralde, salva su vida, aunque queda confinado en una prisión. Gracias a la ayuda de una miliciana, Luisa Sola, consigue escapar de ella, malherido al haber sido alcanzado por un tiro, para terminar recalando en la casa del tío de Andrés Abad –el tío Manolo- quien con la colaboración del Doctor Torrejón, Nicolasa y Mercedes, logrará curarse y alistarse en el ejército Nacional.
- Teresa: La segunda hija de los Cifuentes es la protagonista por excelencia de esta historia. Sin llegar a ser progresista, reconoce que el papel que hasta el momento juega la mujer en su entorno no es el que desea para sí misma. Ayuda mucho a ello su relación con Arturo Erralde, aunque tiene el inconveniente de que nunca será aceptado en su familia, pues no pertenecen a la misma clase social y sus inclinaciones políticas distan absolutamente de las que mantienen los Cifuentes. Cuando Mercedes Manrique llega a su casa, se convertirá en su mejor amiga y luchará por ella como si de una hermana se tratase.
- Los gemelos Juan y Carlos, que en el momento en que se inicia la contienda son unos simples muchachos, pero que no dudan en alistarse en el bando nacional. En realidad, quien no lo duda es Juan, pero su gemelo se deja convencer por él.
- Charito: una niñata que ha heredado lo peor de sus padres. A su soberbia habría que añadir la ingratitud.
En la casa, además de la familia conviven dos criadas. Precisamente, algunas de las cosas que les ocurren a los Cifuentes se deben al odio que durante años han conseguido que anidase en ellas por el trato recibido, por lo que a la primera oportunidad, éstas no dudan en denunciarles. Sin embargo, tanto Charito como su madre no dudarán en responsabilizar de ello a Arturo Erralde, con el único fin de dañar la relación que éste mantiene con Teresa.
Arturo Erralde: Novio de Teresa, al que la familia de ésta no acepta por su condición social y sus ideas políticas. Ha estudiado Derecho como consecuencia de una promesa que hizo a su padre en su lecho de muerte, pero su verdadera vocación es la literatura. Y fue, precisamente en la facultad, donde trabó amistad con Mario, el primogénito de los Cifuentes, lo que dió lugar a que, posteriormente, conociese a Teresa. Vive con su tía que le quiere como a un hijo, la dueña de la Pensión La Distinguida, junto a un grupo de huéspedes, de distinto calado político. Tengo que admitir que, junto con Teresa, es el personaje que más me ha gustado y el que ha dado pie a que otros personajes secundarios apareciesen en la novela, permitiéndome disfrutar como nunca creí poder hacerlo con figuras de la talla de Ramón J. Sénder, Neruda o Miguel Hernández, sin ir más lejos.
Miguel Hernández: No puede considerarse un personaje principal, pero sólo su mención en la novela es todo un aliciente como para leerla. El poeta se nos presenta como un amigo íntimo de Arturo Erralde, con quien comparte afición por la literatura e ideario político. Acuden juntos, en plena guerra, a las diferentes tertulias literarias que se celebraban en la capital o a Valencia, donde participarán en el II Congreso Internacional de Intelectuales en Defensa de la Cultura, porque la actitud de ambos durante la contienda es la de preservar la cultura de la rapiña circulante. Y será precisamente Arturo quien guarde, junto a otros poemas originales, por expreso deseo del poeta uno de los manuscritos de El hombre acecha, obra que en principio llegó a imprimirse en Valencia, pero que estando a falta de encuadernarse, fue destruida por orden del ejército franquista. Precisamente, en el año 1981 pudo ser publicada, ya que quedaron dos manuscritos.
Ernesto Santamaría: Durante años ha ejercido como profesor de Literatura en el Colegio del Pilar, pero su profesión frustrada es la de escritor. Hasta la fecha, sólo ha publicado una novela, que pasó sin pena ni gloria para el gran público. Es viudo desde hace cinco años y fue precisamente su esposa, Aurora, quien antes de morir dejó todo estipulado para que pudiese abandonar su empleo y de ese modo volcarse de lleno en su vocación, donándole su vivienda (que era un bien privativo) y que junto a la pensión de viudedad y los ahorros obtenidos con la venta de un piso de su propiedad, le permitieran subsistir de manera digna.
Ernesto es el encargado de completar el puzzle con la información que a lo largo de la historia va descubriendo, tras encontrar la vieja fotografía en la que, excepto los nombres de la pareja y el lugar en que fue tomada, poco más conoce. Pero también será el hilo conductor que exprese al lector las inquietudes del autor vocacional, sus miedos e incertidumbres, la frustración en la que cae en más de una ocasión, temiendo no ser capaz de transmitir todo aquello que le dicta su mente.
Ahora, que más o menos conocemos a los protagonistas, imagino que me entenderéis si os digo que hay novelas que, por la razón que sea, te llegan al alma. Ésta en particular, sin lugar a dudas, es una de ellas. No puedo explicar exactamente un motivo concreto, porque a través de las situaciones que se plantean y el carácter de sus personajes, -buenos y malos- he disfrutado enormemente en muchas ocasiones. En todo momento he sentido la certeza que esos personajes existían, eran muchos los detalles que me hacían percibir que eran más que reales, sobre todo teniendo en cuenta que la novela no está escrita desde el punto de vista de lo testimonial.
Para que os hagáis una idea: el marido de Mercedes Manrique, era un simple agricultor, al que la política le importaba más bien nada; es decir, uno más entre el grueso de personas que participaron en aquella masacre. Nacido en Móstoles, de donde no había salido nunca hasta el aciago día en que junto a su hermano Clemente fue hecho preso mientras labraba sus tierras… ¿Y adónde quiero ir a parar? Pues a que Sánchez-Garnica, en la presentación en Móstoles de esta novela, nos explica precisamente que fue su suegro quien pasó por la misma circunstancia que Andrés, aunque en otro pueblo:
“En 1936 era un agricultor de 19 años y de Navalcarnero les llevaron a él y a su hermano a un colegio de monjas a Madrid. Estuvo preso e hizo trabajos forzados construyendo barricadas y zanjas, la vía Negrín, quitando nieve en la Sierra. Siempre contaba que pasó tanta hambre que hasta se comió un perro y sufrió muchísimas humillaciones. Decía que le daba lo mismo que le pegaran un tiro, qué debilidad mental y física hay que tener para pensar eso. Una vez fue andando desde Las Rozas hasta Móstoles, se comió dos platos de garbanzos en Casa Manolo, vomitó y se volvió. Estas anécdotas me han ayudado a escribir la novela".
Y son tantas anécdotas como ésta las que dan credibilidad a la historia, independientemente de la carga de ficción que lleva implícita.
Puerta del Sol, Madrid
En la novela se alterna pasado y presente, a fin de cuentas, es en enero de 2010 cuando Ernesto Santamaría encuentra una fotografía de 1936 y tira del hilo. Pero a su vez, cuando la narración se traslada al pasado, también se desarrolla en dos momentos diferentes: el primero, durante los tres meses del inicio de la guerra; el segundo, al final de la misma, cuando el bando vencedor entra en el Madrid del “No pasarán”. Resulta curioso ver cómo han evolucionado los personajes, ya que mientras en la génesis de la contienda creían que la guerra era cuestión de semanas o de unos pocos meses y observan con recelo los cambios que se están produciendo, las detenciones, las muertes, los “paseos”, después veremos como el desaliento y el hambre ha hecho mella en ellos, porque Madrid no vitorea al ejército ganador, sino que sólo desea que la pesadilla termine de una vez y que pase lo que tenga que pasar. Ni siquiera se plantean lo que vendrá después, sólo desean terminar de una vez por todas con la incertidumbre.
Y lo que vino después, lo explica con rotundidad, pero sin un ápice de dudas, Genoveva:
“-Franco no fue generoso, no señor, no lo fue, ni él ni los que le rodeaban. Debía de ser muy rencoroso y decían que tenía mucho miedo de que le quitasen del poder. Menudo era. Ahora lo puedo decir, antes había que callar, que hemos vivido todos con la boca bien cerrada y, en muchos casos, mirando para otro lado. Pero ahora sí que lo digo. Hubo muchos meapilas y aprovechados que se apegaron al poder y levantaron el brazo en alto gritando vítores a Franco. Tampoco se crea que los critico, no en aquellas circunstancias. Por eso le digo que muchos de los que no regresaron fueron olvidados, porque si se los buscaba se corría el riesgo de encontrar la desgracia propia y la de toda la familia, porque el que caía, arrastraba a todos los que estaban alrededor, como si fueran apestados. Había que seguir viviendo…”
En cuanto a estilo, la novela me ha parecido impecable, amena y fácil de leer. La trama está muy bien urdida (aunque hay algunos errores de poca importancia). Los diálogos son interesantes y las descripciones te invitan a sentirte parte de los lugares donde transcurre la acción. Y no sólo se trata de ese Madrid de entonces o del de ahora, del Rastro, de esas largas caminatas desde la calle del General Martínez Campos en busca de alimentos; o hacia la pensión donde residía Erralde… sino de Móstoles, pueblo en el que nunca he estado, pero que en más de una ocasión me ha apetecido acercarme y visitarlo, para conocer su más que famosa -desde la publicación de esta novela- Fuente de los Peces, su ermita, su plaza o su cementerio local, porque me he sentido en muchos momentos como un testigo mudo de todo aquello.
Pero hay algo en lo que tengo que incidir y que me ha llamado la atención: he encontrado muchas faltas, tanto de ortografía como gramaticales. Y no lo entiendo. Pensaba que era un mal común en editoriales pequeñas, que teniendo en cuenta el duro momento que atraviesa esta industria, estaban prescindiendo de los correctores. Pero tratándose de un grupo como Planeta, me he quedado de una pieza. También me ha comentado Laky que estos fallos sólo se dan en la primera edición (es la que tengo) y que ya han sido subsanados. Eso espero.
CONCLUSIONES:
Si lo que buscas es una novela histórica, que refleje fehacientemente lo que ocurrió durante esta guerra fratricida, desde lo vivido en el frente, esta no es la mejor elección, te lo aseguro. Pero si te pasa como a mi, que huyendo de las situaciones bélicas, lo que te atrae es lo que le pasó a la sociedad civil de la época, cómo se vivía y sentía en este momento específico de nuestra historia, te aseguro que Paloma Sánchez-Garnica ha elaborado una historia fascinante, que te enganchará desde el principio y una vez que te hayas sumergido en la historia, te aferrarás a ella, ya que es capaz de despertar toda clase de sentimientos encontrados, serás partícipe del sufrimiento y el miedo, del hambre, de las mentiras, de los sueños rotos, de esas tres heridas: la del amor, la de la vida y la de la muerte. Pero también comprenderás que incluso entre la podredumbre y el hedor florece el amor inquebrantable, la amistad inexorable y la solidaridad, personificadas en Teresa, Mercedes y en tantos personajes secundarios de esta maravillosa historia.
El pasado sábado, día 9, acudí a la Feria del Libro de Madrid, que se celebraba, como todos los años, en el Paseo de Carruajes del Parque del Retiro. Son muchos los años en que he asistido a esta fiesta librera (era la 71ª edición de la misma), aunque en esta ocasión iba a ser especial. Resulta que tras la presentación del libro de Pilar Muñoz, Ellas también viven, un grupo de bloguer@s que nos dimos cita en ella, quedamos en vernos de nuevo con este motivo y encargamos a Pepe, del blog La Casa de San Jamás, que organizase la kedada. El caso es que no tuvo el éxito de convocatoria deseado, por lo que el día señalado sólo nos presentamos tres personas. Aún así, no me voy a quejar, porque temía que siendo muchos no pudiese disfrutar del espectáculo que las 356 casetas podrían ofrecerme.
Como os decía, en una larga avenida del emblemático parque madrileño, 356 casetas ofrecían a miles de visitantes al evento sus productos. De ellas, 52 pertenecían a librerías de carácter general, 66 de librerías especializadas, 272 de editoriales, 11 de distribuidores y 24 de organismos oficiales, normalmente ministerios. Es posible que las cuentas no os cuadren, pero todo tiene su explicación, ya que en muchas oasiones, las casetas pertenecientes a editoriales eran compartidas. En la carpa central se encontraba firmando ejemplares Camilla Läckberg, la popular escritora sueca que se ha convertido en todo un reclamo tras la publicación de su novela La princesa de hielo.
Lo importante es que con Pepe y la Reyna Roja visitamos todas ellas, de principio a fin, en varias ocasiones. Lógicamente, la Feria tiene el aliciente no sólo de comprar con descuento los libros que a cada uno puedan apetecer, sino que muchos autores se dan cita y nos pueden firmar los ejemplares. Para ello hay turnos y cada dos horas van cambiando de caseta en caseta. Lo bueno es que, si no se tiene el horario de cada uno, el servicio de megafonía nos va indicando donde se encuentra cada uno.
Estando con mis acompañantes, saludamos, por ejemplo a Eloy Moreno, el autor de El bolígrafo de gel verde, que nos comentó que estaba inmerso en su nueva novela. Y antes de encontrarme con ellos (curiosamente cuando llegué a la Feria lo hice por el lugar contrario al que ellos se encontraban), de camino pude saludar y hablar con Inma Chacón. No os podéis imaginar lo cálida que es, eso si, también os tengo que decir que me dio recuerdos para todas l@s bloguer@s que han participado en la Lectura Conjunta de Tiempo de arena.
Por la tarde, tras despedirme de mis compañeros, me acerqué a la caseta 256, para conocer tanto al responsable de Legua Editorial como a los autores e ilustradores que habían acudido al evento. Cuatro de ellos me firmaron sus libros: Dreaming, de Isabella Grott y Gianluca Rossi y Semillas, de Susana Ramírez y Nicoletta Tomás. Como podéis ver por las cubiertas, las ilustraciones son impresionantes, pero el interior una maravilla. También conocí y hablé durante horas con Nelson Simón, el autor de Sueño de Brujas, que va a dar mucho que hablar en los próximos meses por los proyectos que tiene entre manos, con Tito del Muro, autor de El anillo de Uriel y con la ilustradora (que en realidad es pintora) responsable de las portadas de Es raro ser niña y Una niña estadísticamente feliz. Estuve con ellos hasta el cierre de las casetas y no os podéis imaginar lo que disfrute en su compañía, pues forman una auténtica familia, para después irnos a cenar a un restaurante típico madrileño.
En definitiva, un día memorable que espero volver a repetir el año próximo.
Desde que supe que Eduardo Mendoza había publicado nuevo libro, lo puse en mi punto de mira o Lista de Deseos (como gustéis), pero fue Pedroemilio, un usuario de Ciao.es quien me tentó para hacerme con él y posteriormente sortearlo y como comparto con Wilde esa famosa máxima en la que mantenía que “La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella”, aquí me tenéis, haciendo los deberes, que ya me vale ¿no?
EL AUTOR:
En la contraportada del libro, encontramos la siguiente información sobre el autor:Nació en Barcelona en 1943. Ha publicado los siguientes libros:
- La verdad sobre el caso Savolta(1975), que obtuvo el Premio de la Crítica;
- El misterio de la cripta embrujada(1979);
- El laberinto de las aceitunas(1982);
- La ciudad de los prodigios(1986), Premio Ciudad de Barcelona;
- La isla inaudita(1989);
- Sin noticias de Gurb(1991, 2011);
- El año del diluvio(1992);
- Una comedia ligera(1996), por la que obtuvo en París, en 1998, el Premio al Mejor Libro Extranjero;
- La aventura del tocador de señoras(2001), Premio al «Libro del Año» del Gremio de Libreros de Madrid;
- El último trayecto de Horacio Dos (2002);
- Mauricio o las elecciones primarias (2006), Premio de Novela Fundación José Manuel Lara;
- El asombroso viaje de Pomponio Flato (2008), Premio Terenci Moix y Pluma de Plata de la Feria del Libro de Bilbao;
- Tres vidas de santos(2009), un libro de relatos, y
- Riña de gatos. Madrid 1936, novela galardonada con el Premio Planeta 2010.
Como me ha parecido parca a todas luces, os invito a que visitéis este enlace.
ARGUMENTO:
Nuestro anónimo protagonista reaparece en esta cuarta entrega para relatarnos en primera persona y en clave de humor su acontecer diario. Hace años que dejó el psiquiátrico en el que hallaba recluido y en la actualidad está al cargo de una peluquería de señoras, con el inconveniente de no tener clientela, lo cual incide en su economía, francamente debilitada.
Un buen día, tras acudir a la ceremonia de investidura como Doctor Honoris Causa del médico que le atendió durante su estancia en un centro penitenciario para delincuentes con trastornos mentales que éste dirigía, con métodos más que cuestionables, coincide con un antiguo compañero de celda con el que trabó amistad: Rómulo el Guapo. A la salida del acto, se van juntos a la taberna más cercana y aprovechan para ponerse al día de los sucesos acaecidos en sus vidas desde que dejaron el centro. Es así como cómo se entera de la difícil situación de su amigo, quien tras un trienio trabajando como conserje en un edificio de gentes con posibles del Barrio de la Bosanova, fue despedido por la comunidad de vecinos para reducir gastos. Eso si, durante el tiempo que mantuvo su empleo aprovechó para conocer los datos financieros de los vecinos de la finca, incluidas sus firmas, para posteriormente falsificarlas en los avales solicitados por la entidad donde éstos mantenían sus cuentas y solicitar un crédito. Las idas y venidas realizadas a la sucursal bancaria como consecuencia de tal petición, le ayudaron a conocer el lugar y a las personas que allí trabajaban, información que posteriormente le vino de perlas para organizar un atraco que, por culpa de un error humano de última hora, resultó fallido. Pero Rómulo, inasequible al desaliento, aprovechó para perfeccionar su estilo y en base a ello plantea a nuestro protagonista un nuevo golpe, en el que se niega a participar rotundamente.
Pocos días después aparece en la peluquería Marigladys, alias Quesito, una adolescente de apenas trece años que le informa que Rómulo ha desaparecido. Le explica que para ella ha sido como un padre, gracias a la estrecha relación de amistad surgida en el trabajo entre su madre y el ahora ausente y, dado que sabe de su íntima amistad por las interminables historias que durante años le ha ido contando, le pide ayuda para encontrarlo. Aunque en un principio se la niega, al final claudica, por lo que decide crear su propio equipo, alistando en sus filas a un grupo de conocidos que le ayudarán en sus pesquisas.
Pero lo que en principio parece una búsqueda sencilla, se complicará hasta niveles inconcebibles cuando aparece en escena una inspectora de policía que, teniendo conocimiento de las pesquisas que éste ha emprendido, le pone en antecedentes sobre un descubrimiento realizado por los servicios de seguridad del Estado en el que se enlaza la huida de su amigo con un presumible atentado de relevancia internacional al habérsele visto en un hotel de la Costa Brava en compañía de un terrorista peligroso: Alí Aaron Pilila.
IMPRESIONES:
El enredo de la bolsa y la vida es la cuarta entrega de las aventuras de este protagonista, de profesión peluquero, del que no sabemos ni su nombre. Las anteriores fueron: El misterio de la cripta embrujada (1979), El laberinto de las aceitunas (1982) yLa aventura del tocador de señoras (2001). Como sólo he leído la primera novela (y de eso hace tropecientos años), no os puedo decir, en general, si es mejor o peor que las que la preceden o si la historia pierde fuelle con la comparación, porque, como decía Wiesel, “la memoria es frágil, interesada: no siempre se acierta a separar el recuerdo de la invención". Es verdad que normalmente, cuando se inicia una saga, sea del tipo que sea, la primera novela es la más original, a fin de cuentas la genuina y la que siempre deja una huella indeleble. Dicho lo cual, lo que si que puedo asegurar es que me ha gustado mucho y que no es necesarios haber leído las anteriores, porque la historia es conclusiva, independientemente de que algunos de los personajes se conozcan de anteriores historias. También coinciden los escenarios (se desarrolla en la Barcelona natal del autor) y el tono narrativo (por lo que he podido conocer).
Que los personajes son a cual más delirantes no es ninguna novedad, empezando por el protagonista que si cuando me topé con él en la primera entrega (El misterio de la cripta embrujada) me pareció un Quijote remasterizado, que como el protagonista cervantino, se dedica en cuerpo y alma a desfacer entuertos, en esta ocasión también lo borda. Es un pobre infeliz inculto y con poca preparación que pasó parte de su vida en un sanatorio mental, donde conocíó y trabó amistad con Rómulo el Guapo, el causante sobre el que gira la historia como consecuencia de su desaparición. También aparecen en la novela otros personajes de anteriores novelas, como su hermana Cándida o el Doctor Sugrañes, aunque el “equipo de trabajo” que organiza el protagonista no tiene desperdicio:
Quesito: En realidad se llama Marigladys, tiene 13 años y a pesar de su corta edad tiene bastantes habilidades, entre ellas su obstinación, que sabe conducir y el enlace ideal para las llamadas y contactos que tiene que recibir el protagonista a través de su teléfono móvil.
El Pollo Morgan: Trabaja como estatua viviente (personificando a Leonor de Portugal) en La Rambla barcelonesa, pero durante toda su vida ha ejercido de timador profesional, pero la crisis actual le ha obligado a reciclarse.
El Juli: Albino de origen africano, su nombre real es Kiwijuli Kakawa. Al igual que el Pollo Morgan, ejerce de estatua viviente, en este caso, de Ramón y Cajal.
La Moski: Acordeonista callejera, que perteneció a las juventudes estalinistas en su país de origen.
Manhelik:es un repartidor de pizza, subcontratado por La Moski.
Pashmarote Pancha: Es el dueño de un centro de yoga, aunque su nombre real es otro mucho más convencional.
Sr. Armengol: Regente del restaurante “Se vende perro”, lugar donde se reúnen los integrantes de la investigación.
Lógicamente, el grupo se compone de un conglomerado de pícaros y delincuentes de medio pelo, capaces de hacer lo que sea por un par de euros. Pero hay un personaje que junto con el protagonista me ha gustado por encima de los demás: el abuelo Siau, un honorable anciano que está majareta perdido.
Narrado en primera persona por el protagonista, en todo momento tienes esa sensación de delirio monumental y desde el principio te crees al personaje. Otra cosa, por razones obvias, es que empatices con él. El estilo –genuino y original- es directo y sencillo, usando un lenguaje grandilocuente, escogido adrede (ostentóreo, que diría Jesús Gil), mediante el uso de cultismos que va alternando con la jerga popular. Las descripciones se simultanean con los diálogos, con una característica común: ingenio a raudales. La acción transcurre en la Barcelona actual (aunque en una ocasión el protagonista viaje, movido por la investigación, a un enclave de la Costa Brava), la que se encuentra inmersa en la crisis financiera y en plena canícula veraniega. Mendoza nos pasea por su escenario natural y nos la presenta como una metáfora con sus calles vacías, sus habitantes anónimos que pululan tristes y desconcertados, ironizando incluso con su clima, como si el desánimo se hubiese adueñado de la ciudad bulliciosa y cosmopolita de otra época, más allá de planteamientos estéticos.
No podemos olvidar que estamos hablando de ironía con mayúsculas y, como tal, ésta afecta a diversos aspectos de la realidad. A fin de cuentas, sólo un escritor con un talento como el de Mendoza es capaz de elaborar un maridaje tan complicado, ligando misterio y causticidad. Por un lado, se nos describe la situación actual, con la crisis económica como telón de fondo y es por ello que asistimos a un desvarío sin parangón, en una narración desvergonzada, en el que cada uno hace lo que puede por ganarse la vida, que se palpa en cada uno de sus personajes, que podrían actuar como patrones en caso de hacerse un sondeo sobre la condición humana desde un punto de vista extravagante, claro está. Por otro lado, el que la historia gire en torno a un misterio con tintes policíacos, capaz de mantener el suspense aunque realmente no ocurra nada, me parece de lo más acertado, posiblemente porque rompe moldes con respecto a la moda anglosajona.
CONCLUSIONES:
Esta novela es la ideal si quieres pasar un buen rato y divertirte. Es posible que no te rías a carcajadas (cada lector es un mundo), pero si puedo aseverar que en muchas ocasiones te aflorará una sonrisa connivente, por las numerosas situaciones hilarantes, que a su vez te dejarán un poso de amargura por su trasfondo calamitoso. Con una prosa esmerada y una buena predisposición por parte del lector a conocer la realidad a través de sus admirables descripciones y diálogos, desde un género literario típicamente español como es el esperpento. Disfrutarás de una historia surrealista y de unos personajes adorables.