DATOS TÉCNICOS:
Título: Tiempo de Arena
Autora: Inma Chacón
Editorial: Planeta
ISBN: 978-84-08-10483-4
Páginas: 436
Presentación: Tapa dura con sobrecubierta
No voy a negar que sin conocer exactamente la trama de Tiempo de Arena, uno de los acicates que me permitieron abordar su lectura fue que Tatty, del blog El universo de los libros, propusiese la Lectura Conjunta de la misma, dentro de un apartado en el que cada blog podía decidir entre dos obras que, en principio, habían sido catalogadas como sagas familiares. Cada participante era libre de elegir entre una de las dos o bien ambas.
Llegados a este punto, quiero señalar que, desde mi particular criterio, esta novela no es una saga familiar y, en este sentido, tengo que decir que no me ha parecido que se pueda catalogar como tal. Es verdad que en ella se dan cita varios personajes de diferentes generaciones de una misma familia, pero, lo entiendo como algo puramente casuístico; es decir, la acción se desarrolla en un momento perfectamente determinado (desde 1896 hasta 1922), momento en el que conviven las auténticas protagonistas de la novela: las tres hermanas Camp de la Cruz: Mariana, Munda y Alejandra, junto con Xisca, hija de la primera. Obviamente, sólo por eso, ya nos encontramos con una generación, de acuerdo, pero bajo esta premisa, cualquier historia en la que se den citan padres, hijos o nietos tendría esta misma consideración y, sinceramente, no creo que lo sea. También se menciona en ocasiones a los padres de las tres, pero lo entiendo que como una simple referencia, sobre todo cuando estamos hablando de una familia aristócrata. También tenemos el hecho de que Xisca haya tenido descendencia, pero esto también es puramente circunstancial, porque esos niños sólo son un objetivo, una excusa sobre la que construir una historia, pero no participan en la trama como tales. Por ello, lo que intento explicar con esto es que para que una novela se defina como “saga familiar”, en ella debería situarse la acción durante cada uno de los períodos de tiempo correspondientes a cada una de las generaciones que aparecen en la misma, relevándose alternativamente los descendientes que se convierten en protagonistas de cada período.
LA AUTORA:
Biografía de la autora según la web de Planeta:
Inma Chacón (Zafra, Badajoz, 1954). Es doctora en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y profesora de Documentación en la Universidad Rey Juan Carlos. Ha sido decana de la facultad de Comunicación y Humanidades en la Universidad Europea. Fundó y dirigió la revista digital Binaria: Revista de Comunicación, Cultura y Tecnología. La princesa india fue su primera incursión en el mundo de la narrativa, a la que siguieron Las filipinianas y Nick, una novela juvenil donde se cuenta una historia de amor a través de la red. También ha publicado los poemarios Alas,Urdimbres y Antología de la herida.
ARGUMENTO:
Cuando en su lecho de muerte Xisca clama por sus hijos, los allí congregados no salen de su asombro, ya que ninguno de los presentes tiene conocimiento de que la muchacha haya tenido descendencia. A pesar de que su madre niega la evidencia, sus tias, Munda y Alejandra, intuyen que ningún moribundo miente en sus últimos instantes antes de enfrentarse a la muerte, por lo que deciden investigar por su cuenta.
Este es el origen de una historia deslumbrante, donde conoceremos las vicisitudes que a lo largo de su vida acontecerán a las hermanas Camp de Cruz, hijas de un aristócrata español afincado en Manila tras volver de tierras filipinas. Seremos testigos, además, de los cambios y transformaciones que surgieron en España durante ese periodo histórico comprendido entre finales del siglo XIX y principios del XX, en el que, entre otras cosas, perdimos lo último que nos quedaba del imperio colonial: Cuba y Filipinas, del mismo modo que seremos partícipes del cambio de mentalidad en la sociedad española, personificado en las figuras de Mariana y Munda, ya que mientras la primera intenta mantener las viejas costumbres, con la participación de la Iglesia, la segunda luchaba contra las desigualdades sociales, la oligarquía o la violencia de género, entre otras causas.
EL TÍTULO:
Como la mayoría de vosotros sabéis, para presentarse al Planeta los escritores envían sus manuscritos utilizando un pseudónimo, también en lo concerniente al título de la obra, éste no suele ser el definitivo. Pues bien, Inma Chacón firmó esta novela como “Manila” y la tituló como “La flor del Nilad”. En la novela se explica perfectamente la relación entre este arbusto y la capital filipina de la que es originario, otro motivo añadido por el que os aconsejo que la leáis, porque por mucho que yo me esfuerce, ella lo supera con una maestría innegable, aunque no puedo resistirme a deciros que tiene mucho que ver con la etimología del nombre de la ciudad: Maynila es la derivación de la frase en tagalo “May nilad”, cuyo significado es: "(donde) hay nílad".
Pero, sin lugar a dudas, me quedo con el título definitivo, cuyo significado viene a resumirse de este párrafo:
“El pasado sólo es arena depositada en el globo inferior de un reloj. Tiempo de arena silenciosa y quieta, que sólo tiene sentido si una mano la hace girar y le devuelve el movimiento.” (Página 411)
IMPRESIONES:
Hace unos días os comentaba en la reseña que publiqué sobre El tiempo mientras tanto, de Carmen Amoraga que suelo huir de todo lo que huele a premio, aunque cuando se trata del Planeta, confío más en los finalistas que en los ganadores. Y, en ambos casos, he de reconocer que tanto esta novela como la finalista del 2010 avalan mi percepción, porque, sinceramente, Tiempo de Arena me ha cautivado. Dicho lo cual, explicaré los motivos:
En primer lugar, tengo que reconocer que la novela me ha gustado por muchos motivos. Es verdad que a veces nos gustan más unas novelas que otras por los temas que tocan; es decir, si éstas pertenecen a géneros por los que sentimos debilidad, el resultado siempre es positivo (a no ser que la novela sea un horror, claro), mientras que si tocan temas que normalmente no nos atraen, será preciso que se conjuguen otras circunstancias. Pues bien, puedo asegurar que Tiempo de arena puede cumplir las exigencias de cualquiera, porque así como que a lo largo de sus páginas disfrutaremos de una historia redonda, rica en matices, está escrita de una manera soberbia, por lo que aunque tus preferencias no se inclinen por lo histórico, por ejemplo, eso será anecdótico, porque la riqueza narrativa te seducirá desde el primer momento.
Y aunque he mencionado el tema histórico, no significa que la novela deba etiquetarse como tal, si bien es cierto que se desarrolla en una época muy particular de la historia de España, precisamente en el momento en el que Filipinas se levanta contra los colonizadores españoles, es cuando la familia Camp de la Cruz decide volver a España, huyendo de la guerra. Corría el año 1896 y, durante veintiséis años, asistiremos de la mano de esta familia a los sucesos y las transformaciones que vivió el país. Pero, sin lugar a dudas, hay un tema en la novela que me ha motivado especialmente: el de la masonería femenina. En condiciones normales, la masonería a nivel general, siempre me ha parecido lo suficientemente atractiva como para que cualquier novela que la trate me gane de antemano, posiblemente por mi desconocimiento sobre el tema, que hasta el momento se limitaba a poseer vagas nociones que me llevaban a considerarla una secta y pocos más, aunque de los tiempos del franquismo sabía de la represión que habían soportado los participantes en estas sociedades, así como que no hace tanto tiempo había sido legalizada. Pero claro, daba por hecho que sus integrantes siempre eran hombres, por lo que conocer que las mujeres también podían ser miembros de diferentes logias, o que éstas se agrupasen en mixtas, femeninas y masculinas ha sido todo un descubrimiento. También me ha resultado muy interesante conocer los ritos de iniciación o como despiden a sus difuntos, entre otras cosas.
Del mismo modo que la ambientación está cuidada meticulosamente, ocurre lo mismo con los escenarios. La acción transcurre principalmente en Toledo (el coto privado de Mariana), donde se encuentra el Palacio de los marqueses de Sotoñal y residencia oficial, por tanto, de la hermana mayor a la muerte de su abuela, que sobrevive al marqués y Madrid, donde se trasladan a vivir Munda y Alejandra a un palacete heredado por la primera en el Paseo de la Castellana. De ambas ciudades conseguimos hacernos una idea más o menos definida. En mi caso, aún conociendo bastante bien la ciudad imperial, he disfrutado un montón paseando con Alejandra por ese Madrid de principios de siglo; esas idas y venidas desde la estación de Atocha, atravesando el Paseo del Prado, la Plaza de Cánovas del Castillo (donde se encuentra la fuente de Neptuno), hacia Cibeles, donde nace el Paseo de Recoletos para llegar al de la Castellana me recordaban a otras caminatas con las que en su día disfruté narradas por Galdós en Fortunata y Jacinta, por encontrar similitudes en el brío descriptivo utilizado por ambos autores y a quien Chacón no debe envidiar nada por encontrarse su pluma a la misma altura. También disfruté con las descripciones de Durango, en particular con la leyenda de Mari, la Dama de Amboto (Anboto en euskera), por la belleza plástica con la que Inma Chacón ha sido capaz de contagiarnos.
¿Y qué puedo decir de los personajes cuando al finalizar la novela y cerrar el libro tienes la sensación de que has conocido a unas personas a las que crees conocer profundamente y a las que te niegas a dejar relegadas en una estantería durmiendo el sueño de los justos? Pues bien, empezaré haciendo una breve descripción de las cuatro protagonistas, aunque os aseguro que el elenco masculino está perfectamente representado y tiene un peso específico en la trama. Y hablando de estas mujeres, hay una característica del carácter de las cuatro que es común a todas: son indomables, cada una a su modo, gracias al empeño que la autora ha puesto al describirlas psicológicamente, consiguiendo que conozcamos su mundo interior, desde sus más íntimas emociones, hasta sus bajas pasiones o los sentimientos más puros que puedan albergar.
Mariana: La mayor de las hermanas, sobre la que recae la titularidad del marquesado de Sotoñal. Como consecuencia de ello, sus actos –acertados o no- siempre van encaminados a perpetuar su linaje. No tiene escrúpulos, ni siquiera ante su hija, a la que no duda en ofrecer en matrimonio como si de un trofeo se tratase para poder mantener su patrimonio. Es altiva y arrogante, pero también indomable.
Munda: Es la mediana de las hermanas y la favorita de su progenitor. Su nombre real es Claramunda. Desde bien joven decidió huir de la hipocresía y los convencionalismos sociales. Siendo una adolescente se inició en la masonería, con la aprobación de su padre que también practicaba esta doctrina. Vive en un mundo utópico, diseñado a su medida, donde la maldad no tenía cabida. Terca e ingenua, dedica su vida a la lucha contra las desigualdades sociales y a esperar al hombre del que se ha enamorado en Manila, porque es indomable.
Alejandra: Es la menor, la que intenta derribar muros para crear puentes entre sus hermanas, que caminan por veredas paralelas. Acostumbrada a convivir con sus desencuentros, se decanta por seguir la senda abierta por Munda, trasladándose a vivir con ella a Madrid, donde se convertirá en una de las primeras abogadas del país, aún a sabiendas de que nunca podrá ejercer, porque las leyes no lo permiten. Es fuerte y con profundas convicciones, porque es indomable.
Xisca: Es hija de Mariana, su nombre completo es María Francisca, aunque sus tías prefieren dirigirse a ella por su diminutivo. Tuvo un hermano, que murió tiempo atrás, por lo que es la sucesora natural del marquesado. De carácter introvertido, es bastante tímida y apocada, motivo por el que es humillada en público y en privado por su madre. Con el tiempo descubriremos que más allá de esa falta de seguridad en si misma, Xisca es una mujer con una tremenda fortaleza mental, porque es indomable.
Y como decía, el plantel masculino también está perfectamente perfilado y la actuación de cada uno de ellos permite alimentar no sólo la historia principal en que se basa la novela, sino la intrahistoria, visible y variable. De ese modo, nos encontramos con el ausente Marqués de Sotoñal (muere días antes de que las protagonistas lleguen a España, que es el inicio real de la novela), un auténtico vividor que a pesar de haberse casado profundamente enamorado de la madre de las protagonistas, a lo largo de su existencia tuvo unas cuantas amantes, hasta el punto de que su esposa murió de pena al conocer sus amoríos con una de ellas. Su gran afición por la música le hizo recalar en Manila, donde le ofrecieron el puesto de organista en la catedral. O con Don Ramón, el coadjutor de la catedral de Toledo, fiel adlátere de Mariana, con un afán desmedido por el poder que le lleva a urdir las tramas más viles en nombre del decoro; o los hermanos Sánchez Mas: uno, prometido de Alejandra y a quien ésta dejó plantado ante el altar el día de su boda y el otro que lo intentó, sin conseguirlo, con Xisca, inhumano y vengativo como pocos, capaz de albergar un odio visceral sin paliativos. En la parte más amable, conocemos a Manuel, el eterno enamorado de Munda, que lucha en su país primero como participante en la revolución por la consecución de la independencia de Filipinas y después contra los Estados Unidos; o Zhuang, el eterno enamorado de Alejandra, desde la nochevieja de 1899 en que se conocieron en un baile de disfraces.
Escrita en tercera persona, la narración tiene la peculiaridad característica de la novela contemporánea, como es el hecho de que el relato de los acontecimientos no es lineal, por lo que nos enfrentamos a un continuo ir y venir a lo largo del presente y el pasado, así como con numerosos excursus o desviaciones en la historia. ¿Y qué tiene de bueno el utilizar esta técnica a la que podríamos denominar “de zigzag”? Pues, simplemente, que el misterio está garantizado desde el principio hasta el final y que sólo si el autor domina la técnica, se consigue como lo ha hecho Inma Chacón. Porque esta técnica es bastante complicada a priori (hay que tener en cuenta que no se recurre a ningún recurso como el flashback que facilitarían bastante la labor). A todo ello, habría que añadir el intachable estilo del que hace gala la autora a lo largo de la novela, donde quiero destacar su exquisita prosa por amena y su vocabulario, escogido y perfecto, rescatando muchos vocablos que han perdido su función por su desfase con respecto a la actualidad, como obsoletas puedan resultar determinadas costumbres, pero que en este momento histórico en que se desarrolla la trama, se agradecen.
En la novela se alternan descripciones y diálogos, predominando las primeras. En cuanto a ellas, tengo que admitir que me ha maravillado el estilo y la fuerza narrativa de Chacón. Da igual que nos describa un lugar, un sentimiento, una situación:
“Durante un rato permaneció abstraída, contemplando el patio central, repleto de columnas unidas entre si por arcos de herradura. Las ventanas del corredor del primer piso se encontraban protegidas por celosías de madera cuyos dibujos representaban lazos y cintas.
Se mirara a donde se mirase, la visión de los lazos era inevitable: de madera, de ladrillo, de yeso, de mármol y de cualquier otro material; inundándolo todo, trepando por los rincones para adueñarse de cada espacio que encontraban vacío, imponiéndose a la vista.
Lazos que aprisionaban, que amordazaban, que dolían. Ataduras de las que Munda siempre había querido liberarse” (Página 74).
CONCLUSIONES:
Creo que a lo largo de la reseña he explicado lo que Tiempo de arena ha significado para mí. A estas alturas sólo puedo reiterar que es una novela fascinante, en toda la extensión de la palabra, que te deja colmada en todos los sentidos, porque destila arte y oficio en cada una de sus páginas. Y lo es por diferentes motivos: se desarrolla durante un momento histórico apasionante, los personajes están perfectamente perfilados y los escenarios están minunciosamente detallados, a lo que hay que añadir una prosa impecable, que nos recuerda por qué la literatura es una de las bellas artes.
A continuación añadiré los “enlaces” correspondientes a las reseñas que se han publicado de esta novela. Espero que Tatty me perdone el que sólo lo haga con las relativas a Tiempo de arena, a pesar de que esta Lectura Conjunta lo sea por partida doble, ya que los blogs que participan también lo hacen con la novela El legado: La hija de Hitler, de Blanca Miosi, pero entiendo que Inma Chacón se merece una Lectura Conjunta por méritos propios:
Dolores, del blog Mientras duermen
Laky, del blog Libros que hay que leer
Isi, del blog From Isi
Lupa, del blog Acurrucada entre letras
Carla, del blog Confesiones de una librófila
Blair, del blog Mis lecturas de cabecera
Ismael Cruceta, del blog Cajón de historias
Tizire, del blog El lado frío de mi almohada
Margari, del blog Mis lecturas y más cositas
Lupa, del blog Acurrucada entre letras
Carla, del blog Confesiones de una librófila
Blair, del blog Mis lecturas de cabecera
Ismael Cruceta, del blog Cajón de historias
Tizire, del blog El lado frío de mi almohada
Margari, del blog Mis lecturas y más cositas
Cartafol, del blog O meu Cartafol
Dsdmona, del blog El mundo de Dsdmona
Almu, del blog Los libros de Almu
Mila, del blog La vida en libros
Consuelo, del blog El costurero lacado
Eva, del blog Los libros de Eva, the reading coach
Tatty, del blog El universo de los libros
Almu, del blog Los libros de Almu
Mila, del blog La vida en libros
Consuelo, del blog El costurero lacado
Eva, del blog Los libros de Eva, the reading coach
Tatty, del blog El universo de los libros
Absolutamente de acuerdo con todo lo que cuentas. A mí también me gustó mucho.
ResponderEliminarUn saludito.
Genial, me agrada conocer que una novela que a mi me ha encantado a otros les causa la misma impresión.
EliminarMagnifica reseña, muy trabajada, y bien documentada. A primeros de año leí la novela y me gusto muchísimo. Tu reseña coincide totalmente con la impresión que a mi me causo.
ResponderEliminarUn beso
Muy buena reseña =)
ResponderEliminarTengo ganas de leerlo, de hecho ya tengo quien puede prestármelo jejeje
Besotes
Me ha encantado la reseña!Ya la tenía apuntada después de leer alguna otra reseña, así que me han entrado más ganas con la tuya:)
ResponderEliminar1beso!
Lo tenía apuntado, pero después de leer tu "genialísima" reseña lo he adelantado unos cuantos puestos. Como te digo, ya estaba convencida, pero, ¡hija! con una reseña como ésta no me voy ahora mismo a por él porque está todo cerrado, que si no... :)
ResponderEliminarGracias por acercarnos a ella de esta forma.
Un beso.
Kayena, tu reseña está genial!!!! Yo lo estoy leyendo ahora, voy la mitad del libro y me tiene enganchada, me está gustando muchísimo y estoy disfrutando.
ResponderEliminarUn beso.
Has hecho una RESEÑA con mayúsculas, me ha encantado y es que la novela lo merece, a mí también me ha gustado muchísimo por todo, la historia, los personajes y especialmente el contexto histórico que resulta muy atractivo y bastante desconocido. La verdad es que tengo que darte la razón en lo de que a mí una vez leída tampoco me ha encajado mucho como saga familiar, pero bueno, para el desafío lo tomaremos en el sentido amplio que si no ne llegamos a las diez :)
ResponderEliminarbesos y gracias por participar
¡Fantástica reseña! Completamente de acuerdo en todo. A mí también me ha encantado esta novela. Y es que engancha de una manera...
ResponderEliminarBesotes!!!
Estoy totalmente de acuerdo contigo, tanto el lo que comentas de la calidad de las novelas finalistas, en su gran mayoria mejores que las ganadoras, como en tu conclusión final. Es cierto, tiempo de arena es fascinante. Mañana me toca a mi jeje
ResponderEliminarBesos
Lupa
Muy instructiva tu reflexión inicial sobre las sagas familiares. Por lo menos, para mí. Con respecto a la novela, me llama la atención que ya sean varios los participantes que dicen preferir los finalistas que los ganadores. Ah, y también me gustó conocer la dinámica del premio. Has conseguido elaborar una super reseña, además con un carácter educativo. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarMe ha gustado tu reseña con la que estoy plenamente de acuerdo.
ResponderEliminarPara mi ha sido una de las lecturas mas gratificantes de los últimos meses y ha quedado marcada para siempre con una estrella que seguirá brillando aunque pasen muchos años.
Y es que la historia a mi juicio lo merece, pero sobre todo, la maestría con la que Inma Chacón la ha escrito es para quitarse el sombrero.
Besos.
Muchas gracias por esta preciosa reseña. Todo un honor que me ha hecho Kayana. Y gracias a todos los comentarios. Es una alegría inmensa para mí haberlos leído. Besos grandes a todos.
ResponderEliminarTengo que reconocer que cuando oí hablar de esta novela no me despertó mucho interés por leerla pero, a medida que voy leyendo reseñas tan positivas como la tuya, poco a poco se ha ido despertando mi curiosidad y cada vez tengo más ganas de leerla. Cuándo, no lo sé.
ResponderEliminarMusus.
Reseña Cum laude. Estoy en la biblio de mi tía viendo el lomo de la novela y me están entrando unas ganas de echarle el guante.... Besos
ResponderEliminarHe de reconocer que no me atraía mucho esta novela, pero gracias a tu reseña he cambiado de opinión. Pues nada, a la lista de pendientes.
ResponderEliminarTodas las reseña que estoy leyendo son buenisimas y como ya he comentado anteriormente, tambien huyo de los premios, pero en ese caso creo que haré una excepción, besitos
ResponderEliminarMe encantó a mí también esta novela. Estoy muy contenta de haber participado en la lectura conjunta. Estoy de acuerdo con todo lo que dices, excepto en el punto de la masonería, no me interesó tanto este tema como a ti, pero por todo lo demás es una novela de 10.
ResponderEliminarUn beso!!
!!!Bravo¡¡¡ que reseña tan maravillosa, no has dejado ningún cabo suelto. Me regalaron la novela en Navidad y la leí prácticamente de una sentada. Me encantó. No conocía de la autora, aunque si he leído la obra de su fallecida hermana Dulce Chacón. Se ve que llevan narrativa en los genes.
ResponderEliminarBesos
Muy buena reseña. Ya veo que lo de la masonería no te pasa solo con este libro, jejeje. Ya sabes que a mí es lo que menos me ha gustado.
ResponderEliminarEn cuanto a los personajes, son lo mejorcito de la novela, es verdad, algunos insoportables y otros un amor :)
Por cierto, creo que Munda era Esclaramunda (es que se las trae el nombrecito)
No puedo estar mas de acuerdo contido. Es una novela preciosa, fantástica, imprescindible. Como tu magnifica reseña.
ResponderEliminarBesos
Genial reseña, muy currada. Por el momento veo que a todas nos ha encantado, y no es para menos. Un beso.
ResponderEliminarQue reseñón, como te se nota que te ha gustado, la has analizado concienzudamente, y nos has dado las bases de porque no deberiamos perdernosla, y como soy muy aplicada y la tengo en casa te pienso hacer caso, pero cuando cierre libros que tengo entre manos, unos siete, ya no doy más de mí la verdad. Menos mal que no me toca reseñar a mi despues de tí, si no lo tenía crudo, crudisimo...
ResponderEliminarUna reseña completísima, me encantó este libro, el tono de la autora es bárbaro.
ResponderEliminarBesos
Me ha parecido muy interesante tu reflexión inicial sobre si el libro es o no una saga familiar; la verdad es que no me lo había planteado, pero coincido contigo en que no se podría catalogar de esta manera. Coincidimos bastante en nuestras apreciaciones sobre la novela; es un libro muy bueno, con una historia que engancha y unos personajes maravillosamente trabajados. 1beso!
ResponderEliminarTenía ganas de leerla antes, pero ahora ya ni te cuento. Se ha convertido en una lectura más que segura.
ResponderEliminarMe ha encantado tu reseña. Me apunto el libro. Saludos.
ResponderEliminarMe la apunto, y esta autora me gusta bastante a mi.
ResponderEliminarUn beso, nos leemos!
Soy nueva por aquí, un placer conocer tu casa, es preciosa.
ResponderEliminarUn análisis tremendo, me he quedado admirada, así que me lo anoto, muchas gracias.
Saludos.
Tengo muchísimas ganas de conocer a esta autora, en breve espero poder leer algo suyo.
ResponderEliminarFantástica reseña!!!!
Besotes
Una magnífica reseña, no puedo estar más de acuerdo, una novela fascinante. Besos
ResponderEliminarMe ha interesado mucho la novela. Luego pasaré a leer las reseñas que han hecho en los otros blogs.
ResponderEliminarPues nada, que me lo voy a tener que leer porque me estáis poniendo los dientes largos ya.
ResponderEliminarMe estan encantando todas las reseñas, sin duda lo leeré. Enhorabuena por la reseña, un besote!
ResponderEliminarCon cada reseña quedo más encantado, y es que la novela se ve muy interesante. Estoy esperando que llegue pronto a Chile, porque apenas lo haga la compraré.
ResponderEliminarUn abrazo.
Menuda reseña te has marcado. A mí este libro también me gustó mucho y de hecho en cuanto lo terminé me fui a comprar Las filipinianas, que es la historia antes de este libro, como primera parte. Todavía no lo he leído porque como a todos también se me amontona el trabajo. Lo de presentarse al planeta me parece una soberana pérdida de tiempo para los inocentes que crean que el jurado se lee las 500 novelas que se presentan y aunque vayan con seudónimo pues mira, como para no saber que era de ella. En fin, como dije en mi reseña, se merecía ganar el premio.
ResponderEliminarUn saludo
Tiempo de Arena es una novela fascinante, me tiene enganchada. Los personajes cumplen exactamente con el siglo que representan. Bien escrita con un buen argumento.
ResponderEliminarMis felicitaciones a la escritora