DATOS TÉCNICOS:
Título: Odios, amores y la mantis religiosa
Autor: Jose Carlos Ferrari Parera
Editorial: Edición Personal
ISBN: 978-84-9946-100-7
Páginas: 240
EL AUTOR:
José Carlos Ferrari Parera nació en Madrid en 1940. Desde muy joven vivió el mundo literario y periodístico en el seno de su familia. Observando el trabajo de su padre, un escritor prolífero y galardonado por sus obras literarias y sus trabajos periodísticos, le azuzaron las ganas de dedicarse a la literatura, y fue en la presentación de una de las novelas de su padre en el Museo Chicote, en la Gran Vía de Madrid, siendo él un adolescente, cuando tomó la decisión de escribir.
Mas el destino se empeñó en llevarle la contraria y fue en el mundo inmobiliario donde se desarrolló profesionalmente, no sin perder su vocación de novelista ni su pasión por la literatura. Sin embargo, fue en 2007 cuando pudo publicar su primer trabajo, Los milagros de la Virgen del Puentín Viejo, y ahora ve la luz esta nueva novela, Odios, amores y la mantis religiosa.
ARGUMENTO:
La narración se inicia el día que Ernesto Álvarez acude a la consulta del Dr. Ramírez, el mejor urólogo de la ciudad, días antes de emprender un viaje a Bali, por motivos profesionales. Su sorpresa es mayúscula cuando al ser recibido por el especialista constata que le acompaña una colega –la doctora Rayssa Yogya- y más cuando tras las preguntas de rigor, ambos le efectúan un tacto rectal. Antes abandonar la consulta, la doctora le indica que en principio no han encontrado nada relevante, pero que quedan a la espera de los resultados que las pruebas que le tienen que realizar en unos días confirmarán más adelante. Nada más salir, es tal el alivio que siente Ernesto al saber que no padecía ninguna enfermedad importante, que decide tomarse un par de cervezas en la barra de la cafetería próxima al hospital, para acabar comiendo en el restaurante-buffet de la misma, donde vuelve a encontrarse con la doctora. Comen juntos, a pesar del apocamiento inicial que la mujer le genera y tras una charla más o menos distendida, a pesar del ruido del local, se van a tomar café a un pub cercano y tranquilo. Y así, conversando sobre naderías, descubren que ambos viajarán a Bali al mes siguiente, con tres días de diferencia y que coincidirán allí. Él estará algo más de una veintena de días; ella se trasladará definitivamente con los suyos. Después de acompañar a Raissa a la academia donde estudia inglés, quedan para verse después de las pruebas y será ella quien le lleve los resultados. Esto dará lugar a sucesivas citas y será el origen de una relación amorosa que se materializará en Bali, días después, aún cuando Ernesto parece haberse olvidado que está prometido y que su boda es inminente. De hecho, el día que acompaña a Raissa al aeropuerto, coincide con su novia que llega a Oviedo para emprender los preparativos nupciales.
Durante el vuelo, Ernesto rememora el relato que le hizo el abuelo Falo, pocos días antes de morir, sobre el origen del negocio familiar, el por qué de los amores y los odios que siempre han sobrevolado sobre ellos y algunas otras situaciones que vivirá en primera persona… o no.
IMPRESIONES:
Ferrari se dio a conocer con la novela Los milagros de la Virgen del Puentín Viejo. No la he leído, pero tengo que reconocer que la que ahora os presento me ha gustado muchísimo, hasta el punto que desearía leer la anterior. No se puede decir que sea novela histórica –tampoco se nos vende como tal- pero ante nuestros ojos discurren algunos momentos históricos dignos de mencionar, como la situación social en el Madrid de la postguerra, una ciudad que se debate entre el hambre y la miseria. Ese transfondo social está perfectamente equilibrado con los protagonistas de la historia; vemos como a lo largo de las décadas se van adaptando a los cambios que se van produciendo y entendemos perfectamente los pasos que ha ido siguiendo el complejo imperio financiero que partiendo de la nada han conseguido amasar.
LOS PERSONAJES:
Ferrari ha conseguido crear una trama muy bien urdida, con unos personajes que tienen una gran profundidad psicológica y a los que el autor ha conseguido insuflar vida propia. Se trata de una novela coral, en la que vamos conociendo los hechos a través de distintos protagonistas. En ocasiones está escrita en tercera persona, en otras en primera. Aparentemente y tal y como se nos presenta la historia, el protagonista parece ser Ernesto Álvarez Riusec, pero a medida que avanzamos en la narración su protagonismo pierde consistencia, porque él sólo es un eslabón más de la cadena familiar.
Al tratarse esta novela de una saga familiar, la acción gira en torno a la estirpe de los Álvarez y el negocio que fundaron en el Madrid de la postguerra, al que llamaron “La Organización”.
Abuelo Falo: Tras la muerte de la abuela Nati, su primera esposa, durante la Revolución del 34 y después de participar en la Guerra Civil, se marcha a vivir a Madrid junto con sus dos hijos, huyendo del hambre. En Madrid, en principio, vivieron prácticamente en la indigencia, trabajando incluso en el estraperlo, hasta que consiguió trabajar como sereno. Abandonó entonces el barrio de Lavapiés, para trasladarse a otro sitio que le permitió conocer a Nati, que al poco tiempo se convirtió en su esposa. A la muerte de su segunda mujer, se traslada a vivir a su Asturias natal, llevándose consigo a La Juana, una antigua prostituta, para ejercer ahora como ama de casa y algo más. Es en ese momento cuando se desprende todas sus acciones, para vivir de una renta vitalicia que le proporciona La Organización y algunos millones que ahorró en el pasado.
● Abuela Nieves: Primera esposa del abuelo Falo, es la madre de Rafael y Carlos. Murió en el año 34, como consecuencia de la Revolución Asturiana en la cuenca minera.
◊ Rafael Álvarez Gómez: Casado con Mercedes Riusec por motivos puramente crematísticos y sociales. Es el clásico tiburón de las finanzas capaz de utilizar todo tipo de artes para conseguir riqueza y el sucesor en el mando de La Organización. Aunque durante su juventud estaba muy unido a su hermano Carlos, tras el matrimonio de éste con Carmen, es incapaz de reprimir su odio, al considerar que habiendo tenido con ella una aventura amorosa, era prácticamente de su propiedad. Los celos le llevaron a que su hermano dejase La Organización, tras una violenta escena familiar en la que no reparó en lanzar todo tipo de insultos contra la pareja.
◊◊ Mercedes Riusec: Casada con Rafael Álvarez, es una mujer de profundas convicciones religiosas. Descendiente de una familia adinerada e influyente de Reus, Rafael no dudó en seducirla, hasta que se quedó embarazada para provocar un matrimonio rápido. Era ajena absolutamente a la actividad familiar, algo que Rafael se ocupó de silenciar ladinamente, para descubrírselo a su mujer tras su matrimonio. Murió de cáncer, cuando su hijo Ernesto era todavía un adolescente.
◊◊◊ Ernesto Álvarez Riusec: Hijo de Rafael Álvarez y Mercedes Riusec, se casó con María Menéndez, con la que tuvo un hijo. Mantuvo una aventura sentimental con Raissa Yogya. Apenas conocía los trapos sucios de la Organización, su labor estaba enfocada a la parte legal de la misma: la cadena hotelera Luxsa y su futura expansión por Indonesia. También le era desconocida la historia de la familia, hasta que el abuelo Falo le hizo llamar, poco antes de morir, para dársela a conocer.
◊◊◊◊ María Menéndez: Esposa de Ernesto e hija de un acaudalado hombre de negocios, conoce a Ernesto en Madrid, donde se enamoran, para llegar a convertirse en su esposa, poco después de que éste vuelva de Bali precipitadamente y enamorado de Raissa. Tiene con él un hijo: Alejo.
◊◊◊◊◊ Alejo Álvarez Menéndez: Hijo de Ernesto y Maria, es un niño apenas cuando termina la novela.
◊◊◊◊ Raissa Yogya: Uróloga que mantuvo una relación amorosa con Ernesto Álvarez. De origen balinés, llegó a España a los trece años, dispuesta a estudiar Medicina. Durante ese tiempo vivió en casa de su tía, casada con un asturiano que se dedica al comercio de la artesanía balinesa y al que conoció en Dampasar (Bali), donde la familia tiene talleres de artesanía en general, muebles y confección.
◊ Carlos Álvarez Gómez: Murió junto con su esposa Carmen en un accidente de tráfico, años después de abandonar “La Organización”. Era abogado y un peso específico por sus conocimientos en el florecimiento del negocio familiar. Tuvo un hijo: Xuaco.
◊◊ Carmen Arribas Muñoz: esposa de Carlos Álvarez y madre de Xuaco. Fue gobernanta en “La Casa”. Antes de conocer a su marido, Rafael la sedujo y de aquello sólo quedó el recuerdo de un triste escarceo amoroso. Sin embargo, Rafael, desarrolló un tremendo odio visceral hacia el matrimonio que acabó materializándose con el abandono de Carlos de “La Organización”.
◊◊◊ Xuaco Álvarez Arribas: Hijo de Carlos y Carmen. Estudió Económicas y pudo entrar en la Organización, aunque su padre vendiese sus acciones, (excepto un pequeño paquete de las mismas que heredó y que su tío Alejandro administraba), siendo un adolescente, gracias a que una de las condiciones que puso para la venta es que su hijo lo solicitase en el plazo de los cinco años siguientes a su mayoría de edad, como así hizo, siendo ratificado por el Consejo de Administración y nombrado Consejero. Es homosexual, aunque lo mantiene en secreto. Desde su adolescencia está enamorado de su primo Ernesto, pero éste nunca fue consciente de ello. Es maquiavélico y rencoroso, a niveles enfermizos y su única obsesión en la vida es la de hacer pagar a Rafael Álvarez el odio que ha ido alimentando desde su adolescencia.
● Abuela Nati San Juán: Segunda esposa del abuelo Falo. Era portera en una finca ubicada en la calle de San Marcos, en Madrid, cuando conoció a su marido. Tuvo un hijo con él: Alejandro.
◊ Alejandro Álvarez San Juan: Hijo del abuelo Falo y de la abuela Nati. Casado con Elena Torres, con la que tiene dos hijas: Paula e Irene. Es el mediador familiar.
◊◊ Elena Torres, casada con Alejandro Álvarez trabaja en la empresa agropecuaria, propiedad de su padre, desde antes que acabara la carrera de Agrónomos.
◊◊◊ Paula Álvarez Torres
◊◊◊ Irene Álvarez Torres
Calle Bailén, en el Madrid de la postguerra |
El negocio familiar, como tal, es otro de los protagonistas en la sombra. En un principio, tras la boda del abuelo Falo con Nati, él y sus dos hijos marcharon a vivir al piso que ella tenía en la portería. Al poco tiempo una de las viviendas de la finca quedó vacía y Nati le propuso al administrador que se la alquilase. Una noche, mientras el abuelo hacía su ronda como sereno, una pareja preguntó al abuelo por una pensión y no dudó en enviarles a su casa. De ese modo, venciendo los posibles dilemas morales tan típicos de la época, empezaron a recibir huéspedes por hora, hasta el punto de seguir cogiendo pisos que iban “adecentando” para esos menesteres. Tampoco dudaron a la hora de untar a terceros, para no ser denunciados. Y así, paulatinamente, fueron creando una sociedad cuya finalidad también fue cambiando a lo largo del tiempo, hasta convertirse en una cadena de hoteles de lujo. Por ello, cuando la cabeza visible del negocio la ostentaba Carlos Álvarez y teniendo como Consejero a Xuaco, decidieron crear una inmobiliaria en Madrid, cuya finalidad era la de obtener dinero negro para poder acometer otras empresas más ambiciosas. La idea la tuvo Xuaco, quien conociendo perfectamente a su tío, dejó que éste se apropiase de ella ante los accionistas, por motivos puramente espurios. La contabilidad se llevaba en una libreta con pastas de hule que celosamente guardaba el Consejero y sólo ponía en manos de su tío en las reuniones extraoficiales que mantenía la Junta General de Accionistas.
Edificio de la calle San Marcos |
Con respecto a los escenarios, más de una vez la soltura del autor para describirlos me ha recordado a otras novelas, leídas hace demasiado tiempo, de Galdós o Baroja. El escenario principal es Madrid, aunque la acción también se desarrolla en Asturias (principalmente, Oviedo) y Bali, en menor medida. Pero es en la capital donde el autor derrocha sus conocimientos sobre la misma. Son una delicia los capítulos que la tienen como marco y donde se nos muestran las características de una época ya lejana que se nos acerca con maestría. Conocemos entonces como se vivía en las típicas corralas madrileñas, sin las mínimas condiciones higiénicas, hoy en día imprescindibles; el alumbrado de la ciudad a base de farolas de gas, el nacimiento de las pensiones, origen del negocio de los Álvarez y las costumbres de la época, sobre todo y el desarrollo paulatino de la ciudad y de la sociedad en general.
En cuanto al estilo, su prosa es sobria y natural, con un lenguaje en el que se alterna el tono esmerado con el coloquial, adecuándolo según la situación y el personaje. De hecho, cuando el relato está en boca del abuelo Falo, es perceptible el acento asturiano, incluso el uso de tacos y alguna que otra blasfemia de carácter jocoso. Se podría decir que abundan las descripciones sobre los diálogos, siendo éstas minunciosas. Me gustaría destacar que en la narración nada se ha hecho de modo instintivo, sino que todo está meditado, incluso las reflexiones más intimas de los protagonistas tienen una razón de ser. Las frases, los párrafos y los capítulos se van encadenando en lógica coherencia y Ferrari nos conduce hacia su propósito: meternos de lleno en una historia de odios y rencores. Por ello, cada situación, por muy peregrina que pueda resultar en principio, siempre quedará resuelta. Todo sigue un orden lógico, por lo que el interés psicológico que nos despiertan los protagonistas va proyectándose de manera paulatina, nos persuade y nos convence.
El único “pero” que puedo poner no corresponde al autor, que nos ha brindado una historia fascinante, sino a la editorial. Y os lo explico: quienes me leen con asiduidad, habrán podido comprobar que a menudo reconozco el esfuerzo de algunas editoriales, como La Galera, que tienen el detalle de publicar novelas muy cuidadas en cuanto a formatos, tipos de letra, márgenes y demás. Entiendo que son detalles meramente gentiles y elegantes, pero que facilitan la lectura. Pues bien, en este caso, el libro es un poco más grande de lo habitual, pero la letra es muy pequeña, obviamente con esto la editorial ahorra en páginas, pero al lector se le hace incómodo, más cuando los márgenes internos son estrechos. También entiendo, por otro lado, que una editorial pequeña tiene que reducir gastos como sea, más teniendo en cuenta el momento económico tan crítico que estamos viviendo, pero no dejo de reconocer que es una lástima.
CONCLUSIONES:
Decir que la novela me ha gustado es poco. También es verdad que las sagas familiares me fascinan y más si se alimentan de intrigas, odios y rencores, como es el caso. Si a ello le añadimos una prosa cuidada y unos personajes francamente interesantes, poco más tengo que decir, excepto recomendarla.