TEMPUS FUGIT: LADRONES DE ALMAS, de Javier Ruescas

DATOS TÉCNICOS:

Título: Tempos Fugit: Ladrones de almas

Autor: Javier Ruescas

Editorial: Alfaguara

ISBN: 978-84-204-0611-4

Páginas: 295

Hace unos días, hablando con una amiga que tiene una niña de la misma edad que el menor de mis hijos, me comentaba que se sentía escandalizada porque en el colegio le habían pedido en clase de Literatura que se leyese Los Juegos del Hambre. No voy a negar que a mi la trilogía me gustó mucho, porque así lo he constatado, pero entiendo que no es el tipo de historia más adecuada para una niña de 1º de ESO. Y precisamente, dada la amplia oferta existente de títulos etiquetados en el apartado “Juvenil”, surgió el comentarle lo que me había gustado la que ahora vengo a reseñar y con la que no puedo estar más de acuerdo en que es absolutamente recomendable en todos los sentidos para este público, tan exigente como el adulto en cuestiones de calidad, pero donde la violencia no es necesaria y donde los adolescentes pueden encontrar más alicientes. Pero vayamos por partes…

EL AUTOR:

http://www.librosalfaguarajuvenil.com/es/autor/javier-ruescas/

Javier Ruescas Sánchez nació el 14 de diciembre de 1987 en Madrid. Tras cursar sus estudios de primaria, ESO y bachillerato en el mismo colegio, decidió probar suerte en Ingeniería de Montes. No duró ni 6 meses. Tras valorar diferentes opciones decidió que lo que más le convenía era estudiar Periodismo; carrera en la que se acaba de licenciar.

Comenzó a escribir a la temprana edad de 11 años, y a los 15 ya enviaba sus manuscritos a las diferentes editoriales que pudieran estar interesadas en su trabajo, sin más resultado que unas cuantas respuestas negativas.

No fue hasta 2009 que su primera novela vio la luz. De temática juvenil fantástica, la trilogía Cuentos de Bereth le situaría en el panorama literario juvenil actual como uno de los escritores españoles más jóvenes.

Tempus Fugit. Ladrones de Almas es, según su autor, una aventura moderna, con ciertos toques distópicos y fantásticos cuyo origen se encuentra en dos de las constantes más presentes en su vida: en primer lugar, la presión a la que, según él, se ven sometidos continuamente los jóvenes a la hora de realizar sus elecciones y, por otro lado, el tiempo dedicado a viajar diariamente a cualquier lugar. Éstas, además de otras ideas como una historia de amor a través del tiempo y el cuidado de la naturaleza y del planeta, desembocaron en esta novela que no dejará a nadie indiferente.

A parte de escribir, Javier es el diseñador y director de múltiples páginas webs relacionadas con la literatura juvenil que le han reportado fama mundial. Creó el primer site oficial de Peter Pan en español y más tarde el de La Saga Crepúsculo, de Stephenie Meyer y el de Ghostgirl, entre otras. Además, trabaja como reportero y maquetista en la conocida revista de literatura juvenil on-line www.eltemplodelasmilpuertas.com.

ARGUMENTO:

Pablo Heredia, un joven adolescente del siglo XVIII, se infiltra en el futuro a través de una fisura temporal. Conoce entonces a Hanna, una muchacha que, además de estudiar, dedica todo su tiempo a investigar sobre la empresa Tempus Fugit, la creadora de las cabinas de teleportes que en su fase de experimentación acabó con la vida de su madre, que utilizó uno de los prototipos. No tiene problemas económicos, ya que la empresa indemnizó con una suma cuantiosa a su padre, que se mantiene en estado vegetativo como consecuencia de una enfermedad que se extiende como una plaga entre los habitantes de Nuevo Mundo. Hasta que se cruzan con Kleid, un protovidente que se dedica a robar almas y que ha recibido la orden por parte de la empresa para la que trabaja de darles caza.

IMPRESIONES:

Últimamente me sorprende encontrarme con muchas portadas que no guardan gran relación con la historia que encierran sus páginas. En esta ocasión, no puede ser más acertada; es más, creo que es de lo más apropiada, ya que se nos presenta a una joven con un atuendo un tanto extravagante que representa a la protagonista de la novela, apoyada sobre un reloj (porque es precisamente en ellos donde se suele encontrar esta frase inscrita), aludiendo al título del libro: “Tempus fugit”, locución latina que viene a significar “El tiempo se escapa”, porque precisamente ese concepto está siempre patente en la trama de esta historia por partida doble. Por un lado, es tan urgente como importante desvelar un misterio para desmontar un tremendo engaño con tintes de tragedia; por otro, Tempus Fugit es el nombre de una empresa con un poder absoluto, tanto sobre los habitantes del planeta como sobre sus gobernantes.

Comienza la narración con Pablo, un joven castellano del siglo XVIII, el día en que llega a la cabaña en la que vive con sus padres tras haber pasado la jornada trabajando en la fragua, donde se teme no será admitido. Aunque se siente impotente, por no poder ayudar al mantenimiento de la familia, su madre le resta importancia a la situación. Una vez en la cama, no consigue conciliar el sueño, dándole vueltas al tema una y otra vez hasta que cae rendido. Pero un extraño ruido procedente de la cocina consigue desvelarle. Mientras baja la escalera observa que una luz azulada ilumina la totalidad de la estancia, para desvanecerse rápidamente, descubriendo entonces que alguien vestido absolutamente de negro abandona la casa. Descubre entonces el cuerpo de su madre que, aunque inconsciente, se mantiene con vida y opta por perseguir al intruso hasta darle alcance y, de manera misteriosa, la oscuridad los engulle.

De esa manera aparece en Nuevo Mundo, siglos después. Tropieza entonces con Hanna, una adolescente algo rarita que aparte de estudiar, se encuentra inmersa en la investigación de una extraña plaga que asola a la sociedad, incluido su padre. Se plantea contar la verdad sobre lo que está sucediendo en ese mundo para nada ideal, sacando a la luz sus descubrimientos. Obviamente se siente sola, ya que el sistema, claramente manipulado por la empresa Tempus Fugit, se ocupa de acabar con las notas discordantes que amenazan sus intereses. Cuenta con la ayuda de Omega, un personaje que ha conocido a través de Internet (en principio, será el quien se dedique a subir a la red sus hallazgos), aunque no le conoce personalmente.

Por otro lado, tenemos a Kleid, un protovidente que trabaja para Tempus Fugit. Su cometido consiste en robarles el futuro a aquellas personas a las que la organización previamente ha seleccionado mediante un ordenador al que llaman “La Pitonisa” que, además, les informa del lugar en que deben hacerlo y la hora exacta en que se tiene que efectuar. La consecuencia para las víctimas es que desde ese momento vivirán en estado vegetativo; él lo sabe, como el resto de los androides con los que convive, pero esa ocupación lleva aparejada su propia supervivencia y aunque su parte humana siente remordimientos cada vez que se enfrenta a una tarea, la parte androide consigue solaparlos.

Los personajes principales -Hanna y Kleid- están muy bien perfilados y van evolucionando a lo largo de la narración. Conocemos todo de ellos, tanto sus reacciones como sus decisiones. Ella vive sola en una ciudad francamente inhóspita, en la que se alzan altas torres donde moran unos habitantes tan grises como las fachadas de sus edificios, preocupados exclusivamente por cosas baladíes, como la climatología de la que se informa continuamente a través de la maravisión. La especulación del terreno ha sido feroz, ya que gracias a las cabinas de teleporte se ha acabado con el tráfico a todos los niveles y los terrenos dedicados a carreteras o autopistas se utilizan para tal fin. Pero me hubiese gustado conocer más de los secundarios que tienen un peso específico en la historia, como Omega; que por si mismo podría ser el protagonista de una secuela, o Pablo Heredia, al que he encontrado ciertamente previsible. No ayuda a ello la forma en que están elaboradas las relaciones interpersonales, que quedan un tanto desvaídas en pro del objetivo primordial. Sin embargo, se agradece que a pesar de ser palpable la atracción que siente Hanna por Pablo y viceversa, no haya tirado el autor por el camino fácil de plantear una historia de amor (dejándolo en una simple sospecha) ya que no hubiese sido muy creíble dada la imposibilidad subyacente al pertenecer cada uno de ellos a diferentes tiempos.

Tempus Fugit: Ladrones de Almas, es una historia aparentemente sencilla en cuanto a su planteamiento, en la se aprecia que está trabajada en diferentes aspectos. Nos encontramos en un escenario supuestamente distópico en un futuro cercano, con ciertas dosis de ciencia-ficción. Los capítulos son cortos y abundan en ellos los diálogos, por lo que se leen en un suspiro y siempre te dejan con la sensación de querer seguir leyendo a medida que el ritmo de la historia avanza y la información, perfectamente dosificada, se propala. Al inicio de cada uno, nos encontramos con una frase o cita célebre atribuida a personalidades relevantes como Albert Einstein, Henry Bergson o Confucio, que guardan una estrecha relación con lo que a continuación se nos va a narrar. Escrita en tercera persona, la lectura es ágil y amena, con una prosa precisa, y correcta y muy entretenida.

CONCLUSIONES:

Tempus Fugit: Ladrones de almas es una novela futurista, sin llegar a ser ciencia-ficción. Con un planteamiento distópico, los personajes muestran una actitud indomable y obstinada contra el sistema y la sociedad en que se ven abocados a vivir, luchando por sus sueños, porque es precisamente a este tipo de público que no se somete ante nada ni ante nadie, al que el autor dedica esta historia, absolutamente recomendable. Pero también quiero destacar que es una novela muy original e interesante, con una trama que te atrapa y te obliga a reflexionar sobre el futuro que nos espera, ya que el autor expone con indudable maestría los males que aquejan a nuestra sociedad actual –la codicia o la ambición, entre otros- y que nos pueden abocar a un mañana más que incierto.