DATOS TÉCNICOS:
Título: A la hora del pan con chocolate
Autora: Concha Morales
Editorial: Corona del Sur
ISBN: 978-84-9973-334-0
Páginas: 30
Recuerdo que hace unos tres años, un usuario de Ciao.es, Pedroemilio, propuso crear un Club de Lectura. La iniciativa, lógicamente, me pareció fantástica y decidí secundar la idea. También tengo que admitir que esta idea era bastante novedosa, como podéis ver si consultáis ese enlace. Se trataba de que cada persona que se apuntase recomendara cinco libros y una vez contabilizados los de todos, los que más puntos obtuviesen, serían reseñados en virtud al ranking obtenido. Mis cinco recomendaciones fueron éstas. Se basaba en cinco libros de poesía, género que entiendo es bastante complicado reseñar por otro lado. Y digo esto porque ahora que he decidido hacerlo con este poemario, me he quedado sin recursos, os lo aseguro, pero no puedo dejar de compartir las impresiones que desde la humildad me ha generado esta colección con la que he disfrutado de un montón de emociones que han conseguido conmoverme por su lenguaje sutil, espontáneo, pero también perspicaz e ingenioso.
LA AUTORA:
En la contraportada del libro encontramos los siguientes datos: Concha Morales nació en Madrid en 1952. Admiradora de la poesía de Miguel Hernández y Luis Cernuda, ha colaborado en la revistas “Gemma” y “Clarín”. Algunos de sus poemas se han incluido en el Diccionario de Poetas y en una Antología del Club Internacional de Escritores. Ha publicado tres poemarios, ¡Corre…! y grítaselo al mundo (1977) y Álamos (1989), además de éste. Finalista en el XIV Concurso de Cuentos de la Fundación Derechos Civiles (2009).
Pero Concha también es bloguera y podéis encontrarla y descubrir a la gran persona, amable y cercana que es, en Desde Vallekas.
IMPRESIONES:
La imagen de la portada no es casual. Se trata de un retrato de Jacinta, la abuela de Concha Morales, en tonos sepia. Y digo que no es casual porque hay referencias a ella, la “bordadora indomable de fatigas y hábitos” en alguna de las poesías que componen esta colección. De hecho, el poemario está dedicado a ella:
“La abuela siempre me sonríe
desde su infinita sabiduría”
A fin de cuentas, son veinte retratos de la infancia, como reza en el subtítulo y ella es parte fundamental.
La poesía de Concha Morales nos habla del pasado, de una época que ya no volverá. Es un viaje en el tiempo que nos permite conocer un candoroso ayer, porque la autora nos transmite fragmentos de realidad y nos detalla como vivía la gente, qué pensaba, qué sentía. Es como si recrease su mundo interior para entender el exterior. Es como levantar una tapa de plomo que precinta las emociones y nos habla de nuestra historia reciente, pero desde otra perspectiva. Esa historia que no nos contarán los libros al uso. Y nos habla también de aquella España “marcada con castigos desde aquel julio infame conspirador y desleal”, evidenciando de manera tenue y delicada su espíritu social y reivindicativo.
Hay mucho de inocencia y naturalidad en sus versos y es fácil identificarse con sus inquietudes. De su mano y por sus versos retrocedemos a esa etapa añorada, que dejó una huella notable en su memoria. Entonces, la vida era más sencilla: era una época en la que el vecindario era como la propia familia que se reunía a la puerta de su casa sentado en sillas de tijera a mantener tertulias de todo tipo. O esas tardes de invierno junto a la radio, escuchando radionovelas mientras merendábamos pan con chocolate. O esos juegos, siempre en la calle, siempre al aire libre, del escondite, la comba o el corro de la patata. Las excursiones a la Casa de Campo “el retrete colectivo de los años 50” . La tecnología brillaba por su ausencia, los móviles todavía no habían aparecido, para suerte de la comunicación y la calefacción no era central, a no ser que así que denominase al brasero, situado bajo la mesa camilla, responsable de esos sabañones que “acarician amantes tus dedos de lumbre”.
Me emocioné, no voy a negarlo, al leer su poema VII, dedicado a Machado, mi poeta de referencia. Escrito, como no podía ser de otra manera, portando un bocadillo de pan y chocolate en la mano izquierda, un mes de marzo cualquiera, “ebrio de tristeza, austero de primaveras”. Pero os puedo asegurar que cualquiera de estos veinte poemas os conmoverán, porque todos ellos transmiten ese sabor acre que deja la vida en la boca y en el alma.
Su estilo es muy personal, con un lenguaje poético coloquial que oculta una insondable elaboración, ya que transmite con pasmosa certidumbre sus emociones, henchidas de autenticidad. Porque Concha Morales evita la floritura, lo superfluo. Su estilo, sin ser sobrio, es elegante, con ritmo pausado. Hace un buen uso de las metáforas, pero no sigue la estela del metro tradicional a la hora de rimar, de hecho, sus versos tienen distinto número de sílabas y la ausencia de rima es palmaria. No lo necesita. Nosotros tampoco.
Fue una fantástica iniciativa la de pedroemilio en la que yo también participe.
ResponderEliminarRespecto al libro y a la poesía en general, hija, es que yo soy muy zoquete y nunca he llegado a entenderla. Me sacas de Becquer o de Machado y estoy como pez fuera del agua.
Un besazo
Pues te aseguro que este poemario te encantaría, de verdad.
Eliminarpor cierto, veo en la columna de al lado que vas como una moto en los retos. El español ya lo tienes a medias!
ResponderEliminarEl de los escritores en español es el único que va bien, porque me estoy centrando en ellos, pero otros retos ni los he estrenado.
EliminarNo soy de poesía, pero por lo que dices me parece sencilla y evocadora.
ResponderEliminarGracias muy, muy emocionadas del hermano y del nieto de estas dos enormes mujeres: Koncha y Jacinta. Y qué mejor día que hoy para rendir un homenaje a la memoria de mi abuela y a la pluma de mi hermana. Has logrado sacar en esta excelente reseña todo lo que lleva dentro el poemario de Koncha. ¡Enhorabuena! y un besazo enorme para las tres: Ana, Koncha y Jacinta.
ResponderEliminarPues si, ¿qué mejor que escribir hoy sobre dos personas como ellas?
EliminarGracias a ti, Román, por tu comentario, porque pasar por el crisol de la familia era algo que temía.
Una reseña maravillosa. Es muy difícil reseñar poemas y tú lo has bordado. Tengo este poemario en casa, muy pronto me pondré con él y espero disfrutarlo tanto como tú. Yo no era mucho de leer poemas pero a través de blogs le estoy cogiendo el gustito a este género precioso.
ResponderEliminarBesotes
Tengo dudas de si me gustaría o no. Por un lado, la poesía no me gusta, pero por otro lo cuentas con tanta emoción, que lo hojearía...
ResponderEliminarMua!
Vamos por partes, primero he intentado ver tus 5 recomendaciones para el club de lectura, pero creo que no llegué a la entrada correcta. De todos modos, me quedo con esta. El título es muy tierno y también parece escrito en "tonos sepia". ¿Nostálgico? Así y como a me gusta la poesía, espero poder leerlo en algún momento. Lo cierto es que en los últimos meses estoy descubriendo propuestas muy interesantes relativas a este género. ¡Hay tanto por conocer!
ResponderEliminarPues a mi me lleva directamente el enlace: http://www.ciao.es/Club_de_Lectura__Opinion_1580262.
EliminarQuizás es que no sabes (y eso es culpa mía, sin duda) que en Ciao tengo otro nick.
Con respecto a la poesía, tienes toda la razón, hay mucho por conocer, pero no podemos llegar a todo ¿verdad?
¡Gracias Kayena! Lo miraré otra vez :)
EliminarMe ha encantado la reseña Kayena, a mi la poesía también me cuesta un poco. Pero desprende tan buena onda tu reseña, la fotografía de la autora del libro y todo el post en general, que me voy a pasar a visitar su blog, y a desear a tod@s un feliz día.
ResponderEliminarUn beso.
¡Fantástica reseña! De las que te hacen lanzarte a por el libro. Y no m lanzo porque ya lo he leído. Pero seguro que cae otra vez, porque es tan bonito, tan chiquitito, y sugiere tanto cada uno de los poemas que Koncha ha escrito en este libro. Sabe transmitir tanta emoción, tanta ternura en sus versos... Y a fin de cuentas de eso se trata la poesía. De transmitir, no de ir contando los versos o ver si riman... Y Koncha tiene la virtud de llegarte con su poesía. Y me repito, extraordinaria reseña Kayenna. Yo me siento incapaz de reseñar poesía... Creo que me dejaría tantas cosas...
ResponderEliminarBesotes!!!
La verdad es que con comentarios como este ¿quien se niega a escribir sobre poesía? Muchas gracias, no veas que subidón.
EliminarAyyyyy eso me recuerda que tengo el poemario de una gran amiga esperando en los estantes que me he aventurado en unas cuatro y lo he dejado para disfrutar con calma, es dificil escribir poesia y más dificil es reseñarla si algún día cae en mis manos ese librillo le daré una oportunidad, porque me ha levantado recuerdos nostalgicos algunos
ResponderEliminarPues eso no se le hace a una gran amiga, Carmina. Así que manos a la obra...
EliminarReseñar poesía no es fácil pero ésta te ha quedado genial, creo que has transmitido muy bien la esencia de los poemas de Koncha
ResponderEliminarYo también se lo recomiendo a todo el mundo, incluso a los no aficionados a la poesía.
Se lee además muy fácilmente porque son poemas breves que con palabras sencillas convocan imágenes muy hermosas que nos traen el aroma feliz de la niñez.
Quizá sea mas fácil para los que ya hemos cumplido unos añitos y como Koncha merendábamos pan con chocolate y teníamos abuelas de moño y medio luto, pero estoy segura de que cualquiera disfrutará con su lectura y quizá para quienes no se encuentren con su propia niñez descubran una que aunque aparezca pintada con tonos sepia en realidad sucedía casi antes de ayer.
Muchas gracias por tu comentario, Paloma. Creo que entre quienes habéis leído el poemario de Concha, vais a conseguir que esta reseña sea completa.
EliminarYo llegué a la poesía tarde, quizá porque necesitaba madurar ciertas cosas. Pero ahora me gusta muchísimo. Me has evocado tantas cosas con este libro... Pertenezco a la siguiente generación, la que vivió su infancia en los 70, pero recuerdo las meriendas sentada a la mesa camilla con mi madre, mientras ella escuchaba la radio. Aún me llegan retazos de la música del consultorio de Elena Francis y es oirlo y ver de nuevo la ventana de cuarto de estar de mi casa, con la lluvia gritando tras los cristales.
ResponderEliminarDicen que la memoria olfativa es la más poderosa de todas, por eso, según te leía, tenía presente el olor de la madera del suelo de casa de mi abuela, del pan caliente que hacían en la tahona de abajo, del caos aromático de los domingos que subía de la calle donde ponían puestos del Rastro.
Me encanta, me ha hecho sentir de nuevo calentita y feliz. Muchos besos, guapa.
Siempre te las apañas para hacerme soltar una lágrimilla...
EliminarMe ha encantado tu reseña y más porque me parece super difícil reseñar poesía y la forma en la que has expresado tus impresiones me ha encantado, fíjate que no soy aficionada a este tipo de lectura y me has dejado con ganas de probar
ResponderEliminarun beso!
Pues si pruebas no te arrepentirás. Gracias, Tatty.
EliminarNunca me llegué a apuntar a la iniciativa de pedroemilio... Sí que es difícil reseñar poesía, te ha quedado genial esta entrada.
ResponderEliminar¡Millones de graciaassss, Ana! ¡¡¡¡GUAUUUUUU!!!! Lo primero que se me viene a la cabeza, y de ahí directito al corazón, al leer tu reseña es que esto es como si me hubieses concedido un Goya de la Academia de Poesía. Has sabido captar, y sentir, con todo lujo de detalles lo esencial de mis poemas. Tus emociones de lectora fueron las mías de creadora. ¡Extraordinaria, excelente y admirable tu reseña! No abandones nunca las reseñas poéticas porque te aguardan autores noveles que, como yo, se sentirán en una nube cuando las lean. Corroboro las palabras de mi hermano en cuanto a nuestra Jacinta. Felicidades, Ana. De nuevo, gracias y un besazo enorme.
ResponderEliminarGracias por tu mención. La poesía es para mi como el flamenco: me gusta, pero en dosis minimalistas y de una en una.
ResponderEliminarTe felicito porque yo no sé si prodría hacer una reseña sobre un libro de poemas, francamente mis lecturas van desde hace años por la novela y sólo de vez en cuando releo alguna poesía en concreto, y casi siempre las mismas. De este libro sí me ha gustado que no siga las normas métricas más convencionales ni la rima tajante, eso me llama más la atención. Besos.
ResponderEliminarMe sumo al comentario de Rebeca de Winter. Jamás podría reseñar poesía. Me veo incapaz. Por ello te felicito por saber hacerlo.
ResponderEliminarUn beso.
Preciosa reseña, tan llena de emociones y sentimientos como la poesia misma, besos
ResponderEliminarTengo que reconocer que la poesía nunca ha sido lo mío, del mismo modo he de reconocer tambien que nunca le he dado demasiadas oportunidades como se merece. A ver si cambio el "chip" y me animo a leerla.
ResponderEliminarSaludos!
La verdad que a mi la poesía no me apasiona mucho, pero aún así tu reseña es muy bonita, unbeso!
ResponderEliminarNo sé si llegaré, ganas me entran después de leerte, y eso que decías que te iba a ser difícil, pero no puedo con tanto, apun así me quedo con tu escritora :D
ResponderEliminarEs un género con el que no estoy familiarizada, pero del que me gusta saber y leer a veces, me ha encantado la reseña. Un besote!
ResponderEliminarHola, concisas y precisas letras van desnudando a golpe de talento la germinal pureza de este blog, si te va la palabra elegida, la poesía, te espero en el mio, será un placer,es,
ResponderEliminarhttp://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen día, besos solistas..
Me ha encantado esta reseña, apuntaré este poemario para leerlo próximamente, creo que me gustará.
ResponderEliminarBesos.
Oye, me ha llamado la atención el título del libro. Se ve bastante curioso- Aunque no es mi área la poesía. La verdad es que, aparte de la sección de Margari, y uno que otro poema casual, no leo mucho. Aunque, como el libro se ve corto, quizá le de una oportunidad. Por lo que leí se entiende que es muy bueno ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo también participé en aquel Club de Lectura, toda una experiencia!! La poesía la verdad es que la tengo un poquito atragantada, será que no termino de sentirla o quizá que tal y como me la enseñaron cuando estudiaba no tuve interés por descubrirla yo por mí misma...
ResponderEliminarLa poesía no me tienta mucho pero la reseña que has hecho es estupenda y quién diría que te resulta difícil reseñar poemarios.
ResponderEliminarMusus.
Desde que sigo este blog tengo taaaaaaaaaaaaaaaaantos libros pendientes...
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