DATOS TÉCNICOS:
Título: El secreto de Picasso
Autor: Francesc Miralles
Editorial: Umbriel
ISBN: 978-84-89367-93-7
Páginas: 256
Este libro llegó a mis manos de una manera
entrañable. Como algun@s de l@s habituales en este blog sabéis, el pasado mes
de diciembre organicé un Bloguero invisible y este libro fue mi regalo
particular. Nunca dejaré de agradecer el detalle que Laky tuvo conmigo, ya que me
hizo una ilusión especial, sobre todo porque leí la magnífica reseña que
escribió al respecto. Eso si, desde el respeto más profundo, mis impresiones,
que a continuación explicaré, son otras.
EL AUTOR:
Hijo de una modista y de
un administrativo ilustrado, nació en Barcelona el 27 de agosto de 1968. Tras
pasar ocho años en una escuela de curas de la Ribera —al lado del Palau de la
Música—, cursó bachillerato entre la desaparecida academia Almi y el IES
Montserrat.
Pese a su mal expediente
consiguió ingresar en la facultad de Periodismo de la UAB, carrera que abandonó
al cabo de cuatro meses. Aquel mismo año entró a trabajar de camarero en “Les
Puces”, del Barrio Gótico, una taberna de la calle Montsió donde aprendió a
tocar el piano.
Nuevamente en la
Autónoma, el año siguiente inició la carrera de Filología Inglesa, que
combinaría con empleos precarios de profesor de idiomas. Tras cinco años de
desidia, se estancó en tercer curso de carrera y volvió a abandonar los
estudios.
Atacado desde los 17
años por la fiebre del viajero, decidió dejarlo todo para vagar por el mundo.
Un cúmulo de casualidades le llevaron a vivir en Croacia y Eslovenia durante
los conflictos bélicos, peripecia que relataría muchos años después en su libro
Café Balcanic.
De regreso a Barcelona,
se reenganchó a la vida académica como estudiante de Filología Alemana en la
Central. Completada la carrera, hizo un postgrado para editores. Su ingreso en
el mundo editorial había empezado ya un año antes, como traductor de alemán e
inglés de libros de espiritualidad y terapias alternativas.
Inmediatamente después
fue contratado como editor por un sello de autoayuda. Allí dirigió diversas
colecciones, además de escribir todo tipo de obras bajo seudónimo. Fueron trece
meses llenos de incidentes que le valieron por la mili que no había hecho, y
que reflejaría más adelante en Barcelona Blues, su primera novela en
castellano.
Tras abandonar la
editorial, se prometió no trabajar nunca más dentro de una empresa. Decidió
probar suerte con una novela juvenil, Un haiku per L’Alicia, que obtuvo
el premio Gran Angular de 2001/02. Posteriormente ganó el premio Columna Jove
con Interrail. Desde entonces se dedica sólo a escribir, además de
ejercer de asesor literario para diferentes editoriales y una agencia.
En el 2006 publicó la
novela Amor en minúscula, traducida a cinco idiomas. En el terreno de la
no ficción ha publicado asimismo El zen de la empresa, Conversaciones sobre
la felicidad y El laberinto de la felicidad, en co-autoría con Álex
Rovira, que ya ha sido traducido a diez idiomas.
Un año después realizó
su primera incursión en el thriller con la novela El cuarto reino, que
se mantuvo varios meses en las listas de libros más vendidos. Su protagonista,
Leo Vidal, emprende una nueva investigación en la novela La profecía 2013,
publicada en el 2008. Ese mismo curso escribió junto con Care Santos El
mejor lugar del mundo es aquí mismo, que se ha traducido a varios idiomas,
entre ellos al coreano.
A continuación publicó
la urbana e intimista Ojalá estuvieras aquí, una novela en la que se
entremezclan el amor y el misterio. En ella recoge experiencias vividas con su
banda Hotel Gurú, así como el ambiente artístico de l'Astrolabi, un bar con
conciertos en directo del barrio de Gracia
El otoño de 2009
recibió, junto a Álex Rovira, el Premio Torrevieja por su novela La última
respuesta. Desde entonces ha escrito los thrillers El legado de Judas y
El secreto de Picasso.
Dentro del género
juvenil, ha publicado El quinto mago, con el trasfondo de la magia
sutil, y Alison Blix, además de la serie juvenil Retrum,
traducida a ocho idiomas.
Actualmente combina la
literatura y el periodismo -escribe mensualmente en El País Semanal- con su
banda Nikosia, que ha editado los discos The long journey of wolves y The
ghost of tomorrow.
ARGUMENTO:
El
periodista e investigador norteamericano Leo Vidal es contratado por un
excéntrico galerista para buscar un cuadro de Picasso, del cual hay constancia,
pero que nadie ha visto y del que ni siquiera se conoce el motivo escénico. Aunque
en un principio no le agrada el encargo, lo acepta por razones puramente crematísticas.
En principio, se trataría de una obra elaborada durante la estancia que pasó el
aprendiz de pintor en Horta de Sant Joan,
lugar al que fue invitado por su compañero y mejor amigo Manuel Pallarés para
pasar una temporada mientras convalecía de escarlatina y que hipotéticamente
regaló a su anfitrión (Tobías Membrado) al marcharse. Corría el año 1898 y el
pintor todavía era un adolescente.
Durante ese
período, que duró ocho meses, Picasso se dedica a visitar los parajes de ese
bello enclave del sur de Cataluña (Monasterio de San Salvador, la montaña de
Santa Bárbara, etc) e incluso llega a pasar unos días con su amigo viviendo de
modo salvaje en una cueva. Lo más importante fue que es el sitio donde el joven
Picasso cambia su modo de expresión pictórica, rompe moldes en cuanto a su
concepto de la creación y se convierte en el genio que fue. De hecho, tras
volver a Barcelona, abandona la escuela de Bellas Artes, para posteriormente
marchar a Paris. Once años después regresa a esta localidad convertido en un
prestigioso artista, acompañado de la que entonces era su novia, y se dedica a
pintar siguiendo la corriente cubista tanto el entorno rural como a su pareja.
Con esas
pistas, el periodista emprende camino hacia Horta de Sant Joan y en el trayecto
conoce a una joven punky (Lorelei) un tanto perturbada que le hace desviarse de
su camino, para retomarlo al día siguiente. Una vez instalado y gracias a la
aparición providencial de otra joven (Anouk) embarazada y con un bagaje
personal un tanto alarmante, el detective consigue una valiosa aliada, que le
ayudará en su investigación, ya que es una experta en arte, conocedora de
excepción de este período del artista, en el que basó su tesina universitaria.
IMPRESIONES:
Imagino que la intención del autor con esta novela ha sido la de
distraer, pero en mi caso no lo ha conseguido. Es posible que sea culpa mía,
por pedirle a las novelas, en particular a los thrillers, que lo sean al cien
por cien y que me mantengan en vilo durante toda la lectura. Y me cuesta decir
que la narración me ha resultado lenta, monótona, al ir pasando páginas y
páginas y notar que apenas suceden cosas y las que pasan no me convencen porque
la trama no alcanza la gradación necesaria para engancharme, al presentar
situaciones flojas. Es posible que esté equivocada, no lo niego, pero a medida
que iba leyendo, no acertaba a comprender como se puede enfocar una novela
donde el protagonista es un investigador con tanta resignación; es decir, desde
el primer momento en que Leo Vidal acude a la cita con el galerista donde éste
le encarga buscar el cuadro de Picasso, Leo Vidal da por hecho que no va a
aceptar la misión, hasta que recibe una llamada telefónica en la que le
informan que su hija adolescente está detenida por un delito que acaba de
cometer y que tendrá que solucionar la papeleta pagando una fianza. Y es
precisamente ese el motivo por el que claudica, dada la situación precaria de
su economía. Pues bien, puedo aceptar pulpo como animal de compañía, ya que no
sería la primera novela que leo de este tipo donde el investigador de turno
acepta un caso con un móvil similar, pero la manera de abordar el desarrollo de
las pesquisas me parece de una desidia clamorosa.
Y todo esto partiendo con un inicio de lo más prometedor, ya que la
narración se inicia en el momento en que Picasso y Pallarés están en la cueva y
se produce la revelación que transforma al aprendiz en maestro…
Con respecto a los personajes, me he llevado una gran decepción.
Aunque es la tercera novela en la que el autor saca a pasear al investigador
Leo Vidal (las anteriores son: El
cuarto reino y La profecía
2013), en mi caso era la primera vez que sabía de sus andanzas. Es el único
personaje (a fin de cuentas, es el protagonista) que está algo perfilado, pero
el resto de ellos son insustanciales, aparecen y desaparecen de forma
arbitraria, ofreciendo una más que dudosa credibilidad. Tampoco me ha
convencido el desenlace, aunque al final todo confluye ¡Faltaría más!.
La
línea argumental es demasiado simple, escasa en cuanto a soluciones
imaginativas o ingeniosas. Tampoco voy a negar que el estilo narrativo sea
ágil, debido en gran medida a la buena alternancia de diálogos y descripciones,
que permiten al autor desmenuzar la información que obra en su poder sobre
Picasso y sus vivencias en Horta de Sant Joan. En este sentido, el autor tiene
oficio, eso es innegable, pero no es suficiente, porque la novela me ha
aburrido, a pesar de sus 256 páginas, que de haber sido de otra manera, me
hubiese leído en dos/tres días como mucho, de sus capítulos cortos, que en
condiciones normales ayudan a que la lectura sea más ágil y cómoda.
Pero no todo iba a ser
malo, ya que me he deleitado con los escenarios. He disfrutado en Horta de Sant
Joan, el pequeño pueblo rural de la comarca de la Terra
Alta, en Tarragona, donde transcurre la historia. Por ello, he buscado los
cuadros de aquel período, que anteriormente me pasaron inadvertidos. He sabido
de una isla –Buda- de la que no tenía constancia y a la que no dudaría viajar
algún día. He conocido un período fascinante de la vida del que posiblemente
sea el último genio español del que no tenía ni idea. He entendido un poco
mejor su arte, porque el “famoso secreto” me ha hecho indagar y querer
separar la parte real de la novelada por mis propios medios, independientemente
de que el autor, al final, nos lo explique.
CONCLUSIONES:
No es la primera vez que
me decepciona una novela, aunque siempre cuesta más hacer una reseña negativa
que otra en la que puedes expresar otro tipo de impresiones. Es posible que
buena parte de esta decepción sea consecuencia de las esperanzas que había
depositado en la novela, dado que los thrillers pseudo-históricos me atraen
especialmente y en éste, donde la figura de Picasso tiene especial relevancia y
el mismo título me parecía a priori de lo más atractivo, consiguió que me
creara muchas expectativas. Espero, al menos, haber sabido argumentar los
motivos, aunque sólo sea por mostrar mi respeto al autor, porque lo que aquí he
escrito es sólo mi opinión personal, así que no seré yo quien cuestione las
opiniones positivas que esta novela ha generado, porque entiendo perfectamente
que haya gustado a una gran mayoría y que posiblemente esta sea la nota
discordante.