sábado, 22 de octubre de 2011

EL PERRO DE LOS BASKERVILLE, de Arthur Conan Doyle

DATOS TÉCNICOS:
 
Título: El perro de los Baskerville
Autor:  Arthur Conan Doyle
Editorial: Edebé
Colección: Nómadas del tiempo
ISBN: 84-236-5472-9
Páginas: 224


"The Hound of the Baskerville" es una novela de intriga y misterio que fue publicada por entregas en la revista Strand Magazine entre agosto de 1901 y 1902, en 13 entregas.

Está considerada como la mejor novela de Conan Doyle y la obra que consolidó el género de la novela policíaca. Fue tal su resonancia desde su misma época que sólo doce años después de su publicación se estrenó la primera de una larga serie de conversiones cinematográficas, bajo la dirección de Rudolph Meinert.
La edición de la que dispongo es la segunda traducción española, del año 2.000, de Ana Gasol, contando con un apéndice de Teresa Colomer.


EL AUTOR:
Conan Doyle - Fuente: Wikipedia

Arthur Ignatius Conan Doyle (1859-1930). 
Criado en el seno de una familia acomodada que descollaban en el arte de Edimburgo, dicho ambiente le proporcionó una especial sensibilidad que se refleja constantemente en sus escritos, sobre todo en el cuidado de los detalles, clave en las deducciones del personaje central.

Hijo de un padre alcohólico que fue encerrado en un sanatorio mental, fue internado desde los 9 a los 16 años en un colegio jesuita. Fruto de esa experiencia traumática nace un personaje como Sherlock Holmes, serio, educado, coherente. Un dechado de virtudes que de forma, quizás, inconsciente refleja las obsesiones del universo conaniano, que siempre echó en falta la ausencia de un padre.

Desde este punto de vista Sir Arthur habla por boca del Dr. Watson, médico como él, que le representa y con quien se identifica. Un personaje tan principal como el de Sherlock Holmes, que se convierte en el narrador de la novela y en la perspectiva visual desde la que se observa la acción. El Dr. Watson se caracteriza tanto por su comportamiento ético, como por sus dotes de observación y deducción, pero esencialmente por la admiración que siente por el gran detective, dechado de virtudes.

A los 22 años se casó con Mary Foley, una muchacha aficionada a la literatura capaz de narrar relatos con gran expresividad. Curiosamente era una afición común entre ambos jóvenes, por lo que la influencia de su mujer potenció su devoción narrativa.

Otra de sus grandes influencias fue Joseph Bell, profesor suyo en la Facultad de Medicina, que propugnaba que los diagnósticos debían basarse en la observación detallada de los pacientes. Este doctor le aportó la cualidad que hizo más famoso a su detective.

Al segundo año de estudios comenzó a escribir relatos de misterios ("El Misterio del Valle de Sasassa") y un año después se enroló como cirujano en un barco ballenero. Al regreso de su travesía acaba sus estudios y es contratado como médico en un barco de vapor que marchaba a Africa. A la vuelta alquiló una casa y se dedicó a la medicina, a la vez que escribía su gran éxito "Estudio en Escarlata", donde aparecen por vez primera el detective y su ayudante.

Dado que gozaba de abundante tiempo libre, porque carecía de pacientes en su consultorio de la calle Upper Wimpole, Conan se dedicó a escribir relatos cortos utilizando a los dos personajes.

En 1881 cayó enfermo del virus de la influenza y, al restablecerse, abandonó la medicina por la literatura.

Pero la fama de Sherlock Holmes le desbordaba y sólo dos años después decidió eliminarlo ("El Problema Final") pues le anulaba. 

Su intento de iniciar una carrera de escritor sin el afamado detective fracasó. Inmediatamente 20.000 suscriptores a la revista The Strand le abandonaron. Mientras su mujer empeoraba de su tuberculosis Conan ofreció más de 30 conferencias.

En 1895 lanzó su novela "La Tragedia de Korosko", que no alcanzó el éxito que esperaba. Ante ello se enroló en la Guerra Böer de 1900 como médico de campaña, publicando "La gran guerra Böer", que a pesar de su metódico esfuerzo sobre el ejército británico tampoco cuajó entre el gran público. En un último intento escribió un guión teatral sobre Sherlock Holmes que tuvo en Norteamérica y Europa un gran éxito de taquilla.

Con ello comprendió que no era un gran escritor sino que el personaje creado había calado entre los lectores. De ahí que abandonando la literatura se lanzó a la política, pero no consiguió ser elegido.

En esos críticos momentos, en que no sabía qué rumbo debía tomar su vida, se retiró a la pantanosa región de Devonshire. En aquella comarca, donde se ubicaba el penal de Dartmoor, comenzó a escribir una novela sobre un reo fugado que no le convencía, de ahí que resucitase a Sherlock Holmes. Para salvar el escollo de su muerte, se excusó con el hecho de que era una aventura anterior a su fallecimiento.

Su éxito fue tal que fue nombrado sir por Eduardo VII. Continuó escribiendo relatos policíacos, cayendo en una profunda depresión al no poder "despegarse" de su detective. Un postrero esfuerzo fue "El Mundo Perdido" con un personaje central, el Prof. Challenger, antítesis de Sherlock Holmes. A pesar de su relativo éxito tuvo que seguir escribiendo relatos de Sherlock Holmes. En los últimos años de su vida se dedicó a la ciencia-ficción y al espiritismo, de la que escribió una Historia.


ARGUMENTO:
Mientras Holmes desayuna, el doctor Watson deduce por el aspecto de un bastón que un visitante nocturno ha dejado en casa del detective algunos datos sobre su personalidad. Sherlock manifiesta que las deducciones lógicas del Dr. Watson le sirven como punto de referencia para determinar lo que no es correcto. Pues mientras el doctor utiliza la observación para establecer deducciones lógicas, el detective va más allá jugando con las probabilidades para establecer posibles teorías sobre la personalidad del dueño del bastón.

Tras esta introducción, enormemente significativa sobre la rasgos psicológicos de los dos personajes centrales del relato, aparece el dueño del bastón que les lee un antiguo manuscrito que relata la maldición de la Casa de los Baskerville. Esta leyenda nació con la extraña muerte de Hugo Baskerville cuando perseguía a una doncella que huía de su acoso sexual.

El Dr. James Mortimer les pide ayuda para combatir dicha maldición, dado que Sir Charles Baskerville ha muerto en un paseo nocturno por causas desconocidas. Y les cuenta que a 20 pasos del cadáver había huellos de un enorme perro, que parece corresponder al de la leyenda.

Tan pronto llega de Canadá el heredero, Henry Baskerville, hijo del hermano menor de Sir Charles, comienza una serie de interrogantes misterioros que enredan la trama. Recibe un anónimo con letras de periódico, pierde una bota negra y durante un breve tiempo no halla otra de color amarillo.

Sherlock Holmes busca el responsable material de estos tres hilos y envía al Dr. Watson a rebuscar en las papeleras de los hoteles cercanos el periódico que se ha utilizado para confeccionar el anónimo. En un coche de caballos huye un hombre con barbas, del que a través del cochero llegan a averiguar que dijo ser Sherlock Holmes.

El Dr. Watson se traslada al castillo de los Baskerville, donde conversa tanto con la pareja de criados, como con los vecinos del páramo entre los que destaca el naturalista Stapleton y su hermosa hermana. Indagando llega a averiguar que Sir Charles recibió una cita de una mujer de un pueblo cercano, que se halla enamorada de Stapleton y que el preso fugado del penal es hermano de la ama de llaves.

En esta descubre la guarida de quien supone su objetivo, enterándose de que Sherlock Holmes lleva tiempo escondido en el páramo para pasar desapercibido. Afirma conocer al asesino, Stapleton (en realidad un Baskerville), y estar a punto de hallar pruebas contra él.

En esos momentos advierten que alguien, con las ropas de Henry Baskerville, huye por el páramo. A pesar de sus esfuerzos no llegan a tiempo de evitar su muerte, decubriendo que era el fugitivo. 

El desenlace se desencadena. Descubren que la hermana de Stapleton es, en realidad, su esposa y la mujer que envió la nota confiesa todo. Un enorme perrazo, con fósforo en su morro, ataca a Henry Baskerville, pero cae abatido a tiros por los dos personajes principales. Y Stapleton, en su alocada huida, se interna en los pantanos, hallándose una prenda suya junto a unas arenas movedizas.


LOS PERSONAJES:
Sherlock Holmes: Fumador impenintente en pipa, se describe como hombre educado, cortés, de modales suaves, tranquilo, enormemente observador y doado de una gran capacidad analítica.Se autodefine como "especialista en la divulgación de crímenes", carácter modesto pero realista. Gusta de asombrar a quienes les rodean y en ese sentido es un tanto presuntuoso. Personalidad dominante, necesita controlar todo lo que sucede a su alrededor, mandando al Dr. Watson a hacer cosas sin explicarle, en ocasiones, el motivo. De forma similar a como lo haría un padre autoritario de finales del siglo XIX, pues en realidad en este personaje describe Sir Arthur al amor paternal del que careció y que tanto le traumatizó en su niñez y adolescencia.Es, pues, una persona perfecta, inteligentísima hasta el punto de tener un cráneo dolicocéfalo (que en la época se asociaba con las razas antiguas que poblaban Europa y de las que se decía que eran más inteligentes por tener más capacidad craneal).


Doctor Watson: Es el narrador y no sólo el acompañante de Holmes sino el personaje que describe al mismo Sir Arthur.Los dos rasgos fundamenteales de su personalidad son su personalidad seria y coherente y la admiración que siente por su compañero. Es otro dechado de virtudes pero con menor capacidad deductiva que Holmes.Así es cómo se veía, o cómo le habría gustado verse con su padre, a Sir Arthur.El doctor Watson es un médico que intenta ayudar a los demás, al estilo de cómo el propio Sir Arthur Conan se comportaba en su vida real.

Doctor James Mortimer: De mediana edad, amable, poco ambicioso, distraido. Retirado hacia cinco años del Charing Cross Hospital.Médico rural, muy alto, sumamente delgado, nariz larga y aguileña, ojos pequeños y grises de penetrante mirada, gafas con armazón de oro.Viste negligente y descuidado. Levita ajada, pantalón deshilachado por los talones. Encorvado de hombros, con la cabeza echada hacia delante. Enormemente sincero, dice a Holmes que en Europa el perito más importante es Bertillón, pero en asuntos prácticos el primero es él.

Sir Charles Baskerville: Carácter firme, práctico, poco dado a la superstición. Tomó a pecho dicho documento y se resignó a su destino, (fatalista). Por su bondadoso carácter y generosidad iba a ser el candidato liberal por el condado de Devon en las próximas elecciones. Había recuperado la fortuna de su familia especulando en Africa del Sur, vendiendo sus bienes y regresando a Inglaterra a disfrutarlo. Llevaba dos años en Baskerville Hall con planes de reconstruir el castillo que se interrumpieron por su muerte en mayo. Sin hijos había manifestado sus deseos de compartir su fortuna con la provincia, habiendo dado grandes donativos a instituciones benéficas de la localidad y de la provincia. Viudo, excéntrico, de costumbres sencillas, muy delicado en sus gustos personales. Para la casa sólo tenía al matrimonio Barrymore (marido-despensero, mujer-ama de llaves). Mala salud, padecía del corazón lo que le ocasionaba cambios de color, respiración fatigosa y abatimiento de espíritu. Muere el 4 de marzo, por extenuación cardíaca.

Mister Henry Baskerville: Hijo del hermano menor de sir Charles. Heredero del castillo a su muerte, estaba en Canadá. 30 años, bajo, metido en carnes, ojos negros y vivos, largas y pobladas cejas. Traje de paño oscuro, color curtido, persona acostumbrada a las inclemencias atmosfércias. Porte severo y elegante. El caballero perfecto.

Jack Stapleton: Es el antagonista en esta historia, y como tal ha de ser muy inteligente para estar a la altura intelectual de Sherlock Holmes.Pero en todo momento es un personaje secundario, necesario para desarrollar la historia, pero de escasa trascendencia. De hecho el perro asesino puede ser considerado como el verdadero homicida, más allá de la intencionalidad humana, por la importancia que cobra en toda la historia desde su primer capítulo.


IMPRESIONES:
El final del siglo XIX fue un momento de especial convulsión en toda Europa. De hecho las artes se derrumbaron y surgieron movimientos autodestructivos, cargados de mucho pesimismo, que se prolongaron durante casi todo el siglo XX. Inglaterra iba perdiendo sus colonias y la I Revolución Industrial había llevado a la nación a un marasmo económico de un tamaño desconocido hasta entonces. La sociedad inglesa se transformaba, pasando de un marcado carácter agropecuario, engrandecido por las baratas materias primas que llegaban desde las colonias, a una semiindustrialización con sus contingentes de proletarios y de hacinamiento.El final del siglo XIX fue un momento de especial convulsión en toda Europa. De hecho las artes se derrumbaron y surgieron movimientos autodestructivos, cargados de mucho pesimismo, que se prolongaron durante casi todo el siglo XX.El campo iba quedando abandonado en favor de las urbes portuarias, de la misma forma que se iban abandonando las tradiciones puritanas. 

En este ambiente la literatura de evasión, sin más pretensiones estilísticas ni sociales, cuajó como fórmula para disminuir el estrés urbano. De hecho la mayor parte de los suscriptores de The Strand pertenecían a las clases medias urbanas.

Esta novela de Sir Arthur Conan Doyle se encuadra dentro del género de drama, ocupando un lugar destacado dentro de él pues lo consolidó creando la estructura que otros autores posteriores repitieron hasta la saciedad con gran éxito. Su antecedente más inmediato se encuentra en Edgar Allan Poe, que fue el primer modelo literario de Conan Doyle. Pero también influencia decisiva en la mejor novela, según los críticos, de Sir Arthur Conan Doyle fue el paisaje espectacular del condado de Dartmoor, y las leyendas que allí le contaron, entre las que destaca la persecución por el páramo de un preso evadido y del que sólo se halló un girón de su camisa en pleno pantano.

Tanta importancia tuvo el folklore local que el psicólogo Rodger Garrick-Steele escribió un libro ("La casa de los Baskerville") afirmando que "El perro de Baskerville" no fue escrito por Sir Arthur Conan Doyle sino por su anfitrión Fletcher Robinson. En esta teoría del plagio llega a afirmar que envenenó a su amigo para que no se supiese la verdad. Se basa en pruebas documentales y en afirmar que Sir Arthur ya carecía de inspiración, lo cual es una barbaridad pues con posterioridad a esta novela comentada escribió otras varias y con diferentes temáticas.

Lo que sí es posible es que alguna leyenda local sirviese de musa para Sir Arthur y, en este sentido, sí se podría hablar de plagio. Pero en ningún caso se puede afirmar que el autor material de la novela no es Sir Arthur Conan Doyle, pues su estilo es personal e irrepetible. Se habla de una posible relación entre la mujer de Sir Arthur y Fletcher, lo que podría ser la causa de la muerte. También se ha remarcado el parecido con la novela "Aventura en Dartmoor" de Fletcher Robinson.

Dada la afinidad intelectual y el tiempo que pasaron juntos es muy posible que la trama básica de "El perro de los Baskerville" fuese diseñada por ambos escritores, basándose en leyendas y situaciones del condado de Dartmoor. Pero la afirmación de que el autor es Fletcher Robinson es sólo una hipótesis sin ninguna prueba material.

Respecto a esta teoría tenemos el testimonio del propio Sir Arthur Conan Doyle, quien en la primera edición de la novela, escribió: "Mi querido Robinson: fue su narración de una leyenda de la parte oeste del país lo que, por primera vez, hizo que la historia de este relato comenzase a surgir en mi cabeza. Por eso, y por toda la ayuda que me ha prestado durante la evolución de la novela, le doy las gracias. A. Conan Doyle".

La estructura de esta novela es lineal. Los personajes van apareciendo, aportando sus rasgos característicos a la historia conforme a ello. El argumento se desarrolla de una forma muy simple: Introducción del misterio, aparición de personajes, conversaciones con ellos, deducciones y persecución del culpable.

El estilo es narrativo, con un vocabulario bastante limitado. No hay cultismos, ni metáforas de ningún tipo. El texto carece de sentido poético, pudiendo adscribirse a un realismo de tipo populista. Este carácter le permitió llegar al gran público. Apenas algunas descripciones muy básicas, para definir el aspecto exterior de los personajes y algunos objetos significativos.

Los personajes son muy simples, desarrollando todos ellos un léxico similar, estando poco definidos conforme corresponde a un relato destinado a la literatura de consumo. 

Todo el relato se basa en dos premisas fundamentales. La primera, la capacidad deductiva de Sherlock Holmes, que en algunos casos roza lo imposible como cuando determina el año del manuscrito cuando aún se halla dentro del bolsillo de James Mortimer. La segunda, que se insinúa desde el mismo manuscrito, en que uno de los tres testigos de la muerte de Hugo Baskerville muere de miedo y los otros dos quedan imbéciles de por vida, es la posibilidad de que el asesino sea el estréss. Esa causa de insuficiencia cardíaca, o muerte por miedo, era naturalmente bien conocida por el autor, como médico que era, y subyace sobre todo el relato la posibilidad de que el perro maldito no exista.

Así pasan inadvertidos errores de bulto en el relato como el hecho de que un visitante nocturno dejase olvidado su bastón dentro de la vivienda de Holmes, ¡sin que nadie le franqueara la entrada!. De hecho cuando vuelve por la mañana precisa de que le sea abierta la puerta. No se entiende cómo pudo por la noche penetrar tranquilamente dentro de la casa, algo que los dos personajes centrales ven absolutamente como normal. Pero es que en estos relatos policíacos el hecho principal, la intriga, absorbe toda la atención, pasando a segundo plano el detallismo en la narración.

En sí, tanto por los recursos estilísticos como por los literarios, esta novela tiene pocos atractivos, muy alejada de los relatos pesimistas que en aquellos instantes propiciaba la Generación del 98 en nuestra península. 


CONCLUSIÓN:

La lectura es fluída y fácil.

La traducción no es muy buena, de hecho el manuscrito (escrito en un inglés de hacía dos siglos) es trasvasado a un castellano moderno.
Algunas erratas se deslizan en el texto, como, por ejemplo, "naturista" por naturalista, que se alica repetidamente a Jack Stapleton. 

Es fácil seguir el desarrollo argumental, pues carece de detalles complejos, limitándose a descripciones muy limitadas y a las conversaciones propias de las indagaciones policíacas.

El estilo realista y sencillo y la falta de profundidad sicológica de los personajes restan verosimilitud a la novela. 

Una vez leída la novela, y conocido el final, toda segunda lectura se hace aburrida, pues el interés de la lectura se halla en averiguar si el citado perro de los Baskerville existe realmente o la famosa maldición no es más que un truco para eliminar herederos.
La novela me gustó y me la leí de un tirón, pero dudo que vuelva a leerla otra vez.

5 comentarios:

  1. He oído hablar tanto de este libro que no estoy segura de si lo he leído o no, igual hace muchos años así que no me vendría mal una relectura, a ver si encuentro un hueco libro porque hay tanto pendiente de leer
    un beso!

    ResponderEliminar
  2. Sherlok Holmes no defrauda pero, lo que dices, leído una vez no tiene sentido una segunda lectura.
    Por cierto, cuando puedas pásate por mi blog, por la entrada de la lectura conjunta de El sabor de las pepitas de manzana. Es que te falta, guapa, la URl de tu perfil...
    Besines y feliz domingo!

    ResponderEliminar
  3. Le tenía ganas a este libro, pero cuando me leí el "El curioso incidente del perro a medianoche" hay una parte que te destripa "El perro de los Baskerville" totalmente, te cuenta el final con pelos y señales y todavía estoy intentando olvidarlo, pero lo leeré claro.
    Una reseña muy completa.

    Saludos!

    ResponderEliminar
  4. Muy completa tu reseña, muy sincera... ¡Has detripado a Sherlock Holmes!
    "El estilo es narrativo, con un vocabulario bastante limitado. No hay cultismos, ni metáforas de ningún tipo. El texto carece de sentido poético, pudiendo adscribirse a un realismo de tipo populista. Este carácter le permitió llegar al gran público. Apenas algunas descripciones muy básicas, para definir el aspecto exterior de los personajes y algunos objetos significativos.

    Los personajes son muy simples, desarrollando todos ellos un léxico similar, estando poco definidos conforme corresponde a un relato destinado a la literatura de consumo."
    Coincido en un todo contigo. No lo volvería a leer salvo circusntancias de extrema gravedad. Je

    ResponderEliminar
  5. Me he pasado por el blog y he visto esta reseña. La verdad que el año 2012 fue mi año Conan Doyle, me leí del tirón 3 novelas suyas, y tengo que decir que la que más me gusto no se porque fue la de "Estudio en Escarlata", supongo porque se describen mejor a los personajes.

    Tienes razón en que esta novela es para leerla una vez, porque una vez conoces el final de la novela ya no hay motivos para una segunda lectura. A mi el argumento me gusto mucho y como se dearrolla la trama. También es cierto que la escritura no es muy elaborada y la traducción demasiado moderna, pero es un buen libro para pasar el rato.

    Un saludo Kayena!

    ResponderEliminar