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miércoles, 28 de marzo de 2012

ODIOS, AMORES Y LA MANTIS RELIGIOSA, de José Carlos Ferrari Perera

DATOS TÉCNICOS:

Título: Odios, amores y la mantis religiosa

Autor: Jose Carlos Ferrari Parera

Editorial: Edición Personal

ISBN: 978-84-9946-100-7 

Páginas: 240


EL AUTOR:

José Carlos Ferrari Parera nació en Madrid en 1940. Desde muy joven vivió el mundo literario y periodístico en el seno de su familia. Observando el trabajo de su padre, un escritor prolífero y galardonado por sus obras literarias y sus trabajos periodísticos, le azuzaron las ganas de dedicarse a la literatura, y fue en la presentación de una de las novelas de su padre en el Museo Chicote, en la Gran Vía de Madrid, siendo él un adolescente, cuando tomó la decisión de escribir. 

Mas el destino se empeñó en llevarle la contraria y fue en el mundo inmobiliario donde se desarrolló profesionalmente, no sin perder su vocación de novelista ni su pasión por la literatura. Sin embargo, fue en 2007 cuando pudo publicar su primer trabajo, Los milagros de la Virgen del Puentín Viejo, y ahora ve la luz esta nueva novela, Odios, amores y la mantis religiosa.



ARGUMENTO:

La narración se inicia el día que Ernesto Álvarez acude a la consulta del Dr. Ramírez, el mejor urólogo de la ciudad, días antes de emprender un viaje a Bali, por motivos profesionales. Su sorpresa es mayúscula cuando al ser recibido por el especialista constata que le acompaña una colega –la doctora Rayssa Yogya- y más cuando tras las preguntas de rigor, ambos le efectúan un tacto rectal. Antes abandonar la consulta, la doctora le indica que en principio no han encontrado nada relevante, pero que quedan a la espera de los resultados que las pruebas que le tienen que realizar en unos días confirmarán más adelante. Nada más salir, es tal el alivio que siente Ernesto al saber que no padecía ninguna enfermedad importante, que decide tomarse un par de cervezas en la barra de la cafetería próxima al hospital, para acabar comiendo en el restaurante-buffet de la misma, donde vuelve a encontrarse con la doctora. Comen juntos, a pesar del apocamiento inicial que la mujer le genera y tras una charla más o menos distendida, a pesar del ruido del local, se van a tomar café a un pub cercano y tranquilo. Y así, conversando sobre naderías, descubren que ambos viajarán a Bali al mes siguiente, con tres días de diferencia y que coincidirán allí. Él estará algo más de una veintena de días; ella se trasladará definitivamente con los suyos. Después de acompañar a Raissa a la academia donde estudia inglés, quedan para verse después de las pruebas y será ella quien le lleve los resultados. Esto dará lugar a sucesivas citas y será el origen de una relación amorosa que se materializará en Bali, días después, aún cuando Ernesto parece haberse olvidado que está prometido y que su boda es inminente. De hecho, el día que acompaña a Raissa al aeropuerto, coincide con su novia que llega a Oviedo para emprender los preparativos nupciales.

Durante el vuelo, Ernesto rememora el relato que le hizo el abuelo Falo, pocos días antes de morir, sobre el origen del negocio familiar, el por qué de los amores y los odios que siempre han sobrevolado sobre ellos y algunas otras situaciones que vivirá en primera persona… o no.




IMPRESIONES:

Ferrari se dio a conocer con la novela Los milagros de la Virgen del Puentín Viejo. No la he leído, pero tengo que reconocer que la que ahora os presento me ha gustado muchísimo, hasta el punto que desearía leer la anterior. No se puede decir que sea novela histórica –tampoco se nos vende como tal- pero ante nuestros ojos discurren algunos momentos históricos dignos de mencionar, como la situación social en el Madrid de la postguerra, una ciudad que se debate entre el hambre y la miseria. Ese transfondo social está perfectamente equilibrado con los protagonistas de la historia; vemos como a lo largo de las décadas se van adaptando a los cambios que se van produciendo y entendemos perfectamente los pasos que ha ido siguiendo el complejo imperio financiero que partiendo de la nada han conseguido amasar.


LOS PERSONAJES:


Ferrari ha conseguido crear una trama muy bien urdida, con unos personajes que tienen una gran profundidad psicológica y a los que el autor ha conseguido insuflar vida propia. Se trata de una novela coral, en la que vamos conociendo los hechos a través de distintos protagonistas. En ocasiones está escrita en tercera persona, en otras en primera. Aparentemente y tal y como se nos presenta la historia, el protagonista parece ser Ernesto Álvarez Riusec, pero a medida que avanzamos en la narración su protagonismo pierde consistencia, porque él sólo es un eslabón más de la cadena familiar.

Al tratarse esta novela de una saga familiar, la acción gira en torno a la estirpe de los Álvarez y el negocio que fundaron en el Madrid de la postguerra, al que llamaron “La Organización”.

Abuelo Falo: Tras la muerte de la abuela Nati, su primera esposa, durante la Revolución del 34 y después de participar en la Guerra Civil, se marcha a vivir a Madrid junto con sus dos hijos, huyendo del hambre. En Madrid, en principio, vivieron prácticamente en la indigencia, trabajando incluso en el estraperlo, hasta que consiguió trabajar como sereno. Abandonó entonces el barrio de Lavapiés, para trasladarse a otro sitio que le permitió conocer a Nati, que al poco tiempo se convirtió en su esposa. A la muerte de su segunda mujer, se traslada a vivir a su Asturias natal, llevándose consigo a La Juana, una antigua prostituta, para ejercer ahora como ama de casa y algo más. Es en ese momento cuando se desprende todas sus acciones, para vivir de una renta vitalicia que le proporciona La Organización y algunos millones que ahorró en el pasado.

Abuela Nieves: Primera esposa del abuelo Falo, es la madre de Rafael y Carlos. Murió en el año 34, como consecuencia de la Revolución Asturiana en la cuenca minera.

   ◊ Rafael Álvarez Gómez: Casado con Mercedes Riusec por motivos puramente crematísticos y sociales. Es el clásico tiburón de las finanzas capaz de utilizar todo tipo de artes para conseguir riqueza y el sucesor en el mando de La Organización. Aunque durante su juventud estaba muy unido a su hermano Carlos, tras el matrimonio de éste con Carmen, es incapaz de reprimir su odio, al considerar que habiendo tenido con ella una aventura amorosa, era prácticamente de su propiedad. Los celos le llevaron a que su hermano dejase La Organización, tras una violenta escena familiar en la que no reparó en lanzar todo tipo de insultos contra la pareja.

      ◊◊ Mercedes Riusec: Casada con Rafael Álvarez, es una mujer de profundas convicciones religiosas. Descendiente de una familia adinerada e influyente de Reus, Rafael no dudó en seducirla, hasta que se quedó embarazada para provocar un matrimonio rápido. Era ajena absolutamente a la actividad familiar, algo que Rafael se ocupó de silenciar ladinamente, para descubrírselo a su mujer tras su matrimonio. Murió de cáncer, cuando su hijo Ernesto era todavía un adolescente.

         ◊◊◊ Ernesto Álvarez Riusec: Hijo de Rafael Álvarez y Mercedes Riusec, se casó con María Menéndez, con la que tuvo un hijo. Mantuvo una aventura sentimental con Raissa Yogya. Apenas conocía los trapos sucios de la Organización, su labor estaba enfocada a la parte legal de la misma: la cadena hotelera Luxsa y su futura expansión por Indonesia. También le era desconocida la historia de la familia, hasta que el abuelo Falo le hizo llamar, poco antes de morir, para dársela a conocer.

                ◊◊◊◊ María Menéndez: Esposa de Ernesto e hija de un acaudalado hombre de negocios, conoce a Ernesto en Madrid, donde se enamoran, para llegar a convertirse en su esposa, poco después de que éste vuelva de Bali precipitadamente y enamorado de Raissa. Tiene con él un hijo: Alejo.

                               ◊◊◊◊◊ Alejo Álvarez Menéndez: Hijo de Ernesto y Maria, es un niño apenas cuando termina la novela.

                   ◊◊◊◊ Raissa Yogya: Uróloga que mantuvo una relación amorosa con Ernesto Álvarez. De origen balinés, llegó a España a los trece años, dispuesta a estudiar Medicina. Durante ese tiempo vivió en casa de su tía, casada con un asturiano que se dedica al comercio de la artesanía balinesa y al que conoció en Dampasar (Bali), donde la familia tiene talleres de artesanía en general, muebles y confección.


  ◊ Carlos Álvarez Gómez: Murió junto con su esposa Carmen en un accidente de tráfico, años después de abandonar “La Organización”. Era abogado y un peso específico por sus conocimientos en el florecimiento del negocio familiar. Tuvo un hijo: Xuaco.

    ◊◊ Carmen Arribas Muñoz: esposa de Carlos Álvarez y madre de Xuaco. Fue gobernanta en “La Casa”. Antes de conocer a su marido, Rafael la sedujo y de aquello sólo quedó el recuerdo de un triste escarceo amoroso. Sin embargo, Rafael, desarrolló un tremendo odio visceral hacia el matrimonio que acabó materializándose con el abandono de Carlos de “La Organización”.

        ◊◊◊ Xuaco Álvarez Arribas: Hijo de Carlos y Carmen. Estudió Económicas y pudo entrar en la Organización, aunque su padre vendiese sus acciones, (excepto un pequeño paquete de las mismas que heredó y que su tío Alejandro administraba), siendo un adolescente, gracias a que una de las condiciones que puso para la venta es que su hijo lo solicitase en el plazo de los cinco años siguientes a su mayoría de edad, como así hizo, siendo ratificado por el Consejo de Administración y nombrado Consejero. Es homosexual, aunque lo mantiene en secreto. Desde su adolescencia está enamorado de su primo Ernesto, pero éste nunca fue consciente de ello. Es maquiavélico y rencoroso, a niveles enfermizos y su única obsesión en la vida es la de hacer pagar a Rafael Álvarez el odio que ha ido alimentando desde su adolescencia.


Abuela Nati San Juán: Segunda esposa del abuelo Falo. Era portera en una finca ubicada en la calle de San Marcos, en Madrid, cuando conoció a su marido.  Tuvo un hijo con él: Alejandro.

  ◊ Alejandro Álvarez San Juan: Hijo del abuelo Falo y de la abuela Nati. Casado con Elena Torres, con la que tiene dos hijas: Paula e Irene. Es el mediador familiar.

      ◊◊ Elena Torres, casada con Alejandro Álvarez trabaja en la empresa agropecuaria, propiedad de su padre, desde antes que acabara la carrera de Agrónomos.

            ◊◊◊ Paula Álvarez Torres
              ◊◊◊ Irene Álvarez Torres


Calle Bailén, en el Madrid de la postguerra

El negocio familiar, como tal, es otro de los protagonistas en la sombra. En un principio, tras la boda del abuelo Falo con Nati, él y sus dos hijos marcharon a vivir al piso que ella tenía en la portería. Al poco tiempo una de las viviendas de la finca quedó vacía y Nati le propuso al administrador que se la alquilase. Una noche, mientras el abuelo hacía su ronda como sereno, una pareja preguntó al abuelo por una pensión y no dudó en enviarles a su casa. De ese modo, venciendo los posibles dilemas morales tan típicos de la época, empezaron a recibir huéspedes por hora, hasta el punto de seguir cogiendo pisos que iban “adecentando” para esos menesteres. Tampoco dudaron a la hora de untar a terceros, para no ser denunciados. Y así, paulatinamente, fueron creando una sociedad cuya finalidad también fue cambiando a lo largo del tiempo, hasta convertirse en una cadena de hoteles de lujo. Por ello, cuando la cabeza visible del negocio la ostentaba Carlos Álvarez y teniendo como Consejero a Xuaco, decidieron crear una inmobiliaria en Madrid, cuya finalidad era la de obtener dinero negro para poder acometer otras empresas más ambiciosas. La idea la tuvo Xuaco, quien conociendo perfectamente a su tío, dejó que éste se apropiase de ella ante los accionistas, por motivos puramente espurios. La contabilidad se llevaba en una libreta con pastas de hule que celosamente guardaba el Consejero y sólo ponía en manos de su tío en las reuniones extraoficiales que mantenía la Junta General de Accionistas.

Edificio de la calle San Marcos
Con respecto a los escenarios, más de una vez la soltura del autor para describirlos me ha recordado a otras novelas, leídas hace demasiado tiempo, de Galdós o Baroja. El escenario principal es Madrid, aunque la acción también se desarrolla en Asturias (principalmente, Oviedo) y Bali, en menor medida. Pero es en la capital donde el autor derrocha sus conocimientos sobre la misma. Son una delicia los capítulos que la tienen como marco y donde se nos muestran las características de una época ya lejana que se nos acerca con maestría. Conocemos entonces como se vivía en las típicas corralas madrileñas, sin las mínimas condiciones higiénicas, hoy en día imprescindibles; el alumbrado de la ciudad a base de farolas de gas, el nacimiento de las pensiones, origen del negocio de los Álvarez y las costumbres de la época, sobre todo y el desarrollo paulatino de la ciudad y de la sociedad en general.


En cuanto al estilo, su prosa es sobria y natural, con un lenguaje en el que se alterna el tono esmerado con el coloquial, adecuándolo según la situación y el personaje. De hecho, cuando el relato está en boca del abuelo Falo, es perceptible el acento asturiano, incluso el uso de tacos y alguna que otra blasfemia de carácter jocoso. Se podría decir que abundan las descripciones sobre los diálogos, siendo éstas minunciosas. Me gustaría destacar que en la narración nada se ha hecho de modo instintivo, sino que todo está meditado, incluso las reflexiones más intimas de los protagonistas tienen una razón de ser. Las frases, los párrafos y los capítulos se van encadenando en lógica coherencia y Ferrari nos conduce hacia su propósito: meternos de lleno en una historia de odios y rencores. Por ello, cada situación, por muy peregrina que pueda resultar en principio, siempre quedará resuelta. Todo sigue un orden lógico, por lo que el interés psicológico que nos despiertan los protagonistas va proyectándose de manera paulatina, nos persuade y nos convence.

El único “pero” que puedo poner no corresponde al autor, que nos ha brindado una historia fascinante, sino a la editorial. Y os lo explico: quienes me leen con asiduidad, habrán podido comprobar que a menudo reconozco el esfuerzo de algunas editoriales, como La Galera, que tienen el detalle de publicar novelas muy cuidadas en cuanto a formatos, tipos de letra, márgenes y demás. Entiendo que son detalles meramente gentiles y elegantes, pero que facilitan la lectura. Pues bien, en este caso, el libro es un poco más grande de lo habitual, pero la letra es muy pequeña, obviamente con esto la editorial ahorra en páginas, pero al lector se le hace incómodo, más cuando los márgenes internos son estrechos. También entiendo, por otro lado, que una editorial pequeña tiene que reducir gastos como sea, más teniendo en cuenta el momento económico tan crítico que estamos viviendo, pero no dejo de reconocer que es una lástima.


CONCLUSIONES:

Decir que la novela me ha gustado es poco. También es verdad que las sagas familiares me fascinan y más si se alimentan de intrigas, odios y rencores, como es el caso. Si a ello le añadimos una prosa cuidada y unos personajes francamente interesantes, poco más tengo que decir, excepto recomendarla.


jueves, 22 de marzo de 2012

UNA NIÑA ESTADÍSTICAMENTE FELIZ, de Mildre Hernandez

DATOS TÉCNICOS:

Título: Una niña estadísticamente feliz

Autora: Mildre Hernández Barrios

Editorial: Legua Editorial

ISBN: 978-84-938841-5-7 

Páginas: 101


A finales de enero os comentaba que había leído un libro que me impactó notablemente. Supe de él a través de una reseña que había leído en un blog y no pude evitar hacerme con él. Me enamoró su portada y lo que de él se decía. Se trataba de Es raro ser niña, de Mildre Hernández. Ya os conté entonces lo que el libro me había parecido. Pero está claro que a veces, los libros te llaman y pasan a formar parte de tu vida, unos por las enseñanzas que puedes recibir; otros por cuestión de empatía ¡hay tantos motivos como lectores!, pero lo que no me imaginaba, en principio, es que la forma en que entró en mi vida este maravilloso ejemplar fuese de una manera tan peculiar, dándome tantas alegrías, que hoy las quiero compartir con vosotros.

En primer lugar, la historia de Cuasi me fascinó. Es un “personaje” que durante el tiempo que duró la lectura me hizo olvidarme de todos los problemas. Me hizo reir y disfrutar como una enana y reflexionar, a la vez, de lo mucho que nos complicamos la existencia cuando la felicidad se puede encontrar en lo más básico. A los pocos días la editorial me facilitó tres ejemplares para sortear en el blog y me sentí afortunada por poder hacer llegar a otras tres personas esta joyita y comprobar (al menos por dos de ellas, leyendo sus reseñas), que habíamos compartido las mismas impresiones y las mismas emociones. Cuasi caló en nuestro corazón y esa sensación fue de lo más agradable.

Aún así, me esperaba una sorpresa más: la editorial me informó que ya estaba en talleres la segunda parte de Es raro ser niña y me pedían utilizar un extracto de mi reseña para añadir en la contraportada del nuevo libro de Mildre Hernández: Una niña estadísticamente feliz. No os podéis ni imaginar la ilusión que me hizo. No era una cuestión de ego, ni mucho menos. De hecho, estoy convencida que tanto la reseña de cay11 como la de Pesimista_Productivo, es mucho mejor que la mía, pero aún así, me siento agradecida a la editorial y por ello quiero dejar constancia.


LA AUTORA:
Mildre Hernández Barrios nació en Sancti Spiritus, Cuba, en 1972. Ha dedicado toda su obra a niños y adolescentes. Galardonada en su país con los premios Eliseo Diego, Pinos Nuevos, Abril (en tres ocasiones), La Rosa Blanca, Regino Boti y Hermanos Loynaz. Ha sido finalista en el Hispanoamericano de Poesía Infantil (México, 2004) y Libresa (Ecuador, 2009). De su amplia obra publicada, los títulos más recientes: Cartas celestes, Cartas de un buzón enamorado y El próximo disparate (poesía) y Cuentos para dormir a un elefante, Memorias de un sombrero, El mundo de plastilina y Recetas de cocina de una gallina (narrativa).


IMPRESIONES:

Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que
tengo y no deseo con exceso lo que no tengo

Con esta frase de León Tolstoi, ilustrada con un ramo de calas, que define perfectamente el carácter de la protagonista, comienza otra historia apasionante y divertida de Cuasi, una niña de diez años con una fuerza arrolladora.

Como ya os comenté cuando hablaba del libro anterior, este relato no tiene un argumento definido, ya que nos narra en primera persona las vicisitudes y experiencias por las que pasa la protagonista en su día a día. Se llama Cuasi Negrín Blanco (su nombre le aporta equilibrio, según ella misma asegura, algo que le parece básico en la vida), es mulata, o lo que es lo mismo: casi blanca o casi negra. En su país, “cuasi” y “casi” tienen el mismo significado. La narración es absolutamente atemporal, por lo que no es necesario haber leído el primer libro para hacerlo con éste. Son, como digo, momentos y circunstancias en la vida de la protagonista, hasta el punto de poderse leer los capítulos sin seguir un orden establecido. A lo largo de los veinte capítulos en que está dividido, seremos partícipes de sus aventuras, tanto en casa, como en el colegio o la consulta donde hace terapia con algunos de sus compañeros (Lavanda, Gloogle o Danyer, entre otros). Precisamente, las visitas a la psicóloga son las más hilarantes del relato. En teoría y según sus profesoras, la niña sufre un trauma, originado por la separación de sus padres y después por la convivencia de su madre con una mujer. Ella, sin embargo, tiene las cosas más claras:

“A mi me va de maravillas con mis dos mamás. Tener una es una dicha, así que dos debe ser algo estadísticamente dichoso. Pero el resto del aula no soporta la dicha extrema y he tenido conflictos por eso” (página 18).

 “Eso de las dos mamás la directora no lo entiende bien. Para ella “bien” es: mamá y papá. Y para mí bien es armonía y amor” (página 19).
  
Como comenté la vez anterior, hablando del estilo de la autora, resulta sorprendente su capacidad narrativa, la naturalidad con que describe las diferentes situaciones, la ingenuidad y el candor con el que dota a la protagonista, para que nos resulte absolutamente creíble. El sentido del humor sobrevuela durante toda la lectura, porque Mildre Hernández domina la ironía y juega con los típicos prejuicios de los adultos para darnos una lección de vida. El mayor estimulante es que cada frase que leemos es todo un adagio, carente de moralina, del que podemos sacar diferentes lecturas. Un relato que te llega al corazón y te reconcilia con la humanidad. El recurso literario más utilizado por la autora es el símil, aunque Pesimista_Productivo en su reseña inventó otro que me parece más adecuado utilizar: la alegoría aparente. Explicar el concepto es complicado, toda vez que una alegoría necesita servirse de una metáfora para ser entendida; sin embargo, aquí estriba la diferencia de lo “aparente”, en que se basa en un símil donde el ingenio es fundamental. Pondré un ejemplo para que se vea más claro: Cuasi tiene un amigo que se llama Google. Ella desearía tener unos padres como los suyos, que sólo se ven una vez al mes y nunca se pelean porque están divorciados. Cuando lo hacen, quedan a comer y toman su comida preferida. A los postres, se dedican a recordar los momentos felices del pasado y es cuando él le da su pensión mensual a la madre, por lo que son felices en ese momento también. Por ello, Cuasi desea que sus padres también se divorcien y dejen de pelearse.

No sé si recordáis que cuando vi la portada de Es raro ser niña sentí que el libro me llamaba, porque era preciosa; pues bien, en esta ocasión y aunque parezca imposible, creo que con la de este libro se han superado. Volvemos a encontrarnos a la misma niña, esta vez calzada y vestida de blanco. Parece mirar al horizonte, desde una azotea y a su izquierda podemos observar una vista de los edificios de la ciudad en la que vive. Podéis comprobar por la foto de la portada la delicadeza de los tonos, con esa alegría que salpica todo lo que la rodea. La cubierta es de tapa dura y en el interior nos encontramos con que contiene un Ex-Libris (como en el anterior, que he sido incapaz de utilizar), un papel con un gramaje más que suficiente, un tipo de letra grande y cómoda y unos márgenes generosos. Obviamente, todos estos detalles son muy de agradecer para el lector. En la contraportada encontramos una breve biografía de Mildre Hernández y el extracto de mis impresiones sobre el estilo de la autora que ya os expliqué anteriormente.

Con respecto al público al que va dirigido, me reitero, aparentemente está dirigido al público adolescente, posiblemente porque la protagonista se encuentra en ese período vital, pero yo se la recomendaría, precisamente, al público adulto, por todo lo que conlleva.

En ocasiones encontraremos términos cubanos, que no resultan ningún problema ya que, en todo momento, encontraremos una nota de pie donde se nos añade el significado.



CONCLUSIONES:
Si a estas alturas no tienes clara mi recomendación, échame la culpa a mi por no saber explicarme. Esta pequeña novela es una joya, que te aportará una experiencia única. Disfrutarás con su lectura, pasarás un rato de lo más agradable y relajado pero, sobre todo, te permitirá reflexionar sobre la importancia de las pequeñas cosas, a las que no damos importancia y que, sin embargo, son vitales para nuestra existencia. También nos habla del amor a los nuestros, del respeto, de la felicidad, de todo aquello que echamos en falta cuando estadísticamente lo hemos perdido.





martes, 20 de marzo de 2012

NOCHE Y NIEBLA, de Juan Andrés Moya Montáñez

DATOS TÉCNICOS:

Título: Noche y niebla

Autor: Juan Andrés Moya Montáñez

Editorial: Bubok

ISBN: 978-84- 2534-353-7

Páginas: 72




Esta reseña se incorpora a una Lectura Conjunta que he organizado yo misma. Lógicamente, desde aquí quiero dar las gracias a todos y cada uno de los que habéis querido secundarla y a todos aquellos que, de alguna manera, os vais a hacer eco de las reseñas que se irán publicando a lo largo de muchos días. También quiero agradecer a Laky su participación en ella, pues ha sido determinante su aportación para que se haya convertido en un éxito de participación.

Como ya sabéis algunos, tengo una especial querencia por Ciao.es, la página en la que empecé a dar mis pinitos en esto de opinar y mantengo una particular relación amistosa –en ocasiones meramente virtual, pero otras real- con algunos usuarios, motivo por el que las iniciativas que desde este blog organizo están abiertas a ellos. Y dada la generosidad de la que siempre hace gala este grupo de personas, han querido acompañarnos en esta experiencia siempre gratificante, en la que hoy nos embarcamos.

El libro elegido, Noche y Niebla, como ya os comenté en su día, es precisamente la “ópera prima” de un usuario de esta página (john_andy). Imagino que entenderéis mis motivos a la hora de proponerlo, aunque si quiero poner de manifiesto que independientemente del cariño que le pueda tener, pesó mucho más la calidad de su verbo y su tremenda habilidad para comunicar sentimientos y crear historias, algo que ya conocía de antemano.


ARGUMENTO:
Es complicado escribir el argumento de una novela cuando esta es corta e intensa, mucho más, si cabe, cuando el desarrollo de la trama y personajes es tan denso y concentrado como la que nos ocupa. Por ello, pido perdón a quienes no la hayan leído porque habrá spoilers, por lo que os recomiendo que os saltéis este apartado para evitarlos.

Lucía, a sus siete años, adoraba y admiraba a su padre, un hombre capaz de bajarle la luna si fuera preciso o encerrar al sol con sólo desearlo. La relación con su madre siempre ha sido distinta, al ser ella más reservada y distante. El paso de los años, dieciocho exactamente desde que salieron de su Argentina natal rumbo a España, no ha hecho otra cosa que perpetuar esos sentimientos.

Eso es lo que piensa Lucía, mientras vela a su padre en la habitación del hospital madrileño donde se encuentra convaleciente, tras sufrir dos derrames cerebrales, hasta que una anciana se acerca a verle. La deja entrar, pensando que es una vieja conocida, hasta que ésta le asegura que su único deseo es el de comprobar que ha muerto. Lucía, desconcertada, la echa de la habitación, pero la mujer antes de marcharse le entrega un recorte de periódico donde se habla del descubrimiento del cadáver mutilado de un estudiante que había desaparecido tiempo atrás. Este joven es el hijo de la anciana y en el artículo se explica como ha sido secuestrado y torturado en un lugar llamado “La Escuelita”, del que era responsable Carlos Alberto Barda, el padre de Lucía.

Es entonces cuando pide explicaciones a su madre…



IMPRESIONES:
Juan Andrés Moya ha creado una historia que nos lleva a los avernos y nos hunde en el abismo más espantoso. No voy a extenderme –hay demasiada documentación al respecto- hablando de lo que ocurrió en Argentina en el período comprendido entre 1976 hasta 1983, cuando la Junta de Comandantes asumió el poder y el país vivió bajo el yugo opresor de un régimen dictatorial que sembró el terror de manera implacable, concibiendo el proceso más cruento que ha vivido la nación en toda su historia. El afán por someter a la población llegó a límites insospechados recurriendo a toda clase de torturas.

De todo ello somos conscientes a través de esta historia, de ello y de mucho más. Asistimos al suplicio de un joven, Fernando Pironi que, como tantos otros, fue apresado y torturado por el aparato del Estado. Juan Andrés Moya no deja ningún atisbo de duda sobre el infinito potencial sádico que es capaz de demostrar el monstruo que la lleva a cabo, precisamente el mismo ser que cuando vuelve a su casa es capaz de derrochar ternura ante su hija. Pero también somos conscientes del dolor de su madre, una anciana ya, cuya única obsesión es la de asistir a la muerte del verdugo se segó la de su hijo.

- Vine para ver cómo se muere este hijo de puta.A Lucía se le derrumbaron la mandíbula y el sosiego. Las mejillas se arrebolaron de una rabia abrasadora.
- ¿Cómo se atreve a hablar así de mi padre? -dijo levantándose de la silla como un resorte. - ¡Lárguese de esta habitación! ¡Fuera!, ¡lárguese!
- Este hijo de una gran puta me mató a mi hijo, a mi Fernandito.

Y también somos testigos de la pusilanimidad de la madre de Lucía, que siendo conocedora de los hechos, siguió al lado de su marido. Esperando un milagro. Sin embargo, fue incapaz de contarle la verdad a su hija, a pesar de la insistencia de la joven por conocer los motivos por los que emigraron a España, dejando su hogar de la noche a la mañana. Esta cobardía es común en sus progenitores, porque a fin de cuentas, desde la cobardía y la pusilanimidad se han realizado muchas atrocidades. Por ello, cuando la anciana entra en la habitación del hospital donde se halla ingresado su padre, agonizante, tras sufrir dos derrames cerebrales y le lanza un recorte del diario “Clarín”, intuye que su mundo caerá sobre ella, porque se ha instalado en su conciencia el viento de la duda, con tal fuerza que ya nada volverá a ser lo mismo. Entonces pide explicaciones a su madre y éstas caen como una losa, porque no son más que la constatación de todo ese espanto:
- ¡No!, ¡no! Su trabajo era defender a la Argentina de los Bolche, del comunismo, de la hecatombe. Estaba convencido de lo que hacía, ¿me oís?, convencido de tener a Dios de su lado, de defender la causa más justa. Y yo también lo creía. Al principio, lo creía. Creía en su fuerza, en su pasión. Era un hombre bondadoso conmigo, tierno. ¿Cómo no iba a creer en él? Pero, poco a poco, esa pasión se fue desvaneciendo, como un humo que se pierde en la noche. Y lo único que quedó fue el odio y la crueldad. Para cuando me di cuenta, ya era tarde. Vos tenias pocos años, y yo no tenía vida más allá de la que él me concedía.

Y nos hundimos con Lucía en su soliloquio, ajena hasta ese momento a toda la tragedia de la que su padre ha sido responsable durante aquellos años atroces. Y disfrutamos, yo por lo menos no voy a negarlo, no sólo en el momento postrero en que ella le increpa a los pies de la cama, declarándole su odio eterno y abandonándole a su suerte, sino al ser consciente de su último estertor.

Entendió el calvario de sus mártires, y no supo respirar.
El hipo incesante hipó sin respuestas.
Los picos agudos enfermaron de valles.
Los dedos mohínos se contrajeron.
Y, por fin, tras un bostezo asfixiado, la nada lo devoró.



Con respecto al estilo, salta a la vista que Juan Andrés es un artesano de las letras y del mismo modo que un escultor cincela su obra, a golpe de martillo, él va dejando su alma en cada frase, en cada metáfora, labrándola a su antojo y añadiendo cuantas filigranas brotan de sus entrañas. Su pericia en el uso del lenguaje es impresionante, pero también solemne. Si a ello le añadimos la exuberancia de léxico que derrocha, hasta el punto de producir un cierto desmayo en el lector que se pierde en esa pirámide de recursos estilísticos y no acierta a ver el cielo, el lector queda anonadado. Y a medida que vadeamos por su historia, el relato se nos hace más profundo, más intenso. Y nos condiciona. Nos obliga a tomar partido y ponernos en la piel de los personajes y entendemos su dolor. Me ha conmovido el uso del acento argentino. Y la delicadeza al comprobar como en los capítulos que se desarrollan en el país natal de los protagonistas, en el pasado, es ostensible, mientras que en el momento presente se vuelve menos perceptible.

En este sentido y para quien a estas alturas no conozca el estilo inconfundible de Juan Andrés, intentaré explicar su modo de escribir recurriendo a un símil: la conocida historia del pobre y el creativo.

Resulta que en una ocasión había un pobre sentado en el suelo de un parque. Tenía una gorra a sus pies, en la que apenas se apreciaban unas pocas monedas. A su lado, un cartel, donde rezaba esta frase: “Por favor, ayúdeme, soy ciego”. Un buen día pasó por su lado un creativo y se detuvo. Cogió el cartel y en el dorso del mismo escribió otra frase, para seguidamente dejarlo en su sitio y marcharse. Al cabo de las horas volvió al lugar donde se encontraba el mendigo y comprobó que la gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego, reconociéndole, le preguntó que qué había escrito en el cartel para que las cosas hubiesen cambiado de esa manera. El joven respondió que algo tan cierto como lo anterior, aunque cambiando las palabras por éstas: “Estamos en primavera… y yo no puedo verla”.

Pues bien, esta historia que Juan Andrés ha creado, es tan real como la vida misma; los sentimientos que en ella se expresan son tan reales como cualquier otro sentimiento, pero a la hora de expresarlo el autor da un giro espectacular. Nos invita a viajar en un vehículo que simboliza la esencia de su estilo, traspasando el tiempo, por las holgadas autovías de la memoria, aunque para acceder a ellas tengamos que hacerlo a través de las comarcales de la conmiseración, para no pagar el peaje de la ingratitud.

Sin embargo no sería yo si me escapase de esta reseña sin explicar algo que entiendo debo decir, dejando claro que es un consejo y como tal, él puede tomarlo o ignorarlo. Es algo tan sencillo como que creo que abusa en cierta manera del uso de la metáfora, porque precisamente en esta novela, se aprecian capítulos donde la lectura es una delicia cuando este recurso aparece sorteado; en otros, sin embargo, el texto parece haber sido escrito con el pensamiento puesto en el arte y el ritmo se pierde en aras al buen entendimiento. Aún así, reconozco que es su estilo, su seña de identidad.


CONCLUSIONES:
Me ha resultado muy complicado escribir esta reseña. Si hay algo que temo, por encima de todo, es no parecer imparcial. Que duda cabe que mi relación con el autor se presta a ello, porque conocer a alguien, aunque sea de manera virtual puede hacerme perder objetividad. Pero hay algo que es palmario es esta pequeña joya (pequeña por su extensión, que quede claro): Juan Andrés escribe con las entrañas de una manera notable y su historia es un ejemplo claro y palpable. Su prosa es un lujo para los sentidos, en toda la extensión de la palabra.

Después, como añadido, nos encontramos con la historia en si, porque desconcierta nuestra ficcionada materialidad, porque el autor nos invita a hacer una dura reflexión sobre algo que ciertamente ha sucedido y eso nos conmueve casi tanto como la sensaciones que sufre Lucia al comprobar la clase de engendro que era su padre.  Y no puedes abarcar los sentimientos encontrados que te provoca esta novela por lo que sólo puedo recomendarla de manera fehaciente, deseando, en lo más íntimo, que esta ficción transformada en realidad no quede en el olvido, por respeto a las víctimas. Lucía lo tuvo claro y yo creo que difícilmente lo olvidaré.




HAN PUBLICADO RESEÑAS EN CIAO.ES HOY 20 DE MARZO:
LAKY: Intensa




PUBLICARÁN EN SU BLOG: 
Martes 20: Kayena, del blog: Negro sobre blanco
Miércoles 21: Laky,del blog Libros que hay que leer 
Jueves 22: Blair, del blog Mis lecturas de cabecera
Viernes 23: Rebeca de Winter, del blog Negro sobre blanco 
Sábado 24: Tatty, del blog El universo de los libros
Domingo 25: Carmina, del blog De tinta en vena 
Lunes 26: Lupa, del blog Acurrucada entre letras
Martes 27: Rachel Antúnez Cazorla, del blog Contra los límites
Miércoles 28: Cartafol, del blog O meu Cartafol
Jueves 29: Margaramon, del blog Libros, exposiciones, excursiones...
Viernes 30: Margari, del blog Mis lecturas y más cositas
Lunes 2: Bejarana76, del blog Amor por la lectura
Miércoles 4: Pepe, del blog La Casa de San Jamás
Jueves 5: Talisman Dreams, del blog del mismo nombre
Viernes 6, Shaka Lectora, del blog Las lecturas de Shaka
Viernes 6, Matiba, del blog Matibascorner 
Sábado 7, Espe, del blog Taberna Libraria
Domingo 8, Laura, del blog As miñas cousas
Inma, del blog Aprendiz de mucho
Marina, del blog Marinades


lunes, 19 de marzo de 2012

VOLVERÁN A POR MÍ, de Josan Hatero y Use Lahoz

DATOS TÉCNICOS:

Título: Volverán a por mí

Autores: Josan Hatero - Use Lahoz

Editorial: La Galera

ISBN: 978-84-246-4348-5

Páginas: 234



LOS AUTORES:


Josan Hatero es un afamado cuentista, que ya tiene varios libros en el mercado, entre ellos, Biografía de la huída o Tu parte del trato. Saltó a la novela con El pájaro bajo la lengua.


Use Lahoz es colaborador habitual en diferentes medios nacionales y latinoamericanos, entre ellos en El Viajero de El País. Además de su novela Leer del revés, publicada en 2005, ha publicado un libro de poemas: Envío sin cargo, en 2007.

Por ello, se puede decir que Josan Hatero y Use Lahoz son dos de los notables nuevos talentos en la narrativa española. Volverán a por mí es su primera colaboración, y les ha llevado a ganar el Premio la Galera Jóvenes Lectores 2011.




ARGUMENTO:
Greco, un chico de dieciséis años con problemas de conducta, es ingresado por sus padres en la célebre Academia Fénix, durante los dos meses del verano. La fama de esta institución de lujo se ha ido forjando a lo largo de muchas décadas y se basa en que en un período de tiempo relativamente corto, consiguen corregir el carácter rebelde de los jóvenes que allí residen. Enseguida conoce a Iris y a Giulieta y juntos comprobarán que independientemente de las estrictas normas que rigen en el centro, que son de obligado cumplimiento, ocurren algunos hechos bastante sobrecogedores. En principio, cuando algún alumno es incapaz de soportar el ritmo impuesto en las clases, es castigado y conducido a la Torre, un edificio separado de los barracones en los que duermen o las aulas donde estudian y cuando vuelven lo hacen cambiados y extremadamente sumisos. Pronto serán conscientes que el tiempo apremia y que tendrán que lanzarse y arriesgarlo todo para descubrir el secreto que se cierne sobre la Academia Fénix, a lo que no ayuda mucho el aspecto pérfido de la directora y los vigilantes siempre atentos a cualquier fallo del alumnado, o acabarán lavándoles el cerebro. Poco a poco, aprovechando las horas de sueño, se irán aventurando y descubrirán que el edificio guarda secretos incontestables y fantásticos, entre ellos el diario de un antiguo alumno que les ayudará a resolver algunos de los enigmas que se les van planteando, pero el peligro se cierne sobre ellos, cargado de emoción.

Booktrailer de la novela:

IMPRESIONES:
La novela está escrita “a cuatro manos”; o lo que es lo mismo, por dos autores al alimón. Aunque considero que este sistema es bastante innovador, suelo evitarlo. No me convence, aunque también reconozco que apenas he leído novelas que utilicen este procedimiento. La fórmula que han utilizado los autores es, posiblemente, la más cómoda que se podría encontrar. La novela está estructurada en capítulos y cada uno de ellos escrito alternativamente, a modo de diario, por cada uno de los dos protagonistas: Greco e Iris. De hecho, para no llevarse a engaño, cada capítulo se titula con el nombre de cada uno de ellos, excepto una breve introducción, al principio, y el último, firmados ambos por Giulieta, que a modo de epílogo cierra la historia. No obstante, es un diario muy particular, pues donde uno termina, el otro coge las riendas. De ese modo, la historia no se hace repetitiva.

La acción transcurre en un internado escocés especializado en niños problemáticos. En teoría, se comprometen a que en el plazo de los dos meses de verano, los niños allí ingresados vuelvan a sus casas “como la seda”. Lógicamente, cada joven es un mundo y conoceremos un buen número de situaciones de las que han sido protagonistas. Desde el caso de Iris, que siempre ha sido la oveja negra de su familia, al tener una hermana gemela aparentemente todo bondad, ella siempre se ha comportado como la nota discordante, hasta el día en que remató la faena al quemar la motocicleta del chico que le gustaba tras ver como éste se besaba con su hermana en la fiesta a la que le acompañó; o el caso de Giulieta, de la que quiso abusar un profesor de su instituto, pero a la que nunca creyeron cuando ofreció su testimonio, sino que apoyaron al agresor, incluídos sus padres; o el de otro joven que intentó suicidarse harto del hostigamiento escolar (bullying) que sufría. Pero lo peor de todo no es siquiera que estas situaciones sean duras de por si, sino que en todas se nos dibujan a unos padres más preocupados por la imagen que proyectan sus hijos de cara al entorno que por ellos mismos, motivo por el cual no dudan en llevarlos a este siniestro lugar para que sean “remodelados”.

La metodología que se imparte en el centro de bastante peculiar: desde clases de latín o mitología hasta largas sesiones deportivas, donde los alumnos quedan exhaustos y, curiosamente, los deportes que practican nunca son en grupo, como podría ser el fútbol, baloncesto, etc., sino más individuales, para que los jóvenes no tengan contacto de ningún tipo. En las aulas, las mesas están separadas y éstas se utilizan además como comedor. En todo momento, está prohibido que los alumnos tomen contacto entre ellos y una simple queja implica un castigo (la “visita” a la Torre), entendiendo queja como querer repetir en la comida, que es siempre escasa. Obviamente, este internado no se parece en nada a Torres de Malory ni por aproximación y una se percata en cómo la juventud ha evolucionado y cada vez es más exquisita, porque en mis tiempos está claro que éramos más pánfilas y la literatura que leíamos entonces era mucho más suave, en todos los sentidos.

La lectura es ágil y dinámica. Ayuda a ello el que los autores en todo momento han conseguido crear una historia de misterio y una atmósfera de aparente inquietud, que han sabido mantener hasta el final, con un desenlace francamente sorprendente. También es de destacar el lenguaje, sencillo y coloquial y la forma tan amena en que está narrado. Los capítulos son cortos y el tipo de fuente utilizada (arial de 14 puntos) es más que cómoda. A este respecto, no me canso de decir que La Galera es única a la hora de tener estos detalles con el lector, incluído el gramaje de su papel y el tamaño de los márgenes.

Con respecto a los personajes, me ha gustado su evolución en la historia, aunque me hubiese gustado conocer algo más de los motivos que llevaron a los padres de Greco a tomar la decisión en enviarle a la Academia Fénix, ya que las causas que los originaron no llegan a quedar claras, algo que si ocurre con Iris o Giulieta y algún que otro personaje. No sé si es deliberado, para dar un halo de misterio al chico, pero no me ha convencido.

En cuanto a los escenarios, toda la acción se desarrolla en el correccional (llamarlo Academia me parece un eufemismo), pero no pueden ser más tétricos y los autores han conseguido crear una sensación de angustia e incertidumbre. En las pocas incursiones al exterior de los alumnos, siempre al amparo de la nocturnidad, las magníficas descripciones del bosque que rodea la finca eleva esa tensión con bastante destreza.

Aunque la novela a priori está enfocada hacia el público juvenil, porque sus protagonistas son adolescentes, puede disfrutar de ella cualquier adulto. Lógicamente, cumple los requisitos que se le exigen a este subgénero y en este sentido es altamente recomendable su lectura para los jóvenes de la casa, más allá de tópicos, tiene los ingredientes básicos y necesarios para entretener a cualquier persona, independientemente de su edad. Es verdad que hay un amago de historia de amor, con un desenlace curioso por como se desarrollan los acontecimientos, pero donde realmente reside la fuerza de la novela es en el de perpetuar otros sentimientos como el de la fuerza inquebrantable de la amistad y otro quizás más ambiguo en estos días, en que los jóvenes parecen clichés, que es el de la importancia de la propia personalidad y el carácter individual, más allá de las modas o de las “buenas costumbres”, sin ignorar el tema de fondo, que deja en el aire cuestiones como la de inmortalidad.




PREMIO LA GALERA JÓVENES LECTORES
Esta novela ha resultado ganadora, por unanimidad, del Premio La Galera Jóvenes Lectores en su cuarta edición. Un premio que persigue, según la propia editorial, “impulsar y promover la pasión por la lectura, a la vez que buscar fórmulas para acercarla a los jóvenes, en este caso convirtiéndoles en críticos literarios”.

El acto, tuvo lugar en el Instituto Cervantes de Madrid, el pasado mes de diciembre de 2011. ¿Y qué tiene de original este premio? Pues precisamente su jurado, que estuvo compuesto por 241 adolescentes que representaban a todo el país (139 chicas y 102 chicos), quienes a través de 96 librerías recibieron los tres originales preseleccionados por parte de la editorial.


Las otras novelas ganadoras del premio
El Premio La Galera Jóvenes Lectores se celebra con carácter anual. Los libros que fueron premiados anteriormente fueron:
- Año 2008: Segundo trimestre,  de Àngel Burgas, (año 2008)
- Año 2009: La última bruja de Trasmoz, de César Fernández García
- Año 2010: Luzazul, de Carmen Fernández Villalba.




CONCLUSIONES:
En definitiva ¿cómo no recomendar un libro entretenido y bien resuelto, donde abunda el misterio, marcado por un escenario ciertamente turbador y escalofriante, que además está escrito con un lenguaje sencillo y directo?