LA REBELDÍA DEL ALMA, de Armando Rodera

DATOS TÉCNICOS:

Título: La rebeldía del alma

Autor: Armando Rodera

Editorial: Autopublicado – Amazon

ASIN: B007H887CG

Páginas: 220

Por lo que tengo entendido, esta es la tercera novela publicada hasta la fecha de Armando Rodera y, aunque tengo sus dos obras anteriores: El color de la maldad y El enigma de los vencidos, he necesitado participar en este Lectura Conjunta, organizada por Tatty del blog Universo de los libros y Laky, del blog Libros que hay que leer, al alimón, para conocer al autor. Con esto no quiero decir que la información que hasta ahora me había llegado de este escritor por la vía de las reseñas de sus dos novelas anteriores no me motivase lo suficiente, sino que tengo una especial inquina contra la lectura electrónica y procuro evitarla siempre que pueda leer la novela de turno en papel, lo cual unido a que siempre tengo una larga lista de lecturas pendientes, encontrar la oportunidad adecuada es bastante complicado.

BIOGRAFÍA CONTADA POR EL AUTOR:

De su web oficial: http://www.armandorodera.com/autor

Nací en Madrid, en un caluroso día del verano de 1972. Desde muy pequeño siempre sentí una gran afición por la lectura, dejando a un lado las famosas colecciones de “Los cinco”, “Los Hollister” o Barco de Vapor para adentrarme sin miedo en las aventuras de los personajes de Julio Verne, Alejandro Dumas o Emilio Salgari.

Durante los estudios primarios gané un concurso infantil de cuentos en mi colegio, pero nunca imaginé que, veinte años después, la escritura se convirtiera no sólo en mi vocación tardía sino en el medio idóneo para expresarme y desarrollarme como persona. Un soplo de aire fresco que me hizo replantearme seriamente cómo quería vivir mi existencia, ya que escribir todos los días se convirtió en algo más que una simple necesidad.

En mi ciudad natal cursé estudios de Ingeniería Superior de Telecomunicaciones e Informática y aquí sigo viviendo en la actualidad, aunque sea una ciudad que a veces ame y en determinadas ocasiones me saque de quicio. Durante casi una década trabajé en el sector tecnológico hasta que hace cuatro años decidí darle un giro radical a mi carrera profesional, buscando un trabajo que me permitiera ganar en calidad de vida y sobre todo en tiempo para dedicarme a mi gran pasión: la literatura.

He participado en antologías de relatos publicados en papel como la iniciativa solidaria titulada “Atmósferas”, siendo también finalista en concursos de microrrelatos a través de diversas páginas web. Aunque mi labor literaria se centra principalmente en la novela de intriga narrada desde diferentes ángulos.

En la actualidad cuento con dos obras largas terminadas: una novela de aventuras titulada El enigma de los vencidos, que está siendo evaluada por distintas agencias y editoriales de prestigio. Y por supuesto, El color de la maldad, thriller policiaco que presento en exclusiva para el gran público a través de esta web. Además, tengo ya el borrador de un tercer manuscrito a falta de revisión, una novela más a medio escribir y otros interesantes proyectos en los que me encuentro trabajando en estos momentos.

Participo habitualmente en diversos medios digitales escribiendo reseñas, entrevistas y crónicas de eventos literarios con una gran aceptación.  Además, sigo con mi blog “Aventuras y desventuras de un escritor novel” .

  

ARGUMENTO:

Susan y Denisse atraviesen un momento dulce en su relación: ambas están profundamente enamoradas y esperan, ilusionadas, la llegada de su primer hijo. Pero la felicidad, en el caso de Susan, no es plena, ya que su familia –particularmente su madre- no acepta su relación sentimental, por lo que decide hablar con ella y zanjar de una vez la situación y los problemas que se están generando. Y precisamente, el mismo día en que toma la decisión de visitarla, en el camino hacia el domicilio familiar decide pararse a sacar dinero en un cajero justo en el momento en el que un esbirro huye del lugar en el que ha cometido un crimen, cruzándose en su camino, por lo que éste resuelve dispararle para eliminar un posible testigo de cargo en la investigación criminal que se avecina. Pero la herida no es mortal y tiene la suerte de ser atendida con la suficiente rapidez como para ser intervenida de urgencia, a vida o muerte, superando la operación, aunque queda en estado de coma bastante peculiar, ya que es capaz de percibir y escuchar todo lo que sucede a su alrededor, sin que los demás puedan percatarse de su estado. Por ello, desde ese momento será testigo mudo de los diálogos que se establecerán en su habitación, tanto del personal clínico como de sus familiares…

IMPRESIONES:

Una de las cosas que más me mosquean de los lectores de libros es que no me hago una idea del tamaño de los mismos. Es verdad que a priori es una estupidez, porque lo prioritario siempre es la novela independientemente de su extensión en páginas, pero a la hora de hablar de ellos a otras personas, me gusta controlar de lo que hablo. Como pongo en la cabecera, según mi e-reader esta novela consta de 220 páginas, divididas en capítulos bastantes cortos (se leen en un suspiro) que te crean esa divina necesidad de querer seguir leyendo uno detrás de otro. ¿El motivo? El de siempre: es una lectura fácil y amena, independientemente de las sensaciones que la narración suscita. Por otro lado, en cada capítulo se van alternando los distintos narradores (hay dos tipos) es decir, si en un capítulo el peso del relato recae sobre Susan, lo hará utilizando la primera persona y el siguiente capítulo nos mostrará los acontecimientos en tercera persona y abarcará al resto de los personajes, incluidos familiares, equipo médico o pesquisas policiales.

Esta alternancia me ha resultado atractiva, ya que nos permite conocer a los personajes desde distintas perspectivas. Siempre me mosquean las historias contadas en primera persona, por ofrecer una información algo sesgada de los acontecimientos o de los intervinientes, pero esta modalidad aúna ambas opciones y enriquece las descripciones.

Por otro lado, esta particularidad obliga a que en la historia se alterne, a su vez, acción y reflexión, pero a mi no me ha convencido la fórmula utilizada por el autor. Os explicaré los motivos: Por un lado, acción, lo que se dice acción, he encontrado poca. De hecho, al principio de la historia nos encontramos con un asesinato del que poco sabemos, efectuado por un sicario que, en su huida del lugar del crimen, también intenta llevarse por delante a Susan Mckennan para que ésta no pueda reconocerle. Pero no lo consigue y Susan es trasladada a un hospital donde, tras una operación a vida o muerte, acaba postrada en estado de coma. Es en ese momento y en esa estadía tan particular cuando ella comienza a reflexionar. Es verdad que no tengo conocimientos médicos que me ayuden a dilucidar si esta situación podría ser posible o no, ni he pasado por ese trago por activa o por pasiva, pero esta tesitura no me ha convencido, porque no he visto reflexión alguna, sino una serie de descripciones de circunstancias vitales que no tienen tal consideración. Intentaré poner un ejemplo:

“De mis dos hermanas guardo distintos recuerdos de lo que podríamos llamar nuestra primera interacción. Cuando llegó a este mundo la pequeña April, yo ya tenía ocho años y si puedo evocar con más claridad el momento en el que mamá regresó a casa con ella en brazos. Era una niña rubita y pecosa, muy blanquita de piel, y con una sonrisa eterna que alegraba a toda la familia, convirtiéndose desde su aparición en la reina de la casa.

A Megan, mi hermana mediana, la recuerdo cuando ambas éramos dos niñas pequeñas. Quizás yo tendría tres o cuatro años, y ella uno menos. Nos encontrábamos en el parque aledaño a nuestro primer domicilio, jugando a escasos metros de mamá. Ella hablaba con una vecina, tranquila al saber que permanecíamos a su lado. Y debo reconocer que yo no me estaba portando muy bien, dicho sea de paso. He sido siempre la menos traviesa de las tres, pero en esos precisos momentos yo estaba haciendo rabiar a Megan en los columpios, impidiéndole que se subiera al mío mientras yo me balanceaba cada vez más fuerte. Mamá se dio cuenta enseguida y me regañó, así que dejé que Megan se sentara en el columpio y comencé a empujarla con resignación, sabiendo que nuestra madre permanecía atenta a nuestros movimientos”.

Pues bien, si os fijáis en estos párrafos, la protagonista no reflexiona, sino que va describiendo situaciones, algo que por otro lado no es malo, pero que en mi caso, cuando llevaba leído más de la cuarta parte de la novela y veía que esto no tenía visos de cambiar, comenzaba a aburrirme, por no entender qué relevancia podía tener en la trama. Si, podéis decirme que de esa manera el autor lo que persigue es presentarnos de esa manera al resto del “elenco” y perfilar a los personajes, pero como os decía, la fórmula no me ha convencido, porque no he visto introspección alguna por parte de Susan Mckennan consigo misma, sino un mero ejercicio de exposición de hechos para plantear una serie de circunstancias determinadas y, si todo ese esfuerzo busca como contraprestación el llevarnos a entender los prejuicios familiares entorno a la homosexualidad de la protagonista, me parece que para semejante viaje, no se necesitan tales alforjas, porque estos escrúpulos, independientemente de si son compartidos o no, son universales y aunque la sociedad en general se suele mostrar bastante avanzada, declarándose a favor de este tipo de relaciones y asumiéndolas como naturales, la realidad suele ser bien distinta y a nadie se le escapa.

Si me ha gustado, mucho, la prosa de Rodera. Me gusta como escribe, el vocabulario utilizado -cuidado y coloquial a la vez- todo un acierto, así como el análisis psicológico de los personajes, que nos permite, además, poner en balanza los distintos puntos de vista con respecto a un tema como el de la homosexualidad, en especial la femenina, poco recurrente hasta hoy en día en la literatura. Y sin embargo, me parece poco afortunada la elección de una ciudad norteamericana como ubicación para esta trama. En principio, no sé si lo que le ha movido a hacerlo es el de querer plantear que la sociedad americana es más propensa a que se den este tipo de relaciones, que no creo, porque sinceramente pienso que están a años luz de nosotros, mucho más abiertos y avanzados que ellos en este tipo de relaciones y, particularmente, a respetarlas. Por otro lado, si no ha sido el fondo de la cuestión, ¿por qué no ha cuidado las formas excepto en lo puramente artificial? Es decir, no se aprecia en la novela una idiosincrasia que te acerque especialmente a los escenarios, excepto que los personajes tengan nombres anglosajones (lo de que el doctor se llamase Kindle me pareció un chiste fácil, teniendo en cuenta que el libro se vende en Amazón) y poco más, y ese poco más, cogido con calzador.

Y, para terminar con otra de las ventajas de la novela, tengo que citar la parte de intriga de la novela, que en principio pensé que era una mera excusa para desarrollar una historia de vaivenes familiares, me ha gustado mucho, precisamente por esa agilidad que no tiene la “parte reflexiva” de la que os hablé anteriormente. Y, sobre todo, lo que más me ha gustado ha sido el desenlace, por inesperado.

CONCLUSIONES:

No voy a negar que estamos ante una novela arriesgada, no sólo por plantear un drama familiar cuyo trasfondo es más común de lo que debería, sino porque en ella hay ciertas dosis de intriga y romanticismo que la convierten en interesante, al mezclar distintos géneros pero sin inclinarse por ninguno en especial. Además, me ha gustado mucho la manera de escribir y el vocabulario utilizado por Armando Rodera. Otra cosa es que el planteamiento no me haya convencido, pero está claro que cada historia tiene su lector y lo que a unos nos apasiona a otros deja indiferentes y viceversa ¿no? Aún así, llegados a este punto, el oficio del autor es innegable, por lo que en breve espero leer El enigma de los vencidos para poder contrastar con un género que me llene más.

PARTICIPANTES DE LA LECTURA CONJUNTA:

- Tatty, del blog El universo de los libros.

- Laky, del blog Libros que hay que leer.

- Lupa, del blog Acurrucada entre letras.

- Margaramon, del blog Libros,exposiciones y excursiones.

- Xula, del blog Caminando entre libros.

- Sandra M., del blog Reseñando que es gerundio.

- Rachel Antúnez del blog Contra los Límites  

- Kayena, del blog: Negro sobre blanco

- Cartafol, del blog O meu Cartafol

- Dsdmona, del blog El mundo de Dsdmona

- Blair, del blog Mis lecturas de cabecera

- Los libros de Eva, del blog Los libros de Eva the reading coach

- Lourdes del blog Libros que voy leyendo

- Luisa, del blog Aquí me quedé

- Caminante, del blog Bibliofilosis Letrae

- Carmina, del blog De tinta en vena

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